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RAMON HERNANDEZ GARCIA; (Traductor)
ISBN : 8466350942
256 páginas
Editorial: Debolsillo (28/01/2021)

Calificación promedio : 4.15/5 (sobre 882 calificaciones)
Resumen:
Un mundo feliz es un clásico de la literatura de este siglo. Con ironía mordiente, el genial autor inglés plasma una sombría metáfora sobre el futuro. Un mundo feliz es un clásico de la literatura de este siglo. Con ironía mordiente, el genial autor inglés plasma una sombría metáfora sobre el futuro, muchas de cuyas previsiones se han materializado, acelerada e inquietantemente, en los últimos años. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido ... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (101) Ver más Añadir una crítica
AlejoCeron
 26 July 2022
“La gente feliz; tiene lo que desea y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto, a salvo; nunca está enferma; no teme a la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay ni esposas ni hijos ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Si algo marcha mal, siempre queda el soma”

Escoge: prefieres vivir sin dificultades, sin padecimientos, con recursos ilimitados que son otorgados dependiendo de nuestras características, pero sin que exista el libre albedrío, con todo impuesto y preestablecido para nuestras vidas? O, con libre albedrío, con la posibilidad de trazar el camino propio, pero enfrentándose a las inclemencias de la vida?, tal vez, más o menos, cómo ocurre en la realidad.

La decisión no es tan fácil como se piensa. El camino más cómodo resulta ser absolutamente claro, pero ese camino: No nos aleja un poco de la esencia de lo que somos? Eso si, no sufriríamos. Las personas estarían predispuestas para aceptar su destino y no tendrían cómo oponerse a este. Les gustaría?

Sería un mundo feliz derivado de la practicidad. de la aceptación de lo que nos depara el destino. del soma, cuando no queramos aceptarlo. Casi como unas máquinas. Seríamos hechos para cumplir con una tarea que beneficia a toda la sociedad, la única forma viable del socialismo, desprendido de la predisposición de los seres humanos para contrarias a su naturaleza.

Seríamos el salvaje? O, Nos adaptaríamos?

No es bonito enfrentarse a situaciones difíciles para valorar las buenas situaciones?; No es bonito apreciar que el trabajo, el esfuerzo y el actuar bien, trae retribuciones positivas para nuestra vida?; No nos enaltece el simple hecho de enfrentarnos a las adversidades?; El mundo feliz no depende de la subjetividad humana?; de las preferencias que cada cual tiene? Se recuerda, estaríamos predispuestos. !Cada cual que tome su decisión!, pero que se tenga la opción de tomarla.
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Celia_0504
 19 June 2023
Para el #retopiaspirits de @victorianspiritsblog de junio me ha tocado hacer la segunda relectura de una de las grandes obras del género distópico. Leí por primera vez “Un Mundo feliz”en Segundo de Bachillerato con 17 años, y fue una de esas lecturas que a uno se le quedan en la mente mucho después de haberlas finiquitado. Incluso si no hubiera iniciado este reto de libros distopicos, más tarde que temprano hubiera vuelto a leer este libro. No solo porque fuera un que me gustase y me impactará en su momento, y porque tenía olvidadas muchas cosas de él. También porque habla de una serie de cosas y presenta varias cuestiones relacionadas con el futuro que es importante tener en cuenta en la actualidad.

Un Mundo feliz” nos lleva precisamente a eso, a una ucronía donde se ha encontrado la estabilidad social, la paz y la armonía. Figuras como el matrimonio y la familia han desaparecido hasta ser vistas como obscenas, y en su lugar las personas nacen por medios científicos en un laboratorio. La gente trabaja lo mínimo indispensable, y tienen a su disposición todo tipo de de entretenimientos y facilidades gracias a los avances de la tecnología. Hay una gran libertad sexual basada en que “todo el mundo es de todos”, y los sentimientos y pensamientos negativos se superan a base de drogas a disposición de todo el mundo. A cambio, los ciudadanos han perdido nociones como la independencia, la capacidad de pensar por sí mismos, el arte y la literatura, la religión y el amor de verdad. Un mundo aparentemente fácil, pero que resulta mortalmente hostil para el Salvaje John, un joven que nació de forma natural y se crió en una reserva India, y cuyo único contacto con el exterior ha sido la lectura de las obras de Shakespeare.

