Warcross

Emika Chen es una joven que trabaja como cazarrecompensas. Ahogada en deudas, decide hackear la partida inaugural de los campeonatos mundiales de Warcross, un famoso juego de realidad virtual, pero es descubierta. Convencida de que van a detenerla, Emika se sorprende cuando en su lugar recibe una llamada de Hideo Takana, el creador de Warcross, con una oferta irresistible de trabajo que le cambiará la vida.

Este ha sido mi primer libro de Marie Lu, y aunque me ha gustado, me esperaba algo más. En esta novela la autora nos adentra en un mundo futurista de videojuegos y ciencia ficción.

El libro no está mal, es ameno y fácil de leer, sencillo, sin demasiadas descripciones y que va directo al grano. Por el tema de los videojuegos y la realidad virtual al principio me recordaba un poco a “Ready Player One” (libro que me encanta), pero luego no tiene nada que ver porque la dinámica de los videojuegos no tiene tanta importancia como parecía que iba a tener. Y la verdad es que me habría gustado saber más cosas de Warcross y que hubiese profundizado más en ese tema.

Lo bueno del libro es que es entretenido y que se lee rápidamente, tiene algo de acción y misterios que resolver, pero es previsible y la trama es un poco floja.
Otra cosa que no me ha convencido es la relación romántica, que me sobraba completamente. Muy instalove.

Al final del libro hay un par de plot twist que deja las cosillas interesantes para el segundo libro.

3,25/5

Para los millones de usuarios que se conectan en busca de adrenalina o por la euforia de experimentar un nuevo estilo de vida, Warcross es más que un juego; es una revolución. Emika Chen trabaja como cazarrecompensas rastreando a los jugadores que vulneran la ley. Y se trata de un mundo competitivo, por lo que un día asume un desafío muy arriesgado: hackear la partida inaugural de los campeonatos mundiales.

Convencida de que van a detenerla, Emika se sorprende cuando en su lugar recibe una llamada del hermético creador de Warcross con una oferta irresistible: introducirla en la próxima edición del torneo para investigar un fallo de seguridad.

En Tokio le esperan la fama y la fortuna.

Y el juego le ofrece una partida sin consecuencias...

¿Verdad?"




No he leído ningún otro libro de esta autora, pero he escuchado muchas cosas buenas, y este libro me llamó la atención enseguida. 

Personalmente me encantan los futuros distópicos, porque muestran tantas cosas que podrían pasar, y un futuro en el que todo gire alrededor de un videojuego suena interesante. 

Lo primero que te llama la atención es la protagonista, Emika. Con su melena arcoíris, su determinación, astucia e inteligencia, nos mete de lleno en la historia. Nos va contando poco a poco cosas de su vida,  su padre y de como llegó a ser una cazarrecompensas. 

Su primera gran hazaña es colarse en la retransmisión mundial del juego más famoso y hackearlo. Hasta ella misma se sorprende, ya que fue un impulso en un momento de desesperación. 

Pero de hecho parece ser lo mejor que le ha pasado en la vida. Hideo Tanaka, el inventor de Warcross se fija en ella y la contrata como medida  de seguridad, pero para ello tiene que darle acceso total al juego y a todos sus jugadores, ¿y qué mejor forma que hacerla participar?

Emika se ve de pronto entrenando para formar parte del juego mundial más televisado, mientras investiga quién está detrás de los fallos que se están produciendo en los controles. 


Después tenemos a Hideo, es frío, inteligente y difícil de alcanzar. Ha tenido un pasado complicado (como descubrimos a lo largo de la historia) que le ha llevado a convertirse en un genio multimillonario que no deja que nadie se acerque lo suficiente como para conocerle. Aunque sea tan frío, con Emi es más o menos amable desde el principio, lo que lleva a su inevitable romance. 

No me llega a convencer su personaje, pero veremos si en el segundo libro me cae un poco mejor. 


El libro engancha desde el principio. Está lleno de tramas interesantes y suspense, y no baja el ritmo durante la lectura, por lo que no paras hasta terminarlo. Y por supuesto, el final te deja deseando tener ya el siguiente libro para saber como continúa la historia. 

La acción y la tensión que se sienten durante la lectura son adictivas, así que no podréis dejar de leer hasta que lo terminéis. 

