Piscis pesca a Tauro

Por fin le llega el turno al cuarto libro de la serie Signos de amor. Las novelas se pueden leer de manera independiente, pero en cuanto probéis con una estoy segura de que iréis a por las demás.

Zane Penn es un neozelandés de veintitrés años, dibujante de cómics y con visado temporal en Estados Unidos. Dejó el instituto porque lo suyo no era estudiar y lleva dos años viajando gracias a una herencia.

Está enamorado del amor y busca alguien para siempre, ya que solo quiere casarse una vez en toda su vida. Lo malo es que lo busca en webs de citas y lo quiere para ayer.

Me ha encantado el personaje y me he reído muchísimo con él. Es un cabecita loca que derrocha simpatía y parece estar siempre feliz. En ocasiones no parece tener muchas luces, pero sí un gran corazón.

Beckett Fisher es un profesor universitario de treinta años. Imparte clases de literatura y no ha tenido mucha suerte en el amor. Es un tauro herido que verá su vida trastocada cuando un alocado piscis haga acto de presencia.

Me ha gustado mucho Beckett, es serio y tranquilo pero tiene un gran corazón. le gusta ir despacio y sopesar las cosas antes de hacerlas. Los asuntos románticos no le han ido muy bien y tiene miedo de volver a equivocarse.

Ambos hombres son polos opuestos tanto en experiencias como en la forma de enfrentarse a la vida. Y los siete años de diferencia pueden ser muchos para Beckett.

Los secundarios están muy bien y me ha encantado Darla.

Aunque la situación es algo disparatada, todo resulta creíble y los personajes están tan bien descritos que casi te los imaginas.

Según comencé la lectura me quedé atrapada, ya en el primer capítulo me di cuenta de Anyta lo había vuelto a hacer y que me iba a devorar el libro.

La autora nos ofrece una novela romántica con dos chicos muy diferentes como protagonistas. La atracción mutua es casi instantánea, pero el amor tardará un poco más en llegar, les va a tomar su tiempo ser conscientes de ello.

La novela es muy sencilla de leer, altamente adictiva y muy divertida. Hace referencia a personajes de otros libros pero si no los has leído no pasa nada.

Como es habitual en estos ebooks, la edición está muy cuidada y la traducción es estupenda.

Os animo de verdad a que os leáis a esta autora y en especial está serie, si os gustan los romances divertidos y a fuego lento os van a encantar.

Cada libro que leo de Anyta me gusta mas
Aunque tengo mucho pendiente de leer, es saber que hay nuevo libro de esta serie y de Anyta y tirarme de cabeza a por él.
Me ha gustado mucho, he disfrutado como una enana con estos personajes tan particulares, con la chispa de sus conversaciones, juegos de palabras y el sentido del humor tan ingenioso que tiene Anyta.
Hay mucha química entre ellos, me encanta como se va forjando todo a fuego lento como dice uno, aunque para mí es amor a primera vista como dice el otro, es todo un descubrimiento interior para Zane y un ejercicio de valentía por parte de Beckett, volver a enamorarse cuando se ha sufrido mucho es complicado por muy atrayente que parezca todo.
Zane es muy especial, algo ingenuo y soñador, tiene muchas inseguridades, pero es un gran artista y tiene mucho que dar, tiene un corazón de oro y se desvive por los demás. Beckett es tranquilo, muy inteligente a vista de todos, profesor universitario y es muy paciente y seguro de si mismo. Se siente muy protector con Zane y poco a poco se ira soltando con él y su insistencia.
Hay momentos de risas, situaciones surrealistas, otras muy tiernas y bonitas, me ha encantado saber de Theo y Jamie, esa abuela y vecina Darla me ha parecido adorable.
Desde siempre me ha encantado Jane Austen y sus historias, me ha hecho mucha ilusión encontrarme con referencias a Orgullo y prejuicio y a otros libros y autores de la época, mi adorado Darcy como personaje, en ocasiones le veía parecido a Beckett.
Una historia muy bien contada y traducida, pese a su dificultad por tanto doble sentido y juegos de palabras.
En resumen, un libro que recomiendo mucho, lo pasareis genial con ellos y sus juegos, os vais a reír y a emocionar con este amor que va surgiendo poco a poco, es como una comedia romántica con unos personajes entrañables y adorables, llenos de sentimientos y con un final perfecto para ellos.
No se si estos chicos son mis favoritos de los cuatro porque me es muy dificil escoger, pero desde luego ya los voy a echar de menos.

