Todas esas cosas que te diré mañana

Una cuando coge un libro de Elisabet Benavente ya sabe que no va a encontrarse con una obra de arte, lo que no esperaba era que me iba a encontrar escrito 100 veces "chasqueó la lengua contra el paladar" obviando esto, debe de ser la primera vez que leo un libro de esta escritora que no tenía constantes escenas de sexo, cosa que agradezco, porque sinceramente aunque las tramas recuerden un poco a las novelas de media tarde de antena 3, una vez que te metes en materia quieres saber qué va a pasar.
En esta historia se narra la historia de Tristán y Miranda, una pareja destinada al fracaso, con personalidades muy diferentes, intereses diferentes y una visión del futuro de lo más dispar. Para intentar arreglar su relación Miranda va viajando a distintos puntos del pasado que fueron decisivos en su relación para cambiar pequeñas cosas que puedan dar un giro al desenlace de su relación.

Reseña en IG @angela.lectoravoraz

¿Qué harías sí pudieras volver al pasado y revivir esos momentos que lo supusieron todo para tu historia de amor? Pero y sí, además vuelves a ese pasado sabiendo que ese amor no será para siempre, que tiene un final. ¿Intentarías evitar que todo se rompiera o quizás aprender que por mucho que queramos el amor no lo puede todo?

Iba con miedo de leer este libro, por eso llevaba casi un año pendiente en mi estantería. Había leído que era muy diferente a todo lo que había escrito la autora y, de hecho, había leído muchas críticas negativas. Sí, tienen razón es lo más diferente que ha escrito hasta ahora, pero también creo que en este libro vemos a una Elisabet Benavent más madura que arriesga.

Nos habla del amor a uno mismo y como no deberíamos de anteponer nuestra felicidad para que una relación funcione. Desmonta ese pensamiento tóxico de que el amor todo lo puede. Porque no, el amor no funciona así; si tienes que renunciar a sueños, aspiraciones, a cosas que te hagan feliz, aunque esto último sea tu trabajo, entonces no es un amor sano que realmente te vaya a ser feliz.

La autora se ha arriesgado metiendo viajes en el tiempo, algo arriesgado, pero que ha hecho bien. Los personajes están bien construidos, no son para nada perfectos, tienen sus luces y sombras, y eso siempre me gusta.

Los protagonistas en muchos momentos me parecieron un poco inmaduros, en especial el protagonista masculino; además de algunos comportamientos tóxicos por parte de él. La protagonista se esfuerza al máximo para que no se rompa la relación, mientras que él no es capaz de darle una muestra de afecto en público, la verdad no se merecía todo lo que ella luchó.

He echado en falta que se le diera más protagonismo al personaje secundario de Iván, el mejor amigo amigo de la protagonista, porque adoré cada una de sus apariciones y se me hicieron pocas. En general, diría que hecho de menos la importancia que le daba la autora a los personajes secundarios como en los libros que publicaba hace unos años.

En cuanto al ritmo, al principio me tuvo muy enganchada, pero cuando ya llevaba algo más de la mitad se me hizo algo lento. Porque sentía que se le daba vueltas a lo mismo una y otra vez, y que la protagonista no terminaba de avanzar.

La pluma de la autora como siempre es un diez, me encanta lo bonito que escribe. El final no ha podido ser más perfecto, incluso me haya hecho llorar.

Lo recomiendo si te gustan las historias de amor diferentes que, sí, te van a hacer sufrir, pero mientras te llevas algunas enseñanzas.

La verdad es que diría que la historia de Miranda y Tristán me ha gustado porque es completamente diferente a las que Beta nos tiene acostumbrados. Esta vez ha arriesgado por algo más realista con un final mucho más potente. Y me encanta que lo haya hecho así.

Como siempre, termino uno de sus libros entre lloros y con una mini crisis existencial, pero sintiendo que he aprendido algo, y que como persona crezco un poquito más, y es lo bonito de un hobby como este.

Si sumamos el combo de aprender un poquito de temas que quizá no conozcamos, como en mi caso, la moda. Los momentos divertidos que siempre nos regala esta autora, y ese mejor amigo que sabe más de cada protagonista que ella misma y que tan necesario es en la vida de una, pues mel.

