Gabriela Cabezón Cámara suele sorprender a los lectores por la fusión de historias tan inéditas y atrapantes y por los cambios de lenguaje que utiliza.
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Gabriela Cabezón Cámara suele sorprender a los lectores por la fusión de historias tan inéditas y atrapantes y por los cambios de lenguaje que utiliza.
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Una trama en la que narra la crueldad en tiempos de la Conquista de América y que a pesar del horror del genocidio logra colmar de belleza con una historia donde las cosmovisiones indígenas y la selva funcionan como el refugio y el antídoto en el que se detiene para refundar con esas voces una mitología híbrida y fluida como las marcas que llevan su literatura.
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Este libro tan corto contiene dentro de sí una ferocidad y una potencia desgarradoras. Aquí el lenguaje contiene todo el horror, la dureza, la crudeza, el dolor, el desamparo y la desesperanza que somos capaces de concebir, y al mismo tiempo, contiene la fuerza de un odio que surge desde las entrañas, una fuerza poderosa capaz de destruirlo todo. Gabriela Cabezón Cámara (Argentina, 1968) nos sitúa en la subjetividad de Beya, una chica víctima de trata que está secuestrada en un prostibulo, y que sufre una violenc.a inimaginable, atroz, desoladora. Beya sobrevive mientras dentro de sí crece una fuerza destructora, que, desde el pozo más profundo, se funde con divinidades de siete ojos y siete cuernos para resurgir y exorcizar a los vivos y a los muertos. Es un texto tan duro como evocador, un texto que te sacude de principio a fin, un texto que te devora, que no te deja respirar. "Si te dejaran pensar en algo más que el final de esa paliza continua, pensarías que la tortura tiene diccionario propio: te arrancaron tus palabras y te metieron las de ellos, tan dolorosas y sucias como el mar de miembros que te sacuden ahora." Es una lectura durísima (recomiendo leerla sólo si te ves con fuerzas, porque las descripciones son muy explícitas), pero os aseguro que merece la pena. + Leer más |
¿La violencia puede ser poéticamente contada? Esta pregunta me la hago cada vez que leo algo de Cabezón Cámara. Es increíble cómo logra poner un halo de tolerable a las cosas más horribles, para que las leamos y no podamos decir “ah, yo no sabía” cuando vemos u oímos algo al respecto, porque las palabras de Gabriela dejan huella. Cabe una advertencia: si sos muy creyente, no leas esta novela gráfica, porque tu fe se verá herida. Beya es una de las tantas jóvenes que en Argentina (y en el mundo, no podemos negar que este tipo de cuestiones ocurren más allá de cualquier frontera) son secuestradas, desaparecidas, invisibilizadas por las redes de prostitución que buscan carne fresca para poblar sus negocios. Durante “el ablande” recibe este nombre -nunca conoceremos el verdadero- y lo aprendió a los gritos, “a fuerza de golpe y pija”. Y de merca. Junto con este nombre aprendió a odiar y a simular, y a rezar encomendándose a dios. Y ese rezo silencioso que le daba fuerza es el que la acerca a una luz de salvación. El final es tan inesperado como delirante. Y justiciero. Como escribí al principio, la historia está contada con dureza poética. A esa poesía hay que sumarle la belleza de las viñetas de Iñaki Echeverría, que insinúan más de lo que muestran entre blancos y negros plenos. En este relato no hay grises.
