Yo, tú y un quizás

"Nacemos y morimos, y entre un extremo y otro tiene lugar eso que llamamos vida. A simple vista, puede parecer una línea recta. Sin embargo, no lo es. La vida está llena de puntos y aparte que cambian su curso y crean incisos."

La salud mental, las personas rotas, los sueños sin cumplir, la trasgresión de los limites, todos estos temas pondrán a toda una familia en el borde del precipicio. ¿Alguien se lanzará? ¡Pues sí, y sin paracaídas!

Creí que esta segunda parte iba a caer en picada, pero me sorprendió. Es otra cara de la misma moneda. La historia la protagoniza Ren, amigo de Jun (protagonista del libro primero).

En esta se ponen a prueba los nervios del lector, hay que soportar como arranca la novela con un maltrato infantil a grados escandalosos. Esta escena lleva al desarrollo total de la historia. Las personas que actúan en defensa de esta situación se verán involucrados en otro caso de amor en contra de las costumbres. Londres como escenario, corea y sus tradiciones como verdugos.

Tuve una gran empatía con el monólogo del personaje protagónico. La autora recurre a esto una y otra vez y logras conectar.
Lo más bonito han sido sus frases y lo más certero es poner al descubierto una cultura con tradiciones obsoletas. Ambas cosas se unen para obtener un gran rato de lectura.

Novela de romance y drama +18 años
ALERTA: en el inicio del prólogo contiene un par de escenas de maltrato infantil, que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.
Esta novela es, de principio a fin, un drama coreano. Si eres amante de los kdramas, esta es tu novela.


Tiene todos los ingredientes típicos de este tipo de historias, personajes con traumas infantiles, familia encontrada, amores prohibidos, el primer beso que tarda una eternidad en llegar, problemas familiares, respeto a los mayores hasta un punto incomprensible, sentimiento de rechazo de alguien cercano, caminar con la manos unidas, cita "en el parque de atracciones", vivir amargado por una promesa que no podemos romper por respeto a otra persona, referencias a comida coreana, rupturas incomprensibles, la primera nevada, sonreír cuando estás roto por dentro, etc.

Si, me ha gustado, pero llega un momento en que tanto jugar con las emociones cansa y me habría quedado feliz a mitad del libro (de hecho tuve que dejarla unos días) , pero como buen drama sigue sufriendo hasta casi el final.

Esta segunda parte se basa en el amigo de June, Ren.

Ren un chico al que su niñez fue muy dura, es acogido desde niño, por una familia coreana en la que siempre ha sido muy feliz.

Jisoo, la "hermana" de Ren, con el paso del tiempo es una chica madura en la que tiene su propio sueño, ocultándolo de su madre. Que tiene sus ideales y religiones.

El tiempo se nota y poco a poco los 2 se dan cuenta que el roce hace el cariño, y aunque no sean hermanos de sangre, ven que tienen una gran conexión, que no son capaces de descifrar o ver la realidad de lo que esta sucediendo.

Todo se complica cuando de repente lo descubren sus padres, concretamente su madre.

Por otro lado, Ren desde siempre arrastra unos pensamientos del pasado horribles que sufrió, en el que deberá aprender a salir a flote, incluso... su madre también le pasara factura sin darse cuenta.

Una historia en la que el amor no entiende de razas, ni de sangre, ni genes ni nada de nada. Que viene solo y que no se puede juzgar por su pasado a personas, que sin querer han tenido que convivir. Porque cada persona es un mundo y nadie, es igual.
El pasado, es el pasado.

La verdad me ha gustado, una historia que te hace pensar y reflexionar, como la sociedad a veces puede ser cruel sin darse cuenta.
Pero a la vez tiene ese toque de romántico - humorístico, en los que los personajes te hacen sonreír en la lectura.

Se me ha hecho muy fluida y entretenida.

Yo, tu y un quizás es la segunda parte de la bilogía de María Martínez. En este libro la trama se centra en otros dos personajes, Jisoo y Ren. Él es el mejor amigo de Jun (prota del libro anterior) y ella es como una hermana pequeña para él, pero en los últimos años eso ha ido cambiado. Aun así, sus caminos se cruzan, cuando ellos piensan que es el momento perfecto, aunque quizás no lo sea.
Ren tuvo una infancia muy complicada y arrastra sin saberlo, lo peor de aquellos años, que tras los últimos acontecimientos ocurridos le dejan tambaleándose. Pero siempre ha sabido ocultar todo lo que le ocurría, siempre está bien de cara a los demás.
Jisoo me ha gustado mucho, siempre ha sabido lo que quería en la vida y lucha a diario por perseguir sus sueños, y a Ren.
Este libro trata temas bastante peliagudos como abusos, suicidio, problemas mentales. Y a pesar de todo esto la autora ha sabido sacar a la luz la esperanza en esta historia.
Muy recomendables estos dos libros.

El argumento: Seguimos parte del juego que nos dio el primero. En este caso es una familia Coreana asentada en Londres, y lo que ocurre cuando el amor llama a la puerta. La obediencia de los hijos y todo esto que nos hace acercarnos a esta cultura.

Francamente, me sentía muy ansiosa por conocer a esta pareja y verla enamorarse. Lo que no esperaba era encontrar un personaje tan roto como Ren, y necesitar achucharlo de mil maneras. Amé cada página que leí y sufrí por cada vez que él sufría, era imposible que no ocurriese, pues es un personaje encantador que enamora desde el inicio. He odiado y amado apasionadamente. Con esto, puedo decir que Jinny me tenía también encantada, porque conoces sus secretos, sus grandes amores y lo que hace por luchar por ellos cuando todo le está gritando que pare. La realidad es que tenemos una gran obra romántica que pese a tener a veces personajes detestables (solo hay dos(, también te permiten ver la bondad del ser humano en forma de otros muchos y solo te hacen rendirte más ante YO, TÚ Y UN QUIZÁS, con ese sublime amor de tantos años silenciado.

