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Crítica de AnnieMoneth


AnnieMoneth
04 June 2019
Como os comenté hace unos días, en La novia gitana, de Carmen Mola, hay una subtrama relacionada con la inspectora, Elena Blanco, que no queda cerrada porque de ahí arranca la narración de la Red Púrpura, la segunda novela de este/a autor/a (de momento, seguimos conociendo solo su seudónimo) editada por Alfaguara.

La Red Púrpura es el nombre de la red ilegal montada por una organización criminal de la que se desconoce quién está al frente y quiénes la integran. Solo se puede acceder a los servicios que ofrece a través de la Deep Web y previo pago de ciertas cantidades ingentes de dinero. No quiero daros más información de la que aparece en la sinopsis (caería en spoilers para aquellos que no hayáis leído aún la primera), pero para situaros os diré que la acción de esta novela comienza meses después de que se archiva el caso de “la novia gitana”, así que se pueden leer de manera independiente. No obstante, os recomiendo no leer La Red Púrpura sin haber leído la anterior.

También está ambientada en Madrid, en la época actual, y eso me gusta. Además, me parecen enriquecedoras las explicaciones que aporta sobre los diferentes barrios madrileños; se nota que hay un trabajo de investigación detrás.

Al igual que en su primera novela, La Red Púrpura se estructura en cinco partes, cada una de ellas precedida de un fragmento relativo a una historia acontecida en el pasado; en este caso, sobre la pérdida de la inocencia de un niño recluido en compañía de una mujer, en principio, desconocida. Gracias a un narrador cuasi omnisciente, no podemos saber bien lo que piensa y siente el menor (me imagino que hubiera sido demasiado fuerte), solo apreciar su comportamiento e interpretar sus reacciones. Una vez más, Carmen Mola logró atrapar mi atención desde el minuto uno.

A excepción de esos retazos de historia, el resto de la narración está a cargo de un narrador omnisciente que se encarga del desarrollo cronológico de la investigación. Y tengo que decir que me encanta no encontrar cabos sueltos. Aunque, por otro lado, identifiqué enseguida la artimaña de Carmen Mola para desviar la atención de cierto personaje cuya presencia no se justificaba a menos que estuviera de algún modo implicado.

Los personajes principales son los mismos: el equipo de la Brigada de Análisis de Casos (BAC) liderado por la inspectora Elena Blanco y formado por los agentes Orduño y Chesca, el forense, Buendía, y la sexagenaria experta en informática, Mariajo. Aquí ya, Zárate es un miembro más del equipo.

En relación con ellos, me llamó especial atención el cambio de comportamiento de la inspectora, que no llevé nada bien en algunos momentos de la trama. No me creía que pudiera cometer tantos errores, como si al despertar cada mañana hubiera decidido dejarse el cerebro atrás. Por momentos me sentí espectadora de una mala película de terror donde el típico personaje femenino, la próxima víctima del asesino, se dirige directamente (para más inri, indefensa) a la boca del lobo con una excusa insulsa. Me debatí acerca de si la implicación de Elena como madre, en el caso, justificaba esa pérdida de oremus en Elena, inspectora de élite; un personaje cuyo conflicto interno gira en torno a si unos padres, por amor, deberían perdonar cualquier cosa a un hijo.

“¿No debe ser incondicional el amor hacia un hijo?”

Al igual que en La novia gitana, encontramos mucha acción, solo que aquí parece ralentizarse hacia la mitad de la novela —coincidiendo con el comportamiento, a mi entender, ilógico, de la volcánica inspectora Elena Blanco—, hasta que un giro argumental imprime un ritmo trepidante que nos lleva al desenlace final.

El hilo conductor de la Red Púrpura es la violencia (extrema). Sus páginas están manchadas de corrupción, vídeos snuff, secuestros, torturas, narcotráfico (¡hay que ver todo lo que he aprendido sobre este tema!), apuestas ilegales en peleas donde lo que se juega es la vida humana… Y tras su lectura, no dejo de preguntarme qué es lo que pretendía transmitir Carmen Mola. Quizá, ¿sensibilizar a sus lectores sobre el exceso de violencia en el mundo?

“El mundo está enfermo de violencia. Hay personas enganchadas a la violencia en cualquiera de sus formas. Y todavía nadie se ha preocupado de conseguir la cura”.

Y para ello, ¿es necesario entrar con tanto detalle en ciertas escenas? En especial, hubo una al principio, tan escabrosa, que me resultó difícil de leer porque me imaginaba todo y me estaba poniendo mala. Así que, ¿es este el camino correcto? ¿Mostrar violencia para sensibilizarnos y actuar en consecuencia? al final, ¿no habrá lectores que pierdan lo que les queda de inocencia leyendo una ficción que se siente muy real? (¡Dios!, necesito una novela romántica o de humor, ¡ya!).

La Red Púrpura es una novela que se lee rápida, aunque no se olvida del mismo modo. Se disfruta y se sufre a partes iguales. La recomiendo para amantes del género.

Valoración: 3.5/5
Enlace: https://despertaresdestonewa..
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