Beya (le viste la cara a Dios) de Gabriela Cabezón Cámara
AHORA TENÉS LA CERTEZA: EL ODIO PUEDE HABITARSE COMO SE HABITAN TAMBIÉN LA ADICCIÓN Y LA PALIZA CUANDO NO HAY MÁS TECHO QUE ESOS.
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Beya (le viste la cara a Dios) de Gabriela Cabezón Cámara
AHORA TENÉS LA CERTEZA: EL ODIO PUEDE HABITARSE COMO SE HABITAN TAMBIÉN LA ADICCIÓN Y LA PALIZA CUANDO NO HAY MÁS TECHO QUE ESOS.
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Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara
¿Comprenderás la paradoja? Te he obedecido siempre sin haber hecho nunca lo que vos querías. O hice lo que vos querías sin haberte obedecido nunca.
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
Un verde hermoso, vivo, de mil matices, tantos que no alcanza una palabra para contenerlos y empezamos a inventar otras para nombrarlos
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
Toda mi vida hasta entonces había sido algo parecido a una ausencia.
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Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara
Desde el punto de vista del jote, el cuartel es un banquete.
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
Hubo un tiempo seguramente breve pero largo hecho de una quietud curiosa, una quietud de mirarse. |
Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara
aquí en la selva los animales florecen y las plantas muerden.
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Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara
Ah, los papagayos, qué belleza, verlos debieras y entenderías que acá los colores viven, son de carne y pluma, azules vibran y chillan rojos, amarillos, verdes.
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Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara
-¿Cómo vivimos lo que estuvo ahí sin que lo notáramos? ¿Es eso parte de nuestra vida? ¿Lo que dejamos pasar como si no hubiera existido? Lo que vemos hoy por primera vez mas sucedió hace cuarenta años, ¿lo vivimos? ¿Es verdad lo que estoy contándote?
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
Sentíamos ansiedad de encontrarnos con los indios.
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
Volaban los pájaros y era una danza y era también su modo de buscar comida: así se tiraban las garzas en el agua para tragar los peces que las mantenían vivas y haciendo más garzas.
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
La vida tiene un complejo mecanismo para seguir siendo, derrocha, la cruel, su belleza, es su forma de hacernos y matarnos, así se hace a sí misma constantemente.
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Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
El sol no hacía nada más que girar. Y consumirse a sí mismo como cualquier fuego.
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La virgen cabeza de Gabriela Cabezón Cámara
"... yo era periodista de policiales en un diario grande y él era funcionario de la SIDE. Nos habíamos conocido cuando me habían mandado a cubrir un caso horrible, el asesinato de una adolescente pobre en una fiesta de adolescentes ricos. «El homicidio», decía Daniel, que no siempre le temía a los lugares comunes, «a veces es un mal necesario». Pero haber llenado a una pendeja de merca para después llenarla de leche y vaciarla de sangre desgarrándola como «si una manada de tigres se hubiera cogido a una cierva mientras se la desayunaba», hasta que estuvo casi muerta y haberla enterrado cuando estaba casi viva no le parecía propio del reino de la necesidad…"
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La virgen cabeza de Gabriela Cabezón Cámara
La Virgen hablaba como una española medieval y el día empezaba con la primera cumbia. Cada uno articulaba lo que quería decir en sintaxis propia y así armamos una lengua cumbianchera que fue contando las historias de todos, escuché de amor y de balas, de mexicaneadas y de sexo, cumbia feliz, cumbia triste y cumbia rabiosa todo el día. Ahora no quiero escuchar más...
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¿De qué nacionalidad es Edgar Allan Poe?