Circe

¡Hola!

Hoy quiero hablaros de un libro con el que tengo sentimientos encontrados. Leí alrededor del 70% del tirón en una o dos tardes y a partir de ahí se me atascó bastante, ya que me enganchaba y desenganchaba constantemente.

En primer lugar os quiero presentar a Circe, hija de Helios, el dios del sol, y la oceánide Perseis. Desde pequeña siente que no encaja, debido a que no posee ni poder como su padre ni belleza como su madre. Sin embargo, sí tiene poder, el de la hechicería, a través de la cual convertía en un animal a quien quisiera.

Espero que os animéis a leerla si bien no diré mucho porque creo que es mejor que descubráis a Circe por vosotr@s mism@s:

-Se puede considerar un retelling de la Odisea.

-Acompañaremos a nuestra protagonista en las distintas etapas de su vida y vemos cómo lucha constantemente con encontrar su lugar en el mundo.

-La marginación a la que es sometida Circe desde pequeña hará que te emociones. No obstante, aunque he empatizado con ella, en ocasiones me ha parecido un personaje muy envidioso y, en cierta manera, superficial .

-Tened en cuenta que puede ser una lectura pesada si no acostumbráis a leer mitología. En mi caso no había leído nada del estilo antes y hasta el 70% me resultó super ágil.

-Contiene un glosario con los personajes, y esto siempre me ha parecido muy top.

-Volveré a leer Madelline con “La canción de Aquiles”, que me llama un montón y he visto opiniones buenísimas.

-He visto que se pensaba adaptar a serie para HBO, pero desde 2019 no hay noticias y, por tanto, tampoco esperanzas.


Para más podéis encontrarme en Instagram, threads y TT: @elfaro_literario

Si conocéis un poco ” La odisea” os sonará el nombre de Circe, una poderosa hechicera que transformó a los compañeros de viaje de Ulises en cerdos y retuvo al héroe seduciéndolo y distrayéndolo de su regreso a casa en Ítaca. La historia nos la ha presentado como alguien poderoso, sí, pero también cruel y egoísta, capaz de transformar en un horrible monstruo a una ninfa solo por celos.

Pero en esta novela la autora le da una vuelta al mito y nos presenta a una Circe cercana, que siente, razona y actúa movida no por simples caprichos, sino a consecuencia de los hechos que ocurren a su alrededor.

En una narración tranquila y detallada nos adentramos en el mundo de los dioses griegos, acercándonos a su forma de vida, costumbres y formas de pensar y actuar. Nos hace revivir multitud de historias y mitos, siempre a través de la visión de nuestra protagonista. Circe no es perfecta, comete fallos y errores, pero también aprende e intenta mejorar. Es un personaje que tiene un crecimiento y evolución brutal. Y es un gustazo acompañarla a lo largo de los siglos, viendo cómo se entrelaza su historia con la de su padre Helios, el dios del sol, con Prometeo, Glauco, Escila, Hermes, Ulises, Atenea, Medea y otros personajes de una forma muy natural y fluida.

Esta lectura me ha hecho salir de mi zona de confort, es un estilo que no suelo leer y por eso iba con un poco de miedo, pero me ha sorprendido para bien y he disfrutado mucho de la narración. La forma de enfocar al personaje de Circe me ha gustado mucho por su evolución y por sus luces y sombras, en muchos momentos he empatizado con ella y hasta ha conseguido emocionarme. Además de lo bien enlazados que están los demás mitos y la caracterización de cada personaje, me ha parecido diferente y original, mitología griega novelada súper interesante y entretenida.

Nos encontramos en la mitología griega, en la era de los dioses, semidioses y héroes campando a sus anchas y mezclándose con el mundo mortal de vez en cuando (sisi, sobre todo Zeus, si)

En esta ocasión, la historia nos la cuenta Circe, hija de Helios (el dios del Sol) y Perse (ninfa). Vemos como fue su vida en corte del Sol, siendo menos que invisible, tanto por ser mujer como por ser inferior a un dios. Además, siempre fue considerada la inferior de sus hermanos tanto en belleza como en poder.

