Los armarios vacíos de Annie Ernaux
Los odio más que nunca. No saben de nada, mis padres, son unos ignorantes, unos paletos, ni la música, ni la pintura, no les interesa nada salvo vender litros de tintorro y comer pollo sin hablar los domingos. En ese mundo moderno, evolucionado al que aspiro, tienen aún menos cabida.
|