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Para los amantes del verso: mejores libros de poesía
Lista creada por Lucha el 17/09/2017
30 libros. Temas y géneros: poesía

«La poesía es solamente la prueba de que hay vida» Leonard Cohen.


Cuanto más perfecto es algo, más dolor y placer siente.
Creo que una hoja de hierba, no es menos que el día de trabajo de las estrellas
¿No hemos de invitarlos a que compartan con nosotros esta triste mansión, o intentar una vez más, con nuestras fuerzas reunidas, si hay todavía algo que recobrar en el cielo, o más que perder en el infierno?
La aparición de estos rostros en la multitud; Pétalos en una rama oscura y húmeda.
Tomar de la otra las voces y en metafóricas frases, tomando sus locuciones y en figura de Narciso solicitar amores.
¿No comprendes que cada pájaro que hiende el camino del aire es un mundo inmenso de delicias cerrado para tus cinco sentido?
Haz que algo nos ocurra. Mira cómo hacia la vida temblamos. Y queremos alzarnos como un resplandor y una canción.
El primer objeto de estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan. ¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Ítaca te dio el bello viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene más que darte.
Pienso que estamos en el corredor de las ratas donde los hombres muertos perdieron sus huesos.
Raza de Caín, sube al cielo, ¡Y arroja a Dios sobre la tierra!
Alguien que es portador de mis cabellos. Los lleva como se lleva a los muertos en las manos.
El hombre no es un animal: es carne inteligente, aunque algunas veces enferma.
Dónde reunir los mil pedazos de cada persona.
Noche, noche, ahora eres el cementerio para una estrella convertida en espantoso naufragio.
Alguien murió hace mucho tiempo- alguien que intentó, pero no supo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto. En tus ojos de luto comienza el país del sueño.
Morir Es un arte, como cualquier otra cosa. Yo lo hago excepcionalmente bien.
Pienso en tu sexo, surco más prolífico y armonioso que el vientre de la Sombra, aunque la Muerte concibe y pare de Dios mismo.
El hueco de una hormiga puede llenar el aire, pero tú vas gimiendo sin norte por mis ojos.
Quien te hace doler te recuerda antiguos homenajes. No obstante, lloras funestamente y evocas tu locura y hasta quisieras extraerla de ti como si fuese una piedra.
En sueños, la marejada me tira del corazón.
De noche sueño que tú y yo somos dos plantas que se elevaron juntas, con raíces enredadas, y que tú conoces la tierra y la lluvia como mi boca.
¡Ah las manos cortadas, los ojos que encandilan y el oído que atruena! ¡Un puñado de polvo, mis vocablos!
Nada soy yo, cuerpo que flota, luz, oleaje; todo es del viento y el viento es aire siempre de viaje…
No es con los ojos que se ve nacer esa gota de luz que será, que fue un día.
Ahora me das miedo de verdad, porque estás de verdad cerca, incluida en mi estado de rabia, de oscura hambre, de ansia casi de criatura nueva.
Espacio, me has vencido. Muero en tu eterna vida. En ti mato mi alma para vivir en todos. Olvidaré la prisa en tu veloz firmeza y el olvido, en tu abismo que unifica las cosas.
Prestado siempre el equilibrio. (El) hilo o cable tenso por encima nunca colmado del abismo.
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