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Celia Recarey Rendo (Traductor)Jorge Cano Cuenca (Traductor)
ISBN : 8491814124
Editorial: Alianza (28/02/2019)

Calificación promedio : 4.03/5 (sobre 176 calificaciones)
Resumen:
CIRCE. UNA HEROÍNA. UNA HECHICERA. UNA MUJER QUE ENCUENTRA SU PODER.CAERÁS BAJO SU HECHIZO.
En el palacio de Helios, dios del sol y el más poderoso de los titanes, nace una niña. Pero Circe es una niña rara: carece de los poderes de su padre y de la agresiva capacidad de seducción de su madre. Cuando acude al mundo de los mortales en busca de
compañía, descubre que sí posee un poder, el poder de la brujería, con el que puede transformar a sus rival... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (120) Ver más Añadir una crítica
Lawerson
 31 March 2019
La primera vez que me topé con Circe, después de que muchos lectores y lectoras de habla inglesa empezaran a hablar de él, me enamoré de su portada. Luego, su sinopsis me atrapó. ¿Una nueva historia donde la mitología era el pilar central de toda la trama? ¡Sí, por favor! Así que no tardó en estar dentro de mi wishlist. La verdad es que era un libro que no me atrevía a leer en inglés porque, bueno, ya de por sí no estoy aún familiarizada a leer en ese idioma, así que imaginaos si me lanzo dentro de un libro, donde ya de por sí la mitología tiene sus nudos y sus complicaciones, en inglés. No obstante, pronto también llegó la noticia de que, al fin, Circe iba a llegar a España gracias a AdN, ¡y qué ilusión! Así que, cuando me comentaron que estaban interesados en mandarme un ejemplar de promoción, ni lo dudé. Ese libro lo tenía que leer fuera como fuera. En mi cabeza ya tenía una visión de lo que me iba a encontrar: una aventura con acción a raudales, donde Circe tenía que luchar contra aquellos que siempre se han puesto en su contra, rebelándose de su padre y luchando por sí sola para conseguir justicia y libertad, todo al estilo de los libros de Percy Jackson. Desgraciadamente, no ha sido en absoluto así. Más bien un sueño o una fantasía, Circe es, en realidad, una obra histórico/biográfíca que se me ha hecho muy pesada y aburrida. Una completa decepción.

Usando una narración en primera persona sin dejar atrás la vida y visión de Circe, desde el primer momento se nota que es más la historia de la vida de ésta que otra cosa. Es por eso que, en los primeros capítulos, ya tenemos momentos lentos y densos sobre cómo era ella de pequeña, su relación con su madre, sus hermanos y hermanas, incluso con su padre, pasando con ella por una fase de abandono, de dolor y de estar aguantando pullas, insultos y desprecios por todos lados, una chiquilla inocente que, todavía, tiene mucho que aprender. En esos momentos, mi lectura era pausada, el montón de descripciones con el que la autora va adornar cada una de las páginas hacía que ricamente estuviera muy bien ambientado, sí, pero no lograba, aún, dar con algo interesante que me enganchara. Aunque la mitología es algo que va a estar presente en todo momento a raíz de las innumerables historias en las que Circe, indirectamente, se va a ver rodeada después de escucharlas en boca de otros, seguía sin congeniar con una trama que no avanzaba ni daba nada nuevo. Esos héroes mitológicos, los primeros, cobraban vida a raíz de anécdotas que los dioses escuchaban para luego contar entre risas y entre exagerados añadidos. Las primeras doscientas páginas van a ser, simplemente, ésto. Despertar con Circe, andar con ella por la playa, seguir escuchando las malas palabras que le llegaban de todos sitios. Empapándonos de una ambientación muy marcada por las costumbres que siempre han ido de la mano con esa mitología clásica que, de alguna manera, hemos estudiado o leído, donde las mujeres se siguen viendo como unas inútiles creadas solo para engendrar y engendrar a más hijos, sin más propósito que ese, pronto empecé a ver la realidad de un libro que, a esas alturas, se me estaba haciendo muy cuesta arriba por su poco entretenimiento, su nula acción, sin nada que cortase esa monotonía y con repeticiones, una tras otra, que estaban en cada paso que daba Circe por palacio y en su vida.

