InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
ISBN : 8490667802
Editorial: Tusquets (04/02/2020)

Calificación promedio : 4.32/5 (sobre 108 calificaciones)
Resumen:
En 1954, el joven psiquiatra Germán Velázquez vuelve a España para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha vivido quince años en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En Ciempozuelos, Germán se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una parricida paranoica, inteligentísima, que le fascinó a los trece años, y conoce a una auxiliar de enfermería, María Castejón, a la que doña Aurora e... >Voir plus
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Casa del libroAmazon ESAgapea
Críticas, Reseñas y Opiniones (41) Ver más Añadir una crítica
Ros
 24 February 2023
Recordando a Almudena Grandes y sus grandes obras, como lo es esta, una excelente novela en el contexto de la postguerra española y donde vamos a descubrir el mundo de la psiquiatría y a una muy especial protagonista.

Es la quinta novela de la serie Episodios de una Guerra interminable, todas ellas son excelentes lecturas.
En esta, Almudena Grandes nos lleva hasta el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, en el sur de Madrid, donde nos adentraremos en las relaciones que se establecen entre los tres personajes principales, un médico, regresado de su exilio, una paciente muy conocida y una enfermera que se ha criado en ese mismo lugar.

Desarrollada, por tanto, prácticamente en el Pabellón del Sagrado Corazón del manicomio de Ciempozuelos. Y así es como nos presenta la triste historia de la España del franquismo en los años cincuenta. Es además, una gran metáfora.

Como ya es su costumbre, nos va a relatar una novela donde se entremezclan los personajes reales con los ficticios. Aunque, eso sí, siempre con el excelente rigor histórico que la caracteriza en esta gran serie.

Todo ello queda registrado al final de la novela, donde expone las fuentes en la que se ha basado, así como lo que es pura invención.

Veamos quien es la protagonista recluida en el manicomio, pues nada más y nada menos que Aurora Rodríguez Caballeira, nacida en el Ferrol en el año 1879 y muerta en Ciempozuelos en el año 1956, una mujer muy conocida y un personaje real y muy inteligente, pero también muy paranoica, y de la que se ha escrito mucho.

Por ejemplo hay una excelente novela que leí en su momento, sobre esta mujer, Aurora Rodríguez Caballeira , es una obra de Fernando Arrabal, titulada “La virgen roja”, es un relato impresionante en el que conoceremos toda su historia .

Pues se trata de la madre que acabaría asesinando a su hija, Hildegart Rodríguez Caballeira con tan solo 19 años, al descubrir que esta ya no seguía sus dictámenes y se escapaba de sus manos.

Una madre superdotada, y una hija destinada a ser lo que la madre había concebido para ella, una extraordinaria líder en la política.

Hildegart fue educada para ello, entró en la Universidad a los 13 años de edad. ¡Increíble! Se licenció en Derecho y en Filosofía y letras, hablaba varios idiomas y nos dejó varios escritos sobre política , también sobre sexualidad, en plena adolescencia.

Fue republicana, participó activamente tanto en la política como abogando por la reforma sexual. Una hija concebida a propósito para todo ello.

Si recordáis la película que se hizo, gran película, por cierto, dirigida por Fernando Fernán Gómez, ahí lo encontramos todo.

Sin embargo, su vida acabó por los disparos que la propia madre, que la intentó guiar para llegar a convertirla en lo que se esperaba de ella, le asestó. Y se acabó el modelo de la mujer del futuro que intentó crear.

Aurora Rodríguez Caballeira estuvo primero en la prisión de mujeres de las Ventas y más tarde, en el manicomio femenino, en el que la encontramos en la novela.

Una mujer extremadamente inteligente, culta, brillante que la paranoia la destruyó y la venció. Así es como Almudena Grandes, en esta novela, cuyo título, ya nos dice mucho, nos acerca a esta mujer que crea muñecos de trapo con genitales.

Está claro, que “La madre de Frankenstein” , alude a la gran obra de Mary Shelley, sobre la creación por el doctor Frankenstein de un personaje que no será finalmente como desea, pues así será nuestra protagonista, que intenta tener una hija para conseguir unos fines muy claros, pero tampoco será como ella se había propuesto.

Y además, nos trasladamos a esa etapa de la psiquiatría española donde vamos a encontrarnos con Vallejo Nájera , firme defensor de la eugenesia y con López Ibor que practicaba lobotomías para curar la homosexualidad. Terrible situación.

Y es en estas circunstancias, cuando llega a Campozuelos el psiquiatra, personaje ya de ficción, que viene de Suiza a la España franquista, para dirigir un ensayo sobre un medicamento, la clorpromazina, que mejoró los efectos de la esquizofrenia.

