Es mucho más sencillo perdonar a otro por estar equivocado que por estar en lo cierto.
|
Es mucho más sencillo perdonar a otro por estar equivocado que por estar en lo cierto.
|
La verdad es indiferente. Solo importa aquella versión de la realidad que coincida con tus deseos y aspiraciones.
|
Que suerte no es más que muerte con una letra cambiada
|
La empatía por la desgracia ajena tiene un límite.
|
Pedir perdón no es una varita mágica que se agita y borra de golpe nuestros errores.
|
Seguir viva. Eso que cada día daba por sentado. Nunca fue tan difícil.
|
Alguien como Antonia, que vive encerrada en la prisión de su propio cerebro, percibe con mucha más claridad que los demás seres humanos una verdad inapelable. Que los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo. Aun sin expresarlo en estos términos, cualquier fanático de la lectura lo comprende de forma intuitiva, y por eso nunca puede leer lo suficiente.
|
Podría ser ilegal la decoración. Ojalá lo fuera. Pero la propiedad, no.
|
Es cinturón negro en mentirse a sí misma, y blanco amarillo en expresar su realidad.
|
Las miradas revelan lo que albergan los corazones.
|
10 negritos