En la mitología clásica, Circe es sobre todo conocida por ser la hechicera que vivía en la isla de Eea, como castigo despues de haber convertido a Escila en un monstruo por celos y envidia. Por esa isla paso el héroe Ulises, del que, según las mismas historias, Circe se enamoró perdidamente.

A pesar de que el libro nos relata todo desde el punto de vista de Circe, no empatizas con ella en ningún momento, siendo todo como una sucesión de hechos y circunstancias muy fríos. La parte de libro que me ha parecido un poco más interesante ha sido en la aparición de Ulises, pero al final ya sólo deseaba que se largara de la isla cuanto antes a ver si avanzábamos.

Es un libro que me ha costado terminar, al principio pensaba que era por estar contando la historia de Circe desde sus orígenes y que era demasiado introductorío y, por lo tanto, más lento. Pero conforme sigues avanzando, sigue en el mismo modo plano del que ya no despega.
En general, al grupo con el que lo he leído tampoco les ha gustado demasiado, tanto gente que ya sabía de mitología como gente que no.
Al igual que alguna reseña que ya han hecho, pienso si queréis acercaros a la mitología mucho mejor Rick Riordan, que a lo mejor no es tan exacto con los mitos clásicos pero sí mucho más entretenido…

"Pero cuando se lleva una vida solitaria, se dan pocos y preciosos momentos en los que un alma se sumerge junto a otra, del mismo modo que, una vez al año, las estrellas rozan la tierra. Para mí Dédalo fue esa clase de constelación”

Ha pasado una semana desde que terminé esta novela y aun no sé bien cómo me siento sobre la historia. le di cuatro estrellas porque no me decepcionó en ningún momento, y porque la narrativa me pareció espectacular –poética, nostálgica y muy acorde con lo que nos cuenta sobre la vida de Circe, hechicera de la mitología griega. Yo prácticamente no conocía nada de ella –así que este fue un descubrimiento para mí.

Circe es hija de Helios, el sol, y es la menos afortunada y querida de sus descendientes –siempre distinta, también con una inclinación hacia los seres humanos, y cuya curiosidad la lleva a ser desterrada a la isla de Eea, en donde pasará milenios, encontrándose con otras deidades y ninfas pero también atrayendo a hombres. En este destierro también se encuentra a sí misma, descubriendo sus poderes con la magia y también la realidad un tanto cruel del mundo de los dioses.

Como lectora, no pude evitar sentirme triste por la vida solitaria de Circe, que sufrió de todo: desde la indiferencia de sus padres, el escarnio de sus hermanos, hasta decepciones y pérdidas amorosas constantes. Sin duda, eso la hizo más fuerte y esto es parte del desarrollo del personaje que la autora logra con éxito.

Sin embargo, he de reconocer que en algunos momentos la historia me pareció un tanto larga, y con bastantes descripciones. Creo que a mitad del libro la narrativa pierde ritmo, y no porque lo que se cuenta no sea válido o importante (no puedo decir que hubiera sido mejor que se eliminaran capítulos), pero aun así, hubo momentos en que no sentía una imperiosa necesidad de regresar a la historia. Esto en sí no tiene nada de malo -tal vez como lectora moderna me he acostumbrado a buscar lo que es más dinámico, o lo más fácilmente digerible; quizá nos desacostumbramos a valorar y apreciar los textos que nos demandan atención en los detalles o momentos apacibles de la narración.

