Loba negra

La tan esperada continuación de Reina roja que cautivó a más de 250.000 lectores.

La primera sorprendida he sido yo, no esperaba una segunda parte, y ya una tercera ni pensarlo.

Antonia y Jon de nuevo se ven las caras. El mentor les llama para un caso que considera prioritario en Málaga, dónde el número de efectivos para la corrupción del lugar es irrisorio.

Nada más llegar se encontrarán sujetos a una poco anfitriona Comisaria Romero que los recibirá con ciertas reticencias. Su misión es sólo encontrar a una mujer, pero... No sólo ellos la están buscando.

Las mafias de Europa del Este están afincadas en la costa del sol y la trata de personas, tráfico de drogas y blanqueo de capitales están a la orden del día.

Un asesinato de un confidente y el intento frustrado del asesinato de su mujer, hacen que se inicie una investigación y una búsqueda incansable y contrarreloj de la mujer, Lola. Hay que ponerla a salvo, pero las mafias no perdonan y harán todo lo posible por ir un paso delante de la policía.

¿Creéis que os he contado mucho? Para nada, 560 páginas dan para mucho.

Una vez más el autor lo ha conseguido, no creo que supere a Reina roja, pero así, así están las dos, porque la intensidad de la novela ha sido brutal.

Cuando crees que ya está todo hilado, el autor le pega un giro a la historia y te quedas con una carita de ¿perdona?. En eso me ha ganado, la novela me ha abducido desde el minuto uno y los giros y revés de la novela se han sucedido hasta el final. ¡final, que vaya final! Por si no tuviéramos bastante, un nuevo giro magistral.

El autor ha logrado un thriller para quitarse el sombrero. Con continuos cambios de ambiente y personajes, narrando la historia desde los diferentes puntos de vista de los protagonistas. Creo que esa ha sido una de las claves para mantener al lector enganchado.

Una novela trabajada, bien documentada, bien escrita, con unos personajes perfectamente definidos y desarrollados y una pluma ligera, amena y adictiva, y con pequeños guiños a canciones de Sabina del que se declara fan incondicional.

Con un final que como he dicho queda abierto, que nos dejará con la boca abierta y con ganas de seguir descubriendo la extraña personalidad y carácter de Antonia Scott.

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