El cuento de la criada

Leí este libro después de haber visto la serie y fue una lástima, porque con ello perdí, además de la capacidad de imaginar a los personajes a mi gusto, la magia de deducir qué es lo que va a pasar a continuación.
Lo cierto es que es una novela de ágil lectura, a pesar de la escasez de diálogos y la falta de acción, cuyos personajes he encontrado un poco despersonalizados. La atmósfera que recrea la autora es asfixiante, se trata de una distopía pero parece una historia tan verosímil y factible que resulta espeluznante.
Si bien es verdad que he tenido la sensación constante de que la trama sucede a demasiada velocidad y que el final se alcanza de una forma un tanto precipitada, es indiscutible que posee un argumento muy original y que está bien escrita, aunque se centra quizá más en explicarnos el régimen totalitario que de desarrollar la acción en sí. Si hay algo que destacaría de la obra son los soliloquios de la protagonista, fragmentos intimistas que son los que realmente llevan al lector a reflexionar sobre el régimen y la forma de someter a las mujeres que tiene lugar en Gilead.
La historia me parece magnífica, aunque me quedo con la sensación de que el argumento hubiera dado para más; aún así me apena no haber sabido del libro antes de conocer la serie.
Sin duda, si estáis pensando en tomar contacto con los dos formatos, os recomendaría que leyerais el libro primero, pues la serie es tan buena que la lectura posterior puede resultar un poco decepcionante.

Me entraron ganas de leer este libro tras el éxito de la serie, sin embargo en parte me decepcionó.

Lectura que a ratos se hace muy lenta y soporífera, narrada de una forma bastante cruel (que, si has visto la serie no te sorprende)
Buscaba encontrar varias respuestas que me surgieron tras ver la serie y me quedé con las mismas ganas que al principio.

Sin embargo, si le das la oportunidad consigue atraparte, aunque no mucho más que la serie.

Desde que muy joven mi padre me regaló Los que vivimos de Ayn Rand he leído todas las distopías (según la RAE representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana) que cayeron en mis manos. Mi favorita sin lugar a dudas Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro. Si estáis interesados en el subgénero os recomiendo Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y por supuesto El cuento de la criada de Margaret Atwood.


Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en 1985. Lo que me gusta de esta novela y, en general, de las distopías es que anticipan acontecimientos y conductas que muchos años después serán reales. La escritora es feminista y de ahí, que El cuento de la criada se refiera a la anulación de todas las libertades de la mujer.

“Fue después de la catástrofe, cuando le dispararon el presidente y ametrallaron el Congreso, y el ejército declaró el estado de emergencia. En aquel momento culparon a los fanáticos islámicos”

Con la excusa del terrorismo y de un ataque al Gobierno, Estados Unidos se convierte en la República de Gilead, un estado ultra puritano de estructura patriarcal y basada en la interpretación del Antiguo Testamento.

El nuevo orden establece el mandato de los Comandantes, vigilada por los Ángeles y controlada por los Ojos. La gente no caucásica es enviada al Oeste. A las mujeres se les prohíbe trabajar, tener cuentas bancarias y hasta leer. Ante el descenso dramático de los nacimientos, la vida de la mujer se orienta exclusivamente a tener hijos. Así tenemos a las esposas (de la clase dominante, claro), las criadas a las que los comandantes violan para tener hijos, las Marthas que cuidan de las tareas domésticas y las tías que educan a las criadas. Las criadas dejan de tener nombre y adoptan el del apellido del comandante de turno.

El relato de Atwood se nos presenta como unas memorias escritas por la criada Defred:

“Me gustaría creer que esto no es más que un cuento que estoy contado. Necesito creerlo. Debo creerlo. Los que pueden creer que estas historias son solo cuentos tienen mejores posibilidades. Si esto es un cuento que yo estoy contando, entonces puedo decidir el final”.

Acude a los flashbacks para relatar su vida pasada en la que era editora, esposa y madre de una niña que la arrebatan para darla a un matrimonio dirigente.
Es un estado basado en el terror. En el Muro se exponen los cadáveres colgados de aquellos que se enfrentan al orden establecido para que sirvan de ejemplo.

A diferencia de la exitosa serie de televisión, la protagonista Defred aparece rendida a su suerte. Comprende que luchar no sirve de nada.

El libro tiene al final una especie de manuscrito que es sumamente pesado y que realmente no encuentro necesario. La serie alarga bastante la historia pero encuentro que su adaptación es realmente buena.