Me quedo con una sensación bonita y agridulce, y con muchas ganas de conocer su siguiente historia.

Este libro nos habla de Miranda y Tristán, ella es amante de su trabajo, tiene poco tiempo libre y cuando conoce a Tristán, él no estaba buscando nada serio, pero si nos remontamos al pasado, ellos acaban de romper y Miranda está destrozada. Tan destrozada que vuelve al pasado donde podrá cambiar todo y hacer las cosas mejor, o quizá es mejor no empezar una relación que sabes que acabará mal.
¿Vosotros que haríais?
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Sin duda es un libro diferente a lo que he leído de la autora. Los puntos fuertes en mi caso han sido el mensaje que quiere transmitir, la importancia de ser fieles a uno mismo y de aceptar lo bueno y lo malo del amor.
Los puntos discordantes entre los protagonistas me han gustado mucho ya que he logrado entenderlos a los dos.
Como parte negativa diré que aunque la premisa de los saltos de tiempo estaba muy bien, me ha resultado lento y pesado en algunas ocasiones y me ha faltado contenido en algunos momentos. El final aunque predecible era el perfecto para el libro.
Y como siempre, destacar su manera de escribir que hace que se lea de manera rápida y nos deje reflexiones y frases para recordar.

Miranda es una chica joven que trabaja en una revista de moda, ha luchado mucho por conseguir el puesto que tiene, ha perdido mucho por el camino, pero también le ha dado muchas alegrías, y cuando se encuentra en un momento increíble en el terreno laboral, se desmorona su vida amorosa.

Tristán es un joven abogado que llegó a Madrid para labrarse un futuro, pero su felicidad no se encuentra en la gran urbe, el es más de conformarse con la tranquilidad y el silencio, hasta que conoce a Miranda y eso pasa a un segundo plano.

Un día, tras la tormenta que Miranda no quería ver, ocurre algo que no se explica, vuelve al pasado, justo cuando conoció a Tristán, y aquí llega su encrucijada, ¿Será capaz de cambiar su historia?

❣Opinión personal❣

Hacia bastante tiempo que no leía la pluma de Elisabet y por lo que he podido comprobar con esta nueva novela, no ha perdido su esencia.

Es una historia más madura, donde los personajes se centran en un debate más emocional que en la típica historia de amor, por lo que ha sido un gran descubrimiento.

No os voy a adelantar el final porque sería destriparos el libro, pero sí que os puedo decir que para mí ha tenido un final diferente, dónde tanto Miranda como Tristán demuestran todo el amor que sienten, pero os recomiendo que lo leáis y forméis vuestra propia opinión.

También me gustaría añadir que me ha encantado Iván, sus consejos son maravillosos y como amigo no tiene precio!

En definitiva, mi consejo más sincero, es que no leíais ni la sinopsis, que vayáis a ciegas, y veréis que enriquecedor es ir descubriendo los acontecimientos sin más.

Lo primero que quiero contar de este libro es que es un poco distinto a lo que Beta nos tiene acostumbrados. Esta vez se ha valido de un recurso que creo que no ha usado con anterioridad (digo creo porque aún no he leído todos sus libros, aún me falta la bilogía Silvia y la trilogía Mi elección) que es el realismo mágico. La protagonista luego de que su novio rompa con ella comienza a tener saltos temporales en los que viaja al pasado, precisamente a los momentos más importante de su relación.

Miranda y Tristán son los protas de esta historia. Miranda trabaja en una exitosa revista de modas y realmente ama trabajar ahí. Es la subdirectora así que tiene muchísimas responsabilidades pero para ella no supone ningún problema ya que es el trabajo de sus sueños en la ciudad de sus sueños, Madrid. Es un problema en cambio para Tristán, su novio, quien muchas veces se siente dejado de lado por el protagonismo que ocupa ese trabajo en la vida de Miranda. Si bien él también trabaja allí en Madrid, es un abogado exitoso, sus planes a futuro son casarse, tener hijos, mudarse a alguna casita cerca del mar y hasta tener un perro. Planes que no coinciden con los de Miranda que no desea ser madre y quiere quedarse en Madrid ya que es una ciudad que ama.

