La dependienta

Pensé que me iba a gustar más, quizás se me haya quedado un poco corta la historia.
Pero es muy entretenido y me gusta mucho el mensaje que deja al final.
La pluma de la autora me parece totalmente recomendable para empezar con la literatura japonesa, es sencilla y muy dinámica y no se entretiene con detalles nimios como otros autores asiáticos.

#LaDependienta de #SayakaMurata (2016) | @duomoediciones 📚

Nos situamos en Japón y conocemos a una mujer de 36 años, Keiko Furukura, cuya existencia incumple en diversidad de puntos con las expectativas que su sociedad tiene para alguien como ella. Soltera, trabaja en una tienda de 24h a jornada parcial (algo que se asume como trabajo temporal para jóvenes o personas con problemas, impensable para alguien como Keiko, que debería tener un empleo estable, así como estar ya casada). le cuesta relacionarse con los demás, entender a esa sociedad que parece que actúa por contagio; sabe que no encaja, que hay cosas que no funcionan entre ella y la mayoría, entre ella y lo normal, y es algo que sabe desde pequeña. No obstante, esa tienda 24h, en la que lleva muchos años trabajando, le ofrece normas y modos de comportarse que le facilitan su día a día, su mundo y su rutina están conformados por ese espacio donde su persona tiene sentido, donde ella se siente como en casa. Lo que hay fuera la desconcierta, la sociedad la hostiga, ha de estar siempre alerta, buscar excusas para poder situarse, al menos en apariencia, sobre la torre de la normalidad; una torre en la que se le exige estar, sobre la que la sociedad la fuerza a situarse de manera insistente e impertinentemente. Ella es dependienta, pero eso no puede ser. ¿Por qué? Porque no es normal... Adéntrate en esta historia para saber cómo vive, con qué lidia y qué decisiones toma esta mujer para enfrentarse a esa sociedad hostil que atropella a todo aquello que va por la vida como va ella: fuera de la norma.

Esta novela nos habla de cómo la sociedad y la normalidad, esa masa enorme donde muchos se mueven a la par, que cae sobre la espalda de todos, puede llegar a ser una tirana, cruel y despiadada. Cuando se es diferente, estar fuera de la norma por el motivo que sea, se precisa de fortaleza para fijar los pies y no dejarse llevar por esa corriente insistente. No es cosa fácil, precisamente porque lo "normal" es (qué irónico) que todo el mundo se crea con el derecho de dirigir y opinar sobre las vidas de los demás y más cuando no las comprenden.

Me ha gustado mucho.

¡Reseña completa en el blog!
#marzoasiático'23 🎎
Enlace: https://lectoraempedernida88..

La dependienta
Sayaka Murata


Keiko Furukura, vive su vida como a ella le parece es feliz . Trabaja en un Konbini o supermercado , no se ha casado, es mas no ha tenido pareja nunca . Pero es feliz.

Aunque su familia la presiona a cambiar muchas cosas en su vida que ellos no aceptan, pues para la sociedad japonesa que es muy patriarcal, si una mujer no sigue sus reglas llegan a poner en duda su estado mental.

Este libro tiene un gran contenido emocional, pues Furukura muestra su angustia y sentimientos encontrados por encajar en una serie de reglas de un mundo en el que ella no esta interesada.

Casarse no es su proyecto de vida, pero llegar al Konbini , la hacia sonreir y darse cuenta que aunque todo la condenará ella no queria otra cisa para su vida.

Con un lenguaje sencillo y sin complicadas figuras literarias, en menos de un centenar de páginas Murata nos acerca una novela socio- antropológica sobre la sociedad japonesa y su "normatividad" para regir la vida de las mujeres y las diferentes formas de presión para normalizar a las "descarriadas".

