Me declaro una fan de la serie Bevilacqua y Chamorro. Este libro es la novena entrega de la serie, con un sello muy particular que es el cambio de escenario. Esta vez, una parte de la novela se desarrolla en la Base de Herat, Afganistán, donde la muerte violenta de un militar español, hace que sean nuestros dos protagonistas, a quienes se les encomienda la labor de desenmascarar el asesino. La estructura de la novela es, a mi parecer, un tanto extraña, y lo explicaré: El primer y último capítulo tratan acerca de una operación antidroga en la Cañada Real, Madrid, donde nuestro protagonista, Bevilacqua hace un análisis del micro mundo que existe ahí. El tráfico de drogas, las vidas que se pierden por este tema, de padres que van ahí buscando a sus hijos. Una realidad cruda y tremenda. Los siguientes capítulos tratan del asesinato del militar español en Afganistán. Los protagonistas viajan primero a Sevilla a entrevistarse con la viuda del militar para poder tener las primeras impresiones. El matrimonio no estaba pasando por su mejor momento, la esposa le había planteado el divorcio y no parecía muy afectada por la muerte de su marido. A Bevilacqua se le dá la opción de elegir tres compañeros para esta misión: Uno de ellos por supuesto es Virginia Chamorro y los restantes son Arnau e Inés Salgado. La víctima tenía muchos frentes abiertos dentro de la base militar; una rencilla con antiguos compañeros de misión; peleas dentro de la base, y por no decir que estaba íntimamente involucrado con dos mujeres: una estadounidense y una española. Tengo entendido que el autor viajó a Afganistán para realizar y contarnos la labor de investigación dentro del terreno. Y es ahí donde yo pudiera decir que me siento "traicionada". Silva hace una narración espléndida sobre la vida de los militares en esa base, la jerarquía que hay, el efecto psicológico que la guerra imprime en la vida de los militares, el papel de la mujer afgana, pero este ambiente ensombrece lo que es la investigación criminal en sí, se pierde el ritmo de lo que podemos considerar como una novela policíaca, le faltó desarrollar la esencia de la novela. No me gustó la forma en que se esclareció el crimen, muy apresurado, os confieso que llevaba el 86% del libro y me sentía tensa, pues no acababa de ver nada en concreto sobre el asesino. No quiero desacreditarla, pues los ocho libros anteriores me encantaron. Considero simplemente que le faltó la chispa policial a la que me tenía acostumbrada. Y por supuesto, que leeré el siguiente.......... + Leer más |
Los monstruos no deberían caminar libres sin que nadie los reconociese...
Lo mejor de la novela negra y el terror unidos en un nuevo nivel de oscuridad.
Para un padre no hay mayor dolor que perder a un hijo. Y Roberto Cusac lo sabe bien: bastaron unos segundos para que Jaime desapareciera de un parque infantil sin dejar rastro. Años más tarde, en un intento por redimir su culpa, entra a trabajar como investigador privado en una fundación de personas desaparecidas junto con Inés Herrera, su esposa, quien se encarga de la parte legal. Tienen otro hijo, que ha crecido a la sombra de un hermano al que nunca conoció, pero que continúa presente en la vida de sus padres. Y más cuando una noche, en un paraje inhóspito, reaparece un niño desaparecido. Desnutrido y con evidentes signos de tortura, el pequeño relata haber estado encerrado por un hombre sin rostro. Desde ese instante, y guiados por el temor de que Jaime haya
sufrido la misma suerte, Roberto e Inés iniciarán una investigación paralela para descubrir la verdad.
Sobre Claudio Cerdán:
«Un aire crudo al mejor Denis Lehane.» JUAN GÓMEZ JURADO
«Claudio Cerdán, que ya empezó fuerte, sube la apuesta a lo bestia con esta novela.» LORENZO SILVA
«Firmar un novelón así está al alcance de muy pocos.» CÉSAR PÉREZ GELLIDA
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