La mujer de blanco

Me ha encantado. Un clásico que tiene todos los ingredientes para una gran lectura; misterio, amor, época, secretos, investigaciones... una mezcla que recuerda a Cumbres Borrascosas con un retorcido thriller, narrado a varias voces y con un estilo único.
Me ha fascinado la ambientación, una atmósfera lúgubre, oscura y decadente que te va envolviendo poco a poco hasta que estás dentro de la historia y no puedes parar de leer para saber lo que está pasando. Los personajes están tan bien definidos que al poco tiempo parece que están hablando contigo. Hay un villano que me ha parecido maravilloso.
Me resulta muy curioso que fuera publicado por entregas en una revista que dirigió el mismísimo Charles Dickens, y tuvo tanto éxito que se volvió una imprescindible historia de misterio, basada en hechos reales, lo que la hace aún más interesante.
Un contexto histórico, económico y social que maravilla por sus giros, sus impresiones y su prosa elegante y mágica.
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La mujer de blanco es una novela de misterio casi perfecta. La historia es redonda, no queda un solo cabo suelto y, si me tengo que quejar de algo, sería que sobran algunas páginas aquí y allá y de cómo se desaprovecha un personaje en concreto que, en mi opinión, podría haber hecho mucho más. También en el lado negativo estarían los momentos en los que se hace un poco previsible. Sin embargo, no es nada super evidente. al menos en mi caso, he visto venir algunos giros pero estando ya cerca su resolución, por lo que no he perdido interés. Para cerrar con lo “malo”, tengo que decir que el ritmo en la última parte decae bastante, incluso con nuevos descubrimientos sorprendentes, se me hizo más pesada que el resto del libro, quizá por meterse en un nivel de detalle innecesario, ya que muchas cosas ya se habían dado a entender y no necesitaban confirmación.

Pasando a lo bueno, que es mucho.

La ambientación es genial. Especialmente en la segunda parte del libro, en la que nos metemos en el relato de Marian y podemos sentir el miedo, la inquietud y la impotencia de las hermanas. Es casi imposible no empatizar con ellas y temer lo peor. La estructura del libro (epistolar) ayuda a que los cambios de ambientación sean naturales, y así no tenerte constantemente en una atmosfera tensa, o melancólica o, incluso ridícula, ya que cada personaje aporta su visión de los hechos a su manera. Lo que me lleva a los personajes: del primero al último, son todos perfectos. Creíbles, complejos, variados y consecuentes. Nada de lo que hacen resulta exagerado, artificial o injustificado. Y, en la mayoría de casos, narran desde la primera persona, por lo que te permiten conocerles en profundidad, al mismo tiempo que cubrir con cierto misterio a aquellos que no llegan a hablar por sí mismos. Por ejemplo, me fascina la Condesa, precisamente porque estoy segura de que sus motivos tienen poco que ver con lo que otros personajes creen, pero esto nunca se revela. Mención especial al Conde, que es un 10 como personaje.

En cuanto a la historia, ya he dicho que es redonda. Es un buen misterio que no requiere de asesinatos, detectives, o genios de última hora que lo descifren con un detalle que nadie más que ellos es capaz de ver. Esta muy, muy bien documentado a nivel legal y atrapa desde el principio. Se lee solo, a pesar de las páginas que le sobran.

Qué maravilla es comenzar un libro sin ninguna expectativa y acabarlo llevándolo a tu lista especial. Esa lista en la que se encuentran los libros únicos, los que, pasen los años que pasen, se mantendrán favoritos hasta el final.
Eso me ha ocurrido a mí con La mujer de blanco. He encontrado en Wilkie Collins una narración exquisita en todos los sentidos, y he forjado una opinión acerca de él perfecta, os diré por qué. Ha sido ir conociéndolo poco a poco y me ha ido llegado más y más. El libro empieza con un prefacio del autor, en el que me he sentido muy identificada con la reflexión que hace de los personajes. Era un anticipo en forma de pincelada de que me iba a encantar.

