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Críticas sobre Matar a un ruiseñor (107)
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Loreto
 26 June 2021
Un clásico entre los clásicos, el libro recomendado por todos y que siempre se quedaba entre los pendientes. Este año lo leo, me decía, pero siempre se cruzaba algún otro, y ahí se quedaba, en la estantería, aburrido de esperar. Pero de este año no ha pasado. Por fin, lo he leído. Y no puedo decir otra cosa que MARAVILLOSO. Me ha encantado.

La trama está ambientada en un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, donde las calles y los vecinos están nombrados en conmemoración de los héroes de la Confederación (sí, el bando perdedor de la guerra de Secesión americana). A través de los ojos de una niña de ocho años conocemos los entresijos de una comunidad cerrada, aferrada a sus tradiciones, con sus bondades y sus defectos, con su hipocresía y su espíritu de comunidad, que a veces es positivo y otras no tanto. Y estamos hablando de los años 30 del siglo XX, por lo que si a esto le añadimos un toque de color (y nunca mejor o peor dicho) nos encontramos con una bomba de relojería. Y la inocente Scout se ve obligada a madurar aun a su pesar, a ver el lado real de la vida y a aprender que nada es negro o blanco, sino que tiene escalas de gris.
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alf
 02 May 2021
Este libro es una nueva traducción que la editorial Harpercollins publica con motivo de la aparición de la secuela de este clásico de la literatura estadounidense, quizá más conocido por la adaptación al cine protagonizada por Gregory Peck.

Es una magnífica novela, ganadora en su día del Pulitzer, que narra las relaciones sociales en una pequeña ciudad de Alabama en los años treinta, a través del juicio a un hombre de color por la violación de una mujer blanca. Se refleja perfectamente el racismo imperante en esa época, pero a la vez muestra como algunas personas intentaban cambiar las cosas, dentro de los límites que imponían unas normas sociales que dejaban poco espacio a los que no admitían la segregación. Un gran libro que parece que tiene muchos aspectos de autobiografía.
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Mireialectora
 03 November 2020
Nunca es tarde para llegar a un buen libro. 'Matar a un ruiseñor' es una clara muestra de ello.

Disfrutar de la literatura sureña y no haber leído a Harper Lee todavía no tenía perdón. Pero el caso es que fue un flechazo inmediato, desde las primeras líneas, esas en las que Scout nos presenta a los personajes, su barrio y su época.

Publicada en 1960 y situada tras la Gran Depresión en un pequeño pueblo de Alabama, Lee le otorga la voz de la narración a Scout, una niña de 6 años con gran capacidad de observación. Es hija de un abogado viudo, Atticus Finch, volcado en su trabajo pero también en la educación de sus hijos, a los que se empeña en transmitir unos valores muy diferentes a los habituales en esa época y lugar.

Toda la temática social del libro, la denuncia racial, del sistema educativo, la pérdida de la inocencia, la importancia de la integridad moral, el respeto por la diferencia y la dignidad. En fin, todo el trasfondo profundo y rico que, sin embargo, Harper Lee hila sin que la novela pierda ritmo ni frescura, incluso con un exquisito toque de humor de vez en cuando, la convierte en adictiva.

Los personajes principales, con tantos matices que casi parece que los conocemos de verdad; los personajes secundarios, ninguno de relleno, todos tienen su importancia y valor en la trama. Todos ellos conforman un universo tan real que se entiende el impacto de la novela desde su lanzamiento hasta hoy en día.

Y ese final... El corazón encogido y ganas de volver a empezar la primera página de nuevo. Qué hábil Harper! Cuánto ingenio y talento inunda esta novela!
Sin duda, los Finch se ganaron un lugar de honor en mi biblioteca.
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Paloma
 12 April 2018
Sigue siendo un misterio para mí entender como uno puede amar u odiar un libro. Algunas veces la forma de escribir del autor puede funcionar y otras no; en otras ocasiones, la trama o los personajes atraen al lector y otras no se encuentra atractivo en ninguno de los elementos. A fin de cuentas, la literatura es un arte y el arte es subjetivo, es sobre las emociones y sentimientos. Supongo entonces que la clave para que un libro nos guste o no descansa en el interés y el contexto del lector.

Una de mis mejores amigas me dijo que no le había gustado para nada Matar a un Ruiseñor ya que lo había encontrado lento y aburrido y que nada sucedía. Y, debo decir, que no estaba equivocada -en términos de acciones o giros de trama, es verdad que nada sucede. Pero a mí el libro sí me gustó, lo cual incluso me sorprendió toda vez que hay ocasiones en las que he criticado libros que siento que son una pérdida de tiempo porque no hay nada de acción. Sin embargo, la belleza de este libro se encuentra en los personajes, en su coraje e inocencia, en su actitud en la vida.