Me ha gustado la lectura, no voy a mentir. Pero al mismo tiempo no me impactado tanto como cuando tenía 17 años. Un mundo feliz me parece una sátira futurista increíblemente bien construida e ideada. Pero al mismo tiempo siento que hay ciertos aspectos de ella que me han dejado muy fría. Especialmente su inicio. Es demasiado frío, impersonal y y me ha parecido que toda la información que se aporta nos llega de una manera muy abrupta. Hace que cueste conectar mucho con la historia personal, y especialmente con los personajes. de todas maneras, creo que eso es algo intencionado por parte del autor, el de demostrarnos de una manera tan inversiva el aséptico y frívolo mundo en el que se mueven sus personajes, lo impersonal y tecnológico que es .

Una tónica típica entre los lectores de esta obra es compararla con otra de las crónica distópicas más famosas de la historia, “1984”. Mientras la obra de Huxley se dedica a elucubrar sobre a donde nos pueden llevar los avances tecnológicos y el control del Estado, el uso de las drogas y la satisfacción fácil como armas para controlar a la población; el libro de Orwell nos ponen la alerta contra los totalitarismos y el control de masas. En ambas obras se nos presentan vertientes del futuro tan posibles como escalofriantes y creíbles. Pero la obra de Orwell tiene un algo más impactante, pese a que su historia y su narración es, posiblemente, más simple. Tiene un elemento más terrorífico que impacta y que en sus últimos capítulos nos lleva a un clímax de infarto.En esta lectura de “Un Mundo Feliz” me ha faltado hasta prácticamente sus últimos capitulos.

Al igual que la primera vez, el futuro que nos presenta Huxley me ha dejado sin aliento por lo increíblemente certero de sus predicciones. Ese futuro que su obra muestra nos presenta un estado que ha avanzado en lo tecnológico y ha conseguido que sus habitantes tengan vidas fáciles y sin preocupaciones, proporcionándoles diversos medios solución a todos sus problemas.Y aquí la cuestión. No hay problemas porque no tienen la capacidad de pensar por sí mismos, la individualidad suficiente para encontrarlos, la capacidad de tener un mínimo de espíritu crítico. Ese mundo parece una fiesta, pero en el fondo es una tragedia vacua, amarga y terriblemente simple, por que todas las facilidades que sus habitantes tienen en lo tecnológico y lo social camuflan de una manera vergonzosa todo lo que ignoran porque les ha sido vedado acceder a ese conocimiento y al simple hecho de enfrentarse con ellos mismos, a su ser más personal. Cualquier personalidad interior que tengan y se oponga a las ideas oficiales del régimen, cualquier voz interior, que les anime a poner en cuestión todo lo que le rodea, han sido extirpados y asesinados antes de que sean conscientes de ella. Ni siquiera se les ha dado la oportunidad de nacer o formarse. Y aquellos que tienen un mínimo de raciocinio están condenados a no poder adaptarse en una sociedad en la que todo el mundo puede ser feliz sin apenas hacer nada, a ser excluidos en una reunión en la que todos pueden participar. de hecho, la inmensa mayoría de los personajes que pueblan estas páginas no se salvan de nuestra mirada crítica, todos tienen algo que hace que el lector esté en contra de ellos y les mire desde una óptica amarga. Ya sea su adhesión total al régimen y a las ideas que propugna, o por la manera en que se oponen a esas ideas. Pero al final son todos víctimas crueles del sistema, nadando entre la aceptación absoluta e incondicional, o el deseo inconfesado de poder ser parte del sistema. Leyendo uno no puede evitar acordarse de esa frase de "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".

Y es esa paradoja lo que hace aún más trágica la figura del salvaje John, el eje emocional de esta obra tan científica, la mancha en la superficie aséptica e inmaculada que es la sociedad futurista de “Un Mundo Feliz”. John es el loco entre los cuerdos que al final es el único sensato que puede ver el sinsentido que es el mundo con el que soñaba cuando era un marginado en la reserva de Malpaís. Todo en él es trágico y está abocado a la desgracia. Como si un personaje de su amado y citado Shakespeare se tratara, John está destinado a ser siempre un paria, un hombre inadaptado y sin raíces. Y al mismo tiempo, eso le dará siempre cierta libertad emocional. La suficiente como para poder ver que ese mundo feliz con el que soñaba tiene algo corrupto y maloliente. Una corrupción que acabará salpicando su inocencia hasta hacerla desaparecer de una forma cruel y que Huxley relata con el mismo detallismo y frialdad con el que un medico practicaría una autopsia.Resulta terrible ver como las frases de Shakespeare que el joven va citando a lo largo del libro van cogiendo un cariz cada vez más tenso y dramatico hoja a hoja, que va demostrando su cambio espiritual y como poco a poco va amargándose ante todo aquello que le rodea, a medida que descubre lo terrible que es la avanzada sociedad futurista en la que no tiene lugar por su educación, su crianza y la forma en que nació; un mundo que nada se toma en serio y que solo le ve como un elemento pintoresco. Un elemento que, como las drogas, el cine sensorial y las fiestas está ahí para entretener. Y que en cuanto cualquier elemento se convierte en algo incómodo, no se le destruye, sino que se le hace algo peor. Asimilarlo.

