Loba negra

La segunda novela de la trilogía sigue las aventuras de Antonia Scott y Jon Gutiérrez, miembros del proyecto Reina Roja en España, con el mismo tono sarcástico-humorístico que caracterizó a la primera entrega, mantiene las mismas reglas en los diálogos y en la voz del narrador, recurriendo a la repetición de muletillas: “no es que esté gordo”, a las letras de canciones de Sabina y de otros: “tiene veneno en la piel, que está hecha de plástico fino” (cuando Yuri conoce a Lola, en el capítulo 15 de la primera parte), al juego de las palabras curiosas e intraducibles de Antonia, y a todos los recursos empleados en la anterior novela.
En la primera parte nos presentan el nuevo caso al que se van a enfrentar, a la mafia rusa afincada en Marbella, nos enteramos al mismo tiempo que Jon, del ultra secreto software Heimdal, que va paralelo a todo el proyecto Reina Roja en Europa, una inteligencia artificial, que asusta pensar en todo lo que significa. Conoceremos a los personajes buenos y malos, Aslan y “Loba negra” con la que se abre la segunda parte. Pero he de decir que este personaje de la loba negra promete mucho al principio, el autor quiere asustar a los lectores con esta mujer, pero se queda en la intención, porque no lo desarrolla, sí que da título a la novela, pero pasa sin pena ni gloria.
Esta segunda novela, quizás sea algo más floja que la primera de la trilogía, pero es para los amantes del género, no me cabe duda. Por mucho que sus críticos se empeñen en ver en ella solo entretenimiento, que desde luego es requeteentretenida, también asoma la denuncia, como cuando nos explica cómo campan a sus anchas una buena parte de la mafia rusa, o también de la corrupción policial que hay en el paraíso de Marbella. También cuando Jon critica abiertamente el asunto de Heimdal, y lo nombra como satélites fascistas mágicos, o en la página 120: “¿No puedes usar la magia fascista de tu iPod?”
Además hay muy buenas reflexiones a lo largo de ella: “El tiempo es nuestra justificación para el egoísmo que nos aísla de la verdad. No tenemos tiempo nos decimos. Y así continúan los perros abarrotando las jaulas y los ancianos alzando el cuello arrugado y lleno de colgajos hacia la puerta que se abre. No hay tiempo para la verdad” (pág. 283)
“Nuestra vida no es más que un fogonazo entre dos negruras infinitas. El final que nos aguarda nos resulta más amenazador que la oscuridad anterior, ese instante en el que no sabemos cuál era nuestro rostro antes de nacer” (pág. 379)
Yo me declaro una rendida admiradora de Jon y Antonia, dos personajes que ya ocupan un puesto de honor en el género. Hay otros que aparecen y perfilan este tremendo universo en el que se mueven ellos, la novela da giros, tiene escenas trepidantes y el final es digno de los mejores sustos, vamos que voy a leer la tercera entrega lo antes posible.

¡Advertencia!
Antes de empezar esta lectura, además de Reina roja deberia leerse Cicatriz.

Si uno alterna a Víctor Hugo y sus miserables con Gómez Jurado y su loba, pasa lo que pasa, las comparaciones son odiosas y la distancia abismal.

Si a eso le sumamos un comienzo con la peor primera página que mis ojos hayan visto (y cuando digo peor, es que supera a 50 sombras de grey) la mente se dispersa y mi asertividad se va de vinos.

Repetir 8 veces el nombre de Antonia en una sola página, insistir hasta el hartazgo con el "habia una vez una niña" cada vez que salta al personaje de Lola, demuestra una cosa, carencia.

Tal vez tengamos suerte y Jon se ponga a régimen, "no es que este gordo" es otra de las muletillas que empieza a sangrar.

Haga usted el favor, señor Gómez Jurado de dejar de imitar a mi querido José Luis corral.