¡Ay, Anyta y sus chicos! Hay que reconocer que leer uno de sus libros es pisar sobre seguro; es como encontrarse en un lugar cómodo, cálido, tierno, amable, donde las personas son normales, con sus defectos y sus virtudes, y donde el amor es sencillo. Creo que cada libro que vamos leyendo del «universo Anyta» consigue llevarnos a ese lugar donde todos queremos estar alguna vez, y donde podemos disfrutar de las pequeñas cosas. Estos libros no son feel-good; son, sin duda, romántica contemporánea, pero tienen tanto del amor en las cosas sencillas que es fácil situarlos también allí.

El cuarto libro de la serie quizá es algo más pausado, más de ellos dos solos, más de entender y comprender, más de disfrutar de sus diálogos y de su manera de ver el mundo, muy diferente a priori. Me ha resultado especial solo por eso. Cierto es que los primeros capítulos de esta historia, quizá por esa «tranquilidad» en la relación, se me hicieron algo desconcertantes. Utilizo esta palabra por no poner lo que rondaba mi cabeza: «uf, me parece que no llego a entrar en la historia. Es como que sí pero no. Es como que ellos no me están encantando y yo quiero que me encanten...». Una vez avanzada la lectura... ¡Madre mía! Me enamoré de ellos; de su relación, de su visión de la vida, de sus momentos, de sus decisiones; de cómo se hablan, de cómo se apoyan... y, sobre todo, de un par de escenas finales que son M-A-R-A-V-I-LL-O-S-A-S. Me pasé la segunda mitad de la lectura con cara de boba, sonriendo y, de vez en cuando, suspirando... (no me lo tengáis en cuenta).

El protagonista es Zane, un chico demasiado soñador, alegre e ingenuo, que busca encontrar su lugar dentro de la escena que, desde hace mucho tiempo, se ha imaginado para él; la fecha límite para conseguir su visado y quedarse en Estados Unidos, cerca de su hermano y su recién nacida sobrina, le obliga a acelerar su búsqueda, aunque sin perder el objetivo de un amor para siempre. El otro protagonista es Beckett, el paciente y comprensivo Beckett, muy diferente a Zane en todo y con los pies en la tierra. Es adulto, cerrado e, incluso, taciturno, amante de las palabras y la literatura, algo serio, a veces, y desencantado del amor.

Esa parte previsible, o poco sorpresiva, que encontré en la primera mitad del libro, de pronto se convirtió en momentos muy intensos, muy adorables, muy bonitos y muy románticos entre ellos, con una amistad tan bonita, tan cercana, que comprendes que se enamoren el uno del otro.

Solo por ese final, por ese «duelo» entre ellos, ese camino que recorren, uno se siente a gusto leyendo esta historia. Me ha parecido, de las cuatro, la más sencilla, y eso que los dos llevaban miedos asociados. Por si queréis pertenecer al club de los adoradores de las historias de Anyta y sus maravillosos chicos, aquí os dejo mis lecturas de esta serie.

- Leo & Jamie, en Leo quiere a Aries
- Percey & Callaghan, en Escorpio odia a Virgo
- Wesley & Lloyd, en Géminis se queda con capricornio
- Zen & Beckett, en Piscis pesca a Tauro

Después de todo lo que os he contado, que no es mucho, lo sé, creo que no tenéis excusa para descubrir a esta autora y sus novelas. Me reitero en lo dicho muchas veces: son todo un regalo. Muestran una parte muy bonita del mundo.



