Ella y su gato

Antes de leer Ella y su gato ya me había acercado a alguna que otra obra literaria del país nipón. Por aquel entonces, el primer contacto con la literatura japonesa me resultó cómoda, amena y al mismo tiempo conmovedora, pues me sorprendía la simplicidad con la que se narran escenas tan profundas o complejas, que abordan temas desde la muerte, la amistad o el amor. Su cultura, su religión y su filosofía no pueden diferir más de la que nosotros estamos acostumbrados, pero la cercanía y la belleza con la que lo plasman hacen de su lectura una experiencia enriquecedora en todos los sentidos.

Ya conocía de antes esta obra original de Makoto Shinkai por su adaptación al anime Kanojo to Kanojo no Neko: Every Thing Flows (2016), dirigida por Kazuya Sakamoto y guionizada por Naruki Nakagawa. Se trata de una breve miniserie de 4 episodios y 8 minutos de duración en la que, si te gustan los animales y en especial los felinos, es cien por cien seguro que acabes con el corazón derretido y con alguna que otra lágrima suelta resbalando por la mejilla.

Para los que hayáis visto el anime pero no leído el libro, no os encontraréis exactamente con la misma historia como yo en un principio pensaba. Por lo tanto, los que por el contrario sí habéis leído el libro pero no visto el anime os sucederá lo mismo. Y es que existen varias diferencias entre ambas adaptaciones, pero únicamente me centraré en los detalles de la novela. de tal modo descubriréis qué hace distinto y especial al libro (y por qué recomiendo que lo leáis), al mismo tiempo que os invito a que visualicéis la miniserie porque también merece la pena. Añado, además, que también existe un corto de escasos 6 minutos del año 1999 llamado Kanojo to kanojo no neko (She and Her Cat: Their Standing Points) y un manga de un sólo tomo titulado Ella y su gato, publicado en España por la editorial Planeta Cómic.

‘'Sentí sus latidos. Echó a andar en dirección al ruido del tren. Ella, yo y los latidos del mundo nos pusimos en movimiento a la vez.''

Nos encontramos ante un libro corto de 218 páginas y con un ritmo de lectura muy ligero. Leerlo entero no debería ocuparte más que un rato de tu día. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por la escasa duración del mismo en cuanto a su contenido. Ella y su gato nos sorprenderá por un motivo muy importante: su narración. Un elemento fundamental y la clave del disfrute de su lectura no sólo por la belleza y sencillez del texto, sino también por la particularidad en la que humana y felino interactúan a la par en cada relato.

La novela se divide en cuatro historias. En cada una de ellas, conoceremos a cuatro mujeres y a cuatro gatos que acaban formando parte de sus vidas. Aunque se trate de tramas diferentes, a medida que sigamos leyendo observaremos que existe un hilo conductor que enlaza un relato con otro vinculando a sus diversos personajes.

Nuestras protagonistas humanas (Miyu, Reina, Aoi y Shino) atraviesan una circunstancia personal que las afecta en su vida cotidiana. El amor, la debilidad, el dolor o la culpa ante una pérdida son problemas que afrontar y no siempre se hace sencillo lidiar con ello. Hasta que irrumpen en sus vidas unos mininos que, con suma ternura, su compañía paliará la aflicción que las preocupa. Finalmente encontrarán el modo de superar sus problemas y reconducir de nuevo sus vidas.

Como he mencionado antes, la clave fundamental de la novela se basa en la narración. Y es que a través de la primera persona, conoceremos la vida de sus protagonistas y cuáles son sus preocupaciones ante la situación personal que encaran. Pero, además, de forma intercalada también nos pondremos en la piel de los gatos y seremos testigos de sus propias acciones, sus pensamientos y la forma en la que tratan de apoyar a sus queridas dueñas. Este hecho supone una profundización en la visión de cada personaje, por lo que a nosotros como lectores, nos ayuda a empatizar aún más con ellos y con la historia en sí.

Lo segundo a destacar es el estilo narrativo. El texto está escrito de una forma simple y sencilla, pero su contenido resulta inteligente, profundo y lleno de significado. En él, encontraremos escenas cotidianas cargadas de una sutil y delicada belleza, o frases inspiradoras y reflexivas que nos invitan a filosofar un poco sobre nuestra propia existencia.

‘'En una situación rígida, sin diversidad, basta un motivo para extinguirse: sin competitividad entre especies no surgen seres mejores; es decir, adaptados al medio.''

Puedo comprender que esta novela no pueda gustar a todo el mundo. No estamos ante una historia trepidante, cargada de acción o situaciones impactantes. Es más bien todo lo contrario. Ella y su gato es un libro para regocijarse cierta tarde en una lectura liviana y fresca, dejarse envolver por los lazos que unen a sus personajes humanos y peludos. Las sensaciones que transmite (al menos, en mi caso fueron así) son calma, serenidad y sobretodo mucha ternura. Probablemente una vez acabado, desees abrazarlo fuertemente contra tu pecho, y si además convives con un amigo gatuno, acudirás directo a él para colmarlo de achuchones y besos mientras este te observa con indiferencia.