Este libro clásico, del siglo XIX, de 800 páginas creo que intimida a cualquiera. Pero no os podéis hacer una idea de lo rápido que se pasa. Está cargado de acción (no lo esperaba), los finales de las partes son apoteósicos (el final de la segunda me dejó casi temblando) y consigue crear una tensión como muy pocos consiguen. Cuando terminé la segunda parte dije: bueno, lo fuerte ha ocurrido, a ver ahora. Pero la tercera parte no se queda nada corta y tiene capitulazos .

La historia está muy bien construida y oh, ¿el punto fuerte? los PERSONAJES. Qué delicia ha sido leerlos a todos, pero sobre todo haber descubierto al conde Fosco y Marian Halcombe. Personajes “secundarios” que han influido directamente en mi admiración por este libro. Sé que ellos dos se trasladan a mi lista de personajes literarios preferidos.
Si os preguntáis de qué va este libro, me limitaré a citar el autor en otra de las ideas con las que me identifico totalmente:
"Y por último, si cuenta el argumento de la forma que sea, ¿qué servicio hará a los lectores, al destruir de antemano dos de los elementos principales del atractivo de cualquier historia, como son el interés propio de la curiosidad y la emoción de la sorpresa?"

En cuanto a la edición: siempre que apuesto por Alianza Editorial, acierto. Miguel Ángel Pérez Pérez hace trabajos impecables. Os la recomiendo.
Y no puedo decir más que, si os interesa, LEEDLO. Me atrevo a decir que no os decepcionará.
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Posiblemente, este es el libro que más me ha insistido mi padre para que leyera. al principio, no me llamaba especialmente pero, fue tan pesado que terminó despertando mi curiosidad, además, coincidió en el tiempo que muchas bookstagrammers hablaban maravillas de él y al final me decidí.

La mujer de blanco es una figura misteriosa que le da al libro su toque gótico y fantasmal y su aparición afecta de un modo u otro todos los personajes de esta historia.

Wilkie Collins construyó este libro con los extractos de los diarios personales de todos los protagonistas, aunque, principalmente, leemos a Walter Hartright, un artista reconvertido en profesor de dibujo que conoce a Laura Fairlie y es quien cuenta su historia.

Yo no sé si fueron las expectativas o las ganas de que me gustara pero, se viene opinión impopular.
Para empezar le sacaba unas cuantas -bastantes- páginas. Sí que es cierto que vas descubriendo cosas y que la historia avanza pero, en este caso, el melodrama me ha costado y hubiera preferido ahorrarme un poco de la exageración dramática que contiene. No siempre me disgusta esta expansividad, pienso en Norte y sur que me gustó mucho pero, ya sea por el humor o el tema, La mujer de blanco se me atragantó.
La insufribilidad que me provocó el señor Hartright tampoco ayudó a que me apeteciera coger el libro, no conseguí empatizar con él, me pareció cansino, repetitivo y muy pelma. Por su parte, el conde como el villano más pérfido y sibilino de la historia de la literatura se me quedó corto.
En cambio, Marian, me pareció el mejor personaje del libro con diferencia, una mujer práctica e inteligente que merecía mucho más espacio. Lo mejor de esta novela, sin duda.
El final, tampoco, me convenció, y aquí no hay explicación posible, sencillamente, esperaba más, aunque no sé el qué pero, más.

Me sentí tentada a abandonarlo varias veces, aguanté solo por el entusiasmo de mi padre quién, todavía, no me ha desheredado pero, entre esto y que le dijera que La edad de la inocencia de Edith Wharton me pareció un tostón infumable que me negué a terminar, se lo está planteando.

Aunque se publicó por entregas entre 1859 y 1860 en la revista literaria fundada por Charles Dickens, All the year round, se publicaría en formato libro en ese mismo año y, a día de hoy, se considera una de las mejores novelas de misterio de la literatura.

Tras un prefacio, escrito por el propio Collins en el que nos informa de que realizó algunas correcciones antes de su publicación y de agradecer a sus lectores la buena acogida que tuvo La dama blanco, así como de un preámbulo en que se nos dan unas pincelas de lo que encontraremos en esta lectura, nos adentramos de lleno en una novela epistolar que nos traslada a la Inglaterra decimonónica para conocer la historia de Laura Fairlie y la misteriosa dama de blanco.

