Las alas de Sophie es el cuarto libro de
Alice Kellen que cae en mis manos. Con
Nosotros en la luna se ganó un lugar en mi corazón, aunque con la bilogía
Deja que ocurra no consiguió emocionarme de la misma forma. Con
Las alas de Sophie he tenido sentimientos encontrados y ahora os explicaré por qué la historia de Sophie, Simon y Koen no ha terminado de enamorarme.
La historia comienza presentándonos a Sophie y Simon, pareja desde la universidad y felizmente casados compartiendo su vida en Ámsterdam. Pero, repentina e inesperadamente, Sophie ve su felicidad sustituida por la profunda tristeza cuando Simon muere. Sophie debe aprender a seguir con su vida sin Simon y junto a ella encontramos a dos personajes importantísimos: Ellen y Koen.
Koen es el mejor amigo de Simon y compañero de universidad de ambos. Sophie conoció a ambos al mismo tiempo, pero mientras Simon era calidez y confianza, Koen mostraba una actitud misteriosa, fría y distante. Sin embargo, se verá en la obligación de apoyar a Sophie y a compartir su pérdida. Poco a poco descubriremos con Sophie que Koen no era el témpano de hielo que fingía ser y nacerá entre ellos algo más que una amistad, una chispa que demostrará a Sophie que la vida siempre brinda nuevas oportunidades de ser feliz.
En este libro Alice nos vuelve a mostrar a sus personajes en varios espacios temporales. Conoceremos a los protagonistas en su época universitaria y como adultos de forma paralela. A mi parecer, su forma de narrar la historia aporta más profundidad a los personajes y nos ayuda a conocerlos mucho mejor. Mantiene la continuidad de la historia ya que ves en el presente el resultado de las decisiones que tomaron en el pasado. Esto hace que la historia adopte un ritmo muy fluido y que te cueste horrores soltar el libro.
En cuanto a la trama amorosa que nos presenta
Alice Kellen en esta ocasión, tengo que admitir que desde el principio veía más química entre Koen y Sophie que con Simon, pero comprendo a la perfección al personaje de Sophie al elegir el calor y la seguridad que le brinda Simon. Sus circunstancias en la universidad así como su actitud y madurez no son las mismas que de adulta y me ha parecido que, con el tiempo, Koen se convierte en el compañero perfecto para Sophie.
Al principio os he dicho que esta historia no ha terminado de enamorarme, y es cierto. Aunque la historia me ha arrancado más de una lágrima y tiene secundarios maravillosos con historias muy emotivas, como Ellen, la mejor amiga de Sophie, me ha faltado profundidad en las historias de amor. La autora ha sabido transmitirnos la profunda tristeza y desesperación de Sophie con la muerte de Simon, pero en el desarrollo de su historia de amor todo me pareció demasiado perfecto, demasiado ideal.
Alice Kellen nos ha mostrado un triángulo amoroso ‘a destiempo'. La relación de Sophie y Koen me ha parecido más profunda que la de Sophie y Simon, quizá sea porque sucede en su adultez, pero como digo siempre, esa ha sido mi percepción y así os lo quiero transmitir.
En general la historia sigue la estela de las otras obras de
Alice Kellen aunque siendo sincera, me ha dado la sensación de que la autora ha dejado volar a Sophie demasiado pronto. Creo que con algo más de tiempo de maduración la obra habría estado a la altura de
Nosotros en la luna. No obstante, el libro me ha gustado, lo leí del tirón y ha sido una buena lectura. Ya sabéis que la pluma de
Alice Kellen es maravillosa y siempre es un gusto leerla. Os la recomiendo tanto si conocéis a la autora como si buscáis un libro suyo con el que estrenaros con ella (aunque siempre diré que
Nosotros en la luna es su mejor libro, al menos de momento).
Si os gusta el género romántico con una ambientación de lujo y personajes bien construidos, este es vuestro libro. Como siempre, mil gracias por leerme, espero que la reseña os resulte útil y nos leemos muy pronto.
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