Novela obligada para todos aquellos que somos amantes de los pequeños felinos. En ella podemos ver a cuatro personajes, todos residentes en Tokio, pero con diferentes situaciones. Todos tienen en común que se encuentran con un gato en el momento delicado de su vida, y a su manera estos le ayudan a seguir para adelante.
El autor también nos cuenta de una manera muy peculiar la historia de cada uno de los gatos, la manera en que se relacionan con los otros y cómo ven a los humanos.
Es una novela original, peculiar, pero fácil de leer y muy amena. Pero sobre todo entrañable.

¡Ay! Esta novela me ha conquistado! Y es que las historias donde salgan animales a mí me pirran, sean gatos, cerdos, perros, que nos cuenten sus impresiones, lo que piensan de los humanos que tienen alrededor, que se alíen entre ellos para salvar el mundo, ya me tienen el corazón ganado. Así que Ella y su gato partía con ventaja cuando empecé a leerla. Pero es que no necesita esta ventaja, porque es tan preciosa...

Vamos a tener 4 historias protagonizadas por 4 mujeres (con otros secundarios) y 4 gatos también protagonistas. A priori, pensaba que serían 4 historias independientes y ya. Pero la magia se hace cuando vas avanzando y ves que las 4 historias están conectadas entre ellas, que la chica de la primera historia conoce a la chica de la segunda, la chica de la segunda historia tiene un encuentro con la chica de la tercera historia, alguien que aparece en la última historia hablará con la chica de la primera... Y por supuesto también los gatos tienen vínculos de unión, una gata será amiga de otro gato que es el rescatado en la primera historia, esta gata tendrá una hija que es la protagonista de la tercera historia... Toda una fantasía!!! Es como un cuento. Contado así quizá suene a lío, pero no lo es para nada, cada vez que comienza una historia tiene su título propio: I: Un mar de palabras; II: Primeras flores; III: El sopor y el cielo; IV: La temperatura corporal del mundo. En verdad yo lo veo como 4 relatos que unidos todos ellos conforman una novela, o bien 4 capítulos de una novela, que tiene 218 páginas (cada relato o parte son unas 50 páginas). Como os podéis imaginar, por el carácter, personajes y extensión, vuelve a ser un libro que, como el anterior, se lee en un suspiro. Y además te dejo con un buen sabor de boca impresionante, con una sonrisa del tipo de "ay que tierno y bonito".

Me ha encantado las partes donde hablan los gatos, refiriéndose a sus humanas, muchas veces no entienden lo que hacen o lo que les pasa, intentan ayudarlas, incluso hablar con ellas aunque sólo les salga miau miau miau, también van a compartir con nosotros sus miedos, lor problemas que pueden tener al entrar en otro territorio que no sea el de ellos, sus pérdidas, sus preocupaciones cuando enferman sus amigos o parientes gatos... Me han parecido tan tiernas las reflexiones que hacen, lo poco importantes que son para ellos problemas que para las protagonistas son todo un mundo... También esa inocencia que destilan... Y lo que todos sospechamos, que muchas veces piensan que somos bastante tontos jajajaja. Cada vez que llegaban a los párrafos de los gatos, que además se anuncian con la sombra de un gato dibujada en la página, ya sabía que me iban a sacar una sonrisa 😌

Y como estos gatetes también tienen sus rifirafes, tendremos a John, un perro que conoceremos en la primera historia y también en la última. Es el perro que vive con la protagonista de la última historia, es super sabio y filósofo, le encanta divagar con los gatos, que los pobres, no se enteran realmente de lo que les cuenta, aunque le siguen la corriente y realmente les hace pensar y plantearse cosas. Será nexo de unión entre todos ellos porque es el que les pone las normas un poco, les establece los territorios, los aconsejo con sus incertidumbres y los calma y hace un poco de juez si hay problemas. Así que ya veis... Es todo como una fábula.

La prosa es sencilla, las historias son amenas, aunque tenemos ese punto trágico que tanto gusta a estos autores, con esas trabas que tienen los protagonistas, esa calma y control sobre sí mismas que hacen que escondan sentimientos por ejemplo, que dejen las cosas pasar antes de perder la compostura. Totalmente antagónicos a los animales, que no tienen pelos en la lengua y que se lo dicen todo a las claras sin importar sin caerán bien o mal. En este sentido los gatos les dan cien vueltas a nuestras protagonistas. Pero aún así, será fácil empatizar con ellas, ya que transmiten bastante (ayudadas por los gatos nuevamente), con historias que nos emocionarán y transpasarán las páginas, y repito, la sensación cuando acabas la última página es de buen sabor de boca, de sentirte bien, de que se ha cerrado un ciclo y de que es todo bonito. Casi casi literatura feelgood.
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Ella y su gato recrea esas vidas, en principio imperfectas, en las que se nos representa a cuatro mujeres distintas y equidistantes en diferentes etapas que, de alguna forma, se han quedado estancadas. Han dejado de fluir, y sienten que en ese aquí y ahora es cuando la tristeza y desesperanza acuden y las atacan desarmando sus defensas, vaciando su autoestima y haciéndolas sentir solas y desamparadas en medio de una vida que les da más miedo que otra cosa. Solo a través de sus mascotas felinas encontrarán el sendero para crecer personalmente y salir adelante.