Será también el médico de Aurora Rodríguez, que junto a la auxiliar de enfermería, María Castejón, el otro personaje ficticio, que intenta cuidar de la enferma, formarán el triángulo sobre el que se desarrolla la novela.

Con ellos, iremos descubriendo sus vidas, los motivos por los que el joven psiquiatra Germán Velázquez ha regresado a España, el origen modesto de María Castejón, nieta del jardinero del manicomio, en una alternancia de voces, muy bien conseguida.

Conocemos el pasado y el presente de los personajes, así como las duras condiciones de vida de los más humildes.

Una novela veraz que nos ofrece un panorama social y muy claro sobre la forma de vida en una España triste y sin color de aquellos, no tan lejanos años cincuenta, de nuestra historia.

Excelentemente narrada, conocimiento de los episodios históricos tratados, profundidad en los personajes, solo nos resta dejarnos guiar a través de sus páginas.

El 25 de abril de 1986 fue aprobada en España una ley fundamental, La ley General de Sanidad, su aplicación supuso la apertura de par en par de las puerta de los manicomios.

Hombres y mujeres injustamente encerrados, las más de las veces por desobedecer las normas, pudieron franquear esas puertas convirtiéndose en ciudadanos de pleno derecho, que desde aquel momento, iban a poder recibir una adecuada atención que les ayudaría a dejar atrás toda la injusticia, el temor y el dolor sufridos detrás de las puertas infranqueables de los manicomios de los años cincuenta.

Aunque no fue el caso de Aurora Rodríguez, no viene mal recordar esta realidad, que me han venido a la memoria al leer tan extraordinaria obra.

Conocer estos hechos que ocurrían detrás de las puertas de los manicomios y de un personaje real y conocido, ha sido una gran experiencia lectora.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         3038
Beatriz_Villarino
 14 January 2022
En la calle Villalba, donde yo vivía cuando era una niña, había dos chicas a las que admiraba; estudiaban bachillerato y todos los días las veía ir al colegio y volver, hablando. Una era más bajita, rubia y pizpireta, siempre reía. La otra, más alta, morena, delgada y tímida, sonreía. Yo no sabía a quién quería parecerme de mayor aunque me decantaba por mi vecina la morena; era listísima. Se fue a estudiar a Madrid y volvía en vacaciones, muy moderna, con abrigos maxi y una mirada prometedora. La admiraba. Una Navidad no llegó a Cartagena, mi madre me dijo que la habían internado. Se había vuelto loca de estudiar tanto y lavarse la cabeza durante la menstruación. Cuando la volví a ver, yo era una adolescente y ella no era nada. Dejó de estudiar y sus ojos no miraban, su expresión era la de alguien sin voluntad, sin vida. Desde entonces he sentido una rabia tremenda por aquellos monstruos capaces de torturar a enfermos.

He leído La madre de Frankenstein con una herida que se me ha vuelto a abrir, pero agradezco a la autora la prosa sencilla, atractiva, con la que ha creado una bella historia en medio del terror que supuso estar en un manicomio durante el franquismo, aun en su última época.

Almudena Grandes explica al final de la novela, cómo se le ocurrió la idea, qué hay de cierto y qué de inventado. Por supuesto, la belleza surge de la mente de esta autora, con la que quiere compensar a tantas mujeres sacrificadas, tantos hombres mancillados y tantos niños arrancados del amor de sus familias para evitar que siguieran engrosando las filas de los parias de la tierra.

Almudena, de humanidad insuperable, agradece a los médicos, monjas, periodistas, escritores y cineastas que la ayudaron a investigar para escribir esta novela. Y los españoles agradecemos a Almudena que, una vez más, haya sacado la belleza de la miseria, denunciado, al dar a conocer hechos vergonzantes, a todos aquellos exaltados de derechas que se sintieron dueños de un país que nos les pertenecía e intentaron que fuera una cárcel para los que no pensaban como ellos, «no nos dejan salir de España, ni siquiera tres días, ni siquiera para ir a tu boda, no podemos. Mamá es la viuda de un rojo que se suicidó en la cárcel».

