El malentendido

Esta es la primera novela de la autora Irène Némirovsky y aún no tengo claro por qué pero no me ha gustado tanto como otras de sus obras, si que puedo decir que en algunas partes se me ha hecho un poco lenta.

La novela trata sobre un joven de la burguesía francesa, Yves, que después de la Primera Guerra Mundial pierde su situación acomodada, y tiene que trabajar para vivir y con unos ahorros se va de vacaciones a Hendaya donde estuvo en su niñez y allí conoce a una joven francesa con situación acomodada y comienzan una aventura amorosa....

La novela nos relata sobre todo los sentimientos de los 2 amantes, ahonda en la precaria situación económica de Yves y reflexiona sobre lo efímero de las relaciones amorosas.

Iba con ganas de leer esta novela, ya que fue la primera que escribió Irene Némirovsky, pero no la he disfrutado demasiado.

Las novelas de amor y desamor no me interesan demasiado, pero en este caso no es ese el tema que me ha decepcionado del libro, ya que al leer la sinopsis sabía claramente que el argumento trataba de una relación romántica.

Lo que no me ha gustado ha sido el papel de la mujer, Denise, en su relación: celosa, egoísta, coqueteando con varios hombres por pura necesidad para alzar su ego, agobiante y pesada. al protagonista masculino, su amante, lo trae por la calle de la amargura, siempre exigiéndolo más y más, persiguiéndolo hasta la saciedad. Además, todo mejora cuando ella se vuelve sumisa y es amaestrada por su amante. Todo muy tóxico.

En definitiva, no me ha parecido que dejara en buen lugar a la mujer, como si cuando se enamorara de verdad (porque en el caso de Denise, no estaba enamorada de su marido, y era la primera vez que se enamoraba) sacara todo lo malo que tiene a la luz, y fuera un dolor de cabeza para el hombre.

Sinceramente, no recomendaría esta novela, aunque he de reconocer que la autora la escribe maravillosamente bien, con descripciones muy interesantes y personajes elocuentes que hacen que disfrutes de algunas de sus conversaciones.

Leer a Irene Nemirovsky es, al menos para mí, un acierto seguro. Una escritora que adquirió su fama después de su trágica muerte en Auschwitz.
En esta novela, que es, por cierto, la primera que escribió, la autora nos muestra, como en las posteriores, su conocimiento de la mente humana. Ahí no hay muchos personajes, pero los que hay brillan con todo su esplendor, porque muestran todas sus facetas a través de sus actos y sus pensamientos. También queda muy clara las distinciones sobre las clases sociales, la falta (o el exceso) de dinero hace que se abran abismos entre los personajes.
No es de las novelas que más me han gustado de la autora, pero es bastante entretenida y me ha gustado conocer a sus personajes y su destino.

“El malentendido” de Irène Némirovsky

Yves es descendiente de una familia de la gran burguesía francesa. Denise es la bella y joven esposa de un antiguo compañero del hospital militar. Ambos se conocen durante unas vacaciones en Hendaya, en la costa vasca. Durante esas vacaciones todo es idílico, no hay más preocupación que la de divertirse y pasarlo bien, pero la cosa cambia cuando vuelven a París, cada uno a su hogar y a sus rutinas y obligaciones. Yves tiene que trabajar para poder vivir y Denise no tiene otra cosa que hacer que dedicarse al ocio y estar en casa esperando que Yves le llame. Él empieza a agobiarse con el ritmo de vida de Denise y ella empieza a desesperarse por el poco tiempo que le dedica a ella. Cada uno de ellos tienen unos deseos y expectativas diferentes y algo en común: la falta de comunicación y falta de comprensión hacia la otra parte.
Es la primera novela que escribió Irène Némirovsky, se publicó en la revista Les Oeuvres Libres en 1926 y se editó en forma de libro en 1930. Y yo es la segunda que leo y que me gusta, describe muy bien las relaciones, los sentimientos y la psicología de los protagonistas. Seguiré leyéndola.

Esta ha sido mi primera aproximación a Némirovsky en cuanto a novela propia, ya que únicamente había leído su biografía sobre Chéjov. Tengo pendiente sus restantes obras, pero decidií emprezar por ‘El malentendido', sobre el que tan buenas críticas había leído, y que también habían recomendado las chicas de @amapolaslibreria como uno de los libros de febrero.

