La red púrpura

Como os comenté hace unos días, en La novia gitana, de Carmen Mola, hay una subtrama relacionada con la inspectora, Elena Blanco, que no queda cerrada porque de ahí arranca la narración de la Red Púrpura, la segunda novela de este/a autor/a (de momento, seguimos conociendo solo su seudónimo) editada por Alfaguara.

La Red Púrpura es el nombre de la red ilegal montada por una organización criminal de la que se desconoce quién está al frente y quiénes la integran. Solo se puede acceder a los servicios que ofrece a través de la Deep Web y previo pago de ciertas cantidades ingentes de dinero. No quiero daros más información de la que aparece en la sinopsis (caería en spoilers para aquellos que no hayáis leído aún la primera), pero para situaros os diré que la acción de esta novela comienza meses después de que se archiva el caso de “la novia gitana”, así que se pueden leer de manera independiente. No obstante, os recomiendo no leer La Red Púrpura sin haber leído la anterior.

También está ambientada en Madrid, en la época actual, y eso me gusta. Además, me parecen enriquecedoras las explicaciones que aporta sobre los diferentes barrios madrileños; se nota que hay un trabajo de investigación detrás.

Al igual que en su primera novela, La Red Púrpura se estructura en cinco partes, cada una de ellas precedida de un fragmento relativo a una historia acontecida en el pasado; en este caso, sobre la pérdida de la inocencia de un niño recluido en compañía de una mujer, en principio, desconocida. Gracias a un narrador cuasi omnisciente, no podemos saber bien lo que piensa y siente el menor (me imagino que hubiera sido demasiado fuerte), solo apreciar su comportamiento e interpretar sus reacciones. Una vez más, Carmen Mola logró atrapar mi atención desde el minuto uno.

A excepción de esos retazos de historia, el resto de la narración está a cargo de un narrador omnisciente que se encarga del desarrollo cronológico de la investigación. Y tengo que decir que me encanta no encontrar cabos sueltos. Aunque, por otro lado, identifiqué enseguida la artimaña de Carmen Mola para desviar la atención de cierto personaje cuya presencia no se justificaba a menos que estuviera de algún modo implicado.

Los personajes principales son los mismos: el equipo de la Brigada de Análisis de Casos (BAC) liderado por la inspectora Elena Blanco y formado por los agentes Orduño y Chesca, el forense, Buendía, y la sexagenaria experta en informática, Mariajo. Aquí ya, Zárate es un miembro más del equipo.

En relación con ellos, me llamó especial atención el cambio de comportamiento de la inspectora, que no llevé nada bien en algunos momentos de la trama. No me creía que pudiera cometer tantos errores, como si al despertar cada mañana hubiera decidido dejarse el cerebro atrás. Por momentos me sentí espectadora de una mala película de terror donde el típico personaje femenino, la próxima víctima del asesino, se dirige directamente (para más inri, indefensa) a la boca del lobo con una excusa insulsa. Me debatí acerca de si la implicación de Elena como madre, en el caso, justificaba esa pérdida de oremus en Elena, inspectora de élite; un personaje cuyo conflicto interno gira en torno a si unos padres, por amor, deberían perdonar cualquier cosa a un hijo.

“¿No debe ser incondicional el amor hacia un hijo?”

Al igual que en La novia gitana, encontramos mucha acción, solo que aquí parece ralentizarse hacia la mitad de la novela —coincidiendo con el comportamiento, a mi entender, ilógico, de la volcánica inspectora Elena Blanco—, hasta que un giro argumental imprime un ritmo trepidante que nos lleva al desenlace final.

El hilo conductor de la Red Púrpura es la violencia (extrema). Sus páginas están manchadas de corrupción, vídeos snuff, secuestros, torturas, narcotráfico (¡hay que ver todo lo que he aprendido sobre este tema!), apuestas ilegales en peleas donde lo que se juega es la vida humana… Y tras su lectura, no dejo de preguntarme qué es lo que pretendía transmitir Carmen Mola. Quizá, ¿sensibilizar a sus lectores sobre el exceso de violencia en el mundo?