La madre de Frankenstein es una novela histórico-ficticia cuyo protagonista múltiple está formado por todos aquellos desgraciados que conformaron el bando perdedor de una guerra ganada y acaudillada por locos desalmados, que convirtieron a España en un manicomio del que era difícil escapar, «El manicomio de Ciempozuelos era […] una miniatura patológica de un país enfermo». Esta vergüenza forma parte de nuestra historia y en la historia de Almudena Grandes, la desolación de Germán es la que padecieron quienes debieron exiliarse a Europa en busca de un futuro, aunque no resultó sencillo evadirse de los perseguidores, «quiero que te salves tú […] porque si no subes a ese barco fracasaré después de fracasar, volveré a perder la guerra después de haberla perdido». Veinte años más tarde, el asombro de Germán al encontrarse con un país estancado en el analfabetismo y la represión como norma para los ciudadanos, «donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril social al que estaba asignado desde su nacimiento», es comparable al temor y la lucha clandestina de los liberales que intentaron instaurar un orden lógico y científico.

El trauma de Ernesto no es sino el de quienes se vieron encerrados en un cuerpo que no les correspondía o en una mente que difería de la implantada por la iglesia: «Que tenían mucho éxito entre los jóvenes, porque estaban adoctrinados desde la infancia, y con los hombres mayores, a los que el cuerpo ya no les daba de sí para grandes tentaciones». Todos debieron ocultar su homosexualidad en matrimonios desgraciados, en el sacerdocio, supresor de cualquier sospecha sobre la soltería, o en un apasionamiento desmedido hacia su profesión, garantía de no pensar en otra cosa «Le dije a mi madre que estaba curado, que había perdido el apetito sexual, que había decidido practicar la castidad».

La angustia de Pepe Sin Apellidos es la de todos los comunistas que hubieron de vivir sin expresar su opinión en público, con el temor de ser delatados por alguien que buscara congraciarse con el régimen, «y no dejó de hablar en un susurro, que no se entere tu abuelo, a tu madre la mataron los rojos, doña Aurora es una loca, no le hagas caso…».

La humillación de María es la de las mujeres engañadas, tratadas como animales para obedecer sin poder elegir, sin levantar la voz, sin quejarse, resignadas, aleccionadas para agradecer cualquier migaja de quien quisiera regalársela; niñas educadas en un régimen eclesiástico para no ser nada en la sociedad, peones de fácil repuesto que las propias mujeres apartarían si eran pilladas disponiendo libremente de su cuerpo o de su mente.

La tortura de Aurora es la de quienes tuvieron la desgracia de necesitar cuidados especiales. Si la mujer era un estorbo, la enferma era una fatalidad, no servía para nada, solo daba trabajo, por lo que era normal violarla, torturarla o negarle las atenciones básicas. El problema es que cuando un marido se cansaba de su mujer no tenía más que declararla enferma, «mujeres de hombres poderosos que consiguieron ingresarlas aquí para quitárselas de en medio, inhabilitarlas y vivir tranquilamente con sus queridas».

Una España de locos, un manicomio donde gritaban las desdichas sin ser escuchados. Esto es parte de nuestra historia, pero en La madre de Frankenstein también aparecen los homosexuales que llegaron a ocupar cargos importantes, acallando voces, los comunistas que fueron hadas madrinas de muchos desarraigados, ayudándolos a salir del país, las mujeres que, señaladas con el dedo del odio, consiguieron rehacer su vida en otro lugar, los médicos y eclesiásticos que ayudaron a hacer la vida y la muerte más agradable para los desahuciados. Porque, aunque todos enloquecieron de dolor, formaban parte de los inteligentes que supieron despistar a los que pretendían imponer su beneficio personal, «y me demostró que no solo era el hombre más simpático que había conocido en mi vida […] también era el más generoso. Agradéceselo a tu hermana, si acaso».

Almudena Grandes plantea en esta novela el problema de la identidad ¿Quiénes somos realmente? ¿Por qué vivieron de determinada manera en la posguerra? Porque los personajes son reales. Los ficticios deambulan tan armoniosamente que cuesta reconocerlos: actúan en hechos reales, pero tan duros y terroríficos que parecen ficticios. Los temas son un referente para quienes vivimos en los años 50, 60, incluso 70 en nuestro país, pero la novela se dirige a un público general. Está bien que los más jóvenes sean conscientes de a dónde lleva el fanatismo. Estamos ante una proyección realista de una época que no debemos olvidar, para agradecer el vivir en un estado democrático que hace uso de avances obtenidos por quienes lucharon por la paz y la igualdad. La novela contiene una gran carga crítica donde los personajes no exponen hechos individuales, son representantes de clases específicas. Da igual si son reales o no, lo que representan lo fue. La autora pone en duda, en el contenido, valores tradicionalmente admitidos. La forma también se aleja de lo tradicional, las voces narrativas se mezclan; aparece el narrador testigo en tercera persona, el narrador en primera persona con cambio de personaje, o incluso en primera persona en forma de monólogo interior o de diálogo con un personaje ausente.

