Todas esas cosas que te diré mañana

Todas las cosas que te diré mañana es el primer libro que leo de esta autora, hace unos días salió a la venta y raro en mí lo compré "con los ojos cerrados", porque si los tengo abiertos, no lo hago...

En esta novela encontramos a nuestros protagonistas, Miranda y Tristán, ella es subdirectora en una revista de moda muy top y él un abogado que no tiene vocación ninguna, aunque es bueno en lo suyo, que llega a Madrid "para hacerse un hueco" e ir viendo qué pasa.

La historia comienza como si del final se tratase, eso ya no me gustó porque es una forma de "spoiler camuflado", empiezas y aunque aún tienes que leer el libro entero pero la palabra predecible se instala en tu cerebro en forma de neón brillante a modo de recordatorio.

El libro está escrito de forma que para algunos lectores puede resultar lioso, me hubiese gustado que fuese de otra manera, porque esto va de "saltos en el tiempo" amigos (en la relación de los protagonistas) y si en la lectura Miranda no sabe ni el día, mes, año o lugar donde se encuentra, imaginad los que leemos, se hace pesado a la larga porque siempre es lo mismo.

En estos "saltos" Miranda sí puede hacer cosas que no había hecho antes en el pasado, y su resultado debería mantenerse en el tiempo y así poder cambiar la rueda de los acontecimientos, que es lo que desea nuestra protagonista, en un intento desesperado por no perder aquello que parece que ya no tiene solución.

Esta novela trata sobre las relaciones, que son complicadas sobre todo cuando los protagonistas son tan diferentes, que eso de " los polos opuestos se atraen" no siempre funciona, de saber que no nos necesitamos para seguir viviendo felices, de que "querer" y "quererse" no significan lo mismo aunque el verbo sea igual y que si no se quiere terminar en el mismo lugar, no se puede seguir el mismo camino...

La novela se desarrolla de forma muy lenta, lentísima, la historia no lo requiere, hay pocos personajes por lo que no hay excusas para alargar algo que de tanto estirarlo acaba rompiéndose y solo ha logrado sacarme unas pocas sonrisas cuando yo lo que quería era doblarme en dos.

Para "salvar" esta lectura, me quedaré con la reflexión que se hace sobre los recuerdos, de tratar de reconstruirlos, de saber si con el paso del tiempo aumentan su valor o pueden perderlo, que revivir situaciones te permite poner el foco en cosas que en su día te pasaron inadvertidas y que nuestra memoria encuentra el modo de reinterpretar lo que pasó y lo que nos gustaría que hubiera pasado para poder convivir en paz.

Elisabet Benavet en esta ocasión nos deleita con una historia de saltos en el tiempo, Las cosas que te dire mañana.

No quiero hablar mucho de la historia del libro. Creo que una vez mas esta escritora consigue calarte hondo, en mi caso maneja mi estado de animo con cada palabra...

En la sinopsis hace dos preguntas ¿Y si tuvieras la oportunidad de cambiar lo que ya has vivido?

Lo voy a decir muy claro y seré muy breve con mi respuesta, lucharía con uñas y dientes y hasta el final, como hacen nuestros protagonistas.

Pero ojalá se pudiera ir al pasado y cambiar algunas cosas, aunque a mi me da un poco de miedo por que si esas cosas no hubieran sido así, lo mismo mi vida no era como es ahora y aunque no es perfecta es mia.

La segunda pregunta que hace esta autora ¿Se puede ser fiel a uno mismo cuando lo que esta en juego es el amor?

Yo me la jugaría por amor, lo tengo muy claro. Creo que hay tiempo para todo y esta chica en todo el libro demuestra que vive por y para su trabajo y para mi no lo es todo en la vida se necesitan muchas cosas mas.

En definitiva es un libro ligero, de fácil lectura como acostumbra Elisabeth Benabent. Historia diferente por los saltos en el tiempo. Y muy muy romántica triste y desgarradora.

Me cuesta muchísimo darle tres estrellas a un libro, trato siempre de que la balanza ase incline por lo que más me ha gustado, pero este se me hizo bola, si es cierto que lo leí muy rápido, pero con ganas de que terminará.
La historia está bien, con esas reflexiones que tienen todos los libros de esta autora que te hacen pensar. Te habla mucho del amor propio otra cosa que me gusto.
Con los personajes no conecté ni con los protagonistas, y mucho menos con los secundarios, que es de lo que más me gusta de Elizabeth que hace personajes secundarios que te llegan tanto como los protagonistas en este caso no lo encontré.
Tristán era muy egoísta la relación con su hermana la odié nunca supo ponerla en su lugar y con Miranda sentí mucha pena no creo que fuera necesario tratar de revivir esta relación, que desde mi punto de vista nunca valía la pena.
Con esto no quiero decir que es un mal libro, esta es mi opinión muy personal. También puede ser que no era mi momento para leerlo y por eso no conecté siempre queda la posibilidad de darle una segunda oportunidad en otro momento.