Loba negra es una novela lineal con respecto a su primogénita, sus personajes principales se estancan, no crecen, no avanzan, y el único alarde de creatividad viene de otra novela, Cicatriz, que sí, ¡oh incauto de tí!, no la leíste, el final de este texto pierde, mucho, todo, diría yo.

Tengo la sensación que el autor madrileño ha pretendido una sola cosa, vender libros. Cruzar personajes de "El paciente " y " Cicatriz" y hacernos con ello, un agujero en el bolsillo.

No lo vería mal, si ,al menos, te trabajas la trama un poco más, creas un thriller trepidante, y los personajes crecen. Lamentablemente nada de esto ocurre.

Peor escrito que de costumbre, seguramente por las prisas... ( ya he dicho en otras ocasiones que que su prosa escuece, pero entretiene) una de dos:

O su editor/a no le tiene mayor aprecio.
O es la resignación su mayor acto de fe.

La consecuencia es un libro poco trabajado, que entretiene ( esto el autor sabe hacerlo muy bien) pero que te deja una sensación de pobreza creativa y narrativa difícil de asumir.
Con todo, como buen asno, caigo en su trampa.
Si algo bueno tiene el autor es su agilidad a la hora de crear necesidad.

Tras este tropezón, haré de la resignación un acto de fe, culpare a Víctor Hugo, y Rey blanco me durará, lo mismo que una barra de fuet en la puerta de un colegio.

Pero por favor, que alguien mande a Juanito a primaria, pues al parecer se saltó la clase de redacción.

Antonia Scott y Jon Gutiérrez se enfrentan a un nuevo caso. Ha aparecido un cadáver en el río Manzanares, pero poco después son llamados para investigar otro nuevo al sur de España, en concreto, en Marbella, Málaga. Y hasta ahí puedo contar, pues es una historia que el lector debe descubrir y sorprenderse.

Este es el segundo libro tras Reina Roja. Tenemos al mismo dúo, tan diferentes entre sí pero que se complementan de forma perfecta. En este segundo libro se ha notado una considerable evolución de ambos, incluso el lector los irá conociendo muchísimo mejor que antes. Los personajes secundarios están igualmente tan bien tratados y reflejados como los propios protagonistas.

La novela tiene una trama policíaca con toques negros, relacionados con la mafia rusa, y con muchas sorpresas y giros argumentales, una trama vertiginosa que no para en ningún momento. Pero también tiene su particular toque de humor e ironía. al mismo tiempo, el libro cuenta con varios guiños a canciones y libros.

El libro está escrito en tercera persona, con una narración que va al grano, directa y con frases más bien cortas. Los capítulos son bastante cortos, lo que da una sensación de ligereza. al mismo tiempo, el autor sabe mantener la atención de lector para que esté pegado a sus páginas, dándole una dosis de tensión por momentos y con una historia dura.
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Me ha gustado mucho, pero algo menos que Reina Roja. En algunos momentos he llegado a dudar de quiénes eran ciertos personajes y he sentido que algunos tramos de la historia no aportaban información relevante para la trama principal. En cualquier caso, Antonia Scott y Jon Gutiérrez no decepcionan.

En este libro encontramos la continuación de Reina Roja y Loba Negra continúa con Rey Blanco, libro que he tenido que coger justo en cuanto he terminado el segundo, pues, tras un final sorprendente, no podía esperar ni un momento para saber cómo continuaba la historia.

La novela se divide en cuatro partes: Antonia, Loba, Lola, y Jon. Cada una de ellas está subdividida en capítulos bastante breves, lo que hace que la lectura sea mucho más ágil y adictiva.

En definitiva, una lectura recomendable para los amantes de los thrillers. Eso sí, si te aventuras a leerla, ten a mano la tercera parte porque necesitarás saber cómo continúa la historia.

La continuación de Reina Roja y la historia de Antonia Scott, comienza con la aparición de una cadaver a la orilla de un rio. Antonia solo quiere encontrar a Sandra Fajardo y reniega de cualquier caso que la distancia de su objetivo real.

