La hermana sol

Electra es guapa, rica y famosa, una modelo de éxito que parece tenerlo todo. Aunque en este caso las apariencias engañan, porque al mismo tiempo es adicta al alcohol y las drogas. Y tendrá que tocar fondo para tomar las riendas de su vida, al tiempo que busca sus orígenes en el corazón de África.

Sexta entrega de la #SerieDelassietehermanas y una de las historias que más me ha gustado. Me ha atrapado la historia del pasado en Kenia y la del presente en Nueva York: un embarazo, un matrimonio de conveniencia y una niña negra, junto a desfiles de modelos, drogas, alcohol y deseos de salir a flote. Para conseguirlo Electra tendrá que reconocer sus adicciones y pedir ayuda, un tema que tiene notable relevancia en este libro junto a la lucha contra la discriminación racial: una vez más Lucinda Riley nos regala una historia en la que trata temas muy actuales, con pinceladas de intriga y cierto glamour para mantenernos pegadas a sus páginas.

Vivamos al día, aprovechemos el presente porque es la única realidad tangible... el futuro es incierto.
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Sexto libro de la saga “Las siete hermanas”.
En esta ocasión conoceremos los orígenes de Electra, una de las hermanas que no está pasando por un buen momento cuando muere Pa Salt.
Como en los otros libros de la saga, la historia está contada intercalando capítulos del presente, donde Electra y su abuela Stella son las protagonistas, y del pasado, donde la protagonista es Cecily la “bisabuela” de Electra.
Como en las anteriores ocasiones la parte que más me ha gustado es la del pasado, y en este caso más por describir un país como Kenia, con sus tribus y sus costumbres. Un país que convivió con los colonos durante muchos años, y que la autora nos muestra como vivían.
Me encantó el personaje de Celily, su lucha y resistencia. Y Electra, aunque al principio no empaticé con ella, poco a poco se fue haciendo querer.

Desde hace tiempo tenía muchísimas ganas de leer la serie de “Las siete hermanas” de Lucinda Riley, porque siempre he pensado que podría tener todos los ingredientes que suelen gustarme para pasar un buen rato leyendo una buena novela, pero nunca había tenido la oportunidad para empezar con esta historia. Hasta ahora, que se ha publicado el sexto libro y he empezado a leerlo.
Antes de comenzar con la lectura de este libro me informé por si había algún problema por empezar a leer el sexto libro de la saga y todas las recomendaciones eran comunes: “libro autoconclusivo, no es necesario leer los anteriores pero que seguro que después de leer este tendría ganas de leer el resto…” y así ha sido, ahora me he quedado con ganas de conocer a cada una de las hermanas protagonistas de esta saga.
En la “hermana Sol” conocemos a Electra, la hermana “negra”, una modelo super famosa que tiene todo en la vida pero que se siente más sola que ninguna de sus hermanas.
Desde que comencé con el libro vi que tenía algo que me iba a encantar y no me equivoqué, me enganchó desde las primeras páginas y según iba avanzando la lectura me enganchaba más y más.
Va alternando la historia de Electra en el presente con la de Cecily en el pasado, una joven americana que va a conocer África con su madrina. ¿será un antepasado de Electra? ¿qué tendrán que ver las dos mujeres en esta historia? Mejor léelo!!
Esta historia está llena de emociones a flor de piel, misterios, historia e historias. Un cóctel perfecto para resultar una historia fascinante de las que enamoran desde el principio y de las que se recomiendan durante años. ¡Al menos eso me ha parecido a mi!
Es un libro extenso (unas 700 páginas) pero se lee fácil y no es nada pesado, al contrario, al final deja al lector con ganas de más.
Ya leí hace unos meses otro libro de la autora "La carta olvidada" y también me gustó mucho, estoy segura que no será el último libro que lea de Lucinda Riley.
Os dejo link a la reseña de la carta olvidada: http://inmy-books.blogspot.com/2020/01/la-carta-olvidada-lucinda-riley.html
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Todos los libros de esta saga son gruesos, pero cuando compré el de la hermana Sol lo vi aún más grueso, así pues me imaginaba que con este se acabaría la saga de Las Siete hermanas. Pero esta visto que no. Tendremos que esperar un poco para leernos el desenlace de esta magnifica historia.

Tengo que decir que la historia de la sexta hermana es quizá la que menos me ha gustado de todas. Pero ya no por la historia en si, que es buena, sino porque me costó muchísimo adentrarme. Lucinda escribe de una forma en la que las páginas pasan volando. Sin embargo, esta vez tengo que decir que al principio la historia se queda estancada en un mismo tema y avanza de forma muy lenta.