Los primeros capítulos son una recuperación de los recuerdos de infancia de Scout Finch, una niña que vive en un estado sureño de EUA. Scout vive con su hermano mayor, Jem y son muy cercanos, habiendo perdido a su madre muy pequeños. Su padre Atticus es un abogado quien los cuida con cariño y es una fuente inagotable de sabiduría y guía. Viven también con Calpurnia, una mujer de color que los ayuda y que no tiene miedo de reprenderlos cuando es necesario -ella es como otro miembro de la familia que es muy querida por los Finch.

Es en este pequeño pueblo que los niños crecen rodeados de vecinos misterios; viejitas enojonas; maestras necias; y compañeros complicados. Cada día está lleno de aventuras, por lo menos aquello que lo constituye para niños de nueve y seis años. Por ejemplo, los Finch pasan varios meses planeando cómo hacer salir a Boo Radley, un hombre que vive recluido con sus padres y de quien los niños piensan es detenido en contra de su voluntad en su casa, imaginando que lo maltratan o que es básicamente un asesino en serie. Pero lo más importante para ambos niños es poder ver a la persona que es un misterio, con sus propios ojos y para ello inventan una serie de tretas con el propósito de lograrlo. Acompañar a los Finch en estas aventuras me permitió revivir la pureza de la niñez, recordando qué fácil era cuando yo era una niña, encontrar diversión en cada árbol, piedra o lugar que estuviera disponible; cómo la imaginación volaba para reconstruir las historias más divertidas sobre otra gente; y la emoción de hacer cosas “prohibidas” (como perseguir perros o tratar de entrar en casas abandonadas). Todo era fácil y emocionante y como niño, no se actuaba de mala fe… simplemente, así es la infancia.

Eventualmente, Scout y Jem enfrentan una situación complicada -su padre Atticus debe defender a un hombre negro acusado de violar a una mujer de color. Ahora bien, la historia se desarrolla en 1930 en el sur de Estados Unidos, época en que el racismo estaba muy vivo y era la norma. En la escuela, en las calles, e incluso por su propia familia, los niños y Atticus son molestados y criticados -a Atticus le llaman un “amante de negros”. Scout se molesta mucho y se pelea con quien quiera que ofenda a su padre. Sin embargo, Atticus siempre le dice que pelear no es la respuesta y su actitud está basada en la justicia e intenta enseñarle eso a sus hijos. En un mundo tan complejo, Atticus cree firmemente que:

"Uno no entiende a los demás hasta que no considera las cosas desde su punto de vista; hasta que no se mete bajo su piel y camina con ella por la vida".

El juicio dura varias semanas y en ese tiempo, Atticus enseña a sus hijos lecciones de vida importantes -no en palabras sino a través de sus actos. Es un año que cambia sus vidas por completo y esto nuevamente, me hizo recordar como mis padres, y mi papá, me enseñaron sobre la vida, sobre la justicia y sobre crecer y ser responsable de mis acciones desde una edad temprana:

"Antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno”.

Debo confesar también que me enamoré un poco de Atticus Finch -y honestamente no recuerdo haberme enamorado antes de algún personaje hasta el día de hoy. Atticus es más que un hombre: es un ser humano integral, quien reconoce la humanidad en otros y respeta a hombres y mujeres por igual. Atticus es el ideal de cómo deberíamos tratarnos los unos a los otros y cuya forma de ser podría garantizarnos una paz muy necesaria.

Regresando a mi comentario inicial, creo que es cierto -lo que se narra en los primeros capítulos de este libro no se relacionan directamente con el giro principal de la trama -el juicio del Sr. Tom Robinson- así que puedo entender porque esto puede no ser del gusto de todos los lectores. Este libro me hace pensar si me hubiera gustado de haberlo leído en otra edad o en otro periodo de mi vida. Quizá no, ¿quién sabe? Los gustos de los lectores son muy variados y diferentes y ésta es la belleza de los libros.

En este caso, la novela de Harper Lee me atrajo en un nivel muy personal -es una historia que me recuerda de tardes calurosas de verano, de juegos infantiles, de mi familia y las cosas locas que hacíamos. Mientras leía, a veces caía en una especie de ensoñación de los recuerdos de mi niñez. Esta historia es, en mi opinión, profundamente humana que me conmovió y renovó la esperanza, en cuanto a que es posible actuar de forma justa y que, sin importar las circunstancias, recuerda que depende de cada individuo actuar en el mejor interés de sus semejantes.
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Book_worm
 16 February 2022
Jean Louise Finch (Scout) evoca una época de su infancia en
Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar.
Está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad.

