Son los valores masculinos los que prevalecen. Hablando crudamente, el fútbol y el deporte son “importantes”; la adoración de la moda, la compra de vestidos, “triviales”. Y estos valores son inevitablemente transferidos de la vida real a la literatura. Este libro es importante, el crítico da por descontado, porque trata de la guerra. Este otro es insignificante porque trata de los sentimientos de mujeres sentadas en un salón.
|