Si bien es cierto que, en algunos puntos, la autora ha sabido meter historias mitológicas bastante interesantes para que, de alguna manera, aprendas más sobre ello y profundices en sus nombres, criaturas y más, pensaba que, tras ese cambio tan brusco en los acontecimientos en relación a Circe y su vida, la cosa iba a cambiar. Cuán equivocada estaba. Se cambia de escenario, sí. Se deja atrás el palacio de Helios, dejamos de estar rodeados diariamente de esos titanes que no hacen más que poner en ridículo a los humanos entre jarra y jarra y dejamos atrás una familia que nadie desearía tener. Todo eso lo cambiamos por una isla solitaria sin más vida que unos animales salvajes. Sin embargo, todo lo que había antes, esa lentitud, repetición, esa monotonía y pesadez, se traslada con nosotros. Y volvemos a empezar. La lectura de este libro ha sido, para mí, una cuesta muy, pero que muy empinada. No pasa absolutamente nada en las más de cuatrocientas páginas que tiene el libro. Circe crece, pero los capítulos se resumen en andar sobre la hierba, adentrarse en el bosque, recoger plantas, descubrir los poderes mágicos de Circe, estar sola, llegar un barco, tener algo más de actividad, más historias que llegan de la lejanía sobre los siguientes heróes de la mitología, ahora se van otra vez, Circe vuelve a estar sola y se repite el ciclo. Una y otra y otra vez. Hasta el final. de vez en cuando hay alguna sorpresa escondida en la visita de Hermes y sus juegos, oculta tras un parón del exilio de Circe para visitar un reino lejano donde estaremos presente en otro de los grandes mitos que hemos oído por todos lados como es el del Minotauro y su famoso laberinto, o en la llegada de Odiseo. Pero no hay nada más, siempre sigue, el libro, el mismo patrón tedioso que no me ha enganchado en ningún momento. Es más, tal era la cantidad de repeticiones que había que, en más de una ocasión, estaba leyendo sin estar leyendo en realidad, mi mente en otra parte sin hacer caso a algo que, después, ni siquiera era importante para la trama del libro.

Mi principal problema ha sido ese, sobretodo, por pensar que iba a ser una historia épica. Pero la historia de Circe que se muestra en este libro es la misma historia que puedes encontrar si vas a la biblioteca y coges prestado un libro de mitología clásica sobre Circe. Nada novedoso. Eso es algo con lo que tampoco cuenta. Si estás familiarizado, más o menos, con el personaje de Circe, nada de lo que hay aquí te sorprenderá, todo te parecerá conocido. Así que no, aquí no hay una reinterpretación del mito de Circe como el que esperaba. No hay una aventura en la que embarcarse, no hay acción, ni representación de nada. Aquí hay una biografía que me ha costado horrores seguir por el puro aburrimiento que me estaba causando. Supongo que fue un error mío el pensar que me iba a topar con una historia similar a la que, siempre, nos tiene preparada Rick Riordan. Un viaje por los diferentes reinos, palacios y mares que ocupan el gran mundo de los dioses, luchas por allí, batallas por allá. Es que ni eso. Circe no participa en nada de lo que le cuentan salvo en esa ocasión con el Minotauro. Vivimos las guerras a lo lejos, de manera superficial, mientras los años pasan como los segundos en la vida de Circe. Conocemos datos a través de los hijos o conocidos de estos héroes que llegan a la isla y a la casa de Circe. Y, cuando llega Odiseo, ese personaje que promete unos acontecimientos de infarto, dinámicos y con movimiento, a mi pesar la historia se vuelve más soporífera si cabe. Te doy de comer, te doy de beber, te quedas una estación más mientras nos acostamos y piensas en tu mujer e hijo allí en Ítaca, comiendo y bebiendo y NADA MÁS.

Sí que hay dos cosas que me han gustado y es lo que han hecho que el libro no fuera un completo suspenso. Por un lado tenemos la prosa de Madeline Miller. Era la primera vez que leía algo de ella y me ha gustado mucho su manera de narrar. Lo hace todo con delicadeza, con una magia propia de la mitología, te da ese toque para que sientas que están ante héroes, dioses y diosas. Se ha notado muchísimo el gran trabajo que ha hecho a la hora de documentarse, siendo una conocedora de la mitología, capaz de contar mil y una historias y relacionar, con exactitud y sin fallos, quizás con algunas libertades, todo ese mundo legendario. Gracias a esto puedes indagar más dentro de todo este inmenso mundo, tienes una cercanía muy buena con la que ganarás conceptos, nuevas ideas y una nueva visión. Eso me ha gustado mucho. Lo otro es que, gracias a esas historias que contaban esos viajeros que llegaban a la costa de Eea y que justamente se relaciona con lo que os acabo de decir de la pluma y el conocimiento de la autora, el libro ha tenido algo de vida. Si no llega a ser por esos héroes y heroínas, arriesgando sus vidas para enfrentarse a criaturas marinas, al cíclope, a arpías y más seres de pesadilla, si no llega a ser por esos príncipe y princesas que van a por objetos de toda clase, codiciosos, y si no llega a ser por esos dioses y diosas, desde luego, el libro se hubiera hecho imposible de leer. Esos han sido mis momentos preferidos del libro que, aunque algunos se me hacían lentos, al menos dejábamos aparcada la rutina de la vida de Circe para ponernos, momentáneamente, en la piel de diferentes personajes como pueden ser Dédalo, Escila, el rey Minos, Jasón.... Sin embargo, tener de pasada estas historias y tener a Circe como punto central de todo, un personaje que tampoco es que sea la mar de interesante, no ha sido suficiente para mí.

Es por eso que, desgraciadamente, Circe se convierte en la gran decepción del año. Una historia en la que no pasa absolutamente nada salvo la narración de esas leyendas mitológicas de otros personajes, el libro es el día a día de Circe, un personaje que tampoco me ha dicho gran cosa, creando un libro aburrido a más no poder que no aporta nada interesante, ni nuevo, ni nada a lo que engancharse.
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BarbiMore
 13 May 2022
Circe, una niña, es hija del Dios del Sol, quien es el más poderoso de los titanes y se espera que todos sus hijos nazcan con un determinado don. Sin embargo, ella carece de cualquier poder tanto como el que representa a su padre, como el de su madre. Así que, se dirige hacía los mortales, en busca de ¿una especie de ayuda? ¿Guía? ¿Ideas?

Circe descubrirá la brujería y podrá hacer uso de la misma. Pero algo pasa y por lo que será castigada por el mismísimo Zeus, desterrándola a una isla desierta.

Esta historia, en la parte que se encuentra en la isla, es muy conocida por los lectores que hayan leído "La Odisea" de Homero. Pero en esta ocasión, la historia, le pertenece a Circe. Fiel a la misma y bellísima. La autora hizo un muy buen trabajo al recopilar la información de este personaje y supo plasmarla en una novela juvenil de fantasía. La mezcla entre esto último, la mitología y el retelling hacen una obra genial.

Circe padecerá de todo y nos hará sufrir un poco pero también, es un personaje súper resiliente. Será ¿Amada? ¿Temida? ¿Ignorada? u ¿Odiada?

El libro es adictivo, muy interesante, con mucha acción y tensión. Me encantó eso de que la autora pudo mantener la historia original y a raíz de eso, crear un novela preciosa.
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Beatriz_Villarino
 11 November 2019
Me gusta hablar con Amaya porque veo en sus razonamientos la sabiduría adquirida al estudiar otras culturas, la aceptación de todos los seres humanos como seres diferentes, la frialdad necesaria para tomar buenas decisiones y la ternura infinita con que las lleva a cabo.

Amaya me ha dejado este libro y, al terminarlo, me ha venido a la mente algo que leí y no llegué a entender hasta ahora: según el escritor y cineasta colombiano René Rebetez Cortez, «La ciencia ficción no es sólo un género literario, sino algo más: un estado de conciencia».

En Circe hay numerosos episodios que exponen el estado de conciencia social; sólo tenemos que asistir, horrorizados, a la tortura que los dioses le infligen a Prometeo. El espanto no viene tanto por el dolor sufrido, sino por cómo somos capaces de presenciar un suplicio constante, hasta el punto de sentirnos invulnerables al sufrimiento ajeno. Asimismo el encumbramiento de Glauco, un pescador convertido en dios, golpea la conciencia de todos los que pueden escalar socialmente y olvidan con rapidez sus raíces. O las mentiras, fruto de la desconfianza en nosotros mismos, que llegamos a utilizar para ascender en la sociedad. Los hermanos de Circe, Perses, Pasífae y Eetes, ocultan sus poderes a su propio padre, Helios, y a Zeus, por temor a ser castigados.

Prometeo, Glauco, Pasífae… todos forman parte de una mitología nacida hace miles de años, aunque reflejen la conciencia actual del ser humano; por eso son universales.