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Este libro, de alguna manera, embellece tres muertes violentas. Sí, porque las muertes que no son naturales, las muertes provocadas por la injusticia, esas muertes siempre son horribles y violentas. Cabezón Cámara en las palabras e Iñaki Echeveria en las imágenes, en estos tres relatos gráficos, componen belleza a modo de homenaje a las muertes violentas de Mohamed Bouazizi (Tunez) en 2011; de (Omar) "El Soldado" Carrasco en 1994 (Argentina) y de Dilar Gencxemis en 2014 (Siria) desataron muchedumbres porque mostraron la injusticia, la desigualdad, la desesperación y el poder desbordado. Cada relato se lee de un tirón, no se puede dejar hasta que se llega al final, porque las imágenes se combinan con las palabras y nos toman de la mano, y nos muestran el otro lado de esas muertes. Ojalá, alguna vez, ya no hagan falta libros como éste. |
En ua villa del Gran Buenos Aires, separada de uno de los barrios cerrados más caros por una pared, y alambres y esas cosas, transcurre esta historia “barroco fierita” como bien define Liliana Viola en su prólogo. Qüity, una periodista, y Cleo, una travesti devenida medium de ese barrio marginado, nos cuentan los devenires del vivir en esos sitios. Pero también, con esa maestría de Cabezón Cámara, nos muestra la lucha por mejorar esa vida y las trabas que se les ponen solo por ser pobres, marginales. ¿Hay violencia? Sí, pero contada de manera irónica. La escena de Cleo en la comisaría con policías formados en derechos humanos no tiene desperdicio. El barroco fierita tiene sus vueltas, claro. Es Gabriela Cabezón Cámara, no lo olviden No se les entregará fácilmente. Llevará un par de capítulos instalarse en esa lógica. Además, quienes no sean de estos lares, se les suma la cuestión del “castellano argentino”, que también llevará unas cuantas páginas comprender. Pero la historia vale la pena y el esfuerzo. + Leer más |
odxs leimos en algún momento de nuestra vida de escuela secundaria, con resignada obligación, el Martín Fierro. Pero, así y todo, nunca supimos cómo se llama su mujer, ni qué fue de ella, cuando él se va. Por suerte, y con una mirada "de china", Gabriela Cabezón Cámara nos pone en noticia, y le da un nombre que la equipara a ese Gaucho Fierro. Y, nada de sufrientes amores romáticos: la China Iron descubre que no es solo una mujer abandonada, sino que descubre su vida al irse al desierto con la inglesa. Una novela de aventuras de dos mujeres sueltas en la pampa, aventuras contadas con ironía e inocencia. Y con el amor que nace entre ellas. Mucho más que muy recomendable. |
"La Virgen Cabeza" es un libro que te sacude del tarro de realidad en el que vivís para arrojarte a un mundo sin fin oculto tras las paredes construidas por parte de la sociedad. Leerlo es embarcarte a una experiencia singular por la villa El Poso en Buenos Aires, con su mundillo de travesties creyentes, cumbieros, canas arrepentidos y nenes que juegan con un muñeco de cocinerito pelado. Antes creía que en las letras de los autores de los siglos XVIII y XIX se encontraba la belleza pero Gabriela Cabezón Cámara me enseñó que la prosa de un barrio bajo puede convertirse en poesía. Deconstruye, critica, politiza, venga y besa a millones de vidas. Lo recomiendo ampliamente. |
Cuando Hernández escribió el Martín Fierro, imaginó gauchos, ejércitos, rebeliones batallas. Imaginó hombres protagónicos, complejos, valientes, si, pero no se le ocurrió también imaginar mujeres. En "Las Aventuras de la China Iron", Gabriela Cabezón Cámara toma el desafío de responder por aquellas mujeres que son apenas mencionadas en la obra de Hernández. En un viaje de desafíos, la lectura atravesará la historia que ya conocemos con nuevas preguntas y respuestas que tiñen cada momento con un tono fresco y audaz. La prosa de Cabezón Cámara está llena de poesías, de reflejos nítidos y mágicos de la naturaleza, de paisajes y una sensibilidad conmovedora. Las palabras son precisas para invocar las sensaciones necesarias y trasladarnos en un viaje único en compañía de personajes tristes y entrañables. Por otra parte, se vuelve una lectura que pone en discusión el binarismo de género y la complejidad que nos caracteriza como seres humanos, así como la igualdad entre las personas y la riqueza de la diversidad. Se diría que es muy difícil contar por segunda vez un clásico de la identidad nacional y estar a la altura. Sin embargo, la lectura deja, sin lugar a dudas, la sensación de que la autora le hizo justicia tanto a los personajes originales como a los que surgen de esta versión. Una versión que complementa y enriquece en infinitos sentidos. + Leer más |