Es realmente un libro duro, acongojan las experiencias de Defred, odias a los poderosos, no sabes cómo salir de ese mundo inquietante, cerrado y terror. Si habéis visto la serie, os gustará leer el libro, y si nos la habéis visto, os aconsejo leerlo primero para poder imaginar los personajes y los escenarios vosotros mismos.
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Este libro lo cogí en la biblioteca de mi cuidad, y era un ejemplar bastante antiguo, el libro era pequeñito y la letra bien diminuta. Pensé que me iba a costar un poco debido a ello, pero no podía estar más equivocada. También debo añadir que hacia bastante tiempo que quería leerlo y que tengo la serie en mi largaaaaaa lista de pendientes.

El cuento de la criada, nos narra un futuro próximo, donde Estados Unidos ha sufrido un cambio muy brusco. Estamos ante una sociedad fuertemente jerarquizada, tanto para hombres como para mujeres. Los hombres ostentan cargos públicos o son simples ayudantes o trabajadores. Pero el más estricto es para las mujeres, por una parte, tenemos a las Esposas que pertenecen a las casas adineradas, son mujeres en una edad adulta avanzada y siempre vestidas de color azul. Se encargar de controlar los asuntos domésticos y tienen hobbies para mantenerse ocupadas.
Dentro de estas casas tenemos diferentes tipos de sirvientes, la más destacada es la Criada, que son mujeres jóvenes fértiles que van a ser las encargadas de otorgarle descendencia al señor de la casa. Siempre tienen que ir vestidas de rojo, muy pero que muy tapadas y mantenerse sanas para poder concebir lo antes posible.

Este libro esta narrado desde el punto de vista de la protagonista, en forma de un monologo interno que en un principio hasta que le coges el ritmo puede parecer un poco caótico. Me explico, nos intercala partes del presente con el pasado, pero en muchas ocasiones no hay como una separación simplemente la mujer esta haciendo su vida y le salta un recuerdo de su “vida anterior” y se sumerge completamente en él. Cuando le cogí el ritmo a la lectura deseaba que llegarán esos saltos al pasado para seguir averiguando como narices se había llegado a esa situación tan extrema.

La verdad es que, en ciertas partes de la novela, se me ha puesto mal cuerpo de pensar que una mujer tenga que pasar por semejante situación y todo el lavado de cerebro que les han dado a esas personas para que piensen que esa es la manera correcta de actuar, porque si van en contra del régimen son asesinados y colgados en una zona del pueblo para que todo el mundo vea que si vas en contra ese va a ser tu final.

Como he dicho anteriormente gracias a los flashbacks, podemos ir viendo como lo que era una sociedad pues como la que podemos tener hoy en día, va mutando en una manera muy retorcida donde poco a poco la mujer pierde todo, para quedar como un ser que solo sirve para estar en el hogar y tener hijos. Además, se va desarrollando una sociedad extremadamente religiosa, cosa que me ponía los pelos como escarpias.

El final de la novela es abierto, cosa que no me termino de gustar, porque nos deja muchísimas incógnitas en el aire, pero según vi el otro día en Goodreads la autora va a publicar otro libro de este mundo, así que no se si continuará con este final o nos hablará de otros personajes.

En conclusión, El cuento de la criada, es una novela de ciencia ficción que invita a la reflexión. Donde nos enseña como una ideología puede llegar a retorcerse, donde lo ilógico parece lo más normal y común y si vas en contra del régimen, sabes el final que te espera.
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BENDITO SEA EL FRUTO

Estamos en Gilead, el antiguo Estados Unidos. Pero ahora ya no tiene nada que ver con lo que era antes. Tras el asesinato del presidente, supuestamente por radicales islámicos, un grupo extremista conservador, llamado los Hijos de Jacob, se hace con el gobierno del país. Poco a poco irán cambiando las leyes, y recortando las libertades, sobre todo a las mujeres, que tendrán distintas funciones según a la categoría que pertenezcan.

Nos encontramos con una sociedad dónde las mujeres están categorizadas por colores. Están las Esposas, que visten de azul, y están casadas con los máximos mandatarios (las de familias humildes son las econoesposas) . Las Marthas, son las asistentas del hogar, y visten de verde. Las Tías, visten de marrón, y son las instructoras de las criadas. Y finalmente están las Criadas que visten de rojo, y entre este grupo se engloba nuestra protagonista, Defred.

La trama se centra en Defred, que es una criada. Las criadas son mujeres fértiles que son asignadas a una casa dónde las esposas no son fértiles, y cuya su misión es tener un hijo por ellas. Tienen tres intentos para conseguirlo, y si no lo logran, son enviadas a las colonias, dónde mueren por la contaminación.

El tema de la novela es el de la pérdida de derechos. En esta novela vemos la consecuencia de la pérdida de derechos progresivos que sufren los ciudadanos, y en especial las mujeres. En un corto periodo de tiempo hace que sus vidas no tengan nada que ver. También cabe destacar la pasividad que presentan ante estos cambios, el conformismo; y que cuando tienen la capacidad para reaccionar ya es demasiado tarde.