“El mundo está enfermo de violencia. Hay personas enganchadas a la violencia en cualquiera de sus formas. Y todavía nadie se ha preocupado de conseguir la cura”.

Y para ello, ¿es necesario entrar con tanto detalle en ciertas escenas? En especial, hubo una al principio, tan escabrosa, que me resultó difícil de leer porque me imaginaba todo y me estaba poniendo mala. Así que, ¿es este el camino correcto? ¿Mostrar violencia para sensibilizarnos y actuar en consecuencia? al final, ¿no habrá lectores que pierdan lo que les queda de inocencia leyendo una ficción que se siente muy real? (¡Dios!, necesito una novela romántica o de humor, ¡ya!).

La Red Púrpura es una novela que se lee rápida, aunque no se olvida del mismo modo. Se disfruta y se sufre a partes iguales. La recomiendo para amantes del género.

Valoración: 3.5/5
Enlace: https://despertaresdestonewa..

Me habían dicho que estaba, incluso mejor, que la novia gitana, pues si, les doy la razón a quienes lo comentaron. Ha sido un libro que me he leído casi sin darme cuenta, las páginas pasaban solas, una historia que te atrapa desde el minuto uno. Los personajes, que ya conocíamos del libro anterior, siguen siendo los mismos (salvo los asesinos, claro). Vemos a la protagonista principal que quedó impactada en el final del libro anterior y tiene que seguir con muchas cosas que no os desvelaré, jejeje. Que os puedo decir sin desvelar nada, que si sois amantes de la novela negra y os gustó la primera parte esta también la vais a disfrutar mucho.

Acabo de leer "La red púrpura" (Alfaguara, 2019, 432 páginas), de Carmen Mola, seudónimo de Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez.

Este es el segundo libro de la trilogía de la inspectora Elena Blanco. Es una novela que tienes que leer si, como a mí, se te queda cara de pasmada cuando acabas la primera.
Porque esta tríada, otra cosa no, pero adictivos son, y mucho. Ya se encargan los autores de dar lo que el lector a veces necesita; algo ligero, que enganche y te haga pasar el rato olvidándote de los problemas diarios.
En este sentido, cumple a la perfección. Nos vamos a encontrar de nuevo con acción continua, capítulos cortos, lenguaje coloquial y fácilmente entendible por cualquiera, sin florituras lingüísticas, solo al servicio de la historia.

Aunque no está del todo lograda, es interesante la parte en que se ahonda un poco sobre el pasado y los conflictos de algunos protagonistas, esto mejora la trama y añade capas que le dan profundidad.
Asimismo, se hubiera agradecido que se hubiera analizado más la red profunda y el apartado de las $nuff movies, concepto que yo, ingenua de mí, descubrí con la película "Tesis" de Amenábar.
En fin, como ya dije con "La novia gitana", libros de consumo pero que tienen su aquel, bien hechos, muy bien pensados para atrapar al lector.
Yo confieso que estoy ya leyendo la tercera parte, "La nena", y me quito el sombrero ante estos tres hombres que lo han logrado, porque ya les dije que a mí la novela negra como que no...

me ha gustado muchísimo, aunque tengo que decir que al principio no me gustaba la temática, me ha terminado enganchando. La investigación, muy interesante, todo en conjunto muy bien hilado. Y el final, perfecto. Creo que es la mejor forma de cerrar círculos.
Un libro muy bueno pero que te deja tocado, cómo puede haber gente tan mala....