Ya sabemos que Lucinda se caracteriza por contar sus historias en dos tiempos. En este ocasión, la historia de los antepasados de Electra, nos transportan hasta África de 1938, concretamente a Kenia. Se nos contará cómo Kenia vivió la Segunda Guerra Mundial, a pesar de ser un país que no participó activamente. También muchos otros aspectos entre los que destaca la descripción de los paisajes.
Por el otro lado, en 2008, se nos narrará la vida de Electra, una vida un tanto complicada y llena de altibajos. La historia de Electra me llamaba mucho la atención por su manera de ser, siempre había sido la más problemática de todas las hermanas y la que parecía más fría. Sin embargo, cuando empecé a leer no me fascinó demasiado.

Como en todos los libros, hay muchos personajes pero están tan bien introducidos y tan bien trabajados que no te pierdes en ningún momento. Y aunque me han parecido que estaban de diez, no han sido personajes con los que haya conectado del todo. Supongo que ha sido porque son personajes como más fríos, con muchas sombras. Las relaciones entre los familiares era bastante distante, las relaciones de amor (tanto la del pasado como la del presente), me han parecido un poco insulsas (que también está bien porque no todas las historias de amor tienen que ser de película). Solo hay una relación que me ha parecido preciosa en la que se transmite un amor materno-filial increíble.

El final, creo que es lo mejor del libro. Me ha parecido un buen final para la historia de Electra. Las últimas páginas te las lees en un abrir y cerrar de ojos. Además, se reivindican un montón de temas actuales como el racismo y las mismas oportunidades para todo el mundo, independientemente del color de piel, del nivel económico o de la clase social a la que pertenezcas.

En resumen, La historia de Electra me ha parecido una buena historia, aunque es la que menos he disfrutado de todas las hermanas. Creo que algunos tramos del libro se han hecho un poco lento, ya que daban demasiadas vueltas a la mismo y podrían haber prescindido de unas 100 páginas de tal forma que se habría hecho una lectura más ágil y amena. Los personajes, aunque no he conectado con ellos, no ha sido porque no estén bien trabajados sino por las personalidades y características de estos. En cuanto a las relaciones de amor me ha faltado algo... no me han acabado de convencer. Y por último, el final ha sido una de las cosas que más me ha gustado. Un final digno de un persona como Electra.
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La hermana Sol nos lleva hasta Nueva York donde Electra, la menor de las siete hermanas adoptadas por Pa, al parecer tiene todo para ser feliz. Ha logrado hacerse un hueco en su profesión y se ha convertido en una modelo rica y cotizada entre las marcas. Pero no es todo oro lo que reluce y es que Electra está lejos de estar todo lo bien que aparenta y ahondando un poco en su día a día, veremos como en el fondo es alguien que, pese a todo lo conseguido, es alguien que todavía busca su lugar en la vida y que necesita una ayuda extra que encuentra entre las drogas y el alcohol para hacer frente a aquellos problemas y situaciones más complicadas que la vida le pone por delante.

Tras la muerte de Pa Salt, todas las hermanas recibieron una carta escrita de puño y letra por este con los datos suficientes para, si querían, pudieran conocer sus raíces. al parecer todas las hermanas han seguido dichas coordenadas y todas han conseguido enderezar sus vidas y lograr ser felices. Todas menos Electra que no está pasando por su mejor momento en la vida. Para empezar, no ha leído todavía la carta de Pa, continuando con que su novio la dejó plantada y ahora meses después aparece con la noticia de su nuevo compromiso.

Es a través de estos primeros capítulos que conocemos a la verdadera Electra. Alguien quién está al límite de todo y a quién cuesta entender pero que cuando la observas con toda la atención vemos que quizá, y contra todo pronóstico, es la más vulnerable de las seis hermanas conocidas hasta ahora. Lucinda Riley nos presenta un personaje de lo más complejo, con sus miedos, debilidades, traumas, dudas, pero también con un fuerte carácter, suficiente como para hacerse un hueco en la vida capaz de lograr todo lo que se proponga por ella misma y sobre todo no amedrentarse por nada ni nadie. .

De repente y tras una visita a Atlantis, la casa donde ella y sus hermanas han vivido bajo la protección de Pa Salt, Electra encuentra la carta que le dejó este al mismo tiempo que su abuela biológica Stella Jackson aparece en su vida para relatarle la historia de su antepasada Cecily Huntley-Morgan, perteneciente a la aristocracia neoyorquina en el año 1939 quien comenzó su vida en Nueva York pero que las circunstancias la llevaron hasta Kenia.

