Asesinato en el Orient Express

Adoro a Agatha Christie y a sus libros sencillos y entretenidos que no esconden ningún tipo de presunción. También me gusta la gran cantidad de personajes que maneja, siempre manteniéndolos en una línea. Lo que me sucedió particularmente con este libro es que los hilos de la trama se ven, para mi gusto, demasiado pronto y los personajes parecen estar fingiendo que no llegan a la conclusión. “Un par de capítulos más”, piensan, un poco para llevarle la contraria al lector. Pero la previsibilidad no es condenable: el problema es que se deja expuesta una teoría incómoda sobre los extranjeros y los personajes, por ende, están acartonados. Tan acartonados, que las últimas páginas en donde se produce el clímax con la exposición de Poirot me provocaron un “¿eso solo era?”.

El argumento es simple: Hercules Poirot está viajando en tren y se cruza con un grupo de personas que tomará el Orient Express. Si bien empieza a delinear el carácter de cada uno de ellos desde el principio, ninguno parece ser el asesino del viajero que aparece muerto en uno de los compartimientos. Así que procederá a interrogarlos uno por uno mientras el tren está detenido por la nieve.

Me molestaron las consideraciones que Poirot y sus ayudantes (monsieur Bouc, principalmente) hacen sobre los pasajeros y sus temperamentos de acuerdo a las nacionalidades. Me desentendería del asunto si eso se dijera una sola vez, una especie de desliz en medio del caos, pero en realidad se va a sugerir en otras oportunidades. Parece ser parte del método de investigación de Poirot y no sé si se repite en otros libros. Es comprensible por la época (1934, post guerra) y no es nada que no se siga pensando en este siglo, pero intentar resolver un caso mediante la nacionalidad colérica o fría de una persona roza la ignorancia y el ridículo (por lo menos de la primera se puede volver). Ergo, no me gusta. También hay un par de ideas polémicas que vendrían a forzar la explicación del móvil del crimen. No bajé dos estrellas por esto, aunque si influyó un poco en mi perspectiva sobre Poirot y el desarrollo de la novela. Aclaro, para no alarmar (sé que a veces sueno melodramática con estas cosas), que paulatinamente esa idea se abandona y la mira se pone en otros puntos. Se supera, por decirlo de alguna forma.

Con respecto a la narración en sí, no presenta dificultades. Cronología que se respeta, detalles sobre los interrogatorios, explicaciones del caso al final y resolución. No tiene novedades hasta la parte final. Lo que me sucedió es que empecé a sospechar en la mitad y se cumplió. Lejos de vanagloriarme de haber adivinado, lo vi como un pequeño defecto porque no soy de las personas que buscan al asesino por sí mismas. Para eso ya está el detective de la novela. Yo me limito a observar cómo se las arregla. Así que definitivamente Asesinato en el Orient Express me decepcionó un poco por la relevancia y la estima que tiene este caso en particular.

A pesar de lo dicho sobre los personajes acartonados, hay un par que me desorientaron y me gustaron mucho por su temperamento ante la situación. Ya en el comienzo, Mary Debenham y la Princesa Dragomiroff llamaron mi atención. Si bien durante la novela no tienen un desarrollo psicológico ni nada similar (incluso cuando se los presenta como personas que ocultan algo que debe revelarse para hacer un bien mayor), causan cierta simpatía. Todo depende del cristal con que se mire. Está bien planteada la red en la que todos esos extranjeros quedan pegados el uno al otro. de lo contrario, la trama estaría forzada y fragmentada en personas que estaban en el tren porque sí.

No puedo decir que el libro me haya encantado, pero tampoco fue el peor que leí en mi vida. Es muy entretenido y los capítulos invitan a continuar leyendo sin pausa. El suspenso está bien manejado y, a pesar de que Poirot sea un personaje que me cayó mal (tiene un aire de superioridad que traspasa el papel), creo que su mirada de las cosas puede llegar a tener cierta lógica en el contexto.

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El primer libro que leo de esta autora, coincidiendo con su aniversario, y la verdad es que no me ha sorprendido mucho. Es verdad que no soy gran fan de la novela policíaca y que la trama se resuelve de manera ingeniosa, pero a medida que la trama avanzaba y vi qué tenían en común los personajes, el crimen me pareció un tanto predecible.

La estructura de la novela es básica, sucede el asesinato, interroga a los posibles asesinatos y se descubre. El ritmo es rápido, pues la novela vive a base de diálogo, pero no ha sido una novela que me haya marcado, tal vez más adelante lea algún libro más de la autora, pero no por el momento, sin embargo, su fama es grande, así que supongo que los aficionados a las novelas policíacas la disfrutan mucho.