Por eso Tristán, a pesar de todo el amor que le tiene y de tantos años compartidos, decide romper con ella.

«Los besos más bonitos son siempre los que quedan por dar».

Esta noticia le cae a Miranda como una bomba ya que jamás se lo esperó. Si bien el último tiempo estaban teniendo más peleas que nunca (encima con una pandemia de por medio) y la relación se había enfriado un poquito, ella pensaba que podrían arreglarlo... por eso cuando él decide dejarla su mundo se le viene abajo.

«Ojalá hubieras diseñado tú el mundo, porque lo habrías hecho precioso».

Decidida a recuperarlo se va a dormir planeando todo lo que le dirá cuando vuelva a verlo para que no la deje, para que sepa que son el uno para el otro y que deben seguir juntos por todo el amor que se tienen, por tanto tiempo compartido y sus planes a futuro, pero cuando se despierta descubre que ya no es 2021 sino el año 2016, exactamente el 11 de noviembre de 2016, el día que ella y Tristán se conocieron.

A partir de aquí comenzará con los saltos temporales en los que revivirá momentos especiales de su relación como el día de su primera cita, su primera pelea o cuando conoció a la familia de él, y en cada uno de esos momentos intentará hacer las cosas de una manera diferente a ver si así el futuro puede cambiar también...

«Te quiero tanto, tantísimo, que jamás podría aceptar ser un poco más feliz a cambio de que tú fueras un poco más infeliz».

Para ser sincera la trama me encantó y me pareció súper original, pero el gran problema de este libro fue el comienzo. Se me hizo extremadamente lento y aburrida toda la primera parte. Sentía que no pasaba nada, las páginas pasaban, ya iba por la mitad y no había sucedido nada que me enganche. Es más, en toda la primera parte no llegué a conectar con Miranda ni con su manera de comportarse y no voy a negar que me costó bastante continuar la lectura. Pero como no soy de esas que abandonan los libros que no me gustan o que no me terminan de enganchar, continué con la novela y agradezco haberlo hecho porque las cosas mejoran bastante.

La actitud de Miranda da un giro de 180 grados, los saltos en el tiempo tienen más dinamismo o mejor dicho son momentos con más dramatismo ya al principio sentía que no pasaba NADA, pero más o menos en esta segunda mitad es cuando la historia se vuelve más entretenida.

A mi personalmente me encanta la manera que tiene Elísabet de escribir, entiendo que escribe chick lit que es un género más subidito de tono y que el sexo es algo importante en sus novelas, pero es verdad que ya cansa un poquito con estos personajes con una sexualidad tan abierta, tan desinhibida y sin tapujos... qué ¡ojo! no digo que esté mal ni nada por el estilo, pero las protagonistas de sus últimas novelas son todas iguales. Como leí por ahí en alguna otra reseña que vi de este libro, sexo y amor no son sinónimos... se puede escribir una novela romántica sin exagerar las escenas de sexo que no aportan nada nuevo. Otra cosa que no me gustó nada es la relación entre Miranda y Uxía, la hermana de Tristán, que la odia desde el primer minuto que la ve y le hace la vida imposible. Me pareció totalmente innecesaria esa parte ya que no aporta nada significativo a la trama, como tampoco aporta nada a la trama el personaje del amigo gay, Iván, que sólo es su pañuelo de lágrimas y lo único que hace en cada salto temporal es aparecer con un look diferente... ¿se supone que tiene que ser gracioso? Para mí no lo fue...