Es a partir de aquí que Lucinda Riley nos guiará en un viaje entre el presente, narrado en primera persona, y el pasado bajo una tercera persona conociendo así la historia de Cecily hasta llegar al punto de unión de ambas, su abuela Stella Jackson.

Pese a que estamos ante el sexto libro de la saga 'Las siete hermanas' yo es el primero que leo, a través de Babelio se me presentó la oportunidad y dado que tenía muchísimas ganas de leer algo de la autora y que se pueden leer independientes, me animé. Qué decir que, aunque no he tenido problemas en meterme en la historia pese a no haber leído los anteriores, si que me he quedado con la curiosidad suficiente para querer conocer más acerca de las demás hermanas que en este o bien aparecen fugazmente o bien son simplemente nombradas, además de como no, descubrir el misterio que los une a todos de esa séptima hermana que Pa Salt se llevó a la tumba.

La pluma de Lucinda Riley me ha parecido impecable, considero que no es fácil crear un personaje tan complejo como Electra quien al principio puede resultar algo difícil pero que poco a poco llegamos a entenderla y consigue quedarse presente durante mucho tiempo en nuestra mente. Qué decir que de las dos historias la que más me ha gustado es esta. Además de hilar dos historias tan distintas como parecidas al mismo tiempo. Una pluma ágil y adictiva que no escatima en detalles de las que te hacen adorar, empatizar y hasta sufrir con sus protagonistas.

En cuanto a los personajes, todos tan bien perfilados que los hace reales logrando incluso que cobren vida más allá del papel. Uno de los secundarios que más me han gustado y que me he quedado con muchísimas ganas de conocer más de ella ha sido Mariam, la nueva asistente personal de Electra y quien sospecho le queda mucho que contarnos sobre su historia.
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Lucinda Riley es mundialmente conocida por sus numerosas novelas sentimentales llenas de misterios y secretos y para deleite de sus seguidores publica la sexta entrega de su altamente valorada saga “Las siete hermanas”.
Los libros que conforma esta exitosa saga pueden leerse de manera independiente, aunque se ha de llevar cuidado ya que algunos momentos se descubren los finales del resto de novelas.

La pluma de Lucinda, elegante, poética y deliciosa, se mantiene en el deambular de sus obras, haciendo un manifiesto claro de su gran bagaje como escritora.
Aunque maneja un lenguaje fluido y una narrativa sencilla para contarnos alternamente la vida de Electra y de Cecily la novela cae de forma continua en situaciones carentes de atractivo, muchas veces inconexas y hasta surrealistas.

Electra es un personaje con muchos problemas y dificultades mentales que no termina de estructurarse de forma correcta. Su psique se mantiene de forma superficial y no se le permite al lector conocer su trasfondo. Es una mujer sumida en las drogas y el alcohol. A pesar de tenerlo todo no lo valora y se siente vacía. Refugiándose en un ritmo frenético de vida llena de fiestas y eventos se siente incomprendida y fuera de lugar.
El estilo de vida, su egoísmo y la poca introspección del personaje, a pesar de estar narrado en primera persona, ha conseguido que no consiguiera empatizar en absoluto con ella. Si es cierto que podía llegar a compadecerme de ella, pero no al extremo de sentirse identificada.

Por otro lado, Cecily se desenvuelve mejor como personaje. Es una mujer adelantada a su tiempo, sentimental y muy humana que se encuentra subyugada por la sociedad. Cecily y su historia ha sido sin duda lo mejor de la novela. Una premisa que me conquistó y que me hizo conectar con ella.

Son muchos temas que de forma implícita la autora trata de abarcar en su obra.
En la historia de Electra la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución o la soledad son puntos muy presentes que marcan la vida de la protagonista y hacen al lector reflexionar.
En la historia de Cecily la discriminación racial, el colonialismo, la lucha por los derechos de los negros, la empatía o el amor maternal se trata con tanto compromiso y concienciación que a pesar de estar situado años atrás podemos entenderlo como un mensaje actual. Especialmente en los tiempos tan convulsos en los que vivimos.

Los personajes secundarios tampoco sobresalen por su construcción, quedando planos con historias, en su mayoría, un tanto superficiales.

Algunas de las situaciones y resoluciones son fáciles, predecibles e inverosímiles. Muchos de los grandes problemas se resuelven con una sencillez y rapidez que consigue hacer nimia la gravedad del problema además de languidecer la obra introduciendo temas controvertidos con un resultado de lo más atropellado.