Será Walter Hartright, un profesor de dibujo, quien nos adentre en esta historia inspirada en un hecho real. Él será quien nos presente a Laura, una joven y rica heredera a la que tiene que dar clases de dibujo y de quien terminará enamorándose irremediablemente. Sin embargo, aunque este amor sea correspondido, Laura está comprometida con Sir Percival Glide, un barón con unas cuantas deudas acuciantes que necesita liquidez como sea para hacer frente a ellas pero en su camino se interpone la dama de blanco. Quién es ésta mujer y qué papel juega en la historia os dejo que lo descubráis por vosotros mismos, sólo os puedo decir que tiene un parecido asombroso con Laura y que será una pieza clave en el devenir de los acontecimientos.

Pero éstos no serán los únicos personajes que conozcamos ya que Marian Halcombe, hermana de Laura, y el Conde Fosco, amigo de Sir Percival, también serán muy importantes para que comprendamos perfectamente todo lo que acontece a lo largo de las más de ochocientas páginas donde todo gravita sobre una suplantación de identidad con consecuencias inesperadas.

Tengo que reconocer que, cuando empecé a leer La dama de blanco, el estilo del autor se me hacía muy pesado, me costaba centrarme en la lectura y el ritmo narrativo del primer tercio del libro tampoco ayudaba mucho. A partir de ahí me fui haciendo al estilo de Collins y el argumento se iba tornando más interesante por lo que me animé a seguir con su lectura y no dejarla abandona como era mi intención.

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un libro que se escribió en el siglo XIX y que el estilo de las novelas de aquella época no es como las actuales, por lo que hay que ponerse un poco en situación, también que se escribió por entregas y que el autor se recrea en detalles sin importancia que sirven, desde mi punto de vista, a modo de relleno. Sin embargo, el argumento es más que interesante y está muy bien llevado donde nada queda al azar, además, los personajes están muy bien construidos, tanto física como psicológicamente, y cumplen a la perfección con su papel. Cierto es que algunos sobresalen más que otros y que, como en el caso del tío de Laura, le habría dado un sopapo de buena gana por su pedantería. Laura es la típica mujer de aquella época que se resigna y hace lo que se espera de ella, Walter el perfecto caballero; Marian es todo lo contrario a su hermana, decidida, con arrojo, osada y valiente; Sir Percival es despreciable y un cobarde pero me quedo con el mejor personaje de todos, el Conde Fosco, un villano muy inteligente, manipulador e irónico que es capaz de llevarte a su terreno sin que te des cuida y, encima, le des las gracias.

Como decía al principio es una novela epistolar y serán éstos y otros personajes los que nos cuenten en primera persona su visión de lo que acontece entorno a Laura y la dama de blanco, haciendo que el lector conozca múltiples puntos de vista y se forme una idea global de todo lo acontecido sin que se le escape ni un solo detalle.

La dama de blanco es un melodrama muy bien llevado en el que se conjugan el suspense, secretos, manipulaciones, unas pincelas de atmósfera gótica, una mujer misteriosa, descripciones muy detalladas y hasta una historia de amor imposible que hace de ella una muy buena lectura pero, desde mi opinión totalmente subjetiva, el estilo tan denso y las páginas de relleno hacen que su lectura tenga ciertos altibajos lo que le resta puntos para ser todo lo redonda que debiera ser.
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Mi primera vez con Collins. Maravillosa su forma de narrar y llevar la historia.
La intriga te mantiene expectante, las páginas pasan casi sin querer, engalanadas con la prosa y el lenguaje de la época. Los personajes son inolvidables. La traducción es maravillosa.
Muy recomendable. Que no te intimide el número de páginas !

Este libro siempre lo veía solitario en el estante de la librería y no me llamaba la atención, cuando mis opciones de selección fueron agotándose, decidí darle una oportunidad y nunca me arrepentí, me atrapó entre sus páginas, la pasión de los personajes, la intriga, el carácter de Marian Halcombe, el amor… Tampoco conocía al autor, pero luego lo busqué. Creo que este libro es lo mejor que he leído de él y ya voy por varios.
El estilo de narración es bastante original, llevando la historia desde las perspectivas de los personajes que te van acercando poco a poco a la verdad, el desenlace se sospecha, pero el suspenso en la trama te lleva a descubrir por capas, sabes que algo se te escapa pero no sabes qué. Me encantó.