Aunque todos recuerdan a Némirovsky por ‘Suite francesa', realmente esta fue la primera novela que escribió, que se publicó primero en la revista Les Ouvres Libres en 1926 y, 4 años después, en forma de libro. En esta historia, Némirovsky retrata la diferencia de clase social a través de un supuesto romance entre Denise, una bella joven de clase media, casada y madre de una niña, con Yves, otro joven de una familia de la gran burguesía francesa venida a menos durante la Segunda Guerra Mundial.

Ambos se conocen durante unas vacaciones de verano, concidiendo con que la joven Denise es la esposa de un antiguo compañero del hospital militar de Yves. A partir de ese encuentro casual surge entre ambos un supuesto amor, que llevan más allá una vez regresan a París, donde aprovechan los viajes del marido de Denise para verse a escondidas.

Este supuesto amor se traduce en una especie de obsesión para Denise y en una carga para Yves, que siente no poder corresponder los sentimientos exacerbados de la joven al no estar económicamente a la altura de ella y de su posición social:

«En esas ocasiones, jamás pensaba en Denise. En el fondo, aquella relación solo lo cansaba. A una hora fija tenía que mostrarse tierno, amoroso, apasionado; a pesar de estar agobiado por las mil preocupaciones cotidianas que lo acasaban como moscas en un día de calor; debía pronunciar palabras bonitas, sonreír, acariciar; cuando la jaqueca le atenazaba las sienes, se venía obligado a hablar para no ver el ansia en los ojos de Denise, para no oír la eterna, triste y dichosa pregunsta: «¿Qué te pasa? ¿En qué piensas? ¿Ya no me quieres?».

Pero detrás de ese amor y esa obsesión de Denise, se esconde realmente la soledad, el aburrimiento y la insatisfacción por un marido ausente y un matrimonio vacío. A pesar del dinero y la vida acomodada, Denise se siente sola e infeliz, y encuentra en Yves esa chispa que necesita y que no le proporciona su matrimonio, hasta que un malentendido entre ambos acaba con esa incipiente relación.
Aunque la historia tiene lugar durante los años 20, el estilo narrativo y los persajes recuerdan a las novelas de finales del siglo XIX. A esas mujeres de clase media que, insatisfechas con sus matrimonios y aburridas de sus vidas casi perfectas, encuentran en un amante el sentido de sus vidas, y el amor y la pasión que les ha sido arrebata. Una Denise que bien podría ser Anna Karenina, Emma de ‘Madame Bovary', Milly de ‘Expiación' o Ana Ozores de ‘La Regenta'. Mujeres que idealizan un amor que en su vida real no tienen, y que acaban buscando y encontrando en otras personas para llenar su vacío y su soledad.
Una crítica que Némirovsky frefleja muy bien a lo largo de la historia gracias al personaje de la madre de Denise, que es plenamente consciente de la diferencia entre ambos, y del motivo por el que esa relación no iba a tener futuro:
«Mira, hija, escúchame sin enfadarte y verás como tengo razón. Para empezar, piensa que llegais a vuestras citas en un estado de ánimo muy diferente. Tú, sin mayor preocupación desde que te levantas que elegir el vestido que pueda gustarle más, y él, cansado, nervioso, angustiado, harto después de un día entero trabajando duramente para ganarse el pan… ¿Puedes imaginar lo que es, niña mimada? ¿Y te sorprenden vuestras desavenencias? Egoísta… ¡Ay, el amor es un lujo, cariño!».
Una novela que nos puede parecer nuy alejada en el tiempo, pero que, si miramos a nuestro alrededor, está más de actualidad que nunca. ¿Cuántas parejas/matrimonios están juntos únicamente por el miedo a no estar solos? ¿Cuánta insatisfacción hay detrás de una aparente felicidad?

El amor es un lujo, sin duda.