En algún lugar de la antigua Yugoslavia, una gran tormenta de nieve detiene el recorrido del Orient Express de madrugada. En él viaja el reconocido detective Hercule Poirot, que al despertar a la mañana siguiente descubrirá que el pasajero del compartimiento contiguo al suyo ha sido brutalmente asesinado. Aparentemente nadie ha salido ni entrado del coche-cama. El asesino es, sin duda, uno de los ocupantes... al igual que con Diez Negritos, la trama me ha atrapado totalmente. Y a pesar de haber visto la película hace años, no recordaba muy bien el final, lo que ha conseguido hacer que me sorprenda igualmente. La trama es compleja, con una buena dosis de misterio y llena de personajes tan bien construidos que hace que no te pierdas y recuerdes a todos a pesar de ser numerosos. Debo añadir que Hercule Poirot se ha ganado mi corazoncito con su poder de deducción, sus rarezas y sus métodos, muy alejados del procedimiento de los "expertos". Estoy deseando leer más sobre él.

Entretenida intriga policial con preciosas ilustraciones en una edición de gran calidad. Lo mejor, las dos soluciones al enigma que ofrece Poirot, quien altera así su habitualmente metódico procedimiento de investigación, la variopinta lista de sospechosos y el ambiente de solidaria camaradería que se establece entre ellos. 👍🕵

Es la segunda vez que lo leo y debo admitir que es uno de esos libros que no puedes soltarlo hasta que lo terminas. Entretenido desde principio a fin, con un buen desarrollo de personajes que te llenan de intriga. Lo recomiendo muchísimo, no se van a arrepentir.

Agatha Christie sabe cómo escribir un buen libro de misterio. Atrapa al lector en un vórtice de acciones y consecuencias que lo mantienen interesado en la lectura. Dos aspectos fascinantes de este libro son, la forma en la que consigue hacernos cambiar de sospechosos con una facilidad sorprendente y la revelación del asesino. Su rastro de pistas te puede llevar a deducir el final o sorprenderte cuando no tenías ni idea de que estaba sucediendo. Pero sea como fuere, todo tiene su antecedente, nada es dejado al azar y eso es lo que hace a este libro algo muy disfrutable e interesante.

Sin duda un relato muy bien estructurado. Siento que este tipo de resoluciones ya lo había explorado un poco en El Asesinato de Roger Ackroyd, el misterio es bastante intrigante y creo que las ambiciones de la autora se resolvieron muy bien. Sin embargo, al contar con más personajes las conclusiones finales se hacen un tanto apresuradas y directas. No hay tiempo para meditar la historia sino hasta después de terminar la lectura que, puede hacerse bastante rápida para los admiradores de la autora. No obstante, de los mejores casos de Poirot.

En esta novela de Agatha Christie el investigador Hercules Poirot viaja en el tren Orient Express con destino a Inglaterra.
Por causa de una fuerte nevada el tren no puede continuar su viaje quedando atrapado en Yugoslavia, donde pasan la noche. A la mañana siguiente un hombre aparece muerto. El director de la compañía y amigo de Poirot le pide que investigue lo que ocurrió a fin de evitar complicaciones con la policía yugoslava.
Hercules Poirot entrevista a todos los pasajeros del vagón y tras reflexionar y volver a entrevistar a algunos pasajeros llega a la conclusión y resolución del caso.

"Asesinato en el Orient Express" de Agatha Christie
Hércules Poirot recibe un telegrama en el que se le pide que regrese a Inglaterra, por lo que decide viajar en el Orient Express. Durante el viaje, un pasajero, Ratchett, cree que su vida está en peligro y quiere contratar a Poirot, pero este se niega. Durante la segunda noche Poirot se despierta varias veces por diversos ruidos e incidentes. A la mañana siguiente le informan que Ratchett ha sido asesinado y le piden que se encargue de la investigación. Poirot acepta. A partir de ahí todo se va enredando sin ninguna lógica y tendrá que utilizar muy bien sus células grises.
*Ha sido una relectura y me ha vuelto a encantar. Me he ido fijando en los detalles y pruebas que va dejando y ha sido una lectura muy entretenida.

Tenía muchas ganas de leer a esta autora y tenía las expectativas más bien altas, pero lamentablemente este libro no ha sido para mi.

Llegando al final de la historia el ritmo mejora y me gustó más, pero en ningún momento logró engancharme. Se me hizo lento y en alguna ocasión hasta aburrido y aunque el final si que me sorprendió me esperaba más.

Volveré a leer a la autora dentro de un tiempo, y espero llevarme mejores sensaciones.