Cosmética del enemigo de Amélie Nothomb
Enseguida se nota cuando alguien está leyendo. El que lee, el que lee de verdad, está en otra parte. Y usted, caballero, estaba aquí.
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Cosmética del enemigo de Amélie Nothomb
Enseguida se nota cuando alguien está leyendo. El que lee, el que lee de verdad, está en otra parte. Y usted, caballero, estaba aquí.
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Los nombres epicenos de Amélie Nothomb
—He escrito una tesis sobre el verbo «to crave». —¿Puedes traducir? —Significa «tener la imperiosa necesidad de». —To crave. Pues es el verbo de mi vida y no lo conocía. Y sin embargo, he explorado su sentido hasta lo más profundo. |
Los nombres epicenos de Amélie Nothomb
—Parece que es usted muy buena en eso. —¿Y qué cambia eso? Puedes llegar a detestar aquello en lo que eres una virtuosa. |
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Ácido sulfúrico de Amélie Nothomb
Cuando un nombre es una muralla y el hecho de no poder franquearla enajena, a eso se le llama amor.
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Diario de Golondrina de Amélie Nothomb
En la misma medida en que mis miembros necesitan de la comodidad del calor, mi rostro y mis manos buscan el espanto del hielo. ¿Cuál es el punto en común entre el rostro y las manos? Es el lenguaje, que uno habla y las otras escriben. Mi verbo es frío como la muerte.
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Biografía del hambre de Amélie Nothomb
La lectura era el lugar privilegiado de la admiración. Me puse a leer mucho para poder admirar a menudo
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Biografía del hambre de Amélie Nothomb
Nueva York me proporcionó una costumbre que nunca perdí: andar con la nariz levantada
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Sed de Amélie Nothomb
Francamente, si ahora quisiera resucitar, no podría hacerlo por un motivo muy simple: estoy agotado. Morir cansa
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Sed de Amélie Nothomb
Es por amor a su creación por lo que mi padre me ha entregado. A ver a quién se le ocurre un acto de amor más per- verso que ese.
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Sed de Amélie Nothomb
No conformarse con esta explicación y llamar diablo a lo que solo es una vileza latente es disfrazar la mezquindad con una palabra grandi- locuente y, en consecuencia, atribuirle un poder mil veces mayor. En el futuro una mujer genial dirá: «Tengo más miedo de los que tienen miedo del diablo que decir nada más.
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Primera sangre de Amélie Nothomb
El pintor no sólo la había embellecido, sino que sobre todo la había vuelto más presente: con su manera de mirarla había logrado situar su alma allí donde residía su cuerpo, y esa conjunción tan extraordinaria confirió a mi madre una fuerza fuera de lo común.
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Metafísica de los tubos de Amélie Nothomb
Vivir significa rechazar. Aquel que todo lo acepta vive igual que el desagüe de un lavabo.
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Sed de Amélie Nothomb
El amor universal es un acto de generosidad que implica una lucidez dolorosa. En cuanto al enamoramiento, te abre los ojos a maravillas invisibles para el ojo humano.
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Antichrista de Amélie Nothomb
Yo la miré anonadada. Ella clavó sus ojos en los míos y vi que estaba saboreando mi humillación. Sus risas volvieron con más fuerza si cabe. Un relámpago atravesó mi cráneo: "¡No se llama Christa! ¡Se llama Antichrista!"
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Antichrista de Amélie Nothomb
A continuación inventé la palabra "christada": el alcance de Christa. La christada designaba el perímetro que la presencia de Christa era capaz de envenenar. La christada abarcaba varias arqueadas. Existía una noción más amplia que la christada: la antichristada, círculo maldito dentro del cual vivía cinco días por semana, de circunferencia exponencial, ya que la Antichrista ganaba terreno a ojos vista, mi habitación, mi cama, mis padres, mi alma.
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Pétronille de Amélie Nothomb
Me parece imposible que entre tanta gente no pueda encontrar al elegido o a la elegida. En la Ciudad de la Luz, tiene que haber alguien con quien beberse la luz.
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La nostalgia feliz de Amélie Nothomb
"La cena termina, Rinri está a punto de regresar a su vida. La mía es una sucesión de adioses que nunca sé si son definitivos. Debería estar más entrenada que el común de los mortales, pero ocurre justo lo contrario. He vivido tantos adioses que mi corazón ya no lo resiste."
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Gregorio Samsa es un ...