Madeline Miller, ha escrito una obra que encierra una serie de características distinguibles con facilidad: Con una narrativa sencilla aunque expectante, que nos recuerda en ocasiones a un cuento de aventuras por el héroe protagonista, la exaltación de la osadía o los cambios de suerte, la autora relata, entre otros, el viaje de Circe, convertida en Perses, por el estrecho de Mesina para llevar, con éxito, a Dédalo y su tripulación de vuelta a Creta «Los remeros se estremecían a causa del esfuerzo y del miedo, y los escálamos chirriaban a pesar de estar engrasados […] Ella golpeó la popa del barco. La cubierta reventó en astillas y un tramo de regala saltó por los aires […] pero lograron aguantar, y con cada momento que pasaba estábamos más lejos».

Está claro que la narración, presidida por seres fantásticos que conviven con humanos, se convierte en cuento maravilloso al exagerar las cualidades de algunos personajes, sobre todo los que rodean a nuestra protagonista para entorpecer constantemente sus actos, con prohibiciones o dificultades que extreman las características de un mundo sobrenatural: «Lo llamaban el monte Dicte. Ni siquiera los osos, los lobos o los leones se atrevían a transitar por él, solo las cabras sagradas, con sus enormes cuernos que se retorcían como caracolas.»

Pero aparecen monstruos que generan, como en un cuento de terror, acciones angustiantes en una atmósfera de inquietud que se traslada al lector aumentando su tensión, «Intenté retirar la mano, pero sus mandíbulas la tenían firmemente agarrada. Asustada, tiré. Los bordes de la herida se separaron y la cosa se deslizó hacia delante. Se agitaba como un pez en el anzuelo, y la porquería que soltaba llegó hasta nuestro rostro».

La novela recrea diferentes técnicas para completar la narración de un pasado, un presente y un futuro. Con las catáforas imprime expectación en el lector que, ávido de saber a quién se refiere la narradora o de qué aspecto trata, multiplica el interés por lo que está leyendo «Ella entró como una ola por mi puerta al siguiente anochecer; tenía los músculos de los hombros duros como piedras […] detrás de mí caminaba mi leona salvaje». Las prolepsis presentan una historia redonda del mito y satisfacen la curiosidad del lector que se entera de cómo termina, al tiempo que entiende cómo empezó todo gracias a las analepsis.

Con las digresiones sobre otros personajes o hechos secundarios, el entorno mitológico de Circe queda cubierto, pues consiguen que conozcamos a casi todos los que tuvieron contacto con ella, familiares, amigos o enemigos «Sabía que la amaba (a Penélope) desde el momento en que me había hablado de que tejía. Y, aun así, se había quedado, mes tras mes, y yo me había dejado engatusar […] todas aquellas noches en mi cama no habían sido más que sus mañas de viajero».

La narración está efectuada en primera persona por la propia Circe, de esa forma los sucesos adquieren verosimilitud ante el lector, sin que se dé cuenta de que, en ocasiones, la mitología está adaptada al nuevo contexto novelado. Es una metaliteratura, donde encontramos otra acomodación de la interpretación de los mitos.

Finalmente, al igual que en cualquier obra de ciencia ficción, el lector es capaz de adentrarse con Circe en realidades paralelas, como el océano más profundo o la burbuja que hace de la isla real Eea, donde se siente a salvo del peligro que supone su propia realidad. También Dédalo parte, en su caso, de la tecnología más rudimentaria para huir de su confinamiento. Consigue volar, ayudado por conocimientos científicos y plumas de animal, aunque su atrevimiento será castigado por los propios dioses. Esta nueva realidad, las profundidades del mar o el cielo surcado, no son sino deseos pasados de un hombre hechos posibles en un presente, desde la ciencia.

En la tortura eterna de Prometeo, en el cambio a humano de algunos inmortales o a dios de algunos hombres, observamos el interrogante que la autora imprime en los lectores sobre asuntos trascendentes para la humanidad, como el paso del tiempo, la vida o la muerte.

Esta incógnita está presidida por una atmósfera de ahogo, en el inexplicable temor que sentimos en el parto de Pasífae, quien da a luz al Minotauro, o en la muerte de Ulises causada por su propio hijo para conseguir que se cumplan las leyes del destino. Sólo la propia naturaleza será la encargada de actuar como salvaguarda a los asaltos sufridos por los demonios que nos atacan; por eso Circe necesitará el contacto con las flores, con la vegetación, para ser consciente de su poder, «Aprendí que el mejor momento para cosechar mis plantas era bajo la luna […] ese fue el instante en que me sentí bruja por primera vez».