En esta segunda parte, nos vamos a adentrar dentro de una organización que trabaja en la deep web y se dedica a vender apuestas, pujas y visionados en directo, mostrando una violencia dura y cruel. Elena Blanco, la inspectora de la BAC, tendrá como objetivo personal encontrar a su hijo Lucas. Y hasta aquí puedo contar, porque quiero que lo descubráis vosotros mismos y, para quién haya leído la novela, sabrán a que me refiero.
Nos vamos a encontrar con los personajes anteriores de la novela anterior. Seguimos con personajes complejos, con sus sombras grises y con debilidades.
En esta ocasión nos vamos a encontrar con una inspectora de la BAC, Elena Blanco, más implicada a nivel personal – la desesperación de una madre- y de conducir la investigación de cierta manera, que pondrá en peligro la investigación. Sus aptitudes y acciones, harán que sus compañeros de equipo pongan en duda la profesionalidad de la inspectora.
Del equipo de la BAC, Orduño tomará más protagonismo donde la parte personal entrará en conflicto con la investigación.
Y el personaje que más me ha llamado la atención, Lucas, el hijo desaparecido de la inspectora. Un personaje que impacta y que no os dejará indiferente.
El estilo de los autores es fiel a la primera novela, ágil, directa, adictiva y sin contemplaciones. Las historias se entrelazan y se van resolviendo como un rompecabezas. Todo encaja.
Si, vamos a tener una trama original, ágil y con algunos giros inesperados...pero, en ciertos momentos la he encontrado un poquito flojita por ciertos momentos predecibles.
Como sucedió en la primera, la trama es autoconclusiva por lo que se puede leer de forma independiente sin necesidad de haber leído la primera novela.
Una lectura que te hace reflexionar, hasta cierto punto, lo que conlleva esta deep web y que parte de la realidad se esconde detrás, así como de asesinatos y desapariciones.
En definitiva, LA RED PURPURA es un thriller negro, fiel al estilo de la primera parte, que mantiene el suspense durante toda la trama, para adentrarnos en una historia dura de las deep wek y lo que conlleva, a nivel personal, para la inspectora.
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Empezaré esta reseña con la siguiente pregunta...

-¿Me ha gustado más que el primero?

-Definitivamente ¡NO!

En "La red púrpura", Carmen Mola continúa con los protagonistas de "La novia gitana" y retoma la incansable búsqueda del hijo de la inspectora Blanco. Es un thriller repleto de secretos, violencia y muerte que se adentra en temas como el crimen, la extorsión, la trata de personas, las apuestas, el juego, el drama familiar, la mentira y la venganza.

A pesar de que es una lectura ágil y amena gracias a sus capítulos cortos y su lenguaje claro y sencillo, por momentos me resulto un poco aburrido. Tengo la opinión de que el final de este libro, es suficiente para cerrar la serie, no obstante y pese a todo, le daré la oportunidad al tercer libro de la tetralogía.

Hoy os traigo la reseña de la 2ª parte de la archiconocida trilogía de la novia gitana, de la archipolémica Carmen Mola.
Tal como os comenté en reseña del anterior libro, este prometía ser todavía más interesante que el primero, y lo ha sido.
La implicación de la vida privada de la Inspectora Elena Blanco en el caso no hace más que añadir más tensión a una serie que de por sí no carecía. La red púrpura es todavía más dura y explícita que la novia gitana (pero todavía soportable), los autores siguen manteniendo ese ritmo frenético que hace que no puedas dejar de leer al acabar cada capitulo. No hay momento para el aburrimiento. Seguimos conociendo más a fondo a los protagonistas que ya nos dejaron huella en la 1ª entrega. En esta, vemos el lado más personal e íntimo de la BAC, de unos investigadores que creíamos que eran superhéroes.
Este libro, a diferencia de la novia gitana, no acaba sabiendo cuál será el siguiente caso por lo que en mi caso, me va a permitir intercalar con otro libro.
PD: Carmen sigue molando.
PD2: Si no los habéis leído, que no os eche para atrás el que os digan que son libros duros y que hay que tener estómago. Son soportables. Se quedan en pañales en comparación con por ejemplo, 1793.
📖 L@s que lo habéis leído, ¿os ha gustado más este que el 1º? ¿Os parecieron los libros tan duros como los están pintando? ¿Cuáles son los libros más duros que habéis leído? Ya sea por lo que cuentan o por lo explicito. Os leo! 📖

Tengo que decir que si “La novia gitana” me gusto, este lo supero. Fue un no parar de leer capítulo tras capítulo, en esta segunda parte nos adentramos en una trama más turbia que la primera y donde nuestra inspectora se mete de lleno y sufre las consecuencias. No puedo decir mucho más porque sería spoiler, pero si quiero decir que se cierran cosas del primer libro que quedan abierta y ¡OMG!, menudo final. Con esta parte todo queda cerrado y deja al lector conforme y sorprendido a partes iguales.