-Ali
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IMPRESIONANTE este libro no se puede definir de otra manera, me ha encantado desde la ambientación futurista del mundo, los personajes, la trama y menudo final estoy deseando leer la continuación.

Me gusta la ciencia ficción, pero cuando me encuentro joyas como estas, es como entrar a una fiesta hecha especialmente para mí.

Me ha encantado, realmente es un libro que te entrega una historia que, no solo está muy bien planteada, si no que tiene además un ritmo extraordinario, personajes estupendos, un mundo bien imaginado y todo envuelto en una realidad inexistente que bien podría ser cierta.

Es verdad que el planteamiento no es original, la realidad virtual la hemos visto en otras historias, desde hace mucho tiempo e incluso muchas de las cosas que se plantean en este libro en términos de ciencia ficción son cosas vistas y más que vistas, pero me parece a mí que Marie Lu ha tomado todos esos elementos conocidos para tejer una historia vibrante y realista.

No sería una buena historia de ciencia ficción si no tuviera un punto de crítica social, se nos plantea la paradoja de ¿hasta dónde puede llegar alguien con poder? ¿son suficientes los buenos deseos para justificar el uso indebido del poder?

La narrativa es maravillosa, esta autora realmente tiene una manera espectacular de plantear la historia, de no dejar nada en el tintero y de mantenernos absolutamente absorbidos en el libro, es fascinante que alguien pueda escribir un libro como estos, con tanto colorido, con tantos detalles técnicos, que tenga la imaginación para crear todo este mundo virtual y además mezclarlo con la realidad, fascinante.

Los personajes son geniales, tienen profundidad, tienen color, tienen claroscuros, son imperfectos, llenos de ego, de miedos, de problemas y al mismo tiempo tienen que ponerse en la tesitura de decidir hasta dónde llega la línea de lo que debe o no debe ser permitido, muero por el segundo libro, al final creo que no todos podrán mantener su ética porque como bien dicen aquí “todo el mundo tiene su precio”. Más allá de eso, las razones de perdidas personales que se le da a la justificación del bien y del mal me ha fascinado.

Han quedado incógnitas, han quedado muchas cosas sin resolverse y sin conocerse y de verdad que necesito leer el segundo libro al modo de ¡ya! Porque si no me va a dar algo.

Amé a los personajes, realmente me han encantado, Hideo es un personaje realmente intrigante por donde se le mire, Emika es otro personaje que tiene tantos lados, no he terminado de decidir si ella me gusta o no, creo que es al personaje que más he podido comprender, tal vez porque el libro este contado en primera persona, pero no estoy segura de me gusten totalmente sus motivaciones. Zero ha sido toda una revelación y hay personajes que en apariencia son pequeños pero que creo que van a tomar una relevancia mayor en el siguiente libro.

Todas las partes que maneja del torneo son absolutamente geniales y al final necesitamos conocer de qué lado se encuentra la balanza y encontrar quién es el menos malo de la historia.

Buenísimo, así, punto, este libro es absolutamente genial.

Historias como la de Ready Player One o el anime Sword Art Online pueden venir a la mente tras leer el argumento de Warcross. Si sois fans de estas obras, puede que este libro os guste, pero también es verdad que las comparaciones son odiosas y que Warcross puede quedarse algo flojo frente a ellas.
La narración de Lu es bastante ligera y las páginas se pasan volando. Hay bastante acción y algún misterio que te anima a seguir leyendo. Sin embargo, si lo que buscáis es la inmersión en el videojuego o una ciencia ficción un poco más técnica, no lo vais a encontrar. El worldbuilding no es la parte en la que más se ha querido centrar la autora, que ha priorizado el desarrollo de una trama que explota en los últimos capítulos, incluyendo giros argumentales que, aunque algo predecibles, dejan la puerta abierta para una segunda entrega que promete bastante acción 🔥

En resumen, si os llama mínimamente la atención y buscáis algo ágil y entretenido, Warcross es una buena opción, pero si tenéis ganas de algo más complejo y profundo, mejor escoger otra lectura 🤓

de la autora ya había leído Batman Nigthwalker y me fascino, entonces tenia muchas expectativas con ella y la verdad es que las supero ampliamente.

"Para ellos, Warcross es mucho más que un juego, es un modo de vida."