He leído algunas reseñas, que señalan que la sinopsis es equivocada y que aunque se prometió una mujer empoderada y libre, que rompe ciertos cánones, les pareció que este retrato de Circe era muy distinto: una mujer resignada, que se la pasa de amorío en amorío. No estoy de acuerdo: lo que rescato de la novela de Miller –y que da para mucha más reflexión– es precisamente cómo se es rebelde sin necesidad de golpear o ser una mujer tirana y lo difícil que ha resultado para las mujeres, precisamente eso: liberarse de ciertas expectativas o imposiciones de la sociedad o incluso de uno misma. Circe no es un personaje femenino revolucionario (por lo menos en la representación de esta autora); prácticamente nunca desafía a nadie, y en ocasiones se deja amedrentar por las personas cercanas a ella (amantes o hermanos). Y sin embargo, en esta aparente calma, tenemos a una mujer/deidad que se descubre, se conoce poco a poco y con ello, reconoce la fuerza espiritual que tiene, al punto que decide estar sola y apreciar esa soledad. Incluso, a aquellos a quienes amó (salvo su primer gran enamoramiento), los deja ir porque sabe que no son el camino para su realización. Y el entendimiento de esto, es en esencia, revolucionario.

Circe me ha dejado perpleja y es sin duda un texto que deseo volver a leer eventualmente.

Me gusta hablar con Amaya porque veo en sus razonamientos la sabiduría adquirida al estudiar otras culturas, la aceptación de todos los seres humanos como seres diferentes, la frialdad necesaria para tomar buenas decisiones y la ternura infinita con que las lleva a cabo.

Amaya me ha dejado este libro y, al terminarlo, me ha venido a la mente algo que leí y no llegué a entender hasta ahora: según el escritor y cineasta colombiano René Rebetez Cortez, «La ciencia ficción no es sólo un género literario, sino algo más: un estado de conciencia».

En Circe hay numerosos episodios que exponen el estado de conciencia social; sólo tenemos que asistir, horrorizados, a la tortura que los dioses le infligen a Prometeo. El espanto no viene tanto por el dolor sufrido, sino por cómo somos capaces de presenciar un suplicio constante, hasta el punto de sentirnos invulnerables al sufrimiento ajeno. Asimismo el encumbramiento de Glauco, un pescador convertido en dios, golpea la conciencia de todos los que pueden escalar socialmente y olvidan con rapidez sus raíces. O las mentiras, fruto de la desconfianza en nosotros mismos, que llegamos a utilizar para ascender en la sociedad. Los hermanos de Circe, Perses, Pasífae y Eetes, ocultan sus poderes a su propio padre, Helios, y a Zeus, por temor a ser castigados.

Prometeo, Glauco, Pasífae… todos forman parte de una mitología nacida hace miles de años, aunque reflejen la conciencia actual del ser humano; por eso son universales.

Madeline Miller, ha escrito una obra que encierra una serie de características distinguibles con facilidad: Con una narrativa sencilla aunque expectante, que nos recuerda en ocasiones a un cuento de aventuras por el héroe protagonista, la exaltación de la osadía o los cambios de suerte, la autora relata, entre otros, el viaje de Circe, convertida en Perses, por el estrecho de Mesina para llevar, con éxito, a Dédalo y su tripulación de vuelta a Creta «Los remeros se estremecían a causa del esfuerzo y del miedo, y los escálamos chirriaban a pesar de estar engrasados […] Ella golpeó la popa del barco. La cubierta reventó en astillas y un tramo de regala saltó por los aires […] pero lograron aguantar, y con cada momento que pasaba estábamos más lejos».

Está claro que la narración, presidida por seres fantásticos que conviven con humanos, se convierte en cuento maravilloso al exagerar las cualidades de algunos personajes, sobre todo los que rodean a nuestra protagonista para entorpecer constantemente sus actos, con prohibiciones o dificultades que extreman las características de un mundo sobrenatural: «Lo llamaban el monte Dicte. Ni siquiera los osos, los lobos o los leones se atrevían a transitar por él, solo las cabras sagradas, con sus enormes cuernos que se retorcían como caracolas.»