Personalmente considero que Lucinda Riley no llega a aprovechar el marco histórico y los ambientes para lograr enamorar al lector con una novela más profunda y completa, haciendo referencias muy vagas de las distintas épocas.

En cierta forma me ha defraudado, pues esperaba una novela que me adentrara en la recóndita África y me descubriera de forma más profunda el estilo de vida que imperaba allí, la relación entre los colonos y los nativos y el contexto social y político. En resumen, una mejor ambientación que me trasladara de lleno a los parajes selváticos más allá de la mera mención de safaris y animales muertos por la caza.

Es una obra que obviando aquellos pequeños detalles me ha gustado por sus premisas originales y la presentación de situaciones reales que en la mayoría de casos no forman parte de nuestra vida cotidiana, haciéndolas patentes y acercándonos a ellas de una forma empática que consigue instaurar en el lector una conciencia social.

La recomiendo especialmente para los auténticos seguidores de la saga y de la autora, aunque no me atrevería a hacerlo a personas que quieran iniciarse en la pluma de Lucinda debido a su excesiva longitud y carencia de profundidad. Considero que la autora tiene libros mejores.

La hermana sol es la historia de Electra. Electra es la más pequeña de las hermanas conocidas, también es una modelo impresionante de veintipocos años, muy alta, esbelta y millonaria, y con un grave problema de adición a las drogas y al alcohol; además, también es algo dura, taciturna y, aparentemente, independiente. Es la hermana que menos conocemos, de la que menos hemos oído hablar en el resto de los libros, y en este llegaremos a conocerla muy bien. Se encuentra en un momento muy malo de su vida. Está muy al límite de todo. Cuesta entenderla y aceptarla, pero, cuando lo consigues, puedes ver cómo es realmente, con su fuerza y sus miedos, sus dudas y sus traumas, su búsqueda y sus logros, y, lógicamente, el amor, es decir, la amistad y la familia.

La historia del pasado nos lleva al año 1939, comenzando por una vida privilegiada en Nueva York, para trasladarnos a Kenya. No os voy a contar mucho sobre esta historia ni cómo nos encontramos con ella, pero lo bonito, e interesante, es ir descubriéndola al igual que lo hace Electra, y viajar con ella a través de las palabras. En cierta manera, es un proceso que necesitamos hacer para que Electra también se redima ante nosotros, los lectores.

No voy a aburriros con lo bien que Lucinda Riley hila las tramas y cómo consigue que parezca fácil lo que no lo es. Continúa la autora construyendo historias llenas de ficción, realidad y cientos de detalles que nos llevan a leer una especie de biografía ficticia pero muy cierta, trayendo personajes reales, incluyéndolos en la historia, aportando fuerza al relato y veracidad, y haciendo que sea mucho más interesante el libro.

Aunque recuerdo que en los últimos libros sí que teníamos bastante presencia de la parte actual de la historia (2008), es en este último donde la he notado más, y donde la he disfrutado también más. La historia de Electra que nos llevará a esa búsqueda de su propia identidad. Ese viaje que hacen las protagonistas, Electra y Cecile, es importante, no solo porque encuentran el sentido de lo quieren hacer, sino porque cambia totalmente su manera de concebir su vida.

Curiosamente, me he dado cuenta que me costaba, sobre todo al principio, cambiar de historia. Quería seguir con Electra y ver cómo iba a conseguir avanzar. Confieso que la historia de Cecile no me resultada interesante hasta que me ha conquistado del todo. He sufrido con ella y también he querido con ella. Maravillosa Cecile y su fuerza. Además, el final de esta historia ha tenido un componente romántico inesperado que he llegado a sentir y que ya justificaba la lectura.

Ha sido un libro interesante, con una historia bonita que he leído casi sin respirar, porque quería saber cómo Electra se enfrenta a su origen y a su situación actual, para encauzar ese futuro incierto; y también quería conocer esa historia que me llevaba a Kenya para conocer a una mujer especial, que pasa de vivir una vida acomodada a enamorarse de un país diferente.

Es fácil leer una novela como esta y es difícil que no te guste. Es una novela no muy emotiva pero se adueña de tus minutos leyendo y te invita a ser mejor y a luchar por algo.