Todas esas cosas que te diré mañana, tiene el aire inconfundible de las novelas de Elísabet Benavent. Es cierto que se la nota más madura y reposada, más contenida y menos alocada que en sus primeras novelas, todo sentimiento, pasión, sexo, risas y drama, mezcladas en una coctelera explosiva.

Creo que hace ya un tiempo que la autora experimenta otras fórmulas que sin dejar de lado los elementos favoritos que se reiteran en sus novelas, léase el amor a la música, el personaje de barrio que lleva dentro sus raíces, los libros, la ciudad o el sexo como expresión de mucho; la alejen de ese final feliz sí o sí que pregonan las escritoras del género romántico.

En este caso, el viaje en el tiempo y el espacio como metáfora del duelo por una relación rota y la eterna pregunta: ¿si pudieses cambiar algunas cosas sabiendo lo qué sabes, el resultado sería el mismo? y más impotante aún, ¿tus decisiones serían las mismas sabiendo cuál es el final?, sirven como vehículo para conocer la historia de Miranda y Tristán, polos opuestos que se atraen pero a los que sus diferencias con el tiempo, amenazan cada vez más con separar.

He leído varios libros de Elísabet y sus personajes tienen muchas características en común, todos se parecen en el fondo aunque difieren en la forma, y pienso que es algo que debería trabajar más. Creo que su escritura evoluciona y que el amor propio está mucho más presente en sus últimos trabajos. En esta en concreto, creo que los secundarios tienen muy poca relevancia y que como siempre, la pluma de la autora a parte de ser irreverentemente poética, nos deja interesantes reflexiones.

Me ha gustado aunque no me ha calado, no he terminado de encajar las piezas para disfrutar plenamente de la lectura consiguiéndolo sólo en momentos puntuales.

En esta ocasión reconozco que la historia de fondo, el mensaje que quiere transmitir con la historia, me ha gustado mucho... pero la lectura no tanto. En ocasiones se me ha hecho un poco lenta, repetitiva... vaya, que no se va a convertir en mi libro favorito de la autora. Y me da pena precisamente por ese mensaje que transmite pero qué le vamos a hacer.

Estoy en una disyuntiva por decidir mi calificación. Me frena que me salté como cuatro o cinco capítulos en la mitad y pude continuar sin ningún problema con la historia.

Yo no puedo decir que me haya leído todas las novelas de la autora, pero si varias, y las tres ultimas son las que me han gustado más.

Siento que ha madurado y con ella sus historias y eso se lo aplaudo porque de verdad que aburrimiento sus libros de solo sexo y toxicidad, que tanto gustan.

Me ha gustado la idea, me ha gustado el final pero siento que fue muy repetitiva y te das cuenta muy rápido de como va a terminar y eso en mi caso me aburrió.

Pero me gusta ests nueva Elisabet, yo creo que vendrán buenos libros.

Bueno, hasta la página 200 me estaba pareciendo HORRIBLE. No entendía el comportamiento estúpido de la protagonista. al pasar de esa página ha sido un no poder parar de leer.

Ahora, habiendo acabado el libro y echando la vista atrás, creo entender porque el principio es así y, aunque diferente a lo que nos tiene acostumbrada la autora, me ha parecido una historia muy bonita de leer.

Me ha parecido muy real; hay veces que forzamos las cosas porque las queremos con nosotros, sea amor, amistad, trabajo… y no nos damos cuenta que por mucho que las queramos no nos estamos haciendo bien. Ha sido una historia de (des)amor de las que te calan, te llegan al corazón y te hacen aprender.

Me quedo, conmigo para siempre, el aprendizaje de Miranda y con la fuerza de voluntad de Tristán.

"Que esté asumido no significa que no sea triste. Que sea necesario no significa que no cueste."

Este es un libro que no quise leer recién publicado para que todas las opiniones que se veían en RRSS no interfirieran en mi lectura. Así que esperé un poquito y me alegro de haberlo hecho porque he podido apreciarlo de manera más neutra y personal.

Empezar una historia de amor por la ruptura de la relación me parece un gran acierto. Acompañar a Miranda y Tristán en el proceso que lleva a una pareja a descubrir que no queda más remedio y aceptar que su relación no puede salvarse.
Con saltos al pasado en el que se intentan hacer de otra manera las cosas que se hicieron mal (o no) en un intento de influir en el futuro.
La historia es fabulosa y la autora tiene la capacidad de escribir con ese "algo" que se tiene o no se tiene, llámese magia, don, capacidad, esfuerzo o lo que sea.

Por otro lado, los personajes no me han gustado tanto.
A Miranda la veo un poco dramas, niña consentida. No le veo ese punto de madurez que debería acompañar al trabajo que desempeña y que no debe estar reñido con divertirse y disfrutar la vida sin hacerte parecer un tanto desquiciada.
Tristán se ne queda corto para lo que me habría gustado que diese de sí. Tal vez porque Miranda lo tiene seco. Y que SÍ. Me encanta que Tristán no sea el típico personaje masculino dispuesto las veinticuatro horas los siete días de la semana, que haya aspectos de la vida que le influyan y de manera que su sexualidad se vea afectada. BRAVO POR ESA DOSIS DE REALIDAD.