Ahora paso a contarles lo que SÍ me gustó de la historia. AMO los capítulos narrados por el protagonista masculino. Me encanta conocer su punto de vista y eso es algo que Beta siempre nos regala y que siempre voy a agradecer porque siento que así la historia se puede entender desde todos los ángulos. También me gustó mucho la evolución de Miranda a través de la historia y me gustó mucho el final. La verdad que pensé que el libro iba a terminar de una manera totalmente distinta, pero me encantó que la autora haya elegido ese final tan realista. Es un libro que habla sobre el amor propio, sobre lo importante que es ser fiel a uno mismo y también de la importancia de respetar al otro, de aceptarlo como es y no intentar cambiarlo. Sólo por ese final le subo media estrellita más a mi puntuación, pero sinceramente termino el libro bastante decepcionada porque sus últimos libros no han sido lo que yo esperaba. Espero que Beta se anime a cambiar el estereotipo de mujer que viene utilizando en todas sus historias que ya ha cansado un poco y que, aunque esta vez nos ha dado algo original como los saltos temporales, también se anime a algún otro cambio para no sentir que todos sus libros son una copia de los anteriores.

"Todas esas cosas que te diré mañana" es la nueva novela de Elísabet Benavent.

Cada nueva novela que leo de Elísabet Benavent me gusta más que la anterior. En todas consigue dar un enfoque diferente pero manteniendo su esencia característica de historia romántica, con un toque desenfadado y una narrativa muy fluida, cercana y fresca. Su narrativa resulta adictiva y es fácil ir pasando página tras página sin darse cuenta. Creo que es gracias a ello que logra que el lector pueda conectar y simpatizar siempre con sus protagonistas.

En "Todas esas cosas que te diré mañana" encontramos una protagonista principal, Miranda, y su pareja, o expareja depende de cómo lo veamos, Tristán. Ambos están muy a la par respecto a la relevancia en la historia. La narración se realiza desde el punto de vista de Miranda, sus sentimientos y pensamientos respecto a todo lo que está viviendo. Aunque la autora incluye algún que otro capítulo narrado por Tristán, que aporta información extra al lector y sobre todo un enfoque fresco para recordar que las relaciones son cosa de dos y que es importante saber los dos puntos de vista.

Hay otro personaje que, a pesar de ser secundario, también tiene su protagonismo: Iván, amigo de Miranda. A lo largo de la historia se dan situaciones la mar de graciosas, y reconozco que en cada nuevo espacio temporal esperaba ver aparecer al nuevo Iván y la descripción de Miranda sobre él.

Cada personaje está muy bien delineado y enfocado. Lo cierto es que no me ha costado imaginarlos en la vida real tal cual Elísabet Benavent los describe, tanto por personalidad como por situación. Incluso los personajes que tienen un papel más secundario, como el padre de Miranda o la hermana de Tristán, o más de relleno, como algunas compañeras de Miranda y de Tristán, están bien definidos, con una personalidad muy marcada y encajan a la perfección en la historia. Desde mi punto de vista, ninguno sobra, lo cual hace que el lector se pueda sentir más situado en la historia e incluso los relacione con alguien de su entorno y pueda sentir la historia más personal.

"Todas esas cosas que te diré mañana" narra la vida de una pareja, o expareja, ya que realmente la historia empieza con Tristán dejando a Miranda.

Una ruptura, cuando aún hay amor, duele, y eso nos lo demostrará Miranda. A raíz de la conversación con Tristán, Miranda nos irá narrando días alternos de su relación con Tristán, realizando un pequeño viaje en el tiempo un tanto caprichoso ya que cada día se despierta en un día y lugar diferente de su pasado. No es hasta el final del libro que se aclara acerca de los viajes en el tiempo, y la verdad que me ha gustado el significado que la autora le da, y que hasta llegar a ese punto el lector puede hacer sus propias hipótesis.

El lector acompañará a Miranda durante días felices y días complicados de su relación con Tristán. Miranda intentará cambiar su pasado con la esperanza de ver si su futuro se ve afectado de alguna manera.

Elísabet Benavent ha creado momentos muy divertidos con Miranda, en los que el lector soltará más de una carcajada, como la comparación de Sauron, o los propios monólogos que la protagonista tienen consigo misma. La lectura de "Todas esas cosas que te diré mañana" resulta hilarante y es de las que se leen con una sonrisa continua. Ya de por sí, el adivinar en que día se despierta Miranda es un punto, y también el que se contenga de contar cosas del futuro. Por cierto, me ha gustado mucho leer todo lo referente a la pandemia, es un dato real que logra que la historia también lo pueda ser. Aun así, no todo son risas, también hay momentos muy emotivos y reflexivos, de los de soltar alguna lagrimilla.

