Loba negra

...reconocía en ella la misma pureza con la que él empezó, el mismo deseo de justicia, la misma compasión por los que sufren. Pero ahora es capaz de ponerle nombre a algo que lleva días percibiendo. Que el epicentro de la energía de Antonia Scott se ha desplazado un tanto. La compasión ha cedido terreno al deseo de venganza.

Todo se reduce a una simple elección, empeñarse en vivir o empeñarse en morir...

Hola

Cuanto mas sola está una persona, más solitaria se vuelve. La soledad va creciendo a su alrededor, como el moho. Un escudo que inhibe aquello que podría destruirla, y que tanto desea. La soledad es acumulativa, se extiende y se perpetua por si sola. Una vez que ese moho se incrusta, cuesta una vida arrancarlo.

Juan Gomez escribe con muchísimo talento bien, su narrativa es perfecta, con un dinamismo maravilloso, una acción paso a paso, con capítulos cortos, cambiando constantemente el ángulo desde que se ve la acción (narradores, puntos de vista) que para nada es caótico como en otros autores. Nunca deja cabos sueltos, todo encaja perfectamente, cuida mucho los detalles y sus personajes son fuertes, orgánicos, queridos. Uno llega a sentir una verdadera admiración por Jon y Antonia e incluso otros personajes con importancia circunstancial.
Esta historia es un poco mas lineal que su predecesora, con menos giros, pero una acción trepidante, adictiva. Juan Gomez tiene la virtud de hacerte olvidar que estas leyendo, tiene una voz, un estilo y una narración que se adentra en el lector, puedes trasladarte a sus escenarios y también uno contiene la respiración en el clímax. Me gustó mucho y estoy esperando lo que sigue.

La gente es gilipollas, piensa Jon, con gran acierto

Antonia no siente miedo de casi nada,salvo de sí misma.De la vida,quizá.

Esa es la clave. 412 «no sé », 82 «no lo recuerdo», 58 «lo desconozco» y 7 «no me consta ».
Con eso puede una librarse de cualquier cosa. Y ella tiene la sangre de color normal...

- Tú no huevos.
- Tú no dientes - dice Jon, hundiéndole el puño en la cara.

Pero el mundo, en general, ofrece pocas oportunidades para escuchar el relato completo de una persona antes de emitir un juicio sobre ella.