Pues llegados a este punto, yo me pregunto, fruto de mi ignorancia, ¿no será la mitología, al menos, la antecesora de la ciencia ficción? Puede ser, o no, da igual. Lo importante es que Miller se adentra en el mito de Circe para modelarlo en su espacio ficticio y conseguir que la venganza de esta diosa sea el resultado del sufrimiento al ver constantemente destrozados sus sentimientos. Circe es un personaje atractivo, que ayuda sin temor a las consecuencias, que apuesta por la libertad, aunque ésta conlleve la soledad, antes que seguir soportando humillaciones; que se va formando como ser humano con tareas propias de hombre, como la lucha, y de mujer, como la maternidad; que es inconformista e incansable en su preparación. Nunca abandona; trabaja, estudia, experimenta, se equivoca una y otra vez hasta alcanzar la perfección, que irónicamente encuentra en la imperfección del ser humano.

Madeleine Miller expone las relaciones familiares, las intrigas de los poderosos, y la fuerza ingobernable femenina en un mundo de hombres, en dos historias diferentes aunque paralelas en el recorrido; con un ritmo narrativo ágil, entretenido, divertido a veces, duro otras.

No quiero desvelar el argumento literal de Circe, merece la pena disfrutar de él en todo momento, pero la historia recreada, de esta maga inmortal, es una clara metáfora de la historia de la mujer; la propiedad de un padre o de un marido, capaz de razonar aunque haciendo prevalecer los sentimientos en una aceptación incuestionable de la supremacía masculina, que ha pasado por constantes humillaciones para conseguir migajas de lo que ella creía amor, hasta llegar a autodespreciarse, «la pena que hace a las de nuestra clase preferir ser una piedra o un árbol en lugar de ser carne».

Sólo cuando la mujer es consciente de que no es tratada como ser humano, puede adoptar una postura calculadora que le permita ser libre para tomar las decisiones que quiera; puede prepararse para luchar y defenderse de quienes intentan atentar contra ella, física o mentalmente, y puede decidir a quién y cuándo amará, sin importar las consecuencias, sin temer al dolor o a la muerte; puede ser implacable con quienes pretenden victimizarla y desplegar toda la ternura y sacrificio necesarios para conseguir que alguien a quien quiere sea feliz. Porque quiere. Y es libre. «El dolor eterno a cambio de unos cuantos años más para tu hijo mortal […] —Estoy lista– dije».

¡Brindemos por esta mujer!

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Celeste_Lightwood
 15 January 2020
Circe es la hija del titán y dios sol, Helios, y de la ninfa Perse, hija del titán Océano. Sin embargo, desde pequeña será marginada por sus hermanos Perses y Pasífae así como por parte de su madre, pues carece de poderes y no tiene ninguna capacidad especial. Además, su voz suena diferente y tampoco comparte la belleza de sus progenitores, lo que hace que sea despreciada por unos y por otros. Junto a su hermano pequeño Eetes, el único que parece comprenderla y apreciarla de verdad, viaja a una pequeña isla del mundo humano. Cuando Eetes se va del palacio de Helios para gobernar y Circe se quede sola, esta acudirá a menudo a esa isla, lejos de los insultos de su familia. Será allí cuando un día aparezca Glauco, un joven y exhausto marinero del que, poco a poco, se enamorará. Pero Glauco es mortal, es un humano normal, por lo que, desesperada, Circe intenta convertirle en dios a toda costa. Será en ese instante cuando descubra que, a pesar de lo que parece, en realidad por sus venas sí que corre magia: la magia de la brujería. Consigue convertir a Glauco en dios pero pronto se da cuenta de que lo que el marinero sentía por ella era puro afecto, no amor de verdad. Por lo que, cuando este se enamora de la bella ninfa Escila y rechaza a Circe, ella, furiosa, decide echar mano una vez más de su magia y convertir a Escila en un monstruo marino insaciable. Cuando Circe confiesa este horrible acto, Helios, con consenso de Zeus y el resto de Olímpicos, la exilia a una isla llamada Ea. Será allí donde aproveche su soledad para perfeccionar su don y convertirse en una de las hechiceras más poderosas.

