Sabido es que Los Reyes Magos me conocen bien, y que uno de sus regalos fueron las novelas de Zweig en una edición maravillosa de @acantilado. Abrí al azar y empecé a leer con ganas. Es lo que siempre me ocurre ante este autor. Sea breve o menos breve. Entender y comprender a Zweig es un reto. Siempre ahondar en sus letras y a su vez inmiscuirte en sus historias es comprender las emociones de la mente y los recovecos del alma humana. al menos intentarlo. En eso Zweig es un maestro. La novela que hoy os traigo es una novela psicológica, de gran sensibilidad y que reúne las características narrativas de este autor. En ella impera por encima de la ambientación, los personajes o los hechos, los sentimientos que mueven a los personajes, la compasión humana. Es el punto de partida de la historia. “La impaciencia del corazón” es una novela profunda e intensa en la que las emociones de los personajes son la red que sustenta la trama junto a un loable sentimiento, la compasión. No tiene una acción excesivamente dinámica, algo muy Zweig, pero sí una disección magistral de cada uno de sus protagonistas. Zweig lleva a sus personajesal teniente Anton Hofmiller concretamente al límite de la compasión, provocando fatales consecuencias con sus actos. Este sentimiento nos hace reaccionar en ocasiones contrariamente a lo que realmente nos dicta nuestro juicio o nuestros valores. Ese deseo de actuar para evitar el sufrimiento ajeno puede ir en la dirección incorrecta y así fue. No quiero haceros ningún espóiler, si os apetece, leedla. Es Zweig. Su escritura sigue atrapándome en mayor o menor medida, pero atrapándome. Eso sí, debemos ser sinceros y prudentes con los sentimientos de los demás; un exceso de compasión puede llevarnos a grandes incoherencias y sucumbir a contradicciones innatas. Por cierto, alguien que sabe de esto mucho me ha chivado que la ópera Orfeo y Eurídice de Gluck tiene una estrecha relación con la novela. Con ella se cierra la trágica historia del joven teniente de caballería austriaco, Anton Hofmiller, y Edith, la hija paralítica de un noble húngaro. Nada más que decir. |