Pero aparecen monstruos que generan, como en un cuento de terror, acciones angustiantes en una atmósfera de inquietud que se traslada al lector aumentando su tensión, «Intenté retirar la mano, pero sus mandíbulas la tenían firmemente agarrada. Asustada, tiré. Los bordes de la herida se separaron y la cosa se deslizó hacia delante. Se agitaba como un pez en el anzuelo, y la porquería que soltaba llegó hasta nuestro rostro».

La novela recrea diferentes técnicas para completar la narración de un pasado, un presente y un futuro. Con las catáforas imprime expectación en el lector que, ávido de saber a quién se refiere la narradora o de qué aspecto trata, multiplica el interés por lo que está leyendo «Ella entró como una ola por mi puerta al siguiente anochecer; tenía los músculos de los hombros duros como piedras […] detrás de mí caminaba mi leona salvaje». Las prolepsis presentan una historia redonda del mito y satisfacen la curiosidad del lector que se entera de cómo termina, al tiempo que entiende cómo empezó todo gracias a las analepsis.

Con las digresiones sobre otros personajes o hechos secundarios, el entorno mitológico de Circe queda cubierto, pues consiguen que conozcamos a casi todos los que tuvieron contacto con ella, familiares, amigos o enemigos «Sabía que la amaba (a Penélope) desde el momento en que me había hablado de que tejía. Y, aun así, se había quedado, mes tras mes, y yo me había dejado engatusar […] todas aquellas noches en mi cama no habían sido más que sus mañas de viajero».

La narración está efectuada en primera persona por la propia Circe, de esa forma los sucesos adquieren verosimilitud ante el lector, sin que se dé cuenta de que, en ocasiones, la mitología está adaptada al nuevo contexto novelado. Es una metaliteratura, donde encontramos otra acomodación de la interpretación de los mitos.

Finalmente, al igual que en cualquier obra de ciencia ficción, el lector es capaz de adentrarse con Circe en realidades paralelas, como el océano más profundo o la burbuja que hace de la isla real Eea, donde se siente a salvo del peligro que supone su propia realidad. También Dédalo parte, en su caso, de la tecnología más rudimentaria para huir de su confinamiento. Consigue volar, ayudado por conocimientos científicos y plumas de animal, aunque su atrevimiento será castigado por los propios dioses. Esta nueva realidad, las profundidades del mar o el cielo surcado, no son sino deseos pasados de un hombre hechos posibles en un presente, desde la ciencia.

En la tortura eterna de Prometeo, en el cambio a humano de algunos inmortales o a dios de algunos hombres, observamos el interrogante que la autora imprime en los lectores sobre asuntos trascendentes para la humanidad, como el paso del tiempo, la vida o la muerte.

Esta incógnita está presidida por una atmósfera de ahogo, en el inexplicable temor que sentimos en el parto de Pasífae, quien da a luz al Minotauro, o en la muerte de Ulises causada por su propio hijo para conseguir que se cumplan las leyes del destino. Sólo la propia naturaleza será la encargada de actuar como salvaguarda a los asaltos sufridos por los demonios que nos atacan; por eso Circe necesitará el contacto con las flores, con la vegetación, para ser consciente de su poder, «Aprendí que el mejor momento para cosechar mis plantas era bajo la luna […] ese fue el instante en que me sentí bruja por primera vez».

Pues llegados a este punto, yo me pregunto, fruto de mi ignorancia, ¿no será la mitología, al menos, la antecesora de la ciencia ficción? Puede ser, o no, da igual. Lo importante es que Miller se adentra en el mito de Circe para modelarlo en su espacio ficticio y conseguir que la venganza de esta diosa sea el resultado del sufrimiento al ver constantemente destrozados sus sentimientos. Circe es un personaje atractivo, que ayuda sin temor a las consecuencias, que apuesta por la libertad, aunque ésta conlleve la soledad, antes que seguir soportando humillaciones; que se va formando como ser humano con tareas propias de hombre, como la lucha, y de mujer, como la maternidad; que es inconformista e incansable en su preparación. Nunca abandona; trabaja, estudia, experimenta, se equivoca una y otra vez hasta alcanzar la perfección, que irónicamente encuentra en la imperfección del ser humano.