Si sois unos locos de la mitología como yo y os gusta leer las historias de los dioses como si fuera una novela, sin duda Madeline Miller es la autora más indicada. Lo cierto es que yo no conocía nada de Circe, solo que era una hechicera hija de Helios y poco más. Me sorprendió que la autora escogiera para su siguiente novela a un personaje tan poco conocido entre el público no experto en el tema, sobre todo teniendo en cuenta que su gran salto al mercado fue nada menos que con Aquiles y la guerra de Troya, historia muy famosa y con todo tipo de contenido multimedia. Por tanto, la curiosidad que me produjo la elección de personaje fue otro de los motivos que me impulsaron a leer la historia. Circe es la protagonista indiscutible, por lo que la novela está narrada en primera persona. Desde que la exilian en Ea, rodeada de sus animales salvajes como lobos y leones, podemos ver cómo este personaje se va desarrollando, madurando al pasar de ser una niña ingenua e inocente a una bruja en plena facultad de sus poderes. Una lección importante y que me gustó mucho es que si llega a ser tan poderosa no es porque sea una diosa y porque los poderes sean innatos en ella, sino porque pasa muchísimos años practicando, ensayando, estudiando sobre las diferentes plantas y sus propiedades. La inmensidad de su capacidad mágica no le es innata, sino que es fruto de su esfuerzo, fuerza de voluntad y tesón.

De la mano de Circe conoceremos a personajes muy importantes de la mitología griega como a Pasífae, su hermana, que os sonará por ser la legendaria reina de Creta y madre del Minotauro. Cuando a Circe se le perdone temporalmente el exilio para acudir a Creta a ayudarla con el parto, también conoceremos a Dédalo, el brillante artesano que construyó el Laberinto del Minotauro, y a su hijo Ícaro, el muchacho que voló demasiado cerca del sol con sus alas unidas por cera. También conoceremos, por supuesto, al rey Minos, el poderoso monarca de la isla. Otros personajes relevantes son Prometeo, al que Circe conoce cuando todavía es una niña puesto que asiste al castigo que le imponen los dioses por regalarle el fuego a los mortales; somos testigos del nacimiento del monstruo Escila que vive en el remolino de Caribdis y se alimenta de todos los barcos que pasan a su lado; también a Jasón y Medea, la hija de su hermano Eetes, cuando estos desembarquen en la isla de Circe para pedir ayuda; y, por último, nos encontramos con nuestro viejo amigo Ulises (Odiseo en la traducción) que también desembarca en Ea y, posteriormente, con su mujer Penélope y su hijo Telémaco.

Respecto a los personajes, la evolución de Circe es espectacular. Con el paso de los (muchos) años se vuelve más sabia y es capaz de aprender de sus errores. A pesar de su enorme poder, es una bruja sensata que sabe cuándo y qué batallas librar. Aunque toda esta sensatez desaparecerá cuando nazca su hijo, Telégono, por el que luchará sin importar las consecuencias de sus actos. En este sentido, se muestra la maternidad con sus pros y sus contras, llena de alegrías y se sufrimiento, no solo contando la parte buena de la misma. Madeline Miller nos presenta a la diosa, a la bruja, a la mujer y a la madre, incidiendo de una manera brillante en cada una de sus facetas. al igual que pasaba con Aquiles, la autora tiene una gran capacidad para humanizar a sus personajes, incluso a los dioses. Esto te permite empatizar con ellos y comprender el por qué de sus decisiones. A pesar de esto, aunque admiro el retrato que se hace de Circe, es una protagonista con la que no llegué a conectar. Circe en ocasiones me resultaba voluble e impulsiva, se dejaba llevar más por los sentimientos que por la razón. Sin embargo, esto a su vez significaba que en esos instantes era más humana que diosa, puesto que su exilio le permitió poder estar entre los humanos y conocerlos mejor, por lo que, si obviamos su poder, podía pasar por una mujer mortal. El otro personaje más relevante, desde mi punto de vista, en esta novela es el de Ulises. Como ya comenté en La canción de Aquiles, Ulises es un personaje que siempre me ha gustado. No obstante, siento que mientras que en la otra novela Miller mostraba la cara más amable, carismática y atractiva del héroe, en Circe nos describe la otra parte, la del soldado cruelmente astuto, sanguinario, egocéntrico, orgulloso y egoísta. Esto se va visualizando mientras él mismo cuenta sus propias heroicidades, pero es aún más evidente cuando sea Circe quien lo narre y quien tenga que dar una visión completa del verdadero Ulises. Esto me dejó bastante desconcertada porque parecían dos personajes diferentes, como si el Ulises de la canción de Aquiles y el de Circe fueran dos Ulises separados. También me gustaría destacar a Dédalo, puesto que es un personaje al que todos conocemos (o casi todos) y por primera vez, al menos yo, he podido leer al Dédalo más humano y no solo al genio que dejó boquiabierta a la Hélade. Por último me gustaría mencionar a Penélope por su fortaleza y su saber estar a pesar de las circunstancias y a su hijo Telémaco, un chico muy inteligente y con los pies en la tierra.