El libro nos narra una sociedad adicta a la tecnología y a Warcross, un juego de realidad aumentada. El mundo en el que entramos, es impresionante, la posibilidad de que todo eso ocurra me encanto.
Conocemos a Emika Chen la protagonista, una joven huérfana, cazadora de recompensas y una hacker magistral. También vamos a conocer a Hideo Tanaka, el creador del juego y de todo lo que conlleva, un joven, serio, formal, inteligente y con un pasado que le pesa.
La historia comienza con Emika, interrumpiendo el gran juego inaugural de Warcross, a través de una falla que encontró. Convensida de que será arrestada por su intromisión ilegal, no puede creer cuando Hideo se contacta con ella para pedirle que participe del Campeonato Internacional, para detectar un problema de seguridad.
Nos movemos de New York a Tokio y viajamos por la realidad virtual con los lentes Neurolink, también viajamos a lo mas profundo del Dark World.
A lo largo de los capítulos, vamos viviendo con Emika su vida, entrenando para Warcross, investigando para Hideo, conociendo a nuevas amistades y posibles amores.
Tiene un final que te deja con ganas de más, por suerte tengo el segundo libro para continuar leyendo.

La verdad es que me ha encantado y no solo porque trate el tema de los videojuegos, sino también porque la protagonista es una chica, porque SI las MUJERES también jugamos a videojuegos. Y luego que decir de la historia, me atrapó desde la primera página y dios mío que final, estoy deseando leer el segundo libro.
Emika Chen es una simple cazarrecompensas pero su vida cambia cuando decide hackear la partida inaugural de los campeonatos mundiales de Warcross (un videojuego inmersivo al que te conectas gracias a las neuroenlace, una especie de gafas de realidad virtual) ya que su identidad es descubierta. Pero en vez de detenerla el joven creador del videojuego la contrata para que averigüe a qué se deben los últimos fallos de seguridad del juego.
La verdad es que el libro me gustó mucho ya que como gamer que soy, me encantó la manera en la que la autora creo el mundo y el funcionamiento del videojuego. También me gustó el misterio creado en torno a Cero y sobre todo el final ya que te cambia la manera en que veías a algunos personajes. Lo que no me gustó fue la trama romántica, para mi gusto demasiado predecible y la verdad es que no me gustó Hideo en ningún momento, sus comportamientos eran contradictorios muchas veces y sentía que escondía algo.

Emika Chen es una chica que no ha tenido mucha suerte en su vida. Vive en un pequeño piso de alquiler con Keira, y se gana la vida como cazarecompensas. Aunque parezca que eso puede generar bastantes ganancias no es así, ella está a punto de perder su otro trabajo, el de camarera, junto a su piso debido a la deuda de alquiler. Por ello, cuando ve la oportunidad de hackear Warcross en un camlpeonato mundial para llevarse un artefacto y sacar tajada de él, lo hace sin pensar las consecuencias. Warcross es un modo de vida, todo el mundo pasa mayoritariamente sus horas enganchado a este juego virtual, y ella es fan de su creador. Pero los planes de Emika no salen como ella esperaba. Su intrusión en el juego la deja expuesta tanto a la gente que está viendo el campeonato como a los jugadores y a su creador al que tanto admira, Hideo Tanaka. Emika tiene miedo de lo que pueda pasar, pero recibe una inesperada llamada que la hace adentrarse en el campeonato mundial para llevar a cabo una misión para el propio creador. Pero ella no sabrá lo que esconde Warcross hasta que llegue al final y ya sea tarde.
Warcross me parece una mezcla perfecta entre lo real y lo virtual, siendo realista en lo que podríamos llegar a ser en nuestro futuro. El libro está narrado en todo momento a través de los ojos de Emika, nuestra protagonista, y con ella descubriremos su modo de vida, sus motivaciones para hacer lo que hace, y sobre todo su pasado. Ya desde los primeros capítulos nos adentramos en su vida, y nos lleva a su mundo. Desde la primera página, surge una necesidad de conocer mas allá de ese mundo, y sobre todo de ese juego virtual al que todo el mundo no para de asistir. El libro, a pesar de ser primera parte, no se siente nada introductorio, y en todo momento te mantiene con un ritmo constante y en tensión, descubriendote pequeñas dosis de información para que vayas avanzando en la investigación de Emika. Hacia la mitad del libro se generan unos giros argumentales que te dejarán en tensión, y los secretos que se van desvelando hacia el final del libro te dejarán con la boca completamente abierta.

