Nos encontramos ante un libro clásico de
Agatha Christie, una novela de misterio cortita y amena.
La trama narra la historia Diez personas sin relación alguna entre sí son reunidas en un misteriosa isla de la costa inglesa por un tal Sr. Owen, propietario de una lujosa mansión a la par que perfecto desconocido para todos sus invitados. Tras la primera cena, y sin haber conocido aún a su anfitrión, los diez comensales son acusados mediante una grabación de haber cometido un crimen en el pasado.
Uno por uno, a partir de ese momento, son asesinados sin explicación ni motivo aparente. Sólo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de una creciente pesadilla.
Todos ellos esconden grandes secretos que serán muy relevantes en la novela.
Los personajes y diálogos están bien definidos.
Poco a poco te vas encontrando con un ambiente de tensión donde no entiendes que está pasando en la isla, porque nadie confía en nadie...
Te imaginarás en la piel del detective.
Que aparte de entender a cada personaje, tienes que intentar resolver el caso de la famosa Isla del Negro.
En resumen, la pluma de
Agatha Christie me ha parecido muy sencilla y elegante manteniéndome en todo momento atrapada en la historia sin saber quién era el asesino en ningún momento, hasta que ha llegado el final.
Fascinante historia, y espectacular viaje del lector por este maravilloso libro.
Nunca había leído nada de esta autora, pero tengo claro que leeré mas novelas de ella.
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