En cuanto a la estructura del libro decir que está dividido en capítulos cortos, de fácil lectura en cuanto a extensión, quizá a veces la lectura es más dificultosa en cuanto a contenido; con esto último me refiero a la dura situación que vive la protagonista.
Los personajes están muy bien construídos, además todos tienen su personalidad y carisma; no se trata en este caso, de la típica novela en la que destacan los protagonistas, y los demás personajes son anecdóticos.

La novela, más que tener un ritmo trepidante dónde predomine la acción, se trata de una novela que nos lleva a reflexionar sobre la sociedad, sobre la pasividad que a veces tenemos ante cosas que son importantes, sobre los derechos que tenemos, las libertades; y de que no somos a veces conscientes de lo afortunados que somos. Y sobre todo, tratándose de una distopía, del temor a que algo así simplemente podría pasar en nuestro mundo actual.
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«Nolite te bastardes carborundorum.»

Éste es un libro distinto a todo lo que había leído hasta ahora. Entré a ciegas sabiendo sólo que era una distopía, por lo que el argumento realmente me impactó.
La historia, al principio fría y progresivamente con más sentimiento, está narrada por Defred, una mujer en edad fértil que pertenece involuntariamente al grupo social de las 'criadas'. Su función, como la de todas las otras mujeres de su clasificación, es básicamente la de incubadora humana.
Durante el transcurso del libro Defred nos va a ir narrando su vida presente y pasada, y entre medio de su relato nos vamos a ir enterando de cómo funciona el opresivo sistema político y social en el que vive.

La vida de Defred es monótona y gris, aunque paradójicamente ella sólo tiene permitido vestir de rojo (y cubrir su cabeza de blanco). Ella y las demás criadas son mujeres asignadas a un hombre influyente que pasa a ser su "dueño" temporal, adoptando su nombre durante el tiempo que estén en su casa. Así Defred se llama de ese modo porque pertenece a Fred, y el día que ella abandone su puesto la próxima mujer que venga pasará a llamarse como ella ahora.
El objetivo de esta rotación es darle hijos a su "dueño". Para eso deben tener relaciones sexuales con él durante una ceremonia con testigos (entre ellos la esposa de él) en la que la criada básicamente se queda tirada esperando a que el hombre haga su parte. Éste es un momento desprovisto de toda sensualidad que es una mezcla de trámite con ritual y que da escalofríos de leer, especialmente por la pasiva resignación de las criadas.
El gran chiste es que ahora a las mujeres les cuesta concebir, y si pasado un tiempo no muy prudencial la criada en cuestión no quedó embarazada del hombre al que pertenece –el acto sexual con alguien más está prohibido y penado con la muerte– su vida correrá grave peligro. En este mundo, mujer que no resulta ser fértil (porque los hombres siempre lo son, según el gobierno) es una inutilidad. «Nosotras somos recipientes, lo único importante es el interior de nuestros cuerpos.»

Defred pertenece a un hombre ya mayor al que se lo conoce como el Comandamente, con el que no tiene ningún tipo de vínculo más que el de propiedad. Ella es una mezcla entre una esclava y una prisionera, aunque en toda justicia debo decir que en la casa en la que cayó no la tratan mal, sino que –fuera del "ritual"– mayormente la ignoran. Pero aún no ha logrado concebir y el tiempo se agota.
Nadie puede ayudarla. Nadie puede ayudar a nadie. No hay modo de saber quién puede ser un espía del gobierno ni quién estará atento a cualquier mirada o gesto que pueda traicionar un pensamiento que no sea acorde a la disciplina impuesta.

La vida de Defred es monótona pero no así la narración. Como es todo tan igual y estricto cada pequeño cambio en su rutina es un giro inesperado y casi espectacular. Me sorprendió mucho lo bien escrito que está este libro y el desarrollo psicológico de los personajes. Para mi gusto éste es uno de esos casos en que una historia engancha tanto principalmente por la mano hábil con que está escrita.
Defred es un personaje muy interesante y ampliamente desarrollado (a pesar de su autocontrol) por quien es imposible no sentir pena y temor. A medida que avanza su narración –que es en buena parte de acciones bastante mundanas– vamos conociendo los vestigios de lo que supo ser su personalidad, un poco por sus muy aplacados pensamientos de libertad y por algunos flashbacks que muestran cómo era su vida antes de que el actual gobierno tomara el poder.
El final me descolocó por completo, por cierto. Es el día de hoy que no todavía no se bien qué pensar (escucho ofertas).