Así encontramos a Miyu con su gato Chobi, a Reina con Mimi, Aoi con Cookie y Shino con Kuro. Cuatro mujeres, cuatro gatos y cuatro historias entrelazadas, donde los felinos toman el papel principal en las vidas de sus dueñas, asumiendo y desempeñando un protagonismo activo en las distintas historias. Son los narradores omniscientes y también los creadores de diversas situaciones que van más allá de los mimos y las caricias que sus amas les dan. Sienten y presienten sus estados emocionales y ponen a su alcance el estilo de vida que, en el fondo, ellas quieren o necesitan llevar.

John es un perro sabio, maestro y guía de los gatos de ese barrio. Representa la sabiduría y la conciencia en esta vida y es el posibilitador de los milagros que ocurren en ella, manteniendo y gestionando los distintos territorios para que exista convivencia entre los gatos y, con ello, también entre las personas dueñas de los mismos.

Esta original obra compone una alegoría sobre el lugar que tienes, que debes tener o quieres ocupar en el mundo, y gracias a los distintos narradores felinos, reconocemos cómo en la fragilidad de la vida existe un sentido de pertenencia y una cultura.

Cuando nos referimos a Miyu, vemos como, a pesar de su trabajo e independencia, siente las mismas ataduras y miedos que cuando no vivía en soledad, una palabra que le aterroriza y le hace sentir incompleta en su sociedad. Si nos vamos a la historia de Reina, vemos como descubre que, en su caso, el talento no es suficiente, y que la disciplina con la dedicación es el camino hacia sus sueños. Luego tenemos a Aoi y su sentimiento de culpa, el descubrimiento poderoso de sus palabras y los conjuros que estas provocan. Y, por último, está Shino, una mujer dedicada a los demás que encuentra el sentido de su existencia en su servicio desinteresado.

Cuatro mujeres salvadas por sus cuatro mascotas, sus gatos, que representan una continuación de sus almas, del instinto perdido y el saber ancestral de lo que realmente se quiere y se necesita. En ellas hallan el amor desinteresado sin juicio, el calor de la vida y la ausencia de soledad cuando los seres humanos han desaparecido de sus vidas.

En Ella y su gato se nos describe el sentido y el origen del amor, la amistad, la colaboración y, sobre todo, la esperanza, como motores que movilizan la transición y superación de las distintas fases de que se compone la vida, haciendo que estos vínculos se transformen en una deliciosa lectura gracias a su elegancia, descripción y observación en cada uno de sus detalles.
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Este ha sido mi plan de domingo, bueno en realidad parte de la tarde, porque lo he leído en nada. Me ha enganchado desde el principio, es el típico libro que dices: ¿cómo no se me ha ocurrido a mí? Una premisa sencilla y con gancho. El libro se divide en cuatro partes: cuatro historias con sus correspondientes cuatro gatos, y todas relacionadas entre sí. Lo más llamativo es que cada historia está contada por dos voces: la de la mujer y la de su gato. La perspectiva de los gatos es sin duda la mejor, y os prometo que el autor os acaba convirtiendo en un gato por unos instantes.

Mis historias favoritas han sido la segunda y la última. La división es la siguiente:

Chobi-Miyu (parte I: «Un mar de palabras»):
Mimi-Reina (parte II: «Primeras flores»)
Cookie-Aoi (parte III: «El sopor y el cielo»)
Kuro-Shino (parte IV: «La temperatura corporal del mundo)

Todas las mujeres protagonistas no están pasando por su mejor momento, digamos que la mayoría están atravesando una época existencial (a excepción de Aoi). Mientras que los gatos solo buscan un compañero mientras esperan ser rescatados de las calles.

Empezamos con Chobi y Miyu, su relación es entrañable. Miyu está pasando por un momento existencialista, su relación (si es que la tiene) no va a ninguna parte y no sabe cómo enfrentarlo. Chobi necesita ser rescatado de las calles y un día lluvioso se encuentran, y sin darse cuenta se rescatan mutuamente, me ha recordado a Oliver (de la película de Disney «Oliver y su pandilla») pero en blanco. Chobi nos describe a su dueña con adoración, habla con ella a través de maullidos y viviremos sus peripecias como gato. Son muy interesantes las conversaciones entre gatos, cómo se conocen y cómo presumen de sus dueños.

No puedo terminar la reseña sin mencionar al leal John, el único perro de este libro. Que da una gran lección en esta historia, es increíble cómo se preocupa por Shino.

Esta novela está basada en el comic (publicado por Planeta Comic). A pesar de la sencillez y de que puede resultar chocante la idea, en pocas páginas y con pocas palabras el autor logra traspasar al lector con temas reales, más aún en los tiempos que vivimos. La soledad, despedidas y la seguridad en uno mismo.
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