Hay que destacar a Atticus Finch, padre de nuestra narradora que ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados.

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Respecto a la pluma de la autora, hay que decir que transmite calided a pesar de que el tema principal es el racismo. Y no es hasta la segunda parte de la obra donde se nota más la tensión narrativa. Mientras tanto Harper Lee crea un ritmo ligero y seguido.

Y yo solo puedo recomendar el libro, porque va a ser uno de esos que se quedan grabados en mi memoria.
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YiyiAG
 06 February 2022
Con una narración sencilla, Matar a un Ruiseñor primero te lleva a conocer muy bien a los personajes principales y sus vecinos para luego lanzarte de lleno a la controversia, pues en él se tratan temas tan polémicos como la violación, la injusticia racial y la destrucción de la inocencia. Es una critica social a la epoca hecha desde la inocencia de una niña.

Este libro te absorbe, te conmueve y te lleva a reflexionar un montón.
Quizá es la eterna lucha entre el bien y el mal, pero se ganó mi corazón desde el primer momento.
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Miren
 27 January 2022
Aunque no he terminado algunos retos del año pasado a tiempo, me he propuesto terminar las lecturas de los mismos. En esta ocasión este libro me ha servido para casi todos mis retos y es que, en mi propósito de leer las obras clásicas o imprescindibles, encontré el momento de leer esta obra, muy conocida por su adaptación cinematográfica. Todavía no la he visto, pero eso se solucionará próximamente, ya que esta novela, aunque al principio me resultaba un poco anodina, según iba desarrollándose la trama principal iba ganando en interés y la ambientación de ese pequeño pueblo del sur estadounidense pareciera que se personifica en la trama. Aunque su disfrute ha sido por vía auditiva (he escuchado su audiolibro) he salido satisfecha, ya que ayuda a entender un problema social que todavía está vivo, con el colectivo afroamericano o con cualquier otro colectivo marginado, en tierras americanas o de otro continente...
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Erickramoss
 21 December 2021
Inicialmente tenía cierto temor de leer este libro por qué había leído tantas cosas bonitas de el, que mis expectativas eran altas y no quería terminar decepcionado... Pero sin duda es un libro muy bueno y que merece es lugar en los "Libros Clásicos".
Tenemos una historia narrada por Scoutt una niña de 8 años aprox. Que nos va contando cómo es su vida , educación y todo lo que ella va aprendiendo al pasar los años. Sin duda es una historia con una variedad de personajes de los cuales unos son amados y otro que no tanto pero que son parte fundamental para que la historia resulte agradable e interesante.
Algo también que me encantó fue la forma en que está narrada la crítica social, sobre la segregación racial, económica e incluso la religiosa lo cual va generando ciertas situaciones que dejan una gran lección al lector aparte que son temas que siguen muy vigentes. Sin duda no encontré nada negativo que discutir sobre el ya que lo disfrute de principio a fin, aparte que los personajes van mejorando a lo largo del libro.
Consideró que es uno de esos libros que todes tenemos que leer en algún punto de nuestras vidas por lo bueno que es...
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sonechka
 16 May 2021
A veces las novedades me ponen ojitos, pero hay tantos clásicos que no he leído que pienso que aquellas pueden esperar.

De "Matar a un ruiseñor" ni siquiera había visto la película y junto a @novela_y_accion he descubierto una historia dolorosa, pero tierna y muy divertida a ratos, sin caer en sentimentalismos. Harper Lee nos enfrenta a toda nuestra hipocresía y prejuicios, algo que no hemos superado y que todavía avergüenza (creo que es un libro dirigido a personas blancas porque no cuenta nada que las personas no blancas no sepan o no hayan vivido). Lo hace desde la mirada de una Scout adulta entremezclada con la Scout de la infancia, y esta ha sido una de las cosas que más he disfrutado. La autora retrata la desigualdad que llega hasta las instituciones del sistema y plantea dudas sobre la eficacia del tribunal del jurado, la proporción de las penas, los principios del derecho penal o la fiabilidad de los testigos oculares. Señala con claridad la discriminación a la que es sometida buena parte de la población, pero también se puede distinguir incluso la discriminación múltiple que vive otra parte.