Madeleine Miller expone las relaciones familiares, las intrigas de los poderosos, y la fuerza ingobernable femenina en un mundo de hombres, en dos historias diferentes aunque paralelas en el recorrido; con un ritmo narrativo ágil, entretenido, divertido a veces, duro otras.

No quiero desvelar el argumento literal de Circe, merece la pena disfrutar de él en todo momento, pero la historia recreada, de esta maga inmortal, es una clara metáfora de la historia de la mujer; la propiedad de un padre o de un marido, capaz de razonar aunque haciendo prevalecer los sentimientos en una aceptación incuestionable de la supremacía masculina, que ha pasado por constantes humillaciones para conseguir migajas de lo que ella creía amor, hasta llegar a autodespreciarse, «la pena que hace a las de nuestra clase preferir ser una piedra o un árbol en lugar de ser carne».

Sólo cuando la mujer es consciente de que no es tratada como ser humano, puede adoptar una postura calculadora que le permita ser libre para tomar las decisiones que quiera; puede prepararse para luchar y defenderse de quienes intentan atentar contra ella, física o mentalmente, y puede decidir a quién y cuándo amará, sin importar las consecuencias, sin temer al dolor o a la muerte; puede ser implacable con quienes pretenden victimizarla y desplegar toda la ternura y sacrificio necesarios para conseguir que alguien a quien quiere sea feliz. Porque quiere. Y es libre. «El dolor eterno a cambio de unos cuantos años más para tu hijo mortal […] —Estoy lista– dije».

¡Brindemos por esta mujer!

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Últimamente me está apeteciendo mucho leer novelas que nunca leería, salir de mi zona de confort literaria y probar cosas nuevas.
Y la verdad es que estoy teniendo mucha suerte porque me encuentro maravillas como este libro.
Circe es una diosa y hechicera muy poderosa en la mitología griega, que habita en la isla de Eea. Es hija del dios del sol, Helios, y de la oceánide Perseis.
Pero, Circe es mucho más que esto. Circe es una mujer fuerte y valiente que lucha por salir adelante con todo en contra y que se construye una vida digna.
Me gustó mucho este libro, su mensaje, la forma en la que está escrito, lo fácil que es identificarse con Circe, a pesar de ser ella una diosa inmortal.
Creo que es un libro maravilloso que le da una vuelta de tuerca muy necesaria a la mitología griega.

Más de un año con este libro en la estantería aguardando su momento y no entiendo cómo no lo he leído antes. Pienso que igual en otro momento no lo hubiese disfrutado tanto.

La mitología griega posiblemente sea la que más me guste y el personaje de Circe, el cual desconocía, me ha encantado. La hechicería, sobre todo la parte de curas con hierbas y todo lo que tenga que ver con la naturaleza me apasiona. Los animales salvajes, vivir en el campo, la ambientación en sí, que engloba la historia, me ha dado ganas de irme a vivir con ella.

Y luego el poder comentarlo con alguien a quien aunque no lee, le gusta la mitológica griega, ha sido un plus.

irce, 2018
Madeline Miller
@adnovelas
Traducción de Cecilia Recarey y Jorge Cano

☀️Madeline Miller se sumerge en la mitología griega para rescatar y devolver a Circe el lugar que le corresponde y no el que se le ha asignado : la malvada bruja que convirtió a los hombres de Ulises en una piara de cerdos.

☀️Circe es mucho más que eso, es la hija de Helios y Perseis, aunque carece de los poderes de sus padres.

☀️Sin embargo, pronto descubrirá, al mezclarse con los mortales que posee otro poder muy valioso : la brujería.

☀️Desterrada por su padre a una remota isla, Circe irá cultivando sus poderes y se enfrentará a diversos personajes mitológicos, desde el Minotauro hasta Odiseo y desatará la ira de la peligrosa y vengativa Atenea.

