Una habitación propia de Virginia Woolf
Al abrir el libro de la duquesa encontramos el mismo estallido de ira: «Las mujeres viven como murciélagos o lechuzas, trabajan como bestias y mueren como gusanos…»
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Una habitación propia de Virginia Woolf
Al abrir el libro de la duquesa encontramos el mismo estallido de ira: «Las mujeres viven como murciélagos o lechuzas, trabajan como bestias y mueren como gusanos…»
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