Si tuviera que definirlos con una palabra diría que son brutales. Ésta segunda entrega es vertiginosa. Esta trilogía está protagonizada desde nuevo por la inspectora Elena Blanco y su equipo de la Brigada de Análisis de Casos, BAC. A lo largo de las tres entregas, iremos conociendo sus historias personales, además de acompañarlos en cada investigación. Cada libro tiene su propia trama, pero los protagonistas son los mismos: la inspectora Elena Blanco, el subinspector Ángel Zárate, y los compañeros de la BAC. Esta vez nos introduce en el mundo oscuro y prohibido de la Deep Web de internet, en el tráfico de personas y los vídeos snuff. Esta entrega se centra mucho más en su personaje principal, la inspectora. La investigación le hará enfrentarse a sus peores miedos. Sus descripciones no son tan graficas pero todo lo que ocurre es de un sadismo y violencia extrema. Todos los personajes están muy bien perfilados con muchos matices que definen la personalidad de cada uno. El principal, Elena, es una gran policía pero también una mujer solitaria y obsesiva. Vive en un apartamento que da a la Plaza Mayor de Madrid, le gusta el karaoke y beber grappa. Profesionalmente su imagen es segura pero en el fondo es bastante vulnerable debido a la desaparición hace ocho años de su hijo Lucas. Otro que destaca y hace de contrapeso es su compañero Zarate. . La narración es muy ágil: una trama principal nos lleva por la investigación y resolución del caso, mientras otras secundarias de la vida de los personajes la complementan, creando una historia intensa, llena de giros inesperados, un ritmo vertiginoso y unos finales sorprendentes. Aunque el desarrollo pueda ser un poco predecible, si empiezas a leer no puedes parar. Los inicios impactantes logran que las novelas te atrapen de principio a fin, gracias a capítulos cortos en los que la acción no para y todo lo que ocurre es importante. Pero no son libros para personas sensibles. Los responsables de los crímenes muestran un grado de crueldad máxima. Menuda facilidad tiene los autores, para describirnos y adentrarnos en la mente retorcida y llena de maldad de esos psicópatas. El sadismo está presente en las narraciones, con escenas espeluznantes. Los escenarios son descritos para que sintamos todo el horror y la violencia pero sin que resulte morboso. Los sucesos narrados son terribles, crudos y de una brutalidad tal, que a veces cuesta seguir leyendo. Después de dos investigaciones tan crueles es imposible que los personajes no arrastran secuelas de por vida fruto de todos los sucesos por los que pasan. Si os gusta la novela negra y la intriga esta trilogía es perfecta porque es adictiva. Ambientada en Madrid y sus alrededores, con un equipo de investigación dispuesto a todo para resolver unos crímenes a cuál más espantoso y cruel. + Leer más |