Si yo te digo que una novela de 187 páginas tiene en su historia una travesti que habla con la virgen, una periodista, un ex side, una villa, peces koi, la miseria y el amor.⠀ ⠀ La historia comienza con Qüity, una periodista que está preparando el libro de su vida junto a Cleopatra. Cleo es una travesti que luego de sufrir vejaciones por parte de la policía en una celda de la comisaría de la villa El Poso, ve a la Virgen y comienza a hablar con ella. La vida le cambia completamente y no solo a ella si no a todos en la villa. La virgen da indicaciones a través de Cleo para mejorar El Poso y de a poco la marginalidad se va mezclando con la fascinación del amor que surge allí en todas sus formas posibles. Sucede mucho. Las emociones y las impresiones son muy intensas y siempre hay una vuelta de tuerca más para la marginalidad de los personajes. ⠀ ⠀ Hace muy poco tiempo que he comenzado a leer historias que mezclan lo real y crudo con la más linda fantasía y me gusta. Esta novela me dejó sin aliento por el momento (yo que estoy acostumbrada al thriller y al terror) pero más que nada por la manera de reflejar la miseria. La autora toma la marginalidad y le da pinceladas de rudeza, miseria y amor. Allí donde el paisaje no es más que el amontonamiento y la suciedad, ella da a la villa la literatura más bella. No hay metáforas llanas ni tampoco eufemismos políticamente correctos. Los personajes escriben como hablan y hablan con una voz que no cae en lugares comunes.⠀ ⠀ ️Estoy más que admirada con esta novela. Es la primera novela de Cabezón Cámara y la primera que leo de su autoría. Los que me conocen saben que no me gustan las valoraciones numéricas para las historias, me gusta definirlas con palabras. La palabra para esta historia es: Resistencia. + Leer más |
Esta novela colosal tiene como punto de partida el gran poema canónico argentino, “Martín Fierro”. La protagonista es la china de Fierro, que después de que su marido es llevado forzosamente por la leva, emprende un camino de autodescubrimiento y aprendizaje de la mano de la escocesa Liz y del baqueano Rosario. La China no tiene nombre ni identidad, al igual que en el poema de Hernández. Es Liz quien la bautiza China Josephine Star Iron, en un nombre que condensa origen y elecciones. El viaje que emprenden Liz y la China hacia el desierto en busca del marido de Liz y sus tierras adquiridas desde la distancia las pondrá en contacto con la geografía de las pampas, una geografía que Cabezón Cámara estetiza de modo magistral, en intertexto permanente con la gauchesca pero siempre resignificándola. También las pone en contacto con los discursos imperantes sobre civilización y barbarie, y con los bárbaros métodos civilizatorios de la generación de Hernández y Sarmiento (la descripción del Fortín y el tratamiento a los gauchos no dista mucho de las plantaciones de esclavos y sus atrocidades). La China también va explorando y descubriendo el deseo, el placer, la posibilidad de reinventarse y definirse más allá de los estrechos límites que la civilización impone a la mujer, ofreciéndola como mercancía reproductora (Fierro en la novela ganó a la China en una partida de truco). Cuanto más se alejan Liz, la China y Rosario de la civilización, más libres se sienten de ser quienes verdaderamente son, en una subversión magistral de los valores europeos represivos y nacionalistas. La misma figura de Fierro sufre una transformación que no comentaré para no spoilear pero que es una de las más geniales herejías cometidas contra el sacrosanto canon de la literatura nacional. Una novela irreverente e imaginativa para repensarnos en clave poscolonial y feminista. + Leer más |
El Romance de la negra rubia de Gabriela Cabezón Cámara es una novela breve (unas setenta páginas) que cuenta la historia de Gabi, una poeta que decide quemarse a lo bonzo para resistir un desalojo del que está siendo víctima. El momento se televisa y comienza la construcción de un mito en el que se santifica a la protagonista. Encontramos denuncia, reflexión e historia de amor. Todo sazonado con el estilo característico de la autora que desborda de ironía, una ironía que duele. |
Las Aventuras de la China Iron se presenta en un principio como una reescritura del clásico poema gauchesco argentino de Hernández. En mi percepción Gabriela Cabezón Cámara logra emancipar a su personaje principal de la obra original para crear una historia completamente diferente y original. La China Iron es una niña de 14 años que Fierro se ganó jugando a las cartas, es obligada a casarse y ser madre de sus hijos. Hasta que a su esposo se lo lleva la leva, ella no sabe quién es y tampoco tiene interés en saberlo. El gran cambio y el inicio de su aventura se da al saberse libre. Se podría decir que como lo expresa en su título, es una historia de aventuras aunque para mí también es una hermosa narración sobre el crecimiento y la búsqueda de la identidad. La China no sabe quienes son sus padres, fue criada por una negra (si leyeron el Martín Fierro, la esposa del Moreno) que más que maternal fue brutal. En la libertad va creando su propia identidad, junto a Estreya y Liz, sus grandes compañeros en ese largo viaje por La Pampa. El viaje tiene dos dimensiones: una es la de atravesar el desierto en carreta y la otra es el viaje que emprende la China, my Josephine, en el cual se descubre y descubre el mundo, la ciencia, el lenguaje, los sabores, las diferentes formar de amar, las texturas, las costumbres de otros países. Su identidad perdida se va formando de todo lo que absorbe, como una esponja, de los espacios que va habitando y de lo que Liz le enseña. Otro tópico interesante es el lenguaje de la China, la autora lejos de imitar el lunfardo de Hernández, le regala a su protagonista un registro culto, un español prístino que a su vez va evolucionando, también suma palabras del inglés y más tarde la lengua de los nativos. Cada personaje utiliza una variedad diferente del español o de su lengua nativa, lo que hace a esta obra polifónica y de una riqueza lingüística inigualable. Esta reescritura demuestra que nada es estático y que hasta el cantar de gesta de nuestra nación, incluso hoy, es una semilla de la cual pueden nacer miles de miradas diferentes. + Leer más |
La escritora fue finalista del Booker Internacional con “Las aventuras de la China Iron”. Ahora, un crítico estadounidense elogia su visión “fresca” de las pampas.
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Hola!!! Como andan? Aca a full con la facu y cursos que estoy poco por aca Hoy les traigo la reseña de Las aventuras de China Iron @gabrielacabezoncamara, lectura del mes de agosto en @argentinasparaleer Sinopsis.... Radiante, luminoso. El desierto es un prisma de perros, cardos, polvo y cielo. La China Iron acompaña a Liz, una inglesa que va tras su marido llevado por la leva. Ella, en cambio, no busca a Martín Fierro, ese gaucho que se la ganó en un partido de truco. La China escapa. Y es su viaje exploración: de la textura de la seda, del sabor del té, del sofoco en que estalla el sexo. Descubre palabras. Sonidos nuevos para cosas que antes no existían. Pasan del desierto al fortín, un experimento social que intenta transformar a una masa de criollos brutos en los ciudadanos industriosos que pide la Nación. Pero será en las tolderías que la China y su feliz comitiva encontrarán el Paraíso. También allí, Gabriela Cabezón Cámara reanima su pertinaz aventura literaria: la de fundar un mundo libre, en el que las criaturas se abracen por deseo y gocen el mismo amor de ríos, pájaros y árboles. Y no se sientan solas jamás. Opinion personal Las aventuras de China Iron es un libro maravilloso. Cuenta la vida en el campo/estancia y es un homenaje a Martin Fierro. Es la historia de amistad entre China y Liz que emprenden un largo viaje hacia el desierto. + Leer más |
Las aventuras de la China Iron En un diálogo ineludible con el “El Martín Fierro” de José Hernández, la novela de Gabriela Cabezón Cámara cuenta lo que el otro no contó. Abrazados para distanciarse la lectura de las dos obras en conjunto forman una única historia que son, a su vez, dos historias. Después de esta obra ya no se podrá leer el clásico solo. Es increíble la deconstrucción que hace la autora y todo lo que encuentra en las fisuras que el Martín Fierro deja. En un manejo magistral de la parodia desacraliza y mueve del centro de la literatura argentina a su obra fundante. Un texto que es la construcción de un mundo hecho de lo marginal, aquello que sale del límite y conforma un universo que existía en el otro pero, en las sombras. Y de esa oscuridad, de la búsqueda de una nueva luz nace un Universo, una realidad paralela llena de colores, de sedas, de texturas, un descubrimiento de una nueva forma de ver la Pampa, de ver al gaucho, al indio, al patrón, a la mujer. Un descubrimiento sexual. Un entrar a otras formas, a otro modo de sentir, a otra cultura. Allí donde un texto encuentra aridez y terreno devastado el otro encuentra un paraíso llenos de pájaros, colores, vientos, naturaleza virgen. Donde hay gauchos analfabetos para uno para el otro hay cantores que crean poesía. Los espejitos de colores se resignifican. Donde hay crudeza el otro encuentra ternura. Los brutos se transforman en cultos y dejan ver la brutalidad de los colonizadores. Un libro liberador en muchos sentidos pero, sobre todo, libera a la tradición acartonada del gaucho cantor para resignificarlo y darle vida, a él, a la China, a los gringos y a la Pampa toda. Leer uno sin el otro es como leer solo las voces de uno en un diálogo. Cada uno es un monólogo pero los dos forman la historia de una tradición bien nuestra. + Leer más |
“Las aventuras de la China Iron”, de Gabriela Cabezón Cámara, está entre los seis finalistas de International Booker Prize.