Para mí el gran momento de toda la novela, el que más nítido tenia en mi memoria de la primera vez que la leí, es esa conversación final entre John y Mustafá Mond en los últimos capítulos del libros. La conversación que demuestra la ironía de todo el experimento social que es ese mundo distópico , en el que todo parece simple, pero es a la vez una maquinaria compleja en la que cada elemento está perfectamente estructurado. Y es a la vez, en ese estudio sociológico es donde encontramos la auténtica poesía que supone “Un Mundo Feliz”, con todo su esplendor. al final, la obra de Huxley es un canto crudo y perturbador pero a la vez bello y matizado contra los vacuos cantos de sirena y las facilidades accesibles, contra el hecho de que el Estado intervenga tanto que dé a sus habitantes todo ya hecho sin que tengan que idearlo, buscarlo, crearlo. Y es un canto a favor de algunos de los aspectos más estéticos y difíciles del ser humano, como la capacidad de cuestionarse todo alrededor o de enfrentarse a sentimientos tan desagradables como la rabia, el odio, la tristeza o el miedo. Porque es de ahí, de lo grotesco y de lo sucio, de lo peor de la humanidad, de dónde, paradójicamente, sale también lo mejor de la humanidad, como la música, la literatura, el amor, la libertad y la autocrítica. de lo feo puede salir la hermosura, una hermosura mucho más compleja y libre, que cualquier idealismo ya fabricado y que te traigan hecho a medida. esa es la auténtica enseñanza de “Un Mundo Feliz” más allá de sus incuestionables y estudiados vaticinios. Una enseñanza que nos obliga a decidir qué es lo que supone y conlleva el ser humano, que es lo que le hace a uno serlo.
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Homolectus
 22 February 2022
¡Bienvenidos al futuro! Estamos a 632 años de que apareciera el modelo T de Ford y con este, de la cadena de producción optimizada. Estamos en un futuro donde la idea de la cadena de producción ha permeado todo lo posible —y hasta lo imposible— y ha permitido la creación de una sociedad aparentemente ideal. La humanidad se ha despedido de cosas como la familia, la maternidad, la crianza y el labrarse un destino: ahora nos encontramos ante una sociedad en la que los humanos son producidos en cadena en laboratorios, reciben la educación necesaria para desempeñar las tareas para las que son aptos y donde cualquier deje de malestar, desánimo o cualquier otra sensación humana es saldada con la droga de las drogas: el todo poderoso soma.

En esta sociedad que se vende como la cúspide de la civilización, pero que tiene más tonos oscuros que brillantes en sus calles, nos encontramos con Bernard Marx y Lenina Crowne: un par de miembros de esta comunidad que muestran dos puntos de vista contrarios de la sociedad: Lenina es una buena ciudadana, es feliz, exhibe un comportamiento normal según lo dictado por su casta, pero sin muestra alguna de libertad de pensamiento. En el otro lado está Bernard, un tipo con un intelecto brillante hasta para su casta, pero que físicamente dista mucho de sus semejantes, que ha sido victima del rechazo y que no parece encajar del todo en su mundo. Ambos emprenden un viaje —hablo de un viaje real, no figurativo, ni arquetípico— lejos de la sociedad fordiana, quizás con ganas de encontrar afuera el motivo para recuperar su rumbo. Para sorpresa no solo de ellos, su regreso supone un cambio en la vida de más personas de las que creen y deja en el aire, en forma de un perfume que gotea constantemente en la sala, la cuestión de si ¿el trato que recibe el otro, el extraño, el desconocido, es el justo?

No cabe duda alguna de que Un mundo feliz es la obra maestra de Aldous Huxley (1894-1963) y la novela que moldearía la distopía como la conocemos hoy día. Si bien el subgénero distópico no se lo inventó Huxley —algunos años antes Yevgueni Zamiatin había hecho un trabajo bastante interesante en este campo en su novela Nosotros—, sí es el primero que dentro de su novela se plantea la cuestión del ¿cómo llegamos aquí?, pregunta central en las distopías que vendrían más adelante.