¿Qué espera la sociedad japonesa de las mujeres? Que al finalizar sus estudios, trabajen, se casen y tengan hijos, que sea un engranaje "util" para la sociedad. Furukura, la protagonista, era todo lo contrario. Es una mujer que a los 36 años soltera, sin hijos y que trabaja por horas en un konbini ( supermercado abierto las 24 horas). Todo lo contrario a lo que se espera de ella.
Una mujer con la condición de asperger, pues afirma: "Me limitaba a imitar a los demás y a obedecer órdenes, pero dejé de actuar por mi cuenta..." Qué encontraba en ese konbini: "La tienda disponía de un manual impecable y me desenvolvía muy bien como dependienta, pero no tenía ni idea de cómo ser una persona normal en un lugar sin manual de instrucciones." Además, los personajes dan una idea de que, a pesar del tiempo transcurrido (dieciocho años), el konbini nunca cambiaba. Buscaba imitar los comportamientos y la forma de hablar de los demás porque suponía que la humanidad sobrevivía por contagio o, más bien, por imitación. Entonces, su poca "normalidad" era la imitación de los demás, sólo una máscara que le permitía actuar en el "papel de humana"
A través de las escasas interacciones sociales que la protagonista entabla (incluso su núcleo familiar) vemos una permanente indagación de la vida privada de las mujeres maduras solteras y sin hijos que son percibidos como "cuerpos extraños" que es preciso eliminar. "En esta vida todos tenemos la obligación de establecer un vínculo  con la sociedad,  ya sea trabajando o formando una familia."
A lo largo del relato y en la interacción con los diferentes personajes secundarios vemos la presión social que se ejerce sobre los "elementos extraños" para "normalizarlos" o, tal vez para justificar las acciones de los normalizados. "Somos las únicas [solteras]. Qué vergüenza." O preguntas como: "¿Hasta cuándo piensas seguir así? Es verdad que ahora te costará encontrar trabajo, pero a lo mejor convendría casarte." O nuestro conocido: "se te va a pasar el arroz."
Como elemento "extraño" era aislado como profilaxis social para que la enfermedad no se extienda. Ella misma así lo percibe: "tenía que curarme. Si no me curaba sería eliminada del grupo de la gente normal".
La obra es la búsqueda valiente y desesperada por encontrar su personalidad y su lugar en el mundo, a pesar de que piensen los demás.
Se lee muy rápido y se disfruta, nos hace pensar en el patriarcado y las imposiciones sociales que ha normalizado durante siglos.
¡Qué la disfruten!

Keiko es una mujer con una fuerte distorsión en su estructura del razonamiento y serias dificultades en las relaciones sociales.

No soy psicólogo. No me atrevo a dar un diagnóstico, memos, cuando el libro no refiere el nombre de su alteración.

Debido a este comportamiento, desde pequeña nuestra protagonista será tildada de rara y por tanto, rechazada por una sociedad que define las "leyes de lo normal"

Para ser admitida por esta sociedad que ni comparte ni comprende, y así lograr seguridad en sí misma y que la dejen en paz, Keiko empieza a trabajar en una tienda alimentaria de 24 horas como cajera.

El trabajo le viene como anillo al dedo, pues todas sus funciones están protocolizadas en un manual que, una vez aprendido, le otorga esa confianza y seguridad que tanta falta le hace.

La tienda es un refugio interior, una forma de vida, un lugar donde ella se siente cómoda, adaptada y feliz.

Pero el paso del tiempo y las relaciones personales le llevan a continuos desencuentros con los que ella no está de acuerdo y, por su personalidad, le crea grandes conflictos difíciles de afrontar.

A sus 36 años, el entorno le exige o una mejora laboral o un matrimonio. Por supuesto, haber mantenido relaciones sexuales y mostrar interés por tal actividad.

Murata, como buena nipona, juega muy bien sus cartas con una novela donde la economía de palabras, la prosa sencilla y la serena narración llevan al lector a una crítica hacia una sociedad que exige unos estándares de comportamiento, dando igual su profundidad.

Da igual que tu matrimonio sea un desastre, pero debes estar casada para formar parte de los demás. Acuéstate con quien quieras, pero hazlo, de lo contrario no encajas.

Un espejo donde reflejar una forma de actuar en la que todos caemos, en mayor o menor medida, cuando actuamos como manada.

No somos conscientes del daño que podemos hacer a aquellos que se comportan de forma extravagante con lo que nosotros consideramos políticamente correcto.

Interesante, educativa y muy reveladora.
Todo un acierto.

"El pasatiempo favorito de las personas normales es juzgar a las que no lo son"

¡¡¡¡ Ciertamente es difícil ir contra corriente !!!!!!
Los prejuicios, los estereotipos, una vida modélica a seguir para poder contribuir a la sociedad en un país como Japón, todo esto nos lo cuenta la autora Sayaka Murata.

La dependienta es una lectura para debatir, no entiendo que en el terreno profesional no aspire a más, pero también entiendo a la protagonista y veo que es feliz, está cómoda con lo que sabe hacer, le trae al pairo lo que piensen de ella, aunque si que tiene que pensadas varias respuestas a preguntas personales que puedan hacerle conocidos o amigos para no parecer "una persona antisocial o una chica solitaria".
Aunque no quieras, al final le coges cariño a Keiko, pero no hay que olvidar que es una persona con claras tendencias psicópatas 🤯🤭.
Una lectura ágil y muy entretenida, totalmente recomendable.