Aunque la historia engancha, y me ha gustado bastante, es cierto que hay algunas cosas que no me terminan de convencer. Sinceramente no me creo que Emika fuera capaz de hackear lo que hackea, no me lo termino de creer. Luego hay algún que otro agujero argumental, personajes que pasan de no ser nada o poco, a ser importantes. Lo que sí me ha gustado ha sido el giro final que le ha dado otro tinte a la historia, aunque no me creo a ese personaje capaz de hacer eso.

En definitiva, la historia engancha desde la primera página. Marie Lu te introduce dentro del mundo de Warcross sin darte cuenta, y hace que te enganches a la tensión de la trama con unos giros que te dejarán con la boca abierta. Un mundo virtual donde no todo es lo que parece.
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Como persona que juega a videojuegos habitualmente y futura ingeniera informática, sabía que este libro era para mí nada más conocer el argumento del libro. El problema es que estoy en una etapa rara y no estoy comprando ningún libro en físico (ni en digital), así que sabía que este título iba a estar en lista de espera durante bastante tiempo. Por suerte, mi pareja me lo regaló hace poco y he podido disfrutarlo por fin.

Warcross es el juego de realidad virtual más importante del mundo y todos los años se celebran campeonatos mundiales. Nuestra protagonista Emika es una cazarrecompensas con problemas económicos importantes, así que decide hackear la partida inaugural de los campeonatos mundiales de Warcross de ese año. Sorprendentemente, en lugar de ser arrestada, Emika recibe una llamada del creador de Warcross, Hideo Tanaka, para contratarla y que investigue ese fallo de seguridad, entre otras cosas.

La trama es muy interesante y nos lleva a un mundo peligroso y a unos juegos que pueden volverse mortales. Hasta ahí todo bien pero me ha sabido a poco el avance de los acontecimientos, además de predecibles. Hay dos sorpresas importantes en este libro y adiviné las dos (una más tarde que otra pero mi cabeza se dio cuenta). Igual le estoy dando demasiada importancia pero esperaba algún que otro giro argumental más impactante…y no llegó. El final te deja con ganas de más porque ya llegamos a una parte importante de la historia, donde empieza lo interesante de verdad. Creo que esta primera parte ha sido un aperitivo en este mundo de Warcross y que el segundo libro estará cargado de más tensión y más sorpresas.

Los personajes me gustan, pero no he logrado conectar del todo con ninguno. Emika me ha encantado porque me parece un personaje muy inteligente, aunque a veces no tome unas decisiones coherentes pero está en la edad de ser como es. Es un personaje con mucho potencial y creo que todavía puede dar mucho más de lo que hemos visto. Hideo es un personaje frío, que mantiene las distancias por su pasado y que tiene las ideas muy claras. Vemos una evolución como jefe en la relación con Emika. Los personajes secundarios, como los compañeros del equipo de Emika, tienen un carácter definido pero no me han dicho nada. Intentaba que me agradaran o me desagradaran pero me han dado un poco igual. Espero que esto cambie en la segunda entrega y podamos conocerlos mejor.

La historia de amor que se crea, no diré entre quienes aunque sea un poco evidente, me ha parecido algo…¿forzada? ¿rápida? No sé. Obviamente, esta relación tenía que pasar para que el impacto y decisión final tome su importancia y se sea consciente de la gravedad del asunto, pero no me ha parecido muy natural.

La pluma de la autora si me ha encantado, se expresa muy bien y me gusta como explica las situaciones. El proceso de documentación también me ha parecido impresionante, ya que viajamos a Japón tanto en el libro como en nuestras mentes. También el tema de la tecnología y su avance y el impacto de todo esto en el mundo está perfectamente reflejado, como si fuera algo real. Es más, trata también temas reales y fuertes que vivimos en la sociedad.

Warcross ha sido un gran descubrimiento y, aunque esperaba más, me ha gustado el enfoque que se ha dado. Ya estoy deseando leer la segunda parte.
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¿Qué pasaría si viviésemos en un mundo donde los juegos de realidad virtual no fuesen imperfectos, sino que se sintiesen tan auténticos como los que experimentamos en sueños? Si ya no necesitásemos grandes y pesadas gafas para acceder a ellos. Si existiese un juego al que 90% de la población joven accediese regularmente, en el que se celebran grandes torneos a los que todos quieren participar y en el que los jugadores profesionales son considerados celebridades. Hoy quiero hablarles de Warcross de Marie Lu, una fascinante y adictiva novela donde la línea que divide la realidad del mundo virtual cada vez es más difusa.