Con esto y las implicaciones que siguen a la premisa, Huxley construye una crítica a la sociedad actual desde múltiples panoramas: social, político, filosófico y estético, por mencionar solo algunas de las aristas de la obra. Desde un punto de vista histórico las distopías surgen en un momento de la historia menos brillante que antaño, un punto donde el “progreso” comienza a estancarse, las crisis se agravan, los estados cambian en respuesta a un alzamiento de la identidad y las historias de un futuro en el que todo es perfecto, los humanos han conquistado no solo el planeta, sino otros y la tecnología ha abierto un número casi infinito de posibilidades; no tienen mucho sentido, es hora de contar otros futuros menos utópicos, menos oníricos y más reales, quizás más posibles y más llenos de las partes de la naturaleza humana que aquellos sueños de la antigua generación pasaban por alto.

Un mundo feliz propone a lo largo de sus páginas un variado grupo de paralelos que son el centro de la discusión filosófica que propone el autor. El primero de ellos es el contraste propuesto entre la sociedad fordiana y la vieja sociedad —la nuestra—, y cómo la inversión de los valores llevó a constituir la sociedad fordiana. Más adelante nos encontramos con un paralelo entre lo utópico y distópico presente en ambas sociedades. Esta radiografía que hace Linda de ambas sociedades resulta demasiado reveladora y ratifica las conclusiones que se obtienen del momento citado antes. Finalmente, y de forma más contundente y con una mayor carga epistemológica que los dos paralelos anteriores, se nos presenta un enfrentamiento entre las ideas del racionalismo desnaturalizado que rige la vida en Londres, encarnado por Mustafá Mond, y la pasión y la búsqueda del sentido de la vida de forma individual, representado por John. Para mí este es el momento más potente de toda la novela y donde confluyen la mayoría de las ideas que se pusieron en el tablero antes de llegar acá. Es un momento concluyente no solo para la trama, si no además para intentar darle una respuesta a la gran pregunta de ¿cómo llegamos aquí?. Es a la vez un manual y un llamado de atención.

Mond es el único que parece entender en realidad de forma macro las necesidades e implicaciones de una sociedad como en la que se mueve. Entiende el papel que juega el sentimiento de soledad en el pensamiento crítico, lo fundamental de que los individuos asuman con beneplácito su esclavitud, la necesidad de conservar un sistema de castas bien diferenciadas en las que ninguno se cuestione sobre su contexto para mantener el equilibrio social y el poder que tiene deslegitimar una entidad como la familia para lograr una cohesión más grande y más lejos de cualquier atisbo de humanidad. Entiende, además, las crisis derivadas de todo esto, crisis que son fruto de los relictos de la evolución humana: la crisis de vocación, de identidad o de creencias que son intrínsecas a los humanos y que no dependen de su contexto más inmediato.

Si bien la novela es sobre el futuro, propone tres momentos de encuentro entre ambos mundos. El primero de ellos es histórico y es también uno de los momentos que se proponen como paralelo dentro de la novela, el segundo es la excursión que hacen Bernard y Lenina a Malpaís con el fin de conocer a ese puñado de incivilizados y el tercero es inmersivo una vez John viaja a Londres y ve con sus propios ojos el lugar del que tanto hablaba Linda. Tres momentos tan diferentes que ponen frente a frente a ambas sociedades con el fin de mostrar los valores propios de cada una de ellas sin necesidad de llegar a hacer juicios de valor sobre los sistemas.

Hay dos elementos que me parecen bastante curiosas. El primero es el origen del título del libro: Brave new world es una línea de Miranda en el acto V de la Tempestad de William Shakespeare:

O wonder!
How many goodly creatures are there here!
How beauteous mankind is! O brave new world,
That has such people in't.

Bajo esta perspectiva, la gente que habita el Mundo feliz dista mucho de ser aquella que admiraba Miranda en las líneas citadas. El segundo elemento es cómo Huxley se las ha apañado para construir todo un discurso que gira alrededor de las castas biológicas con tan pocos conocimientos sobre la tecnología genética disponibles en su época. Vale la pena recordar que el libro fue publicado en 1932 y que la descripción de la estructura del ADN —hito que es considerado el boom de la era del ADN— por parte de Watson y Crick fue en 1953. Seguro con esto en la cabeza y un par de cabos mal atados habrá algún necio diciendo en medio de las calles que todo lo hecho por los científicos está llevando a la humanidad casi que desbocados a una sociedad como la que describe Huxley, pero afirmar algo del tipo es desconocer todos los demás elementos que tiene la obra, las libertades creativas que se toma el autor y las veces que los científicos se la pasan diciendo “esto no pasa así”; que son más de las veces de las que juegan a ser seres malvados como algunos los pintan.