El amor todo lo puede ¿o no?, es lo que Miranda y Tristán se encargarán de enseñar. El amor existe y es fuerte, pero por encima del amor está el ser fiel a uno mismo y a veces ese "sinmigo" que nombran en la historia existe, y aunque duela, hay que aprender de ello. Se podrá estar más o menos de acuerdo con ello y con la idea que la autora pretende transmitir, pero de lo que no hay duda es de que es una realidad, y que lo más importante, siempre tiene que ser uno mismo, sentirse bien y encontrar su propio camino, no renunciar a lo que se quiere. Un mensaje muy potente para todas aquellas parejas atrapadas de alguna manera como lo estaban Miranda y Tristán.

En resumen, "Todas esas cosas que te diré mañana" es una historia chick lit, muy fresca, y emotiva y divertida a partes iguales.
Enlace: https://anikaentrelibros.com..

El mejor libro de la autora hasta el momento!
Un libro diferente, actual, y con un pequeño toque de fantasía. Y a pesar de esto último, enseñanzas y aprendizaje en el mundo real.
Ya sabéis lo que me gustan a mi los viajes en el tiempo, y con éste libro y su historia, la autora me ha ganado.
Es un libro con una trama pausada, no es como el resto de historias a las que nos tiene acostumbrados. En este libro nos vamos a encontrar una historia tranquila y reflexiva, viendo como se desarrolla una relación, y lo que van aprendiendo de ella nuestros protagonistas.
Algo muy característico de Elisabet Benavent, son sus escenas eróticas. Y en este libro aunque las hay, a mi me ha dado la sensación que aparecen en mucha menor medida que en el resto de sus libros, porque se centra mucho más en esa parte reflexiva de la que os he hablado.
Sin duda un libro súper recomendado!!

He tardado días en decidirme a hacer la reseña y es porque el libro me ha dejado una sensación agridulce.

Empecé la lectura con muchas ganas y me estaba gustando mucho, pero llegó un momento en la historia en el que la apatía de la protagonista me traspasó y dejó de emocionarme lo que estaba leyendo. Para mí que una novela romántica, deje de emocionarme me lleva a que deje de gustarme pues considero que tiene que transmitirme algo.

¿Sería una novela que recomendaría encarecidamente? No. ¿Le diría a alguien que la quiere leer que no la lea? Tampoco.

A pesar de mi opinión personal, no ha sido una novela mala, tiene puntos muy bonitos, algunos puntos donde me he reído sin poder evitarlo y un trasfondo interesante que creo que la autora nos quiere dejar como lección de vida.

𝚂𝚒𝚗𝚘𝚙𝚜𝚒𝚜
Miranda es feliz. Trabaja como subdirectora de una revista de moda y vive con su novio Tristán. Hasta que él la deja y ella se preguntará qué ha ocurrido y si puede cambiar el pasado.

✍🏼 Nos encontramos ante una historia que mezcla romance y magia. La autora narra la historia desde dos puntos de vista: el de Miranda y el de Tristán, pero siendo la mayoría de capítulos narrados por ella.
Es una historia real y muy cotidiana, que podría pasarle a cualquier pareja.

👩🏽‍🤝‍👨🏼Los personajes de Miranda y Tristán me han parecido muy reales, con sus defectos e imperfecciones. Dos personas que se conocen y que, a pesar de ser completamente opuestos, no pueden evitar enamorarse y embarcarse en una relación. Nos muestran en todo momento sus sentimientos y lo que piensan, lo que nos permite conectar perfectamente con ellos.

♥️ Ha sido una historia que me ha tenido totalmente enganchada desde el principio. Una historia mágica dónde me he reído y me he emocionado a partes iguales. Un libro que tenéis que descubrir por vosotros mismos. Una historia maravillosa con un final digno de la historia. Tenía que ser ese final.