Con todo, consigue el tono realista de una multiperspectiva coral, pues aporta el punto de vista de todos los que formaron el elenco de la España franquista. Todas las voces son relevantes para formar el puzle que sugiere la historia. al final, reconstruimos perfectamente la guerra, la posguerra y la vida dentro y fuera de España.

Las técnicas empleadas son variadas, la reflexión del monólogo interior sustituye a la narración del personaje y al dirigirse al lector hace que la reflexión pase a nosotros. Almudena Grandes siempre tiene presente al lector, que es capaz de conectar con cualquier personaje, entender cualquier situación. Incluso a veces expone la falta de realidad en la que vivían las mujeres de la clase media-alta, contrastando el día a día con un cambio de letra, con el que ironiza lo aconsejado en las revistas: «los señoritos son más listos que el hambre y no dejan una viva. Tú ya me entiendes. Ya no vivimos en la Edad Media, Chica insegura. La posición social es importante […] pero si él te quiere de verdad, no representará un obstáculo insalvable… ¡Ay, Rosarito!, no me digas esas cosas».

La narración fragmentada ayuda a visualizar la trama en diferentes historias, espacios y tiempos, con esto la autora consigue un ritmo ágil y favorece, con analepsis y vueltas al presente, que el lector mantenga la intriga. Asimismo las largas presentaciones de un personaje, sin decir en el momento de quién se trata, aumentan la curiosidad por seguir leyendo y despiertan la empatía.

Los enlaces causales anafóricos ofrecen las infinitas razones por las que se necesitaba la ciencia en la vida diaria «Porque la ciencia española […] en manos de los segundones. Porque los segundones […] fascistas. Porque […] familiarizado con la clorpromacina. Porque […] si volvía a España. Porque mi carrera… Porque […] estancia temporal. Porque […] en la Dirección General de Seguridad… Porque no iba a trabajar para Franco sino para varios cientos de mujeres abandonadas».

Asimismo las coordinadas enlazadas mediante anáforas refuerzan la oscuridad en la que se sumía el pensamiento de muchísimas familias «Que el doctor Robles […] miedo […] Que muchas mujeres se casaban sin conocer las ideas del novio […] Que por las mañanas […] no contar a sus amigos […] Que por las noches […] apagar la luz […] Que hablar, leer […] actividades sospechosas […] Que […] no te signifiques».

No hay burla en la narración de Grandes, solo franqueza. Únicamente se permite alguna ironía hacia la supremacía y el (falso) orgullo español «España es […] el país escogido por Dios, la más católica de las naciones, la hija predilecta del Espíritu Santo […] y por eso lo que está pensando todo el mundo es que estás loco por acostarte con María».

Es una pena que Almudena Grandes nos haya dejado ahora, tan pronto. Después de oír a la extrema derecha siento que el país se tambalea y puede caer hacia atrás. Hacen falta personas como esta madrileña capaces de hacer frente a la injusticia y poner al pueblo en su lugar.

Gracias, Almudena, porque no solo combatiste la injusticia, sino que has dejado testimonio de ella en tus libros.

Enlace: https://elblogaurisecular.bl..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         80
lourdesmateo88
 08 September 2020
La madre de Frankenstein es la quinta novela de la serie Episodios de una guerra interminable, que como las anteriores está basada en un hecho real. Aunque forme parte de una serie se pueden leer por separado sin ningún problema.

Ambientada en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos en la década de los 50, describe la vida de la España de aquella época en un ambiente de represión bajo la dictadura de Franco. En esta ocasión, como en las anteriores, también mezcla una serie de personajes reales con los ficticios para narrarnos una estupenda historia y mostrarnos una sociedad llena de prejuicios, donde la moral y la iglesia estaban por encima de todos, al menos de los pobres y de los nos adictos al régimen. La historia nos la cuentan los tres protagonistas principales, así conoceremos lo ocurrido y lo que piensa cada uno. En cada capítulo uno de los tres nos narrará una parte de su historia. Los protagonistas son: Germán Velázquez, Aurora Rodríguez Carballeira y María Castejón.

Germán Velázquez es psiquiatra, al igual que su padre. al terminar la guerra civil y con la derrota de la República tiene que exiliarse y marchar a Suiza donde estudiará con el profesor Samuel Goldstein viejo amigo de su padre y que será además su tutor. Conseguirá trabajar con una prestigiosa clínica privada de Berna hasta que a finales de 1953 el director del manicomio de mujeres de Ciempozuelos, José Luis Robles, le convence para que vuelva a España y ponga en marcha un nuevo tratamiento con un fármaco experimental con el que está logrando grandes avances en su hospital con los enfermos esquizofrénicos. Y allí es donde conoce a las otras dos narradoras.