En Un mundo feliz también hay espacio para el manejo de la historia y el reordenamiento de esta en beneficio del estado. Lo cual parece paradójico si recordamos que nos encontramos en un mundo en el cual prima el condicionamiento prenatal de los individuos, pero que cobra sentido una vez se reconoce la principal falla dentro del sistema de castas de la sociedad fordiana: los humanos somos una especie social en lo más hondo de nuestra historia evolutiva y las sociedades que hemos formado lo hemos hecho de forma natural y en función de los intereses que nos han movido a lo largo de la historia. Si estos intereses, si estos fundamentos de las sociedades humanas se mostraran tal cual son, sin que Ford fuera el gran mesías de la sociedad, el sistema no tardaría en empezar a mostrar fugas que pronto devendrían en incontrolables.

John es el personaje que para mí tiene más matices dentro de la obra. Es un ente antinatural para la sociedad fordiana y es un extraño entre los salvajes. Conocer el lugar del que tanto le hablaba Linda dista mucho de ser la experiencia placentera que ella le prometió y las formas tan contrarias en las que la sociedad recibe a ambos es tan distinta que seguramente John pensaría que se han equivocado de lugar y no han ido al lugar de los sueños, si no a uno digno de pesadillas: La realidad conoce la distopia cara a cara.

De esta forma John parece no pertenecer a ningún lugar y ambos grupos sociales se encargan de repetirle cada tanto que hace parte del otro, no de este porque es diferente, porque no encaja, porque tiene otro origen. John intentará darse su propio lugar luego de reconocer lo peor de ambos lugares y rescatar lo que le pueda ayudar a soportar su realidad. En esta tarea se encontrará con las obras de William Shakespeare, que pronto se convierten casi que en su mantra y que no titubeará cada vez que amerite ser citado. Es casi como un encuentro de la vieja humanidad con la nueva como recuerdo de que los problemas actuales siempre tienen un eco en el pasado.

El final de Un mundo feliz es algo para lo que simplemente Huxley no prepara al lector. Está cargado de tantas imágenes, de tantas sensaciones, que parece que pasa en una ráfaga sin dar tiempo a que algunos personajes se cierren de una forma más prolija. Sin duda es un final con sinsabor, pero que no pierde el espíritu del libro y que siempre estuvo latente a lo largo de él: los planteamientos del autor sobre las implicaciones de un mundo como aquel que parece ser feliz, siempre y cuando se mire muy de lejos.
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marulibros
 07 October 2022


Por fin he podido leer esta novela de la que tantísimo se ha hablado y que tenía muy pendiente... Seguro la conocéis o la habréis leído!

La historia nos sitúa en el futuro, con un avance científico y tecnológico capaz de lograr el cultivo de la especie humana, una producción en cadena donde todos y cada uno de los individuos son manipulados genéticamente. A nivel inconsciente un intenso trabajo de hipnopedia condicionará a esta nueva especie para aceptar, agradecer y estar orgullosos de ser aquello en lo que serán. No hay guerras, ni pobreza, ni enfermedades, ni siquiera una dependencia de la familia, amigos o pareja, los hijos ya no "nacen" sino que son "decantados" y la reproducción sexual se considera un salvajismo

Sin duda un libro que no deja indiferente considerando que fue escrito en 1932 y toca temas como la clonacion, el consumismo, la dependencia farmacológica y el considerar los cambios sociales como una amenaza a la estabilidad

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LeonardoJimenez
 23 October 2022
Poco o nada creo que pueda ofrecer mi opinión sobre esta obra después de que tantas voces especializadas hayan hablado de ella. Y es que después de casi cien años de su publicación, esta novela de culto sigue siendo objeto de estudio por parte de muchos críticos literarios. Esto deja claro que Un mundo feliz es uno de esos libros que debe ser leído por todo amante de la literatura, y en especial de la ciencia ficción y de las distopías, ya no solo porque lo que cuenta, que sin duda, invita a hacerlo, sino también por el modo en el que el autor es capaz de transmitirnos los mismos temores que le acechaban a él y al planeta (totalitarismos) en una de las etapas más convulsas de la historia contemporánea, y en la que acaba de suceder la Primera Guerra Mundial y está a punto de producirse la Segunda.