@floresyunlibroenblanco

El malentendido de Irène Némirovsky es su primera novela, fue publicada en la revista Les Oeuvres Libres en 1926 y como libro en 1930. Después de ésta, siguieron obras decisivas en su carrera como David Golder publicada en 1929 como libro. La primera escena es en Hayena, una ciudad de la costa vasca, en donde algunos franceses pasan sus vacaciones de verano como Jacques Jessaint en compañía de su esposa Denise y su pequeña hija Francete. Este hecho coincide con las vacaciones de un antiguo compañero de Jacques, Yves Harteloup, hijo de una acaudalada familia francesa que perdió su fortuna en la Primera Guerra Mundial. Yves trabaja en una oficina en París y estas son las vacaciones tan esperadas por él. Yves queda encantado con Denise quien tampoco es indiferente a esa atención; Jacques tiene que volver por compromisos a París y deja a Denise y Francete en Handeya hasta finalizar el verano. Denise e Yves se hacen inseparables al punto de enamorarse y confesarlo; sienten angustia por volver a su país y a la rutina parisina nuevamente. Una vez en París, se siguen viendo, se convierten en amantes; sin embargo, la vida humilde de Yves sobrepasa las expectativas de Denise en cuanto a un final feliz. Yves trata de complacer a su amante a pesar de su precaria situación; esto trae consecuencias en la actitud del joven trabajador y adquiere deudas después de un movimiento equivocado sugerido por un compañero de trabajo. Por otro lado, Denise se siente infeliz por la indiferencia de su amante y lo refleja en su semblante. Su madre nota la tristeza en su hija y le aconseja conseguir otro amante. Jacques quiere pasar un fin de semana en el campo a lo cual Denise se niega; ella espera la llamada de Yves, pero él se retrasa; mientras tanto Jean-Paul, el joven primo de Denise aparece y la invita a salir. de esa manera, Denise encuentra un amigo en su primo sin sospechar que Yves los ve besarse una noche brumosa. Eso trae consecuencias para el romance. Recomiendo ampliamente El malentendido, Némirovsky siempre nos mantiene con la duda de qué pasará después y los desenlaces son inesperados.

Mi primera lectura de Irene Nemirovsky y su primer libro. Aunque la historia es aparentemente sencilla toca muy bien distintos temas como la infidelidad, la soledad, el egoísmo o la apatía después de la guerra, pero centrándose especialmente en lo complicada y retorcida que puede volverse una relación en la que falta lo más importante: comunicación.

Me ha cautivado especialmente su forma de escribir.

Personalmente esta obra y su autora han sido un gran descubrimiento en lo que refiere a un estilo narrativo que raya la perfección. Un estilo difícilmente comparable con el resto de autores que he leído hasta ahora. Un estilo que parece medido como si de poesía se tratase, para que el ritmo de lectura no decayese en ningún momento. Un estilo que sobrepasa el argumento del texto, y que hace que este permanezca en un segundo plano.

En esta ocasión Irene Nemirovsky nos presenta una historia sencilla, una mujer casada y un hombre se enamoran en las vacaciones de verano, a su vuelta a París establecen un relación que se podría definir como bastante disfuncional y con un nivel desconfianza bastante elevado que hace que dicha relación se tambalee. Un argumento humilde, pero con una belleza y una profundidad en los sentimientos de los protagonistas muy interesante e ilustradora.

Se dice que lo bueno si es breve, dos veces bueno, pero al terminar la obra tuve una sensación de querer seguir leyendo. Sin embargo una vez pasado algo de tiempo de finalizarla, creo que tiene la extensión correcta cual frasco de perfume.

Esta novela, al igual que otras, me ha trasladado de nuevo al París de los años veinte, un París encantador y decadente al mismo tiempo, un lugar que fue protagonista de multitud de vanguardias que transformaron la ciudad, barrio por barrio. Y este contexto es el ideal para actuar como marco de esta historia de amor… o desamor.

Realmente dar con este libro ha sido como si literariamente hubiera encontrado una veta de oro, una fuente de narrativa de la que extraer todo el meollo a la obra de Irene Nemirovsky, creo que el siguiente libro suyo que lea será “El Baile” una obra diferente, aunque con el mismo trasfondo de crítica social que vemos en “el malentendido” sobre la sociedad pudiente parisina de los años 20. El factor que diferencia estas dos obras es el sentido de humor que, según tengo entendido, desprende “El baile”, un factor que me resulta intrigante, ya que el estilo narrativo de la autora me resulta difícil de trasladar al aspecto cómico de la literatura. Aunque seguramente me llevaré una grata sorpresa.

La recomendación de esta obra es absoluta, sin embargo también he de realizar una segunda recomendación, que es la de acercarse a esta obra con una idea clara de lo que en ella vamos a encontrar, no encontraremos grandes argumentos y giros brillantes, sin embargo tendremos ante nosotros una obra con una calidad narrativa de muchos quilates, algo que no es fácil de encontrar.
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