No creo que fuera la intención de la autora que reconociéramos en el personaje protagonista ninguna patología ni trastorno concretos. Pero durante la lectura vamos viendo que Keiko claramente no es una persona estándar. Y como la sociedad es tan cabezota, no pasa un día sin que algo haga que ella lo perciba. En ese proceso de adaptación a la situación busca seguridades, hace cosas que sabe que “encajan” para contentar a su entorno.
He leído reseñas en las que se ha querido ver cierto tono hilarante en este texto. Yo no lo he percibido, la verdad. Quizá porque la realidad de la diferencia no me es ajena. Creo que en esta novela se pueden ver reflejadas muchas personas que, por sus capacidades, su forma de ser, sus objetivos o sus patologías, tienen dificultades para ser lo que la sociedad quiere que sean. Es una reflexión sobre los estereotipos, lo que es normal y lo que no, y de lo que perdemos al tratar de serlo. A mí, personalmente me ha encantado. Creo que es muy recomendable.

Keiko Furukura es una joven muy particular, desde pequeña se ha tomado todo en forma literal lo cual le ha causado muchos problemas. Ya de joven consigue un trabajo por horas en una en una kombini (tienda de suministros abierta las 24 horas), esto gracias a que tiene un manual de trabajo muy bien definido. Sin embargo, al pasar los años se espera de ella que consiga un trabajo estable, se case y tenga hijos, pero las cosas no siempre son como se esperan.

Según las reseñas leídas, creo que la mayoría coincidimos en que la protagonista, es una joven con TEA (trastorno del espectro autista), debido a sus problemas tanto de socialización como de comprensión de situaciones más abstractas del lenguaje y de la vida cotidiana. de igual manera, es evidente que el trabajo en la kombini se le facilita por lo bien estructurado que está todo ahí, sus horarios, sus normas claras y precisas.

Aparte de esto, me duele como su familia y amigos quieren e insisten de diversas formas en que Keiko “se cure”, entendiendo esto como que “sea normal”, una mujer que trabaje, se case y tenga hijos. Aunque esto signifique sacarla de su zona de confort, que en este caso particular es su zona de seguridad.

Creo que todos hemos sentido en algún momento esa necesidad de sentirnos estables, y si bien se habla mucho de adaptarnos a los cambios, también es cierto que cuando encontramos la paz es bueno disfrutarla y que los demás se hagan a un lado y nos dejen vivir.

Una lectura hermosa, muy recomendada.

Keiko es una protagonista atípica y nos irá narrando su día a día en su lugar de trabajo, un konbini. al arrancar ya sabremos que Keiko es una persona diferente, bastante alejada de lo que la sociedad suele considerar como “normal” y se verá obligada a fingir una personalidad falsa que irá imitando de las personas que la rodean, siempre con la intención de no destacar en un mundo que la tacha de extraña. El único lugar en donde ella se siente cómoda y cree encajar es en su puesto de trabajo.

🎌 El libro es una critica a la sociedad japonesa, y a las pautas que está impone para considerar a un ciudadano útil o para rechazarlo cuando no cumple con dichas pautas. Deja en evidencia lo machista que es la sociedad, siendo siempre la mujer quien se lleva la peor parte, cuestionada por su trabajo, por su edad, por no ser madre aún, por no estar casada.
Adoré a Keiko&#xNaN.

Sin dudas este libro es “Un regalo para cualquier persona que alguna vez se haya sentido un extraño en el mundo.”

La dependienta

Empecé este libro hace unos meses y lo acabé abandonando pasando algo más de la mitad la historia .

Me llamaba la atención por algo tan simple como que soy dependienta. Trabajo en una frutería y también he trabajado en supermercado. Pero no os voy a escribir aquí mi currículum. El caso es que me parecía muy monótono el libro y lo acabé dejando de lado.

Después de estos meses he querido retomarlo para hacer las paces con él antes de que acabe el año. Y oye me ha gustado. No me vuelve loca, pero me ha gustado. Me ha hecho sentir identificada. Me ha gustado esa crítica social a hacer siempre lo que se espera de nosotros. Y poco conozco la cultura japonesa, por no decir nada, pero creo que son bastante «cuadriculados» y conservadores. Algo que choca siendo un país tan avanzado en otros aspectos.

Ya os he desvelado donde ocurre la historia y nuestra protagonista ¿a ver si adivináis de qué trabaja?
Sí, de dependienta en una konbini, que por lo visto son supermercados que abren las veinticuatro horas, los siete días de la semana y no te encuentras los típicos productos de tu compra habitual.

Keiko a pesar de tener treinta y seis años sigue trabajando por horas en la tienda y es algo que no está bien visto. Trabajar por horas y no estar casada a su edad es como de «fracasada». Pero es que ella vive por y para la tienda. Desde que empezó a trabajar en ella ha sido como su refugio. Se siente agusto y válida. No sé siente un bicho raro como le han hecho sentir siempre.