Tengo un montón de sentimientos encontrados sobre esta novela de Zweig, porque me ha parecido muy densa, muy pesada, y sobre todo (y quizá por primera vez desde que leo su obra), sentí que sus personajes pertenecen a otra época y ya no tienen nada que ver conmigo. Ahora bien, esto parecería más bien obvio, ya que Zweig retrató su época –las primeras décadas del siglo XX, que tuvieron muchísimos cambios políticos y sociales y con ello, personales- y sería absurdo esperar una historia contemporánea. Sin embargo, ¿no son los grandes clásicos aquellos cuyas historias son atemporales? Esta es quizá la pregunta que más me hago mientras reflexiono sobre esta lectura. La impaciencia del corazón trata sobre un militar que narra una historia de su juventud que lo marcó profundamente. Cuando joven conoció a Edith, hija de un aristócrata, y comenzó a tratar a toda la familia, que incluía al padre y a una prima. Pronto se volvió una compañía constante de los von Kekesfalva quienes lo apreciaban, en especial la joven Edith, quien, cabe mencionar, estaba discapacitada: desde la adolescencia había quedado inválida. El padre invertía todo sus recursos para su recuperación, cosa que desde el comienzo, parece más bien imposible. El protagonista, llamado Toni, se queda al lado de la familia primero por pena, por compasión y porque posteriormente no sabe cómo salir de esa relación en la que tanto la joven como su padre le exigen. Edith se enamora de él y Toni no sabe cómo rechazarla, hasta que la historia termina en tragedia. Ahora bien, como solo Zweig sabe hacerlo esta historia es un retrato estupendo de muchísimas pasiones y sentimientos del ser humano, y de los dilemas que enfrentamos ante tal o cual situación. Esta historia en particular explora la compasión, la pena, la lástima que otros pueden inspirarnos, y también las consecuencias de no saber decir no a tiempo. Sin duda, estos temas siguen siendo válidos en el siglo XXI, y continuarán siéndolo. Pero hubo momento en la narración en la que todo me pareció muy pesado y hasta cansino, y creo que sin duda esto tiene que ver más con mi gusto personal y que en los últimos meses he leído mucho de Zweig. Quizá me saturé. En lo personal, creo que la historia hubiera tenido mucho más impacto con 150 hojas menos, porque hubo demasiadas anécdotas secundarias con el mismo grado de pesadez emocional y hubo un punto que solo quería que ya terminara. Porque no solo vamos de la mano de la tragedia de Toni y Edith; también conocemos a detalle la historia de vida del padre, Kekesfalva, y del doctor que trata a la joven Condor, y hasta en un punto de los generales del cuartel de Toni. Sumado a ello, en verdad las actitudes del propio Toni y Edith me parecían insoportables –y sin duda esto puede verse como un acierto del autor, al crear personajes tan realistas – pero que, añadido a la extensión de la historia y lo denso del tema, me dificultaban avanzar en la trama. Toni era un buen hombre, con defectos propios de la juventud, pero a veces no entendía su ingenuidad mezclada con algo de condescendencia. Edith también: a pesar que es entendible su actitud, al ser una joven que nunca tendría las mismas oportunidades de vida y que ni todo el dinero del mundo podrían restaurarle la salud, no soportaba sus arranques y menos que sus allegados los toleraran. En resumen: si bien me queda claro que todas las personalidades y actitudes fueron muy bien retratadas por Zweig, en cierto punto me sentí sobrepasada. No es una mala novela, de hecho me parece bien ejecutada y un excelente retrato histórico de la época en la que Zweig vivió y de los muchos cambios que se gestaban en la sociedad europea pero, a nivel personal me resultó pesada y, en ciertos puntos, repetitiva. ¿Dejaré de leer a Zweig? Lo dudo, porque en verdad me parece un escritor extraordinario, pero tal vez sea momento de tomarme un descanso antes de tomar otro libro de él. + Leer más |
Paz Alicia Garciadiego, autora de los guiones de películas como “Profundo carmesí”, “El diablo entre la piernas” o la adaptación de “El coronel no tiene quien le escriba”, platica con nuestro conductor, Harold Torres, sobre los autores y libros que han sido más relevantes para ella y descubre coincidencias entre ellos. Escucharemos, en la voz de Harold Torres, fragmentos de libros de León Tolstói, Adolfo Bioy Casares y Fiódor Dostoyevski.
Libros leídos:
"Guerra y paz" de León Tolstói
"La invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares
"Los demonios" de Fiódor Dostoyevski
Libros mencionados:
"María Estuardo" de Stefan Zweig
"Huckleberry Finn" de Mark Twain
"Las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain
"Mujercitas" de Louisa May Alcott
"Hombrecitos" de Louisa May Alcott
"Ana Karenina" de León Tosltói
"El azar y la necesidad" de Jacques Monod
"Principio y fin" de Naghib Mahfuz
"Días y destino" de Vasili Grossman
"El dios salvaje. Ensayo sobre el suicidio" de al Alvarez
"Una historia de amor y oscuridad" de Amos Oz
Autores mencionados:
Charles Dickens
Honorio Bustos Domecq (Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares)
Jorge Luis Borges
Javier Marías