En fin, una historia de amor. Con las emociones y vibraciones de las primeras veces y las lágrimas y penas del final.
Con lo que querías que fuese, lo que pudo haber sido y lo que terminó siendo.

Porque hay veces que por mucho que nos empeñemos, que intentemos hacer las cosas de otra manera, las historias que ya están escritas.


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Todas esas cosas que te diré mañana - Elisabet Benavent

(Crítica sin spoiler)

Aspectos negativos:

Comienzo diciendo que seguramente no haya nada negativo que yo pueda decir de Elisabet. Pero lo voy a intentar.

-Se ha criticado mucho el lenguaje de Elisabet. Sobre todo en expresiones del tipo: "oscuro como un oj*te" o "no tengo el ch*cho para...", o "el chorrazo de c*ca líquida de paloma", o "me la c*me"... Pero es que también es ese su sello distintivo. Es así como hablamos normalmente aunque no nos demos cuenta (la mayoría). No entiendo por qué la gente se escandaliza tanto. Como la propia Elisabet lo llama, lo suyo es "poesía urbana". Lo que me ha sorprendido es que dentro de este libro, de alguna forma Elisabet contesta a todas estas críticas que van en esta dirección maquillándolo con una historia. Y deja claro que debajo de toda esa clase que ella tiene, también está el barrio. Y yo sólo puedo aplaudirla.

-Luego hay un fail bastante importante. Hablan de la película de Crepúsculo, supongo que se refieren a Jacob o a Taylor Lautner. Y dicen que le pusieron el pelucón en la segunda o tercera película, cuando se lo pusieron en la primera.

Aspectos positivos:

-Tiene la letra grande, los capítulos más o menos cortos y narración a dos voces de nuestros dos protagonistas: Miranda y Tristán. Y algo muy bueno a destacar es que no he tenido que anotar nombres para no perderme. ¿Otra maravilla? La prosa poética de Elisabet. Además, no sé si lo sabéis, pero Tristán es mi nombre favorito masculino de la vida.

-Me gusta que Miranda describa los ojos de Tristán como "nublados". Es tan romántico...

-Otro aspecto a destacar es que incluyen el tema covid, que creo que es importante. Sobre todo para que las siguientes generaciones puedan leer lo que tuvimos que pasar. Para concienciar también. Que no se nos olvide que el bicho aún no se ha ido.

-Por otro lado, me he llevado una sorpresa porque pensaba que el libro iba a ir de cosas místicas relacionado con pitonisas y demás y no tiene nada que ver.

-Tengo que decir que este libro es desgarrador en el buen sentido de la palabra, porque empieza con una ruptura. Sin embargo es jodidamente romántico. de hecho mi capítulo favorito es el cumple de Tristán.

-Las partes más graciosas son sin duda las salidas de tono de Miranda.

-Hay una reflexión que me gustó mucho sobre el amor propio y la gordofobia. Echaba de menos un libro que concienciase sobre estos términos.

¿El final? No lo comprendo.

"Todas esas cosas que te diré mañana" es la nueva novela de Elisabet Benavent. En este caso no os voy a decir nada de la sinopsis del libro porque, en mi opinión, es quitarle toda la magia.

Ahora bien, ¿Cómo hago yo una reseña de un libro que me ha hecho sentir tanto? Supongo que en primer lugar lo que debería de decir es que me ha encantado y me ha calado muy hondo. Elisabet, con este libro, se ha abierto en canal y creo que es una historia que no voy a poder superar en la vida. Pero, si tengo que destacar algo, es que el libro me ha hecho reflexionar mucho y plantearme aspectos de mi vida y las relaciones que antes no había pensado. Considero que esto es lo bonito de los libros, que más allá de que te guste una historia o no, te haga recapacitar y aprender.

En cuanto a los personajes, Tristán y Miri me han encantado. Si es cierto que a veces hubiese matado a Miri por sus actos, pero, pensándolo bien, yo he empatizado tanto con ella porque, seguramente, en muchas ocasiones, sin ser consciente de ello, hubiese actuado de la misma manera. Tristán es un amor y no puedo hacer otra cosa que decir que me ha encantado. Ahora bien, lo que más me ha gustado no son los personajes en sí, sino su desarrollo y aprendizaje personal.

Por otro lado, la pluma de Elisabet es una auténtica joya. Hace que sin quererlo te metas de lleno en sus libros y vivas las historias como si fuesen tuyas propias. Solo he leído dos libros de ella, pero ya os adelanto que necesito seguir leyendo sus obras, por lo que dos de ellas ya vienen en camino.

En definitiva, estamos ante una de las historias más especiales que he leído; donde, en mi opinión, lo importante no es la historia en sí, sino el mensaje que trae consigo. Solo puede dar las gracias a la autora por habernos regalado un pedazo de ella de esta manera tan bonita. Ha sido un placer realizar este viaje tan íntimo, mágico, emocional y muy, pero que muy enriquecedor.