El acontecimiento de Annie Ernaux
El hecho de haber vivido algo, sea lo que sea, otorga el derecho imprescindible de escribir sobre ello. No existe una verdad inferior.
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El acontecimiento de Annie Ernaux
El hecho de haber vivido algo, sea lo que sea, otorga el derecho imprescindible de escribir sobre ello. No existe una verdad inferior.
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Mira las luces, amor mío de Annie Ernaux
Me pregunté por qué los supermercados nunca estaban presentes en las novelas que se publicaban, cuánto tiempo necesitaba una realidad nueva para acceder a la dignidad literaria. Hipótesis, hoy: 1) los supermercados están relacionados con la subsistencia, cosa de mujeres, y durante mucho tiempo han sido ellas las usuarias principales. Y lo que entra en el ámbito de la actividad más o menos específica de las mujeres es tradicionalmente invisible, no se tiene en cuenta, como, por otra parte, el trabajo doméstico que realizan. Lo que no tiene valor en la vida no lo tiene tampoco para la literatura. 2) hasta los años 1970, los escritores, tanto mujeres como hombres, eran mayoritariamente de origen burgués y vivían en París donde las grandes superficies no estaban implantadas. (No veo a Alain Robbe-Grillet, Nathalie Sarraute o Françoise Sagan haciendo compras en un supermercado, a Georges Perec sí, pero puede que me equivoque). |
La otra hija de Annie Ernaux
No conservo ningún recuerdo de ti. Llevabas dos años y medio muerta cuando nací yo. Tú eres la criatura del cielo, la niñita invisible de la que nunca se habla, la ausente de todas las conversaciones. El secreto.
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La otra hija de Annie Ernaux
No escribo porque estés muerta. Tú estás muerta para que yo escriba, he ahí la gran diferencia.
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Memoria de chica de Annie Ernaux
La ausencia de sentido de lo que se vive en el momento en el que se vive es lo que multiplica las posibilidades de escritura.
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Memoria de chica de Annie Ernaux
Cada día en cualquier parte del mundo hay un círculo de hombres alrededor de una mujer, listos para tirarle la primera piedra.
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Annie Ernaux
En los servicios de la residencia universitaria había traído al mundo una vida y una muerte al mismo tiempo.
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Los armarios vacíos de Annie Ernaux
“Nadie habla nunca de ello, de la vergüenza, de las humillaciones, olvidamos las frases pérfidas que recibimos en plena cara, sobre todo de pequeñas.”
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El lugar de Annie Ernaux
Me doblegué a la exigencia del mundo donde vivo, que se esfuerza por hacerte olvidar los recuerdos del mundo anterior como si fueran algo de mal gusto.
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Pura pasión de Annie Ernaux
Para mí no había cronología en esta relación, solo conocía la presencia o la ausencia.
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La mujer helada de Annie Ernaux
Toda la libertad de mi vida se resumía al suspense de un sueño de niño por la tarde.
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Mira las luces, amor mío de Annie Ernaux
En la sección de quesos, me fijo en una pareja joven. Dudan. Como si no tuvieran costumbre, como si fuera algo nuevo entre ellos. Hacer la compra entre dos por primera vez sella las primicias de una vida en común. Supone armonizar los gustos, los presupuestos, y ante todo construir una pareja en torno a la alimentación, esa necesidad primaria.
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Los armarios vacíos de Annie Ernaux
Los odio más que nunca. No saben de nada, mis padres, son unos ignorantes, unos paletos, ni la música, ni la pintura, no les interesa nada salvo vender litros de tintorro y comer pollo sin hablar los domingos. En ese mundo moderno, evolucionado al que aspiro, tienen aún menos cabida.
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La mujer helada de Annie Ernaux
Y dónde he leído yo que Virginia Woolf “también” hacía tartas, ves como no es incompatible. Dos horas y media. El crío duerme. Papel, bolígrafo. Cualquier cosa, diario, poema, novela. Miedo a que se despierte [...] La apariencia de la creación.
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La mujer helada de Annie Ernaux
Pero busco mi recorrido de niña y de mujer y sé que al menos una sombra no ha planeado sobre mi infancia, la idea de que las niñas son seres dulces y débiles, inferiores a los niños.
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La mujer helada de Annie Ernaux
Era magnífico tener una bella historia que me esperaba, hacia los quince años, como la regla, como el amor. Entre todas las razones que tenía para querer crecer estaba la de tener derecho a leer todos los libros.
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El acontecimiento de Annie Ernaux
He acabado de poner en palabras lo que se me revela como una experiencia humana total de la vida y la muerte, del tiempo, de la moral y de lo prohibido, de la ley, una experiencia vivida desde el principio al final a través del cuerpo.
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La vergüenza de Annie Ernaux
¿Cómo negar que un hecho sucedido después de otro siempre se vive bajo la sombra proyectada por el primero y que la sucesión de las cosas siempre tiene un sentido?
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¿En qué año se publicó?