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En esta historia nos encontramos a Zane un chico que en poco tiempo va a tener que volver a su país porque no ha encontrado la manera de quedarse en EEUU. Su idea era encontrar el amor verdadero y casarse, como le había pasado a su hermano mayor. Pero el solo encuentra citas desastrosas. En sus últimos meses, acaba conviviendo con Beckett, amigo de su hermano y profesor universitario, algo muy opuesto a Zane, que es un alma muy libre en todos los aspectos. Su convivencia les va a llevar a descubrir cosas del otro y de ellos mismos. Y de un amor que se va a ir cociendo a fuego muy lento, gracias a esos pequeños detalles del día a día.
La historia de amor y amistad me ha gustado mucho. Porque es una amistad en que saca lo bueno de cada uno, y se apoyan en los momentos malos. Y la historia de amor, va muy poco a poco. Y es que Zane es bastante despistado y no se da cuenta de las cosas.
Y ese es un punto que no me ha gustado, la personalidad de Zane. En ocasiones era demasiado ingenuo o tonto. En otras era divertido porque eran confusiones con el idioma y eso que los dos hablan inglés pero al venir de diferentes países, según que palabras tienen diferentes significados. Y esas confusiones eran divertidas. Pero en otros aspectos era demasiado infantil. Hay diferencia de edad, pero eso no tiene que ser que uno de los dos tenga que ser tan estúpido como para portarse como un crío de diez años.
Y que todo el rato se le tome como tonto porque no tenga estudios, es otra cosa que no he aguantado. Parece que una persona sin estudios tiene que tener algún tipo de discapacidad y no saber hablar o no tener vida ni contacto con otros seres vivos.
En contra punto hay otros personajes que lo apoyan y le ayudan. Pero que la autora haya creado a un personaje así de estereotipo me ha hecho sentir un poco mal.
Hay bastante tensión entre los dos protagonistas a lo largo de toda la historia hasta el final, que es cuando salen las escenas spicy.
Y hay diferentes cameos de personajes de otras historias anteriores.

Esta es la cuarta parte de la serie Signos de amor, de Anyta Sunday. La conocí durante el confinamiento gracias a cuentapaginas y siempre que puedo le agradezco la recomendación y le doy mal con los personajes y sus historias.

En esta ocasión volvemos a contar con una pareja parecida a la del primer libro: un hombre joven abiertamente gay con cabeza y calmado, y un chaval en las nubes que no se entera ni de cómo se llama. Muy a lo Theo y Jamie.

Me he sentido identificada con Zane y me ha dado pena muchas veces. Esa frustración y sentimiento de inferioridad... Sin embargo, no lo he soportado con sus ensoñaciones románticas irreales. Y eso que yo soy muy romántica.
Beckett, en cambio, puede convertirse en uno de mis personajes favoritos de Signos de amor con mucha facilidad.

Anyta Sunday tiene una forma muy peculiar de escribir, al menos en esta serie, pero este es el libro con más juegos de palabras y dobles sentidos de todos. Son claves tanto para el desarrollo de los personajes como para su relación. Se nota el trabajazo de traducción de Virginia Cavanillas que hay detrás.

Estos libros están hechos para que sonrías, ya sea por lo adorable de la situación o por el momento cómico. Yo he soltado varias carcajadas inesperadas (con el gremlin, madre mía...) que me han dejado muy buen sabor de boca. Y al final es lo que busco cuando leo comedias románticas: sonreír y enamorarme.

De una forma un poco retorcida todos los libros de la serie están relacionados entre sí, y en este caso ha sido mediante un personaje secundario que nos trae a dos antiguos protagonistas. Me ha encantado volver a leerlos y saber qué ha sido de su vida.

El libro está plagado de referencias a Orgullo y prejuicio. Estoy segura de que fue aquí cuando a Anyta se le ocurrió la idea de la serie "Con amor, Austen", basada en las novelas de la autora, que está publicando ahora. Agradezco haber leído el libro con anterioridad para entender bien estos momentos.

El final lo he puesto como "Final feliz" en el reto "Escenas de libros 2023", con eso os lo digo todo. Y el relato a modo de spin off tiene la misma ternura y el mismo humor que el libro principal.