Una habitación propia de Virginia Woolf
Piensa en el salto, le imploré, como si hubiera apostado en ella todo mi dinero; y salvó el obstáculo como una gacela. Pero había otra valla después de ésta, y después otra.
|
Una habitación propia de Virginia Woolf
Piensa en el salto, le imploré, como si hubiera apostado en ella todo mi dinero; y salvó el obstáculo como una gacela. Pero había otra valla después de ésta, y después otra.
|