El único propósito de la vida de Grace Peterson siempre ha sido salvar a su hermana Lucy. Con pocos años le detectaron un cáncer que podría curarse con el transplante de células. Por ese motivo sus padres decidieron tenerla a ella. La relación con su hermana siempre fue especial y única. Eran hermanas y mejores amigas, la persona favorita de la otra. Desgraciadamente el transplante no funciona y tras una larga y dura lucha Lucy muere. Es en ese momento en el que Grace se siente más perdida que nunca en el mundo. Considera que ha fracasado porque no ha podido cumplir la meta para la que nació: salvar a su hermana. Ella siempre se ha preguntado el porqué de las cosas, nunca ha sido una persona optimista y no siente ilusión por ningún aspecto de la vida. al contrario que el resto de jóvenes de su pueblo nunca ha experimentado el deseo de prosperar y buscar una vida mejor fuera de Ink Lake, su pueblo. Sufre una tristeza constante y siente una profunda soledad. Está con su pareja por estar, no porque realmente esté enamorada de él. Sus padres siempre han estado pendientes de Lucy y completamente volcados en sus cuidados, hecho que ella entiende y acepta desde el principio, pero eso no quita que se sintiese sola durante la enfermedad.
Desgraciadamente la situación tampoco mejora cuando su hermana fallece. Sus padres no solo están distanciados de ella, sino que también están distantes entre ellos. Cada uno afronta y vive el duelo por su lado y tratan de sobrevivir como pueden. Su único apoyo es su abuelo, pero él se va de viaje y Grace se queda sola.
No obstante, su vida cambia cuando descubre una carta de Lucy en la que le cuenta el plan que tiene para ella: con la ayuda de su abuelo ha creado una especie de juego de mesa llamado "
El mapa de los anhelos", que consiste en realizar determinadas actividades y retos para que cumpla algunos de sus sueños, viva aventuras y, en definitiva, encuentre el rumbo de su vida. Para su sorpresa no jugará sola, sino que tendrá un guía muy particular: el misterioso Will Tucker. Él será su gran apoyo, ya que comparten varias cosas en común. Es un chico muy solitario que tampoco le encuentra sentido a su vida debido a un pasado doloroso que prefiere olvidar. Trabaja como camarero en uno de los bares del pueblo, vive en una caravana a las afueras de la ciudad y su vida social es muy limitada.
A pesar de la reticencia inicial de Grace de seguir el juego y de la resignación de Will cuando descubre la misión que Lucy le ha asignado, entre ellos surge una gran amistad que pronto da paso al amor. Dentro de la gran soledad y desconcierto que ambos sienten se tienen el uno al otro y se convierten en confidentes. La aventura, que comienza con ese original juego de mesa no es fácil, ya que ambos tienen que enfrentarse a sus miedos y a retos que no siempre son sencillos y deseables, pero es una barrera que deben romper si quieren iniciar una nueva ida y empezar a dejar el pasado atrás ¿Lo conseguirán?
Alice Kellen lo ha vuelto a hacer. Me ha sumergido por completo en la historia, he ralentizado la lectura porque no quería que se terminase, me ha hecho vibrar con los personajes, sufrir con ellos, indignarme, reír, llorar y acabar la novela con una sonrisa. Además de una historia de amor la novela es una historia de descubrimiento personal y de desarrollo de los personajes. Tanto Grace como Will son solitarios, pero mientras que Will es más duro, Grace es más sensible. Él tiene más experiencia en la vida porque es más mayor y porque ha vivido muchas situaciones, ha viajado etc y eso le hace ser más maduro.
La pluma ágil y especial de la autora hace que el libro sea fluido y la historia no se hace pesada en ningún momento. Kellen trata con mucho cuidado temas que son muy delicados como las enfermedades (físicas y mentales), la muerte, el duelo, la soledad, la autoestima, etc. En varias reseñas he leído y escuchado que hay gente que no recomienda su lectura si se es una persona sensible o que no está atravesando un buen momento personal y he de decir que me sumo a esa recomendación. Por momentos el libro es duro. No obstante, también invita a la reflexión a través de frases maravillosas. En cuanto a la narración, cada capítulo está contado por los protagonistas de forma alterna. de esta manera, el lector puede conocer y empatizar con los personajes de forma más profunda y conocer sus distintos puntos de vista.
En conclusión, es una historia de desarrollo personal que trata temas muy delicados con sumo cuidado, de forma ágil y amena que al mismo tiempo cuenta una preciosa historia de amor entre dos jóvenes que se topan para encontrarse a sí mismos. Me ha encantado y estoy deseando seguir leyendo a
Alice Kellen.