Madeline Miller no solo nos cuenta la historia de esta hechicera, sino que lo hace desde una visión evidentemente reivindicativa. Las mujeres en la Grecia Clásica siempre han sido representadas como las culpables de los males ajenos, sobre todo de los hombres, como seres egoístas, irracionales y que actúan de una manera impulsiva. Lo que sabemos de los grandes nombres femeninos (Helena, Afrodita, Medea...) son sus errores, que por su culpa se cometieron guerras y actos horribles. Lo que hace Miller es hablarnos de lo que hay detrás de esos actos, de por qué actuaron como lo hicieron. En Circe estas mujeres se representan, en efecto, con todas sus virtudes y defectos pero como bien nos retrata la autora, los actos que cometen se deben al rechazo que sufren, a que las ven como objetos de discordia y como máquinas de crear herederos que pueden ser usadas a placer, no como seres humanos. Por tanto, esta visión humanizadora que he comentado antes cubre a todos los personajes, a sus motivaciones, razones y vidas. Todas las mujeres que se comportan amoralmente lo hacen para sobrevivir en un mundo que es hostil para ellas. Esto se aprecia no solo en los personajes principales, sino, por ejemplo, en las ninfas que los dioses mandan a casa de Circe para que las meta en vereda porque son demasiado rebeldes.

Lo cierto es que la historia de esta novela me ha gustado por la forma en que la autora retrata a los personajes y esa parte de la mitología griega. Sin embargo, hay muchos puntos negativos para mí. El principal es que se me ha hecho lenta y pesada. Las primeras ciento cincuenta páginas (aproximadamente) las devoré de seguido porque estaba muy enganchada y quería saber más. Pero cuando es exiliada, todo se vuelve monótono y repetitivo. Es normal porque, al fin y al cabo, está sola y en una isla, por lo que no hay mucho que hacer. Pero creo que muchos capítulos en los que solo se limita a describir lo que hacía en su día a día y cómo recolectaba plantas para sus hechizos sobraban. Apenas hay acción, hay momentos muy específicos que se pueden contar como novedosos en la vida de soledad de Circe y eso hace que, como lector, termines aburriéndote de que no suceda nada interesante. Incluso la llegada de Ulises, que yo esperaba con ganas, termina tornándose repetitiva. Esto es comprensible porque, como ya he dicho, al estar exiliada no hay mucho que Circe pueda hacer ni mucha acción que contar, pero eso no quita que a veces resulte tedioso. En cuanto al final, a mi en lo personal me ha resultado desagradable. Sé que eso sucedió de verdad en la mitología y que, por lo tanto, era necesario incluirlo debido a que Miller hace lo posible porque sus relatos sean lo más veraces posibles a la historia y tenga poca licencias creativas, pero, de todas formas, a mi me repelió bastante.

Por último, comentar que la pluma de la autora es magistral como siempre. Es una gozada leerla, a pesar de lo dicho más arriba, y sin duda es una manera estupenda de conocer la vida de personajes míticos sin leer puros libros de mitología divulgativa. La edición de Alianza es una preciosidad. Es en tapa dura con sobrecubierta (que, además, brilla en dorado) y en la tapa, por dentro, tiene un mapa la mar de bonito. La edición de España es una verdadera gozada y encima a muy buen precio.

Es una obra muy buena para aprender sobre mitología de una forma amena y bien narrada. Pero si no te gusta la mitología no es un libro que vayas a disfrutar, debido a su lentitud, monotonía y carencia de acción la mayor parte de la novela.
Enlace: https://notodoesfantasia.blo..
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ElrincondeLaura
 02 June 2022
📖 Circe, Madeline Miller.
🗓 Junio 2022
&#xNaN 4/5

Circe es el primer libro que leo de Madeline Miller. Lo empecé por recomendación de una amiga que sabe que me encanta la mitología en general y la griega y latina en particular.