En esta historia a parte de nuestra inspectora, tenemos a otros personajes que aunque son secundarios tienen planos muy importante a la hora de la investigación, conocemos un poco más de cada uno de ellos y esto hace que les cojas cariño a todos y veas diferentes puntos de vista y como se trabaja en un caso como este dentro de un equipo.

Aunque después de todo lo acontecido con el premio Planeta no tenía muchas ganas de leer a estos señores, es cierto que ya tenía los libros y el primero me había encantado, así que decidí leer los dos que me quedaban de golpe y así cerrar la trilogía y no tocar más libros de estos señores.

No me parece al que hayan usado seudónimos o que se hayan ocultado detrás de un nombre falso. Lo que hace tomar esta decisión es que la propia editorial nos vendió estos libros el día de la mujer como algo escrito por una mujer cuando ellos sabían que no era de ninguna mujer. Y porque los propios autores lo consintieron y eso si que me parece engañar al publico.

Si esto no se hubiera hecho seguiría leyendo dichos libros porque las tramas son brutales y son historias que enganchan un montón, pero hay veces que las decisiones tienen consecuencias y esta para mi la tuvo. También me planteo tener muy en cuenta leer más libros de esta editorial causa de esto, ya que no entiendo porque se vendieron estos libros así, cuando tienen autoras increíbles que publicitar el día de la mujer sin engañar a nadie.

La red púrpura (2019), segunda entrega de la saga firmada por Carmen Mola, seudónimo tras el que se oculta una madrileña, madre de tres hijos y profesora universitaria, continúa la estela de su exitosa La novia gitana (2018).
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La narración da comienzo con la inspectora Elena Blanco, al mando de la Brigada de Análisis de Casos, que sigue el rastro de una perversa organización, la Red Púrpura, hasta el hogar familiar en el que el hijo adolescente está consumiendo la tortura de una joven en directo. Desde que este siniestro grupo se dio a conocer en la entrega anterior, no han cejado en su empeño por descubrir quiénes lo dirigen y dónde se halla su escondrijo. Para ello, han debido enfrentarse al visionado de grabaciones de violencia extrema en la Deep Web. .
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Mientras tanto, Elena Blanco ha sabido mantener oculto el secreto y la esperanza, ambos atormentándola página a página, como si se tratara de las dos caras de una misma moneda. ¿Su hijo está vivo? ¿Puede recuperarse aquello que se perdió y que siga siendo lo mismo? .
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De nuevo, su autora, ha logrado componer una novela adictiva, oscura y desgarradora, descriptivamente cruel y que no muestra ningún pudor en el morbo predominante en las redes sociales, las dificultades para salir de la marginalidad o los beneficios de los que gozan los intocables, los poderosos.
Enlace: https://www.instagram.com/mi..

Si en el otro os avise que había trozos no aptos para estómagos sensibles, en este tengo que volver a hacerlo por la crudeza de las descripciones de determinadas situaciones. A mi me resulto más "desagradable" el primero porque los 🐛 y yo... 🤢 Pero sí, da tantísimos detalles, que puedes imaginarte claramente situaciones horriblemente macabras.
Y así empieza una operación contrarreloj para intentar desenmarañar esta red, impedir más secuestros, muertes y sobre todo, que la inspectora consiga llegar a tiempo a su caso pendiente.
En este libro también podremos conocer más a los compañeros de la inspectora ya que les da mayor visibilidad. Concretamente, da más peso a uno de ellos que, junto con algunos compañeros, tendrá que hacer frente a un problema paralelo.
Desde luego que el ritmo de este libro es muuuucho más rapido que el anterior desde el principio. Este empieza fuerte y solo va in crescendo según vas avanzando páginas hasta un final que, lees a toda velocidad, y que su desenlace te deja así 😧
No puedo hacer otra cosa que recomendaros este libro. Es de los que cuando paras de leer, sigues dándole vueltas y solo quieres encontrar un hueco para cogerlo otra vez. Para mi, eso es signo de que es un buen libro.