Una historia fascinante y brillantemente tejida

La hemos leído y comentado en #lecturasconjuntasraquellectora

#circe #madelinemiller #mitologia #leeresvivir #leermola #leoautorasOct

Comencé a leer «Circe» hace varios años. Por entonces tenía un hábito lector inexistente, así que terminé por dejarlo tras unos pocos capítulos. Se me quedó la espinita durante todo este tiempo hasta que, por fin, me animé a leer esta novela y me reconcilié con aquella “yo” que era incapaz de terminar un libro. de las mejores cosas que pude hacer, pues se convirtió en una de mis novelas favoritas del 2022.

Es una novela dura, con escenas que te desgarran por dentro y fragmentos que se quedan clavados en tu memoria debido a la excelente pluma de la autora. Lo que más me ha gustado es la profundidad psicológica que Madeline Miller le da a los dioses, más aún en cuanto a cómo les afecta la inmortalidad y la divinidad. Su ritmo es pausado, pero no me ha resultado denso en absoluto.


Desde el punto de vista de la mitología, la cual me APASIONA (y en especial la figura de Circe), me ha parecido interesantísimo ver todos aquellos mitos que conocía en mayor o menor medida desde otro punto de vista. 

Para mí, Circe ha sido una historia de supervivencia, de vivir según tus términos, de escapar de las expectativas ajenas. Habla de levantarte una y otra vez, pero sin ese aura de irreal optimismo que no me gusta encontrarme, sino con sus luces y sombras. Y es que, después de todo, tenemos la enorme suerte de estar vivos, de respirar y de tener la potencialidad de crear nuestro propio mundo con las cartas que se nos han repartido. 

Recomiendo ENORMEMENTE esta novela si te gusta la mitología griega. No hace falta que conozcas el mito en profundidad, por supuesto, y vas a poder disfrutarlo de igual manera como novela de fantasía mitológica. 


Enlace: https://www.instagram.com/pa..

Volver a leer mitología -cosa que no hacía desde el primer año de Historia del Arte- ha sido un placer. La gran mayoría de libros genéricos de mitología nos hablan del inicio del mundo y los Titanes, la posterior guerra de éstos con los dioses Olímpicos Aquiles (Zeus, Poseidón, Hades, Afrodita, Apolo, Atenea…) y los grandes héroes como Heracles, Odiseo, Eneas, etc. Pero lo cierto es que en estas historias existen gran cantidad de semidioses, bestias y dioses menores que esconden historias fascinantes... Y ese es el caso de Circe.

En la Odisea de Homero, él y sus soldados recalaban en la isla donde habitaba Circe y ésta convertía a sus hombres en cerdos. Esta es la anécdota quizá más extendida sobre Circe pero en la historia escrita por Madeline Miller tenemos mucho más.

Este libro editado por @adnovelas nos narra la vida de #Circe en primera persona desde el mismo día de su nacimiento. Hija del titán Helios y de la náyade Perse, la joven Circe no nació como ninfa y tampoco tenía los poderes de su madre. Su don aún tardaría un poco en manifestarse y no es completamente consciente de él hasta su exilio. Obligada por Zeus y Helios, Circe abandona los salones dorados de su padre y es desterrada a la solitaria isla de Eea, donde inicia una vida de autoconocimiento. En los bosques y montañas de la isla aprenderá a escuchar su voz interior y la de la naturaleza que la rodea para desarrollar su poder como hechicera. A lo largo de sus años de destierro, su historia se entrelazará con la de otros personajes mitológicos: Dédalo, Hermes, Ariadna, Jasón y Medea, el Minotauro y, por supuesto, Odiseo.

#Circe es una novela fantástica, bien escrita, con un planteamiento sólidos y un desarrollo que engancha. Es también una reinvención de una mujer muy interesante: Circe la hechicera o la bruja, pero también Circe como la mujer libre.
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