Lucinda Riley nos introduce con esta novela en su forma particular de hacer un thriller, y crea un misterio dentro de un internado muy tradicional y muy británico, y con ella denuncia el acoso escolar, y sobre todo el abuso de los que se creen por encima, de los de la clase alta británica: "—Sí, recuerdo a los pocos chicos inteligentes y de clase trabajadora que asistían a mi antiguo colegio gracias a una beca. Me avergüenza decir que se lo hacíamos pasar mal. El viejo sistema de clases británico... es como si nunca desapareciera de nuestra psique".
Estamos ante una historia de venganza, pero también de supervivencia de los más débiles en un ambiente hostil.
El muerto, Charlie Cavendish, es un abusón, un acosador, ¿entonces su muerte ha sido un accidente, o un asesinato?
La inspectora Jazz tendrá que resolverlo, al mismo tiempo que ella también intenta librarse de otro personaje arrogante y prepotente, su exmarido, también policía.
Además los sospechosos,
David Millar y su hijo Rory, también son víctimas de personajes de igual calado, una esposa que lo abandona sin miramientos, para escalar en la clase social, junto a un amante igual de egocéntico y repelente.
Qué pena que la inspectora Jazz, el sargento Myles, o la psicóloga forense Issi no vuelvan a resolver más misterios.
Los personajes que crea
Lucinda Riley tienen ese carisma de buena gente y talentosa, que cuando los conoces, ya quieres ser amiga suya.
Esta novela la escribió en 2006, en plena lucha contra la enfermedad que acabó con su vida. Su hijo la publicó como homenaje póstumo y al final de ella escribe que su madre era la mejor del mundo y que su capacidad para apoyar, defender, consolar y motivar a sus 4 hijos era excepcionall
En general lo que se transmite en su obra literaria, incluída esta novela es el amor a la familia, que es el vínculo que hace que la vida tenga significado. Por eso los lectores nos sentimos tan cómodos leyendo sus libros, aunque no estemos delante de obras maestras.
DESCANSE EN PAZ LUCINDA RILEY