No sé deciros si es mejor o peor que el resto de las historias, y, sinceramente, me da igual. A mí me ha gustado muchísimo; he sufrido con Electra y con lo dura que era consigo misma; he llorado y me he enamorado; me ha recordado a las otras hermanas, algunas de las cuales ya tenía algo olvidadas; me he reencontrado con Maia y con Ally, y su felicidad; y me ha hecho recorrer un camino que no me esperaba, difícil en algunos momentos y esperanzador en otros, además de darme unas ganas enormes de leer más historias ambientadas en África.

Si todavía no os habéis animado con esta serie os daré una buena razón para hacerlo: cada libro, cada historia, cada mujer, tiene fuerza por sí misma y te lleva a un viaje, físico y temporal, por distintos lugares, en distintos momentos y con distintas sociedades, demostrando que ellas, las hermanas, necesitan conocer su procedencia, su pasado, para dar sentido a su presente y, por ende, a su futuro. Recorremos Río de Janeiro y París en los años veinte, la sociedad inglesa a finales del XIX, Noruega antes y durante la II Guerra Mundial, Australia y sus aborígenes, España y una gitana que recorre el canto jondo a comienzos del siglo XX, y, por último, Estados Unidos y África antes y después de la II Guerra Mundial.

Eso sí, tras leer el final del libro, lo único que te apetece es llegar por fin a conocer qué se le habrá ocurrido a Lucinda Riley para darle sentido a todo, para luego volver de nuevo a los libros y a cada una de las historias. Son, sin duda, libros para releer. Por cierto, yo tengo mi pequeña teoría pero no sé si es demasiado estúpida o demasiado simple. Ya lo veremos.


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En la sexta entrega de la saga de las siete hermanas nos encontramos con la historia de Electa, la sexta hermana

El mundo de Electra gira en torno a la fama, el lujo y ser muy reconocida ya que ella es una supermodelo. En cambio, su vida también gira en torno a las adicciones Un tema que está muy presente en el libro y pretende dar una enseñanza respecto a esto

Como todos los demás libros de la saga este se dividirá en 2 partes el presente y el pasado donde se conoceran los orígenes de la familia biológica de Electra.

Esta vez viajaremos hasta Kenia , y conoceremos la historia de Cecily una mujer de Nueva York que viajo a África temporalmente y al final estuvo allí durante diversos años de su vida. En esta historia se tocan temas muy importantes de carácter racial y los derechos civiles.

He de decir que para mí el libro fue de menos a más, ya que al principio la historia no me terminaba de enganchar. Pero según fueron pasando las paginas me vi más inmersa en los paisajes africanos y en diversos lugares del mundo con Electra y sus viajes

Deseando seguir con la saga y ver su desenlace final!!!

Cuando empecé esta novela me sentí un poco decepcionada, pues veía que no tenía la intensidad de las otras. Me equivoqué por completo. Aunque el principio pueda parecer poco "densa", a medida que vas leyendo te atrapa como una telaraña.

La parte del pasado es preciosa, con una narrativa fácil y amena y unas descripciones que te hacen sentir que estás realmente en África. En cuanto a los personajes, Cecily demuestra que, a pesar de ser una mujer en un mundo de hombres, es fuerte y valiente. Con un gran instinto de protección y de ayuda a los más necesitados.

En la parte actual, Electra es, sin duda, una luchadora, con una fuerza de voluntad extraordinaria y unos valores que, cuando los descubre, la hacen cambiar por completo su vida.

Debo decir que es una de las mejores novelas de la saga. Transmite emociones que te ponen la piel de gallina y que te hacen plantearte muchas cosas. Sin duda se ha convertido en una de mis novelas favoritas.

Electra era una de las hermanas que peor me caía, y estaba esperando con ganas conocer su historia para poder entenderla e incluso empatizar más con ella, y así ha sido.

En esta ocasión viajaremos a Nueva York en el presente y a la fascinante Kenia en el pasado, primera incursión en el continente africano en la saga. Viviremos en primera persona el racismo, y me sorprende ver que algunas atrocidades que se cometían hace años y se creían superadas siguen ocurriendo. También nos adentraremos en el tema del abuso de sustancias y de la esperanza de salir de este mundo.
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Las dos tramas románticas me han despistado mucho, en ocasiones sin ni siquiera saber quién sería el interés amoroso de ambas protagonistas hasta bien entrada la historia.

Sin duda, la pluma de Lucinda me sigue enamorando, incluso leyendo esta novela con un pellizquito en el corazón sabiendo que nos ha dejado y puede que no tengamos el punto y final de las aventuras de estas hermanas y su excéntrico padre. Sin embargo, le ha faltado (o sobrado más bien) algo a esta historia para que me llegase tanto como las anteriores.
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