Cometierra

Si no me escuchan, trago tierra.
Antes tragaba por mi, por la bronca, porque les molestaba y les daba vergüenza. Decían que la tierra es sucia, que se me iba a hinchar la panza como a un sapo.
....
𝐃𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐜é 𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐫 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐫í𝐚𝐧 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫. 𝐎𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐬𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐨𝐧."

Nuestra protagonista se comunica con la tierra. La tierra lee habla que aqufllos que la pisaron. A través de ella ve la verdad, sabe que pasó con los que ya no tienen voz, los que ya no están, los desaparecidos...
En una sociedad donde la violencia es parte del dia a día. La violencia gratuita contra mujeres, contra hijos, contra el débil... dónde se ha perdido el respeto a la vida ajena.
Cometierra es una luz para quien todavía busca a los que ya no están

"Acaricié la tierra que me daba ojos nuevos, visiones que solo veía yo. Sabía cuánto duele el aviso de los cuerpos robados".

Nada más cerrar este libro he sentido la necesidad de hablar de él. Normalmente dejo pasar unos días para reposar la historia, poner sentimientos en orden y hablar de ella lejos del ímpetu o desaliento que provoca el final. Pero con "Cometierra" tengo la necesidad de desahogarme; necesito alguna forma de quitar el peso que me ha dejado la historia.

Cometierra era una niña cuando quedó huerfana. En el cementerio la tierra la llamó, sintió el deseo de comer la tierra que cubría el cuerpo de su madre muerta. Ese trago le reveló el ases*nato de su madre a manos de su propio padre y el descubrimiento de un don envenenado: es capaz de ver lo que les sucede a las personas desaparecidas comiendo la tierra del lugar que pisaron por última vez.

Las botellas llenas de tierra se acumulan como montañas de basura en la casa de Cometierra, todas ellas depositadas por los familiares de los y las desaparecidas. Cientos de personas, la mayoría mujeres, que han sido secuestradas, que han sufrido todo tipo de violencia y que, en el peor de los casos, han sido ases*nadas. A través del día a día de CometierraDolores Reyes denuncia la lacra de los feminicidios, la inactividad policial, así como, la pobreza y el abandono de barrios en los que los jóvenes conviven con la violencia y con las consecuencias de esta; juventud precarizada sin estabilidad familiar, sin oportunidades ni motivaciones.

Un libro breve, sencillo e intenso al mismo tiempo. Un texto que se mueve entre el lirismo más bello y la jerga callejera, entre la magia y la realidad más cruda. "Cometierra" es un golpe seco y la puerta a una realidad terrorífica e invisible que sentimos muy lejana en tiempo y espacio, pero está sucediendo ahora.

Deseando leer "Miseria", la segunda parte de esta brutalidad.

«Terminé dándome cuenta que en esto estaba solo»
 
Solo. La historia es sencilla, la historia es cortita, pero es una historia dura, brutal y conmovedora de la que no voy a contar nada, me voy a remitir a los hechos y las estadísticas. ¿Cuántas mujeres desaparecen en el mundo? Imposible calcularlo. ¿Cuántas mujeres desaparecen en un país cualquiera? Depende del país. ¿Cuántas mujeres desaparecieron en Argentina en este año? No son datos fidedignos, algunas de estas desapariciones no se registran, da igual que sea una niña de 13 años o una mujer de 28, hay que esperar 48h, a que las pistas se diluyan, a que el rastro se pierda, pero alrededor de 5mil. ¿Por qué esta imprecisión en un mundo digitalizado? Desde comisarias que se niegan a registrar la denuncia. ¿Por qué? Hasta jueces y fiscales que no cruzan información. ¿Qué hay detrás?

                Son más las preguntas que las respuestas. Por eso comprendo, tras escuchar a Dolores Reyes, que muchos lectores se pusieran en contacto con ella para que les diera el contacto de Cometierra, ¿qué familia sobrevive a tanta incertidumbre?
                Una novela valiente que merece ser leída.

‘Cometierra' es una novela corta pero potente que aborda de una forma altamente sensorial el tema de los femin*cidios y la violencia contra las mujeres en Argentina.
 
En ella conocemos a Cometierra, nuestra protagonista sin nombre, quien tiene el don / maldición (puedes decidir tu qué opinas al respecto) de conocer el paradero de alguien comiendo la tierra que ha pisado. ¿Puede haber una sensación más desagradable que imaginarnos comiendo tierra? El sabor, la textura, los dientes que chirrían… No es fácil, ni bonito desde luego y encima para ver imágenes terribles que probablemente te marcarán para siempre. Pero… ¿y si sometiendo a tu cuerpo y a tu mente a ese doloroso proceso pudieras ayudar a gente a saber qué fue de sus seres queridos o incluso salvar vidas? ¿Lo harías?
 
En esa vicisitud se mueve Cometierra a quien cientos de familias llenan su jardín de botellas con tierra, una imagen que se quedó grabada en mi cabeza. ¿Cuántas mujeres han desaparecido para no volver? Tantas que, para salir de casa, debe navegar entre las ruinas de esas historias. ¡Es inabarcable! ¿Cómo puede enfrentarse a un presente-futuro que se sabe es dar malas noticias a familias que se agarran a su última esperanza?
 
La novela nos presenta el día a día de Cometierra y su hermano Walter que, tras el asesinato de su madre a menos de su padre y el abandono de su tía, quedan solos y a su suerte buscándose la vida en un ambiente hostil, donde los amigos se convertirán en familia y donde las dinámicas insalubres cobran fuerza. Una novela donde lo cotidiano se alterna con partes que rozan la novela negra cuando entra en juego un policía con el que Cometierra comenzará a colaborar. 
 
‘Cometierra' nos lleva a una zona marginal, donde las familias desestructuradas son la norma, donde los jóvenes apenas cuentan con posibilidades de salir de la situación exclusión en la viven. La autora utiliza su experiencia como profesora de adolescentes y su trabajo como activista feminista para sumergirnos de lleno en estas vidas, consiguiéndolo al 100% sin la necesidad de grandes artificios (la realidad es de por si demoledora) y apoyada por el uso de un lenguaje que tiene mucho de jerga, de real, de la calle.
 
Si os gusta esa combinación de realismo social con realismo mágico que vemos en los ‘poderes' de ‘Cometierra' para hablar de realidades violentas y terroríficas, os recomiendo leer también ‘El cielo de la selva' de Elaine Vilar Madruga o ‘Nuestra parte de noche' de Mariana Enríquez.
 
Deseando ponerme con ‘Miseria', la segunda parte de ‘Cometierra' (aunque esta puede leerse perfectamente de forma independiente).

Que la tierra esconde secretos, eso ya lo sabíamos. Como sabíamos también que es capaz de hablarnos y revelarnos muchas de las cosas que pasaron. En ella se da la vida y se sepulta la muerte. A algunos, los más desalmados del género humano, les sirve para enterrar secretos.

   Ojalá todos pudiésemos interpretar los susurros de la tierra; destapar esos agujeros en los que se oculta la verdad de muchas vidas, de tantas muertes. Ojalá alguien velara por todas las que salieron un día de su casa para ir al trabajo, a la escuela, y no regresaron jamás. Una única persona, aunque solo fuera eso, para poner fin al sufrimiento de tantas madres que llevan años sin dormir.

   Dolores Reyes nombra, en los agradecimientos, a Selva Almada. Tras leer esta historia, llegar hasta ese nombre, hace que todo cobre más sentido si cabe. Un debut espléndido, como espléndida será Miseria, no tengo ninguna duda. Porque seguir las órdenes de @trinidadgallar es tener la seguridad de que has tomado la dirección correcta. 

   Seguimos.

Lo empece a leer porque tengo su segunda parte aquí esperando, me llegó antes de saber que era una segunda parte, si, pero ya esto preparada para Misericordia, que es la continuación de Cometierra. Este libro empecé a leerlo el domingo por la noche y tuve que parar vencida porque el sueño, sino lo hubiera acabado del tirón, es una historia que engancha desde el primer párrafo, una niña que narra su vida partiendo del dolor y de la miseria, una niña que no es normal y a la que le gusta comer tierra, no os voy a contar nada, (los que me conocéis sabéis que explico menos que las sinopsis, jejeje). Me ha encantado nuestra protagonista, es menuda y flaca, como dice ella, pero se atreve a desafiar a la gente, Cometierra tiene poderes, pero nos los voy a desvelar, os recomiendo que os metáis en su mundo. Aunque os hago una advertencia, yo no lo necesité porque viví un tiempo en Argentina, pero tened cerca un diccionario, porque su lenguaje es, en ocasiones, muy regional. ¡Lo recomiendo!

Cometierra es el mote que puso la gente a la protagonista de esta historia, una niña aficionada a comer tierra. Pronto descubrirá que si come la tierra del último lugar donde se vio a una persona que esté muerta es capaz de visualizar cómo fue su muerte, y es así como descubre que su madre fue asesinada por su padre. Después de esto el padre desaparece del mapa, dejando a Cometierra al cargo de su hermano Walter. Rápidamente se extiende el rumor del poder que tiene y empiezan a dejar en su puerta botellas de tierra con algunos regalos para que ella averigüe dónde están multitud de mujeres desaparecidas.

Cometierra crece llevando una vida bastante disoluta (durmiendo durante el día, bebiendo cerveza para desayunar y jugando a la Play con todos los amigos de su hermano) en un barrio pobre, posiblemente a las afueras de Buenos Aires. Aunque no deja de recibir encargos no quiere hacerles frente, se le hace muy duro tener esa especie de visiones cargadas de violencia, pero algunas de las fotos que vienen junto a la tierra parecen decirle que las retratadas aún están vivas y podría salvarlas.

El comienzo de la lectura me resultó algo difícil por la abundancia de palabras que no entendía, pero una vez me habitué me lo leí prácticamente del tirón. La historia de Cometierra tiene mucha fuerza, en parte me recordó un poco al protagonista de “Nuestra parte de la noche” por las vivencias que le tocan desde bien pequeña, pero en este caso pone los pelos de punta que la violencia que retrata sea muy real, en Argentina hay un femicidio cada 31 horas, y el número de mujeres desaparecidas no deja de crecer. Dolores Reyes ha querido retratar unas circunstancias omnipresentes en su entorno, de hecho dedica el libro a dos mujeres que fueron enterradas cerca de la escuela donde trabaja. Un libro necesario para poner el foco sobre una situación terrible.

Cuando era chica, Cometierra tragó tierra y supo en una visión que su papá había matado a golpes a su mamá. Esa fue solo la primera de las visiones. Nacer con un don implica una responsabilidad hacia los otros y a Cometierra le tocó uno que hace su vida doblemente difícil, porque vive en un barrio en donde la violencia, el desamparo y la injusticia brotan en cada rincón y porque allí las principales víctimas son las mujeres. En la persecución de la verdad, en el descubrimiento del amor, en el cuidado entre hermanos, Cometierra buscará su propio camino.

Primera obra de su autora Dolores Reyes que con un estilo directo, emocional, casi visceral y con un lenguaje sencillo poético en ocasiones que se turna con jerga callejera que le funciona muy bien, nos trae una historia que se mueve entre el realismo mágico y la realidad más dura.

Si bien la novela puede resultar perturbadora debido a su representación cruda de la violencia y el sufrimiento, es esta misma honestidad brutal la que la hace tan impactante y poderosa.

Enlace: https://www.instagram.com/p/..

Cometierra es sinceridad, ingenuidad, pasión, superstición, lealtad y ganas de algo mejor. Es una lectura diferente, que cuenta la realidad de los feminicidios, a veces de forma oculta y otras de manera explícita. Es una historia que hace daño, porque lo tiene que hacer, pero que cuenta con algún resquicio de luz a pesar de todo. Un libro poderosísimo.

.
📚 Cometierra
♀ Dolores Reyes
🗣 Audiolibro

_________________________

&#xNaN3'5&#xNaN

No lo he hecho a propósito, pero después de lo que ocurrió ayer en Argentina que mejor forma de ver algo de luz con literatura escrita por una mujer y feminista.

Cometierra cuenta la historia de una piva que al comer tierra puede ver en visiones y sueños quién ha pasado por allí y qué ha sido de esas personas. Es una crítica feroz a los feminicidios, desapariciones y secuestros en Argentina. Me han gustado muchísimo las visiones, las condiciones durísimas, sobrevivir cada día a la miseria, la perdida de alguien y la desesperación por los que ya no están.

Para mí, la primera parte tiene cinco estrellas, pero en el 76% de la lectura tengo que reconocer que la novela se desinfla un poco. Aparecen personajes que ni me interesan ni aportan nada a la trama. No se, tengo un sabor agridulce. Eso ha hecho que baje la nota.

Cometierra llegó a mis manos a raíz de la última novela que leí de Mónica Ojeda, Las voladoras. Historias durísimas en una Argentina conocida pero escondida. Ese terror cotidiano que a mí me encanta, característico tambien de Mariana Enríquez. Quise más y me salió esta autora que ya de por si me llamaba la atención y me animé a leerlo.

Así que a pesar que el final es un poco ñe.... Lo recomiendo. Me ha gustado muchísimo y no puedo esperar a leer Miseria. Su segunda novela.

✴ ¿ conocíais la novela?