Un clásico de la literatura que tenia pendiente desde hace dos años, y ahora que lo terminé no puedo creer porque me demoré tanto en leerlo, para mi fue una historia realmente atrapante, me tuvo en suspenso todo el tiempo, creo que los personajes están muy bien desarrollados y la historia evoluciona muy bien, el climax de la trama me hizo sentir ansiosa y frustrada por todo lo que pasaba, quería saber que mas seguía y me costaba trabajo dejar el libro; tal vez el desenlace se me hizo mas largo de lo que hubiera querido, ya que hizo que se enfriara un poco la emoción que venía llevando la historia hasta que alcanza su cima; sin embargo sigo considerando que esta muy bien llevada la trama, se maneja un suspenso en asenso la mayor parte del tiempo y adicionalmente me pareció tan bien escrita, cada oración, cada dialogo, cada pensamiento de los narradores, todo formaba parte de la historia, no me pareció que exagerara en descripciones, y aquí es donde uno es capaz de admirar la maravillosa prosa con la que escribían la mayoría de escritores de la época. El final creo que es redondo, cierran muy bien todos los personajes y eso no siempre es fácil de conseguir; al menos a mí me gustó, hay personajes que aprecias y otros que son realmente fastidiosos pero que se mantienen en su roll. Definitivamente, deseo leer más de este escritor.

 

La dama de blanco es una novela epistolar que se público por entregas en una revista literaria inglesa entre 1859 y 1860. Está considerada como una de las primeras novelas de misterio y ejemplo de novela policíaca, dónde los protagonistas emplean muchas de las técnicas propias del género que seguramente nos van a resultar muy familiares. Y ciertamente el sentimiento que transmite en el lector es el de un argumento muy bien construído donde cada pieza va colocándose en su lugar a medida que avanza la trama y donde no decae el interés en ningún momento, con ciertas partes de la novela que son absolutamente adictivas.
El argumento entra dentro de un costumbrismo de época donde la historia de amor entre la pareja protagonista resulta imposible a causa de las diferencias sociales. Ella ha de casarse con un noble al que su difunto padre prometió en matrimonio y que resulta ser un ser taimado con oscuras intenciones. Según discurre la novela van incorporándose nuevos personajes, muy bien construidos, que van añadiendo interés a todo el conjunto. Repito que la novela, a pesar de sus 800 páginas, mantiene el interés en todo momento y en ocasiones se vuelve tan adictiva que no tiene nada que envidiar a thrillers actuales, algunos mucho menos trabajados y más planos.
En la introducción del libro se enmarca la novela en la Inglaterra de la época y se comenta algo que me llamó mucho la atención. Se dice que Wilkie Collins pudo haberse inspirado en un caso real para su historia y se especula con que los manicomios ingleses tal vez mantenían encerrados a ciudadanos cuerdos a sabiendas de médicos y familias sin escrúpulos por un beneficio económico. de esto y más trata La dama de blanco. No os cuento más pero os animo a leerla, seguro que no os imagináis lo mucho que vais a disfrutar.

Esta es una novela epistolar escrita en 1859 que apareció por entregas en la revista literaria All the Year Round fundada por Charles Dickens. Esta considerada como una de las primeras novelas de misterio y del género inglés llamado sensation novel.

Cuenta la historia de varias personas envueltas en problemas turbios que todas ellas perjudicaran a la protagonista para conseguir algo a cambio. Hay mucha intriga, personajes muy bien desarrollados que te dejan on la boca abierta, tramas liosas que si no prestas atención pueden hacerte confundir pero es adictivo y de lectura ágil y rápida.

Permitid que compare a wilkie collins y su dama de blanco con un caramelo toffe pues hay que disfrutar de él saboreando cada uno de sus matices lentamente y con calma pues no es una caramelo masticable al que puedas incarle el diente y tragartelo como si nada. Es una novela que te atrapa por completo en la que quieres leer deprisa para saber qué pasa a continuación pero es mejor disfrutarla de a poquito como cuando se publicaba por entregas. Advertencia lo mismo puede darte un ataque de ansiedad... Jaja. Yo la he disfrutado mucho y el autor escribe maravillosamente. Pedazo de escritor.