España no era Suiza y nadie me había obligado a volver. Lo que había encontrado era lo que había, un país fracturado, fragmentado, donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril social al que estaba asignado desde su nacimiento.

Aurora Rodríguez Carballeira es un personaje real. Nació en 1879, rica, de buena familia y extremadamente inteligente, autodidacta, y paranoica. En 1933 mató a su hija de 18 años, Hildegart Rodríguez de cuatro disparos en la cabeza mientras dormía, convirtiéndose en la parricida más famosa de la historia de España. Fue juzgada y condenada por su crimen y desde finales de 1935 hasta su muerte permaneció en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Hildegart fue educada en casa por su madre y desde muy temprano demostró tener una extraordinaria inteligencia, a los 18 años ya era abogada, escribió libros, artículos y era una influyente líder juvenil, activista feminista y estaba a favor de la eugenesia. En el momento en el que comentó a su madre la intención de irse de casa y realizar una serie de conferencias por el Reino Unido ella sola, su madre la mato. Su historia dio para varios libros y en 1977 Fernando Fernán Gómez dirigió la película Mi hija Hildegart.

Hildegart era mi obra, explicó doña Aurora, y no me salió bien. Tardé demasiado en darme cuenta, pero ahora estoy segura. Todos mis esfuerzos han sido vanos, y después... Lo que he hecho es lo mismo que hace un artista que comprende que se ha equivocado y destruye su obra para empezar de nuevo.

María Castejón es una joven auxiliar de enfermería del manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Nació y vivió allí, ya que su abuelo trabajaba de jardinero y siendo niña tuvo mucho contacto con Doña Aurora. le enseñó a leer, a escribir y otras muchas cosas más. Cuando Germán llega para trabajar en el manicomio se encuentra con que la única persona con la que tiene contacto la enferma, que tanto le fascinó cuando la conoció en la consulta de su padre, es una joven que pasa una hora todas las tardes con ella leyéndole, ya que es mayor y se encuentra prácticamente ciega. Germán intentará acercarse a la joven para que le cuente su historia, su relación con la enferma y también conocerla a ella.

María y yo éramos las dos únicas personas de Ciempozuelos que le teníamos cariño a Aurora Rodríguez Carballeira y aún más. Éramos las únicas que la aguantábamos en una comunidad donde tenía una mala fama, de asesina, de egoísta, de altiva, de soberbia, que se había ganado a pulso.


Leer a Almudena Grandes en cualquiera de los episodios de una guerra interminable es una apuesta segura para mí. Me encantan sus novelas, su forma de entrelazar la ficción con la realidad, los personajes reales y los ficticios pero siempre aclarando lo que es fruto de su invención y lo que no. Muy bien documentado todo, como siempre en sus otras novelas y con una estupenda ambientación que te transporta a la época, a esa realidad de la guerra, la posguerra y la represión de la dictadura, de la influencia de la moral y la religión. También se puede apreciar el escaso valor que tenía una mujer en la época, dependiendo de los hombres para todo ya fuera padre, marido o hermano, y el único papel para una mujer respetable y decente era el de esposa y madre.

Además, nuestras internas sólo son mujeres, y qué le voy a contar... Honestamente le digo, si las cuerdas importamos poco, imagínese las locas, ellas son las últimas de todas las filas. ¿Usted sabe cuántas de nuestras internas son esposas de hombres poderosos que consiguieron ingresarlas aquí para quitárselas de en medio, inhabilitarlas y vivir tranquilamente con sus queridas? Aunque no fuera director de un manicomio masculino, una autoridad como Vallejo nunca aprobaría que las mujeres se beneficiaran de la nueva medicación antes que los hombres... ¿Me entiende?

Me sorprendió lo referente a dos conocidos psiquiatras de la dictadura que aparecen, aunque de pasada, y que fueron muy importantes e influyentes en la época. El más conocido y de mayor influencia, Antonio Vallejo-Nájera director del manicomio de hombres de Ciempozuelos, coronel del Ejército Nacional e ideólogo de la eugenesia fascista española, que era considerada un método para mejorar la raza. El otro es Juan José López Ibor, rival y enemigo del anterior y que no consiguió llegar a tener tanto poder como el anterior, pero que se hizo millonario con la práctica privada.