Pero las cosas cambian cuando intentan asesinar a Lola Moreno, una joven andaluza que trata de esconderse de toda la mafia rusa, la cual ha asesinado a su pareja y van en busca de ella.
Lo que a simple vista puede ser una tarea sencilla para Antonia: Localizar a Lola y salvarla, les llevará a un entramado, en el que nadie parece decir la verdad y todos tienen sus propios intereses ocultos.

Segunda parte de la trilogía de Antonia Scott. de los 3, este ha sido el que menos me ha gustado. No sé si ha sido por las altas expectativas, pero me ha parecido una novela muy previsible y plana. Después de lo que me gustó Reina Roja, donde nos dan a conocer unos personajes increíbles, Loba Negra me ha desinflado y me ha costado mucho terminarlo. Pero es una opinión personal... Conozco muchas personas a las que le ha encantado, así que para gustos, los colores. Pero sí que es verdad que me da la sensación de ir un poco a contracorriente, puesto que hay muchas opiniones positivas sobre este libro.

La tan esperada continuación de Reina roja que cautivó a más de 250.000 lectores.

La primera sorprendida he sido yo, no esperaba una segunda parte, y ya una tercera ni pensarlo.

Antonia y Jon de nuevo se ven las caras. El mentor les llama para un caso que considera prioritario en Málaga, dónde el número de efectivos para la corrupción del lugar es irrisorio.

Nada más llegar se encontrarán sujetos a una poco anfitriona Comisaria Romero que los recibirá con ciertas reticencias. Su misión es sólo encontrar a una mujer, pero... No sólo ellos la están buscando.

Las mafias de Europa del Este están afincadas en la costa del sol y la trata de personas, tráfico de drogas y blanqueo de capitales están a la orden del día.

Un asesinato de un confidente y el intento frustrado del asesinato de su mujer, hacen que se inicie una investigación y una búsqueda incansable y contrarreloj de la mujer, Lola. Hay que ponerla a salvo, pero las mafias no perdonan y harán todo lo posible por ir un paso delante de la policía.

¿Creéis que os he contado mucho? Para nada, 560 páginas dan para mucho.

Una vez más el autor lo ha conseguido, no creo que supere a Reina roja, pero así, así están las dos, porque la intensidad de la novela ha sido brutal.

Cuando crees que ya está todo hilado, el autor le pega un giro a la historia y te quedas con una carita de ¿perdona?. En eso me ha ganado, la novela me ha abducido desde el minuto uno y los giros y revés de la novela se han sucedido hasta el final. ¡final, que vaya final! Por si no tuviéramos bastante, un nuevo giro magistral.

El autor ha logrado un thriller para quitarse el sombrero. Con continuos cambios de ambiente y personajes, narrando la historia desde los diferentes puntos de vista de los protagonistas. Creo que esa ha sido una de las claves para mantener al lector enganchado.

Una novela trabajada, bien documentada, bien escrita, con unos personajes perfectamente definidos y desarrollados y una pluma ligera, amena y adictiva, y con pequeños guiños a canciones de Sabina del que se declara fan incondicional.

Con un final que como he dicho queda abierto, que nos dejará con la boca abierta y con ganas de seguir descubriendo la extraña personalidad y carácter de Antonia Scott.

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Secuela de "Reina Roja", nuevamente Antonia Scott, nos hace quedar atrapados en su personalidad, en su evolución, el lector es capaz de sentir la angustia, el miedo que Antonia vive en el desarrollo de este Thriller que es imposible que no te enganche de principio a fin, el lector se sumerge en la investigación que Antonia realiza junto a su compañero, Jon Gutiérrez, ambos tan opuestos pero que son capaces de compactar tan bien a la hora de resolver los casos, en esta ocasión la investigación nos lleva hasta la mafia rusa.
Sin duda, muy recomendable

En este libro continuamos con Antonia Scott, una gran investigadora que pertenece a un proyecto secreto europeo para resolver los casos más complejos. Nuestra querida investigadora cuenta con el apoyo de Jon Gutiérrez, el compañero que necesita Antonia para poder situarse un poco más en la realidad.