Es cierto que al principio no me enganchó en absoluto y que tardé unas 100 páginas en meterme en la historia de esta diosa, pero una vez que me adentré ya no pude parar de leer.

Miller nos presenta a Circe desde su nacimiento y, aunque creo que el inicio es un poco lento, poco a poco vamos conociendo a una mujer fuerte, autosuficiente; una diosa que conocer su poder a través de la perseverancia: la hechicería. Conocemos la historia de una bruja, pero también la de una madre, una amiga y una amante que, bajo mi punto de vista no tiene ni una sola falta que ponerle. Admiro cómo la autora describe la fortaleza y el coraje que toda mujer tiene pero que se acentúa sin duda cuando se es madre: capaz de darlo todo, absolutamente todo por su propio hijo, su bien más preciado.

Pese a ser una obra mitológica, me ha hecho reflexionar: a través de la voz de Circe he descubierto que, quizá, ser diosa no es tan bueno como puede parecer a priori, que la inmortalidad puede resultar aburrida y que, al final, todo se reduce a ser valiente y vivir la vida que quieres, que siempre has querido, a pesar de lo que esté "escrito" para ti.
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Las críticas de la prensa (1)
ElPais22 March 2019
La novelista y filóloga estadounidense se suma a una larga serie de escritoras que, de Margaret Atwood a Toni Morrison, han recreado los mitos clásicos desde una visión que reivindica la voz de las mujeres.
Leer la crítica en el sitio web: ElPais
Citas y frases (120) Ver más Añadir cita
LeyendoyfrikeandoLeyendoyfrikeando20 January 2023
“»Cogen lo que quieren —continuó tras escupir en el suelo— y, a cambio, no te dan más que tus propios grilletes. He visto como te machacaban mil veces. Yo misma te he machacado. Y cada vez pensaba, ya está, ya hemos acabado con ella, se convertirá en piedra de tanto llorar, en un pájaro que grazna, nos abandonará, y tanto mejor. Sin embargo, siempre regresabas al día siguiente. Todos se quedaron atónitos cuando mostraste tus poderes como hechicera, pero yo hacía mucho que era consciente de que los tenías. A pesar de que te comportaras como un ratoncito llorón, yo sabía que no te ibas a dejar machacar hasta quedar hecha polvo. Tú los detestabas, al igual que yo. Creo que es de ahí de donde nacen nuestros poderes.”
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AliCeLAliCeL19 October 2020
Brides, nymphs were called, but that is not really how the world saw us. We were an endless feast laid out upon a table, beautiful and renewing. And so very bad at getting away.
The rails of my sty cracked with age and use. From time to time the wood buckled and a pig escaped. Most often, he would throw himself from the cliffs. The seabirds were grateful; they seemed to come from half the world away to feast on the plump bones. I would stand watching as they stripped the fat and sinew. The small pink scrap of tail-skin dangled from one of their beaks like a worm. If it were a man, I wondered if I would pity him. But it was not a man.
When I passed back by the pen, his friends would stare at me with pleading faces. They moaned and squealed, and pressed their snouts to the earth. We are sorry, we are sorry.
Sorry you were caught, I said. Sorry that you thought I was weak, but you were wrong.
(Capítulo 14)
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roberenicediazroberenicediaz10 February 2023
Humillar a las mujeres parece ser el pasatiempo predilecto de los poetas. Como si no pudiese haber historia a menos que nos arrastrásemos y sollozásemos.
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roberenicediazroberenicediaz10 February 2023
—La guerra siempre me ha parecido una opción absurda para los humanos. Ganen lo que ganen con ella, solo tendrán un puñado de años para disfrutarlo antes de morir. Y lo más probable es que perezcan en el intento.
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LeyendoyfrikeandoLeyendoyfrikeando20 January 2023
“—Te voy a contar la verdad de Helios y de todos los demás. No les importa que seas buena o no. Apenas les importa que seas malvada. Lo único que los hace escuchar es el poder. No basta con ser la favorita de tu tío o con complacer a un dios en la cama. Ni siquiera basta con ser hermosa, porque cuando te presentas ante ellos, te arrodillas y les dices: He sido buena, ¿puedes ayudarme?, ellos no hacen más que fruncir el ceño. Ay, bonita, las cosas no funcionan así.”
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