Éste es un mundo aterrador como pocos, donde a pesar de que el punto de vista de la narración es el femenino y definitivamente las mujeres son las que por lejos se llevaron la peor parte, leyendo entre llíneas y no tanto se ve que la mayoría de los hombres no poderosos también sufren y están oprimidos. Me gustaría mucho leer otra historia –aunque sea breve– ambientada en este gobierno para ampliar ciertos conceptos y profundizar aún más, lo leería encantada (y espantada).
¿Querías distopía? Acá está.
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Me encantó esta novela. Entré a ella con cierta cautela porque había leído algunas reseñas que decían que era muy lenta, muy descriptiva hasta muy difícil de leer. Esto último es cierto, algunos pasajes sin duda fueron difíciles de soportar y hasta me provocaron miedo. Pero, por otra parte, es una novela atrapante que no me pareció para nada lenta, construye un universo en el que el lector se mete por completo y del cual es difícil salir. Había noches en las que no podía parar de leer, me gusto mucho la forma de escribir de Atwood, una autora que acabo de conocer y que espero poder seguir leyendo en el futuro. Sin duda tienen que leer El cuento de la criada

Esta historia ha sido fascinante, no sabia lo que me iba a encontrar ni si me iba a gustar y no, pues me ha encantado, la novela me ha sobrecogido mucho y me ha encantado como esta escrita y lo que cuenta.
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Igual si habéis visto la serie no debería recomendar el libro porque, aunque es su germen y la idea primigenia de la historia, al segundo capítulo de la serie ya casi habríais acabado el libro, así que no os iba a sorprender la historia y os habrías hecho spoiler a la primera de cambio porque en la novela de Atwood seguimos la historia que nos va contando Deffred (Offred, si la leéis en inglés) sin saber muchas cosas ni el porqué de la situación hasta que el epílogo las aclara y en la novela desde el principio tenemos las claves e incluso un nombre real para la protagonista que en el libro no se desvela. Pero en cualquier caso es un libro estupendo y que por lo menos las mujeres deberíamos leerlo todas para estar ojo avizor y oídos alerta. Y, claro, la serie aporta algo que en el libro, salvo unas láminas estupendas que nos dan la clave del vestuario de las mujeres, no aparece y debemos imaginar: la fabulosa fotografía y los espectaculares movimientos de cámara de la serie. Y que conste que sólo he visto dos capítulos.
La novela es de 1984 y da escalofríos porque refleja una distopía que no se aleja en el tiempo ni en el espacio como otras obra de ciencia ficción que proyectan temores que se realizan por lo menos a varias decenas de años después.
El cuento de la criada se desarrolla en unos Estados Unidos sin cambios físicos pero en una situación de dictadura cuyo origen se gestó aprovechando el miedo a determinado atentados y a la amenaza terrorista (recuerdo, 1984 el libro) y cuyos efectos no afectan por igual a toda la población ya que, como en la mayoría de las dictaduras, son las mujeres quienes sufren en mayor grado los efectos, y de una forma terrorífica si lo medito desde mi condición de mujer: las mujeres han perdido todos sus derechos, pero absolutamente todos. No pueden salir solas, no pueden leer ni siquiera reconocer que saben hacerlo (en las tiendas los productos tienen dibujos con el precio, no el nombre), no tienen acceso a la educación e incluso las conversaciones se limitan a frases hechas. Una especie de país talibán pero con una ideología religiosa basada en partes del antiguo testamento y con una clasificación de las mujeres que ya vivían cuando se produjo el cambio en función de su capacidad para tener hijos, pero no precisamente para ocupar las que puedan tenerlos un puesto político importante sino para estar no sólo sometidas al varón en genérico sino resultar propiedad de uno en concreto (de ahí el "De" con el que comienzan sus nombres) con quien están obligadas a tener relaciones en una ceremonia degradante en la que también toma parte la esposa estéril del Comandante propietario.
Otras mujeres tienen otras funciones, todas están clasificadas por colores y ninguna tiene importancia en las tareas de relevancia, de poder o de mando. La represión es brutal, tanto política, como religiosa, de género... e incluso algunas mujeres que parece que tengan cierto grado de poder (las "tías" sólo lo tienen en relación a otras mujeres.
A lo largo de la obra seguimos los pensamientos de Defred que cuentan su vida y relatan algunos aspectos del pasado que nos van dando pistas de cómo percibió ella el cambio, la ruptura, la separación de su pareja y de su hija, sin que sepa si siguen vivos, y la privación drástica de derechos que creían que sería temporal y que ha devenido definitiva.
La historia es terrible y un aviso a navegantes para no cejar en el trabajo en pro de la igualdad. Muy, muy, pero que muy recomendable.
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Una distopia diferente, con una carga enorme de feminismo a la antigua, una cruda replica a la sociedad de su epoca, ademas con una gran cantidad de influencias notorias, ,, Un mundo feliz, 1986, y muy notoria asociacion con los niños de Lebesborn , ( para sostener la raza Aria durante el Nazimo) de quien se puede leer en 2 libros particularmente , Max y Los Huerfanos del mal. Recomendable todo, . El contexto lo es todo.