-Mucho gusto- dije al estrechar la mano del ideólogo de la eugenesia fascista española, creador de la teoría de que el marxismo era un gen perverso, intrínsecamente asociado con la inferioridad mental, que debía extirparse a toda costa, fusilando a sus portadores y arrebatándoles a sus hijos recién nacidos para entregarlos a familias intachables, que sabrían neutralizar su pésima herencia genética a través de la adecuada educación religiosa y patriótica.

En La madre de Frankenstein encontraremos crítica y denuncia social de esa época, del abandono al que fueron sometidas las mujeres con problemas psiquiátricos, sin valor alguno para los hombres que tenían todo el poder.

La madre de Frankenstein es una interesante y excelente novela histórica de los episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes, que es una gran escritora y una de mis favoritas.

Enlace: https://lasmilyunahistoriasd..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         90
sanhezped
 04 March 2020
La madre de Frankestein es la quinta entrega de los Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes. Un proyecto constituido por seis libros, cuyos títulos se nos presentan ya en la primera entrega, que nos mostrarán episodios desconocidos de nuestra reciente historia.

Quiero dejar muy claro que por mucho que se trate de una serie de seis libros, todos se pueden leer de un modo independiente. Pueden aparecer alusiones o breves apariciones de personajes de las otras novelas, pero son más bien guiños a lectores muy avezados y de gran memoria, porque al resto de los mortales nos pasarán sin duda desapercibidos


Esta novela está narrada en primera persona a través de tres personajes bien diferentes:

Germán Velázquez:
Muy joven partió de España en el último barco que zarpaba de Alicante. Un regalo de su padre que le cedió el billete. Partió al exilio en Suiza donde fue protegido por la familia del doctor Goldstein. Allí cumplió su sueño: estudiar psiquiatría y ejercer como tal. Se casó. Se divorció. Finalmente tras quince años aceptó una oferta para volverá a España a trabajar en el psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos, donde estaría al frente de un programa que estudiaría el uso en España de la clorprimazina, un medicamento casi milagroso para aquella época y que cambió el rumbo de la psiquiatría al permitir una mejoría en los esquizofrénicos.
Allí se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, la célebre madre que mató a su hija Hildegard. Él la conoció en su casa un día que acudió a la consulta de su padre antes de ir al juicio por el asesinato de su hija. Tal fue la conmoción que le provocó, que eso hizo que quisiera seguir los pasos de su padre como psiquiatra.

Un hombre que en el exilio comprende que la guerra le ha dejado marcado pese a su corta edad.


Aurora Rodríguez Carballeira:
Una mujer paranoica que no fue a la cárcel por el asesinato de su hija sino directamente al psiquiátrico de Ciempozuelos, en el que tiene su propia habitación con su piano que toca constantemente.
Una historia singular y verdadera la de esta mujer. Una reflexión sobre la maternidad entendida como el hecho de crear unos hijos a los que moldear según nuestros criterios. Por eso, cuando su hija Hildegard ya era todo un fenómeno en España y quería tomar las riendas de su propia vida, la asesinó.


María Castejón:
Un personaje inolvidable y entrañable el que nos regala Almudena Grandes en esta novela. Es auxiliar clínica en el psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos, en el que su abuelo trabajaba como jardinero. Tiene una relación muy singular con Aurora Rodríguez a la que cuida con esmero.
En realidad tiene un don especial que le permite empatizar con las “locas” del psiquiátrico y tratarlas con mimo y cariño. En la propia novela nos la definen como una Sherezade por su gran capacidad para contar historias.



Cada capítulo está contado por uno de esos personajes. No es necesario poner quién es el que está hablando, porque la voz de cada uno de ellos es muy diferente. Así los capítulos de Aurora son cortos, pero sin un solo punto y aparte. El diálogo mental de una mujer que pasa por diferentes estados anímicos en función de la evolución de su enfermedad. O los de María, cargados de una sencillez y un amor por los demás que no pueden dejar indiferentes al lector. Por contra, los de Germán son mucho más reflexivos, más expositivos, contándonos los hechos que vivió o está viviendo. Solo el contacto con María hará que su tono vaya cambiando poco a poco.


Al comienzo de la novela, pensé que La madre de Frankestein era una de las menos políticas de la serie, pero según me adentraba en ella, veía que no era así. A fin de cuentas como dice uno de los personajes de la novela, «en una dictadura todo es política»
Lo de menos es que nos muestre en un momento dado cual era el pensamiento que movía a los españoles de aquella época:


Lo más importante es que nos muestra como nada se hacía o se deshacía sin el beneplácito de una élite gobernante en el que además la influencia de la iglesia era omnipresente.