"Todo es ciencia ficción hasta que alguien lo convierte en ciencia real"

Esta es la historia de Emika Chen, una joven hacker de dieciocho años que sobrevive en Nueva York trabajando como cazarrecompensas, persiguiendo a criminales que cometen delitos cibernéticos como apostar en Warcross y a los que la policía no tiene tiempo o recursos para buscar activamente y utilizan a personas como nuestra protagonista para hacer el trabajo sucio. Aunque podría utilizar su talento para la informática de otra manera, Emika se ha quedado sin otras oportunidades por unos antecedentes judiciales que le cierran la puerta del mercado laboral y un montón de deudas, algunas de ellas heredades de su padre, que murió cuando ella tenía solo once años.

La vida de Emika cambia cuando desesperada, decide hackear la ceremonia inaugural del torneo de Warcross, pero por error lo que debía ser un movimiento anónimo que le permitiría ganar lo suficiente para evitar perder su hogar, expone su verdadera identidad ante todo el mundo. Segura de que la enviarán a la cárcel, no puede creer su suerte cuando recibe una propuesta del mismo creador del juego Hideo Tanaka, a que viaje a Tokio para que trabaje para él.

"Hideo creó la mejor conexión cerebro-ordenador jamás diseñada. Unas elegantes gafas: las NeuroEnlace".

Emika no es la única que ha logrado vulnerar la seguridad de Warcross, hay otro usuario al que se le conoce como Cero que también ha logrado acceder sin autorización al juego y manipularlo, algo que debería ser imposible, así que Hideo Tanaka el joven que con 11 años inventó la tecnología que ahora todo el mundo usa, quiere que Emika usando su experiencia como cazarrecompensas lo encuentre y descubra sus planes. Para ello, hace que la joven se convierta en uno de los jugadores novatos que puede acceder al torneo más seguido por toda la humanidad.

Así, nuestra protagonista pasa de estar endeudada por encima de sus posibilidades, a tener la oportunidad de ganar tanto dinero que, si encuentra a Cero antes que los otros cazarrecompensas implicados, podría vivir cómodamente sin preocuparse nunca más. Para Emika, es la ocasión perfecta para empezar de nuevo, así que cuando es seleccionada para estar en uno de los equipos oculta a plena vista y con la oportunidad de estudiar a los otros jugadores, empieza su doble misión, mantener a su equipo por todo el tiempo posible en el torneo, para así poder encontrar al otro hacker y tratar de detenerlo.

Si bien es cierto que ver como Emika se integra a su equipo me gustó muchísimo, esa dinámica de pasar de trabajar en solitario a aprender a compartir con otros durante esas maravillosas partidas de Warcross y entrenamientos, lo que realmente más me gustó es ver cómo se va desarrollando la relación con Hideo, el joven reservado que parece soportar una gran responsabilidad, pero sobre todo muchos secretos.

"Toda puerta cerrada tiene una llave".

Con una ambientación fabulosa que nos lleva a disfrutar desde Nueva York a Tokio bajo una película de realidad aumentada, a los espectaculares escenarios donde se desarrollaran las diferentes partidas de Warcross (en el que cada uno es más impresionante que el anterior) es maravilloso ir descubriendo el pasado tanto de Hideo como de Emika, que nos ayudará a comprender sus motivaciones y su visión del mundo. Mención especial merecen tanto la edición de Nocturna, como la excelente traducción de Noemí Risco Mateo que hace que olvides que estás leyendo un libro que no fue escrito originalmente en español.

Realidad virtual, realidad aumentada, transmisión de pensamientos e incluso de sentimientos, lugares brillantes y los lugares oscuros que se esconden bajo estos, amistad y amor. Warcross es una historia adictiva que nos propone un futuro que parece cercano, donde nada es lo que parece y que tiene el tipo de final que además de invitarte a reflexionar te hace desear tener la segunda parte a la mano. Si les gustan los juegos, desean conocer a una protagonista maravillosa o quieren ver hasta qué punto la tecnología puede moldear nuestras vidas los invito a leerle la novela, creo que Marie Lu los sorprenderá y fascinará en parte iguales.
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