Loba negra

Nuestros demonios nunca se van, Antonia. Sólo nos queda ser aún más fuertes.

La empatía por la desgracia ajena tiene un límite, pasado el cual empiezas a sentir que su infortunio es un acto de maldad cuya víctima eres tú.

La vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.

El mundo ofrece pocas oportunidades para escuchar completo el relato de una persona.

Y pertenece a una especie en peligro de extinción: la de aquéllos que creen que la justicia se defiende, no se espera.

Y si nada nos libra de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.

Madrid. El cadáver de una mujer aparece flotando en el Manzanares. Y hasta allí se desplaza el detective Jon Gutiérrez preguntándose porque su compañera, Antonia Scott aún no ha llegado. Tras sacar el cuerpo del agua, por fin llega su compañera deduciendo que a esa mujer fue arrojada al río desde el puente y desea con todas sus fuerzas que sea Sandra Fajardo, porque...qué fue de Sandra?

Asi empieza esta nueva aventura de Antonia y Jon. Aventura que les llevará a la costa del sol, y nos meterá de pleno en la lucha de la policía con la mafia rusa afincada en la zona, y de nuevo, y, como ya ocurrió con "Reina Roja", una carrera contra reloj en la que habrá que encontrar a una persona, cuya supervivencia o muerte acarreará circunstancias para todos los bandos implicados.

De nuevo nos encontramos ante un thriller con fuerza, con una narración simple y compleja a la vez, plagada de detalles y referencias a películas, música (esta vez no solo aparecen frases de Sabina, si estáis atentos podeis localizar más letras de canciones). Es de fácil lectura, de capítulos cortos y dinámicos donde los acontecimientos se suceden en un continuo rodar hasta el final. Intercanlando además capítulos que funcionan a modo de flashback, para que así el lector vaya teniendo todas las piezas de este puzzle. Está redactada en tercera persona por un narrador omnisciente. Con diálogos directos, cortos, sobretodo entre Jon y Antonia, que parecen ser un combate de boxeo entre ellos. Reconozco que la parte que más me gusta es precisamente esa relación entre ellos, aunque el tema de la mafia rusa puede ser interesante, me atraía bastante esa relación y ese pasado de Antonia de la que nos continúan dando pinceladas informativas. Jon también tiene más peso en esta nueva entrega, (pero no es que esté gordo 😉) y me encanta.

Nos encontramos también con unos buenos secundarios, destacando para mí Lola Moreno, cuyos capítulos de cuento me han gustado mucho y te muestran que no hay q fiarse de las apariencias en una persona, ni dar nada por supuesto. Y tenemos a la propia Loba Negra, una mujer fuerte, sin piedad, fuerte y de la que quieres saber todo. Ambas, junto con Antonia son mujeres fuertes, con una mochila a cuestas que las hace ser como son, alrededor de las cuales sucede buena parte de la historia.

En definitiva, una historia dinámica, sencilla, donde nos muestran que la novela negra no siempre tiene que ser ruda y cruda, una historia que, al menos para mí, hace que necesites seguir leyendo hasta el final, donde se mezcla esas dosis de humor característica del autor con las partes más duras de una historia de éstas características.

Acompañais a Jon y Antonia en esta nueva aventura? Quien es la Loba Negra? Donde esta Sandra Fajardo? Y, como bonus track, si estáis atentos y habéis leído Cicatriz... quizá y solo quizá....lleguéis a ver la relación entre ambas historias. (Aconsejo leer cicatriz antes).

¿Cómo pretendes que alguien que es esta abrigado comprenda a alguien que tiene frio?

 La empatía por la desgracia ajena tiene un límite. Pasado el cual comienzas a sentir que su infortunio es un acto de maldad, cuya víctima eres tú.

Pedir perdón no es una varita mágica que se agita y borra de golpe nuestros errores.