Por supuesto, la visión feminista de Almudena Grandes estará presente a lo largo de toda la novela, mostrándonos que, si ya era duro para muchos españoles, para las mujeres era todavía aún más difícil:

Una novela con muchas capas, con muchos temas, algunos tan sorprendentes como el de la eugenesia, aquel pensamiento inspirado por Vallejo Nájera que tanta desgracia trajo a muchos españoles:



OPINIÓN PERSONAL


Aunque no haya desplazado a El lector de Julio Verne como la novela favorita de esta serie, he de decir que me ha encantado La madre de Frankestein. Una novela que va ganando en intensidad emotiva a medida que avanza la novela y la relación entre sus personajes. Todo ello gracias a haber conseguido crear a Germán Velázquez, María Castejón y Aurora Rodríguez. Muy distintos entre sí, pero con algo en común: los tres, en diferente medida y por diferentes circunstancias están en el bando de los perdedores, por más que alguno de ellos ni siquiera haya participado en una guerra.
A todo ello hay que unir la exquisita ambientación con la que Almudena Grandes nos presenta sus novelas, en este caso con un escenario muy particular como es el psiquiátrico de Ciempozuelos.

Una gran variedad de temas hay presentes en esta novela, incluyendo uno que a mí por mi pasado sanitario, ha sido de especial interés: el mundo de la psiquiatría y los avances que gracias a los medicamentos se pudo lograr en el tratamiento de las enfermedades mentales.

Sumadle a eso una gran historia de amor, de esas que te genera un nudo en la garganta en muchos momentos y tendréis una novela que no puede leerse con indiferencia, que os deparará muchos momentos emotivos y que seguramente en muchos momentos también os provocará perplejidad e indignación por cómo tuvieron que sufrir muchos seres humanos.

Si te gusta Almudena Grandes, disfrutarás sin duda de esta gran novela, un retrato de una España no tan lejana de nosotros y que por momentos amenaza con volver.

Enlace: http://www.elbuhoentrelibros..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         20
Nuryta
 22 July 2023
Este ha sido mi primer libro de Almudena Grandes y me ha encantado la forma en que mezcla personajes y hechos históricos con la ficción. Nos presenta de forma clara y fácil de leer algunos de los abusos de la dictadura franquista, de la represión sentida por el pueblo, de la necesidad de exilio, fuera autoimpuesto u obligado.

También la historia de Aurora Rodríguez Caballeira, una mujer muy inteligente que mata a su hija superdotada de 19 años pues consideraba que no estaba cumpliendo con sus expectativas, motivo por el cual es recluida en el manicomio de Ciempozuelos en Madrid, lugar donde se desarrolla la mayor parte de la novela.

Es en Ciempozuelos donde conocemos a Germán Velásquez, psiquiatra que regresa a España después de un largo exilio con una historia muy interesante. Por otro lado, a María Castejón, una joven que ha nacido y crecido en el manicomio donde labora como auxiliar de pacientes. Ambos nos mostrarán junto a doña Aurora, las repercusiones de la posguerra en el pueblo español, un relato bien adobado con sentimientos de amor, lealtad, envidia, y mucho más que hacen de la novela una obra muy entretenida e instructiva sobre hechos históricos y humanos de una época no tan pasada.

No toda historia de amor termina como los lectores con vena romántica quisiéramos, pero sin duda se apega a realidades que todos sufrimos, y que al final nos deja grandes enseñanzas de vida y reflexiones para el futuro.

Totalmente recomendado.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         104