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Me costó bastante engancharme con esta novela. Tuve que volver a leer el primer capítulo para ver si estaba distraída o qué… pero el estilo discursivo es medio enredado. Me gustó mucho el capítulo 7, creí que ahí remontaría la novela, pero no fue así. Tiene imágenes e ideas muy locas, hasta geniales. Pero lo terminé porque me propuse hacerlo. Había leído "Las aventuras de la China Iron" de la misma autora que me cautivó, y creo que esperaba mucho de este libro por eso. Pero después vi que fue el primero que publicó la autora. Para mí le faltó orden, menos caos. Las partes más confusas de casi todo el libro fueron las menciones a Miami y la Ópera Cumbia, pero sólo al final se tiene un poco de información sobre esto. Tengo otro libro de la misma autora en espera, y lo voy a leer, pero no por ahora... Me cansó la Virgen Cabeza. |
Esta es una novela que reescribe y deconstruye, creo yo, la literatura gauchezca argentina. Está dividida en tres partes, en la primera me costó bastante avanzar, por el estilo poético descriptivo del lenguaje, pero después la acción se acelera y uno ya está habituado a este registro discursivo tan particular. A las dos últimas partes las leí de un tirón. Impresionante la creatividad de esta escritora para reconstruir con una mirada más actual y carnavalezca a los personajes, sus historias, sus motivaciones y los desenlaces. Algo distinto en la literatura argentina, sin dudas... Creo que siempre voy a recordar los delirios en torno a la lectura de Frankenstein, la imagen de Martín Fierro y la de Hernández, así como las fiestas descontroladas que se describen. La tercera parte es una mirada muy original sobre las comunidades indígenas en plena campaña del desierto. Algo de Lucrecia Martel, en especial de su película Zama, me queda como construcción mental de las imágenes que me hice. Es la primera obra de esta autora que leo y ahora quiero ir por más. + Leer más |
El problema es que lo saliente en esta novela es una variante estética rioplatense chic del ímpetu situacionista. O más atrás, algo estilo Baudelaire, maldito, pour épater le burgeois, pero argentino del siglo XXI. Por eso trata temas marginales, por eso utiliza el lenguaje coloquial de los sectores más lastimados de la Argentina. Por eso es novela barroca que mezcla y ambarra todo con premeditación. Se trata de un misticismo travesti relatado desde un periodismo poético novelado muy advertido sobre problemas insolubles en lo social, económico, cultural, sexual, histórico. Todo el combo político. Parece también una novela de hace una década, pero creo que eso no es un defecto porque el compendio de problemas que trata es el mismo ahora que hace una década, pero agravado. Si bien el tema y el uso del lenguaje son partes epocales de la novela, creo que en La Virgen Cabeza tiene más importancia lo poético de la prosa personal que se sale de los planes. Por momentos todo desaparece y queda flotando una especie de música hecha de palabras, una palabra tras otra palabra que suenan como sucesión de acordes. Esto ocurre pocas veces, pero se nota muy bien cuando ocurre. Irrumpe lo poético, eso me parece. Sería interesante ver qué pasa si Cabezón Cámara decide escribir sobre otros temas totalmente diferentes. Mi hipótesis, lo poético esporádico seguiría siendo el verdadero hilo rojo, no los temas y manierismos de La Virgen Cabeza que pueden ser bandera neobarroca para algunos y procacidad retro para otros.
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¿Cuántas novelas policíacas publicó Agatha Christie?