En esta ocasión, nuestros protagonistas viajarán hasta Marbella, donde nuestros personajes tendrá que buscar a Lola Rodríguez, una mujer que está siendo buscada tras el asesinato de su marido (una de las personas clave de la mafia rusa) y evitar que la asesinasen a ella.

A partir de aquí, Antonia y Jon comenzarán a descubrir un poco más todos los problemas que viven los policías de Marbella y los grandes problemas que ha llevado la mafia rusa a la costa del sur de España, con todos los enredos que hay dentro de ella. Además, les llevará a conocer más cosas sobre sí mismo y la importancia de aprender a confiar en otros y ayudarnos mutuamente.

"Loba Negra" es una novela policíaca, centrándose en esta ocasión en los problemas de mafias y drogas que, lamentablemente, existen en nuestro país. Nos muestra los grandes problemas que tiene la policía (tanto dentro como fuera) al intentar solventar todo esto.

Para esta novela, nos muestra también los problemas que pueden traer las drogas en uno mismo, causando problemas tanto para uno mismo como para aquellos que nos rodean, viendo como es importante contar con aquellas personas que nos rodean para intentar solucionarlos.
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Si el lector cree que encontrará una novela policiaca como cualquier otra, se equivoca. El significado de este thriller no va por ahí y se basa más en el humor y se parece a los policías estadounidenses que tienen licencia para romper todas las reglas. al igual que la primera parte, esta es una novela fácil de leer. Su desarrollo es rápido y conecta capítulos cortos en los que los acontecimientos se suceden en secuencia hasta el final. Hay capítulos basados ​​en flashbacks intercalados con algunos puntos clave para ayudar al lector a comprenderlo todo. Lo hace en el estilo desenfadado propio de este tipo de novelas. Pero al igual que La Reina Roja, hay partes sin terminar en esta trama que no se explican por completo. Si bien cierra hilos en las novelas anteriores, también deja otros abiertos en esta sin que el lector sepa porque. Tiene algunas repeticiones, como varias referencias a que el agente vasco no esta gordo. al igual que algunos detalles y situaciones, puede ser difícil de creer después de un análisis detallado y una crítica honesta. No voy a desglosar nada importante de la novela en esta reseña, algunos momentos tensos y peligrosos se resuelven de maneras increíbles. Estas tramas no la convierten en una mala novela, no lo son, pero son puntos donde flojea. En otros aspectos, el escritor tiende a obsesionarse con la precisión de otros detalles, desequilibrando la historia. Antonia Scott es una mujer especial, menuda y aparentemente inocente, con impresionantes habilidades interpretativas. Jon Gutiérrez, un agente fuerte, pero también de gran corazón. Ambos llegarán al territorio de la comisaria Romero y el subinspector Belgrano como dos desconocidos, inmersos por completo en la trama rusa de la novela, pero lejos de ser anfitriones de los dos agentes. El diálogo es directo y corto, como si fuera un combate de boxeo. La novedad es la historia de Antonia Scott, hasta ver cómo vuelve a perder el control, cómo necesita la pastilla roja en un momento tenso, porque los monos vuelven a gritar. En última instancia, la novela gira en torno a tres mujeres fuertes con personalidades distintas: Antonia Scott, Lola Moreno y Loba Negra. Vuelve a resolver un problema muy complejo en tres segundos de manera muy sencilla. Las partes interesantes son el entrenamiento de Antonia Scott,las relaciones policía-informante. Plantea dudas sobre la capacidad de los gobiernos u otras organizaciones para utilizar diversas herramientas y procedimientos secretos para espiar a sus ciudadanos. Atrae a los lectores, pero podríaprofundizar un poco más en el trabajo policial.