Y después de todo esto #mataraunruiseñor no se va a convertir en uno de mis favoritos de este año por uno de sus protagonistas: Atticus Finch. Atticus es honrado, justo, abogado intachable, buen vecino y buen padre. Tanta bondad me resultó casi irreal y eso estropeó un poco la experiencia, pero en general ha sido una lectura muy emocionante.
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Rosa_Halcombe
 05 March 2021
Acabo de terminar Matar a un ruiseñor y estoy llorando como una magdalena. Si es que los clásicos siempre son apuesta segura cuando uno busca una historia que llegue bien adentro... ¡Y pensar que lo empecé hace veinte años y lo abandoné aburrida a la tercera página!

Ya sabéis que me gusta comenzar a leer los libros sin saber absolutamente nada de la trama, y en esta novela vale especialmente la pena dejarse sorprender por lo que va pasando. Primero, por la voz narradora, la de la inolvidable Scout, una niña de seis años a quien acompañaremos durante dos o tres veranos en sus andanzas por un pueblo de Alabama en la década de 1930 junto con su hermano Jem y su amigo Dill. Por un momento no sabemos muy bien por dónde irá la historia; se intuye la presencia amenazadora de un vecino encerrado en su casa, al que nadie ha visto en años, y poco a poco cobra protagonismo otro personaje: Atticus Finch, el padre de Scout, abogado de profesión. Sin embargo, durante unas cuantas páginas la cosa parece que no va más allá de una colección de momentos vividos durante la infancia de los niños, narrados de una forma especial, eso sí, pues Scout es una niña muy perspicaz, con una manera de ver y contar las cosas que me ha parecido muy graciosa. Sin embargo, poco a poco vamos viendo pinceladas del tema principal de la novela: el abismo que mediaba entre blancos y negros en un estado sureño durante la Gran Depresión. Y es ahí donde de repente cobra relevancia el trabajo como abogado de Atticus Finch.

Si bien el tema principal de la novela es la desigualdad entre negros y blancos, ofrece muchísimo más: la preciosa relación entre hermanos de Scout y Jem, que tan pronto se dan una buena tunda como se van a casa de la mano; esas interminables tardes de verano que los niños pasan inventándose mil juegos en la calle; el misterio de Boo Radley, un vecino con un pasado oscuro a quien Jem y Scout nunca han visto y que se cierne como una presencia en ocasiones amenazadora y en ocasiones casi amable; Atticus Finch, un hombre viudo que trata de criar a sus hijos libres de prejuicios con la única ayuda de una cocinera negra, por lo que a menudo se las tiene que ver con las miradas ceñudas de la gente del pueblo; y también la evolución de Jem, que poco a poco abandona la infancia y pasa a ser un joven con un gran sentido de la justicia que sufre y se rebela ante las sinrazones que ve a su alrededor.

Uno de los aspectos que más me ha gustado es que, pese a que uno de los temas principales que trata es el racismo (y es un tema duro), todo el libro está contado con la inocencia y alegría de una niña de 6-8 años ajena a un tema como ese, y se entremezcla con el firme sentido de la justicia de un padre cariñoso como Atticus, por lo que el final del libro queda un poso de optimismo y uno ve renovada su fe en el ser humano.

Harper Lee se basó en sus vivencias de la infancia para escribir esta novela, la única que publicó en 50 años. Ella también creció en un pueblo de Alabama; su padre era abogado y tuvo que defender a unos chicos negros acusados de un delito contra un blanco. La figura de Dill está inspirada en Truman Capote, que era vecino de Lee en el pueblecito de Alabama y compañero de juegos, si bien esta relación de amistad entre ambos escritores no acabó del todo bien. Por lo que he leído, Harper Lee ayudó a Truman Capote a documentarse para escribir A sangre fría, visitó el pueblo con él y trabó amistad con los vecinos para obtener más información, cosa que a Capote le estaba costando mucho, y Capote solo la mencionó en la dedicatoria del libro, sin darle el crédito que ella merecía. Esto acabó distanciando a estos amigos de la infancia.

En fin, Matar a un ruiseñor es un clásico de la literatura estadounidense por méritos propios que recibió el Pulitzer en 1961, un libro que evoca los veranos infantiles de juegos interminables al tiempo que hace reflexionar sobre la bondad, la justicia, el perdón, la desigualdad, la naturaleza moral de las personas (¿somos buenos o malos por naturaleza?), los prejuicios... Un clásico que me alegro muchísimo de haber leído y que recomiendo encarecidamente.
Enlace: http://lavidanobasta.blogspo..
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