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Esta es la cuarta parte de la serie Signos de amor, de Anyta Sunday. La conocí durante el confinamiento gracias a cuentapaginas y siempre que puedo le agradezco la recomendación y le doy mal con los personajes y sus historias. En esta ocasión volvemos a contar con una pareja parecida a la del primer libro: un hombre joven abiertamente gay con cabeza y calmado, y un chaval en las nubes que no se entera ni de cómo se llama. Muy a lo Theo y Jamie. Me he sentido identificada con Zane y me ha dado pena muchas veces. Esa frustración y sentimiento de inferioridad... Sin embargo, no lo he soportado con sus ensoñaciones románticas irreales. Y eso que yo soy muy romántica. Beckett, en cambio, puede convertirse en uno de mis personajes favoritos de Signos de amor con mucha facilidad. Anyta Sunday tiene una forma muy peculiar de escribir, al menos en esta serie, pero este es el libro con más juegos de palabras y dobles sentidos de todos. Son claves tanto para el desarrollo de los personajes como para su relación. Se nota el trabajazo de traducción de Virginia Cavanillas que hay detrás. Estos libros están hechos para que sonrías, ya sea por lo adorable de la situación o por el momento cómico. Yo he soltado varias carcajadas inesperadas (con el gremlin, madre mía...) que me han dejado muy buen sabor de boca. Y al final es lo que busco cuando leo comedias románticas: sonreír y enamorarme. De una forma un poco retorcida todos los libros de la serie están relacionados entre sí, y en este caso ha sido mediante un personaje secundario que nos trae a dos antiguos protagonistas. Me ha encantado volver a leerlos y saber qué ha sido de su vida. El libro está plagado de referencias a Orgullo y prejuicio. Estoy segura de que fue aquí cuando a Anyta se le ocurrió la idea de la serie "Con amor, Austen", basada en las novelas de la autora, que está publicando ahora. Agradezco haber leído el libro con anterioridad para entender bien estos momentos. El final lo he puesto como "Final feliz" en el reto "Escenas de libros 2023", con eso os lo digo todo. Y el relato a modo de spin off tiene la misma ternura y el mismo humor que el libro principal. |
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