Mariana Enriquez construye mas que una biografía, o un retrato de Silvina Ocampo. Desgrana una crónica fundamentada en lo que convierte a Ocampo en un Ícono, su literatura, su singularidad, las circunstancias que la colocaron en esa posición de privilegio, no sólo tener una habitación propia, además las relaciones familiares y artísticas con los nombres más destacados de las letras argentinas de su época.(Bioy Cazares, su marido, Victoria Ocampo, su hermana, Borges, su gran amigo, Pizarnik , su eterna admiradora , Mujica Lainez, amigo y cómplice, entre muchos otros ) Factores que labraron su personalidad de desapego, aislamiento y su falta de adhesión a las normas, convenciones e ideologías, que se ven reflejadas en una literatura con técnica e identidad propia, alejada de lineamientos que han demostrado su peso a lo largo de los años. constante asociación de niños, perversidad, temores, sueños y fantasías. Tomada de la mano de quienes la conocieron. Trataron, tuvieron la fortuna de alternar con ella, Enriquez crea una imagen en acción, un retrato vivo, con claro- oscuros que colorean e iluminan acerca de la vida de “ la verdadera reina de la gracia y la poesía “ . En base a entrevistas, recolección de publicaciones y, lo más importante, menciones breves pero sustanciosas de su obra y publicaciones. Su penosa desaparición, ensombrecida por la enfermedad que lleno de sombras su memoria y noción de la realidad, de quien siempre hizo gala de la fantasía y el recuerdo de lo no sucedido, para plantarlas en la memoria colectiva. Triste epitafio, para tan prolífica creadora “ quiero escribir un libro que hable de nada “ estremecedoras palabras que cierran el último libro que escribió + Leer más |