Me niego a consentirte, por muy bedel que seas, que me expulses del césped. Puedes cerrar tus bibliotecas si te place; pero no hay verja, ni cerradura, ni candado que puedas imponer a la libertad de mi pensamiento.
|
Me niego a consentirte, por muy bedel que seas, que me expulses del césped. Puedes cerrar tus bibliotecas si te place; pero no hay verja, ni cerradura, ni candado que puedas imponer a la libertad de mi pensamiento.
|
Al abrir el libro de la duquesa encontramos el mismo estallido de ira: «Las mujeres viven como murciélagos o lechuzas, trabajan como bestias y mueren como gusanos…»
|
Al margen de su utilidad en las sociedades civilizadas, los espejos son esenciales para toda acción violenta y heroica. Por eso Napoleón y Mussolini han insistido tanto en la inferioridad de las mujeres; porque si no fueran inferiores, ellos dejarían de agrandarse.
|
Eso era el césped; allí estaba el camino. Sólo los miembros del cuerpo docente y los becarios podían pisar el césped; el camino de grava era el lugar que me correspondía.
|
Una mujer necesita dinero y una habitación propia para dedicarse a la literatura
|
Son los valores masculinos los que prevalecen. Hablando crudamente, el fútbol y el deporte son “importantes”; la adoración de la moda, la compra de vestidos, “triviales”. Y estos valores son inevitablemente transferidos de la vida real a la literatura. Este libro es importante, el crítico da por descontado, porque trata de la guerra. Este otro es insignificante porque trata de los sentimientos de mujeres sentadas en un salón.
|
Nos acercamos de nuevo a este interesante y oscuro complejo masculino que ha tenido tanta influencia sobre el movimiento feminista; este deseo profundamente arraigado en el hombre no tanto fe que ella sea inferior, sino más bien de ser él superior
|
Piensa en el salto, le imploré, como si hubiera apostado en ella todo mi dinero; y salvó el obstáculo como una gacela. Pero había otra valla después de ésta, y después otra.
|
Esta exclamación que me había sorprendido tanto...no era el mero grito de la vanidad herida; era una protesta contra una violación del derecho de Z de creer en sí mismo. Durante todos estos siglos, las mujeres han sido espejos dotados del mágico y delicioso poder de reflejar una silueta de un hombre de tamaño doble del natural...Por eso, tanto Napoleón como Mussolini insisten tan marcadamente en la inferioridad de las mujeres, ya que si ellas no fueran inferiores, ellos cesarían de agrandarse.
|
En el terreno de la imaginación, tiene la mayor importancia; en la práctica es totalmente insignificante. Reina en la poesía de punta a punta de libro; en la Historia casi ni aparece. En la literatura domina la vida de reyes y conquistadores; de hecho, era la esclava de cualquier joven cuyos padres le ponían a fuerza un anillo en el dedo. Algunas de las palabras más inspiradas...salen en la literatura de sus labios; en la vida real, sabía apenas leer, apenas escribir y era propiedad de su marido.
|
Su nombre de nacimiento es: