Cometierra

‘Cometierra' es una novela corta pero potente que aborda de una forma altamente sensorial el tema de los femin*cidios y la violencia contra las mujeres en Argentina.
 
En ella conocemos a Cometierra, nuestra protagonista sin nombre, quien tiene el don / maldición (puedes decidir tu qué opinas al respecto) de conocer el paradero de alguien comiendo la tierra que ha pisado. ¿Puede haber una sensación más desagradable que imaginarnos comiendo tierra? El sabor, la textura, los dientes que chirrían… No es fácil, ni bonito desde luego y encima para ver imágenes terribles que probablemente te marcarán para siempre. Pero… ¿y si sometiendo a tu cuerpo y a tu mente a ese doloroso proceso pudieras ayudar a gente a saber qué fue de sus seres queridos o incluso salvar vidas? ¿Lo harías?
 
En esa vicisitud se mueve Cometierra a quien cientos de familias llenan su jardín de botellas con tierra, una imagen que se quedó grabada en mi cabeza. ¿Cuántas mujeres han desaparecido para no volver? Tantas que, para salir de casa, debe navegar entre las ruinas de esas historias. ¡Es inabarcable! ¿Cómo puede enfrentarse a un presente-futuro que se sabe es dar malas noticias a familias que se agarran a su última esperanza?
 
La novela nos presenta el día a día de Cometierra y su hermano Walter que, tras el asesinato de su madre a menos de su padre y el abandono de su tía, quedan solos y a su suerte buscándose la vida en un ambiente hostil, donde los amigos se convertirán en familia y donde las dinámicas insalubres cobran fuerza. Una novela donde lo cotidiano se alterna con partes que rozan la novela negra cuando entra en juego un policía con el que Cometierra comenzará a colaborar. 
 
‘Cometierra' nos lleva a una zona marginal, donde las familias desestructuradas son la norma, donde los jóvenes apenas cuentan con posibilidades de salir de la situación exclusión en la viven. La autora utiliza su experiencia como profesora de adolescentes y su trabajo como activista feminista para sumergirnos de lleno en estas vidas, consiguiéndolo al 100% sin la necesidad de grandes artificios (la realidad es de por si demoledora) y apoyada por el uso de un lenguaje que tiene mucho de jerga, de real, de la calle.
 
Si os gusta esa combinación de realismo social con realismo mágico que vemos en los ‘poderes' de ‘Cometierra' para hablar de realidades violentas y terroríficas, os recomiendo leer también ‘El cielo de la selva' de Elaine Vilar Madruga o ‘Nuestra parte de noche' de Mariana Enríquez.
 
Deseando ponerme con ‘Miseria', la segunda parte de ‘Cometierra' (aunque esta puede leerse perfectamente de forma independiente).