Las críticas de la prensa (10)
Laverdad14 August 2020
En el quinto de sus 'Episodios de una guerra interminable', la autora madrileña recrea el caso real de una madre que concibió a su hija como un experimento y la mató en tiempos de la República.
Leer la crítica en el sitio web: Laverdad
Telam07 August 2020
"La madre de Frankenstein", la última novela de Almudena Grandes, entrecruza la historia de una famosa parricida con una auxiliar de salud y un psiquiatra que regresa del exilio para trabajar en una institución psiquiátrica, configurando una trama que refleja el espesor de una época donde la moral católica nacionalista y los abusos son moneda corriente.
Leer la crítica en el sitio web: Telam
revistan06 August 2020
La que narra Almudena Grandes (Madrid, 1960) en La madre de Frankenstein (Tusquets) es una ficción soberbia, inspirada en hechos verídicos que definitivamente resultan alucinantes, y ambientada durante el franquismo español.
Leer la crítica en el sitio web: revistan
ElperiodicodeAragon17 July 2020
'La madre de Frankenstein' (Tusquets), quinta entrega de su galdosiana serie Episodios de una guerra interminable, fresco popular sobre el franquismo.
Leer la crítica en el sitio web: ElperiodicodeAragon
Laverdad19 May 2020
Almudena Grandes se adentra en lo más íntimo de una historia desgarradora.
Leer la crítica en el sitio web: Laverdad
ElPais20 February 2020
En ‘La madre de Frankenstein’, nueva novela del ciclo dedicado a la posguerra, Almudena Grandes se adentra en el oscuro universo de la psiquiatría franquista.
Leer la crítica en el sitio web: ElPais
elmundo13 February 2020
La escritora madrileña despliega en 'La madre de Frankenstein' (quinta entrega de sus 'Episodios de una guerra interminable') la terrible historia de Aurora Rodríguez y su hija Hildegart.
Leer la crítica en el sitio web: elmundo
Europapress06 February 2020
En 'La madre de Frankenstein', Grandes viaja hasta los años 50 de la postguerra española, donde el nacionalcatolicismo del Estado pasó a "ejercer el terror de otra manera" tras la dura década de los 40.
Leer la crítica en el sitio web: Europapress
BurgosConecta06 February 2020
Con 'La madre de Frankenstein' la escritora aborda el tramo final de sus 'Episodios de una Guerra Interminable'.
Leer la crítica en el sitio web: BurgosConecta
Europapress12 December 2019
En esta ocasión, la historia lleva al lector a un manicomio de mujeres y narra la relación entre un médico regresado del exilio, una paciente célebre y una humilde enfermera.
Leer la crítica en el sitio web: Europapress
Citas y frases (30) Ver más Añadir cita
Cristi2510Cristi251016 September 2023
A ratos duele mucho pensar en la gente a la que quieres.
Comentar  Me gusta         50
Cristi2510Cristi251007 September 2023
No hay nada más peligroso que la desesperación de un hombre.
Comentar  Me gusta         30
La_Elo_leeLa_Elo_lee30 October 2022
España es mi país, padre Armenteros, por mucho que le joda. Ya sé que le habría gustado que los suyos acabaran con todos los españoles como yo, pero no pudieron, y no fue porque no lo intentaran, desde luego. Asi que España es tan mía como suya, aunque no le guste. Usted no es más español que yo. Y no tiene derecho a opinar si mi país me conviene o no
Comentar  Me gusta         120
pelagianismopelagianismo15 December 2022
– España es mi país, padre Armentos —a cambio, sonreí yo también—, por mucho que le joda. Ya sé que le habría gustado que los suyos acabaran con todos los españoles como yo, pero no pudieron, y no fué porque no lo intentatan, desde luego. Así que España es tan mía como suya, aunqur no le guste. Usted no es mas español que yo. Y no tiene ningún derecho a opinar sobre si mi país me conviene o no. Eso lo decidiré yo, si no le importa.
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         60
lourdesmateo88lourdesmateo8808 September 2020
Así comprendí que las jaulas no siempre estaban fuera, en las amenazas y los chantajes de las personas que tenían el poder. También podían estar dentro, incrustadas en el cuerpo, en el espíritu de todas las mujeres perdidas que asumían mansamente un destino que no habían elegido, sólo porque otros habían decidido que lo que más les convenía era volverse decentes.
Comentar  Me gusta         60
Videos de Almudena Grandes (35) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Almudena Grandes
Gabriel García Márquez, citando a Luis Cardoza y Aragón, decía que la poesía era la única prueba concreta de la existencia del hombre. El poeta Luis García Montero lleva varias décadas encarnando esa idea. Además de maravillar a miles de lectores, desde su papel como director del Instituto Cervantes se ha convertido en el gran promotor de nuestra lengua. También novelista y ensayista, su obra multipremiada ha sido celebrada por su profunda mirada sobre la memoria, la muerte y el amor. Su libro más reciente, «Un año y tres meses», habla del duelo y la felicidad compartida al lado de su mujer, la escritora Almudena Grandes (Madrid, 1960 - 2021); un poemario que los lectores esperaron desde que el autor se hiciera viral con un tuit de despedida. Sobre su compromiso con el idioma español, su escritura y su relación con los lectores, García Montero conversó con el novelista y poeta Juan Gabriel Vásquez. Imágenes cedidas por el Festival Gabo. #FestivalGabo2023
Suscríbete a nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/InstitutoCervantesVideos?sub_confirmation=1
+ Leer más
otros libros clasificados: posguerraVer más
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Casa del libroAmazon ESAgapea





Test Ver más

Almudena Grandes

¿En qué ciudad nació Almudena Grandes?

Valencia
Madrid
Sevilla
Barcelona

10 preguntas
28 lectores participarón
Thème : Almudena GrandesCrear un test sobre este libro