Aldous Huxley es uno de esos autores considerados como visionarios. En esta obra nos adentra en un mundo futuro (recordemos que la obra fue escrita en 1932) en el que los humanos son creados en probetas y un nuevo orden social que se encuentra dividido en castas y a cuyos habitantes se les adoctrina desde su nacimiento para que formen parte de una sociedad mansa y para lo que se les ofrece una droga llamada soma que es capaz de hacer que se vuelvan felices y dóciles.

La portada del libro ya es una declaración de intenciones al mostrarnos los engranajes de una máquina, que podrían considerarse una representación de la sociedad que nos presenta su autor en su obra. El color también es un acierto, ya que ese color aterrado, oxidado, que bien podría relacionarse con una maquinaria en desuso. Ese tono tenue transmite al lector el mismo sentimiento que experimenta a medida que se adentra en la historia. Los personajes están bien construidos y a través de ellos el autor nos muestra los diferentes puntos de vista de la sociedad, los diálogos por su parte son profundos y muy conseguidos. La trama atrapa desde las primeras páginas, aunque podría volverse densa para alguien que no esté acostumbrado a este tipo de historias, de ahí que sea conveniente tener cierta madurez como lector e interesarse por el contexto histórico en el que vivió el autor antes de decidirse por su lectura y adentrarse en el mundo que Huxley nos presenta. de ese modo, podrá sacársele el máximo jugo a la historia, ya que se trata de una novela que nos hace plantearnos muchas preguntas al mismo tiempo que nos ayuda a encontrar algunas respuestas al mundo que nos rodea comparándolo con ese distópico y futurista que el autor nos plantea en su novela, una obra muy crítica y que está cargada de simbología y bien merece la pena ser leída.

Junto a 1984 de George Orwell y Farenheit 451 de Ray Bradbury muchos consideran que conforman el triunvirato de las novelas distópicas del Siglo XX, siendo indudablemente Un mundo feliz una de las obras más reputadas y que ha tenido mayor repercusión en su género en la historia de la literatura.
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Las críticas de la prensa (1)
Eslahoradelastortas30 June 2023
En definitiva, Un mundo feliz es una correcta adaptación de la novela de Aldous Huxley, que sale perdiendo en comparación con el original, pero que muestra muy bien todos los puntos fundamentales que dan pie a que el lector pueda reflexionar sobre la libertad personal y la importancia de la diversidad cultural.
Leer la crítica en el sitio web: Eslahoradelastortas
Citas y frases (84) Ver más Añadir cita
alejandro_acalejandro_ac10 March 2024
Los mayores triunfos de la propaganda se han logrado, no haciendo algo, sino impidiendo que ese algo se haga.
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alejandro_acalejandro_ac10 March 2024
Todo descubrimiento de las ciencias puras es potencialmente subversivo; Incluso hasta a la ciencia debemos tratar a veces como un enemigo. Sí, hasta a la ciencia.
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alejandro_acalejandro_ac10 March 2024
Los que se sienten despreciados procuran aparecer despectivos.
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alejandro_acalejandro_ac10 March 2024
El dolor es un horror que fascina.
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marulibrosmarulibros05 October 2022
condicionamos a las masas de modo que odian el campo-concluyó el director-pero simultáneamente las condicionamos para que adoren los deportes campestes. Al mismo tiempo, velamos para que todos los deportes al aire libre entrañan el uso de artilugios sofisticados. Así, además de utilizar transportes, consumen artículos manufacturados
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Videos de Aldous Huxley (4) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Aldous Huxley
El libro "Un Mundo Feliz", de Aldous Huxley, muestra una distopía en la que la sociedad tiene todo lo que desea pero aun así es controlada por la tecnología y el placer. El gobierno usa tácticas de persuasión y condicionamiento para mantener el orden en la sociedad, pero a costa de la individualidad y las verdaderas conexiones humanas. Es una advertencia sobre los peligros de no saber realmente quién eres y dejar que los deseos e ideales del consumismo y del placer definan tu identidad y, de repente, descubrir que tu vida está vacía. Esta es una lectura obligatoria para aquellos que deseen aprender valiosas lecciones sobre cómo resistir el condicionamiento de la sociedad y encontrar su verdadero propósito. Este libro desafiará tus creencias y te hará cuestionar lo que realmente importa en la vida. Hoy descubrirás las consecuencias negativas de vivir buscando diversión, admiración, estatus y placer.
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