María Martínez ya me tiene ganada, y ya tengo echado un ojo a sus siguientes obras, porque le voy a pillar carrerilla, por mi necesidad de sus historias ¡Feliz lectura!
Enlace: https://locasdelromance.blog..

Que María Martínez escribe maravillosamente bien es un hecho confirmado, disfruto mucho sus libros y suelo empatizar con sus personajes al 100%, sin embargo, en este libro no he encontrado esa magia habitual, me han faltado cosas y me han sobrado otras pocas.

No me voy a extender mucho, entre otras por no hacer spoilers innecesarios, pero mi principal problema con esta historia ha sido que la relación romántica de la pareja principal no me la he creído. Los veo como amigos, pero no como pareja. Química cero entre ellos y las pocas interacciones románticas que hay entre ellos tampoco ayudan.

Las tramas de ambos protagonistas por separado me han resultado algo más interesantes que ellos dos juntos y aun así hay varios temas en esas tramas que se me han quedado a medias.

El hecho de que nuestros protagonistas se conozcan desde pequeños y hayan crecido juntos hace que debamos suponer que hay una serie de cosas en común entre ellos y una atracción desde hace años que ni veo, ni la autora hace por enseñarnos demasiado porque pasa un poco como por encima de eso.

La parte positiva de este libro es como María trata el tema de la salud mental. Un aplauso para ella y para mostrar que todo lo relacionado con este tema se debe tratar con especialistas y un tratamiento adecuado y que no se cura a base de amor y abrazos.

Dicho todo esto, siempre os digo que leáis a María Martínez. Merece la pena aun cuando este no sea, para mí, su mejor libro.

Reseña en IG @angela.lectoravoraz
4,35
Ren y Jisoo se conocen desde que son niños, comparten un vínculo muy especial, y Ren considera a la familia de Jisoo como la suya propia. Él no lo ha tenido nada fácil en la vida, arrastrando años después traumas a los que no logra poner fin. Jisoo está acostumbrada a silenciar sus sueños y sacrificarse por su familia, aunque en el proceso esto la haga muy infeliz. Ambos sienten un gran amor y cariño el uno por el otro, en principio fraternal. ¿Pero puede ese amor convertirse en algo más? 

Personajes: tenemos a Ren y Jisoo como protagonistas, ambos narran la historia. Aunque también aparecen personajes del anterior libro; me ha encantado volver a reencontrarme con ellos. Ren es un personaje muy complejo, tiene una muy mala visión de sí mismo que el resto del mundo no comparte. Es un hombre con un gran corazón, que lucha constantemente con esa voz en su cabeza que le dice que no es suficiente. No logra ver cómo lo miran los demás y el bien que hace a los que les rodean. Rompe estereotipos, no por tener un pasado difícil trata mal a las personas, todo lo contrario. Jisoo es una mujer con mucho carácter, fiel defensora de sus amigos; aunque ese carácter no salga a relucir con su familia, fingiendo alguien que no es. He adorado a ambos personajes, aunque es cierto que en algún momento me sacaban un poco de quicio por la forma en que afrontaban sus miedos e inseguridades.

Romance y trama: tenemos un amor que va creciendo con el paso del tiempo. Un amor difícil de aceptar por las circunstancias en las que se dan y por el contexto familiar que tienen ambos. Es muy slow burn. No solo tenemos la parte romántica, también trata temas tan importantes como la salud mental; además de otros tan delicados como el maltrato, la violencia de género y el suic*dio. Me ha gustado mucho que tratara temas así, aunque el drama a veces me resultaba algo cansino, no me refiero en este sentido sino en el proceso que pasan los protagonistas, especialmente Ren. Aunque entiendo por qué lo hizo así la autora, para dar visibilidad a las personas que sufren trastornos mentales y lo mucho que les cuesta pedir ayuda.

Ritmo de lectura y narración: me ha resultado una lectura ágil de leer, aunque no tanto como la primera parte. En algunos momentos se me hizo un poco lento. Pero aun así es un libro que se lee rápido. La pluma de la autora es tan bonita como siempre, me encanta.

Conclusión: si quieres una historia de romántica diferente que trate diversos temas con una gran sensibilidad y que son muy necesarios: este es tu libro.

Tenía ganas de leer esta segunda parte de la historia, la de Ren y Jisoo. No sé nosotros pero yo tenía súper claro que iban a ser ellos dos desde. que terminé el primer libro.

Y el inicio me gustó. Por fin pude conocer con calma la historia de cada uno, ese pasado oculto de Ren y los sueños de Jisoo. Me gustó conocerles más. Pero a partir de la mitad del libro, más o menos, reconozco que me costó. Me pareció más de lo mismo respecto al primero cuando yo esperaba algo diferente, tuve la sensación de repetir la misma historia con los mismos personajes y eso no me gustó.

Así que, definitivamente, me quedo con el primero.

Sentí debilidad por Ren en la anterior entrega de la bilogia. Y ha sido un auténtico placer poder conocerlo más y descubrir a Jisoo.
Una historia de amor que nace de la amistad y de una conexión profunda e única.

Como siempre, María tiene el corazón del lector en un puño. Te hace reír, llorar, sufrir, soñar...

Me quedo con el corazón blandito y ganas de leer más historias increíbles de la autora.

En este libro conoceremos a Ren, el mejor amigo de Jun. Es divertido, carismático y muy seguro de si mismo… o eso parece. Porque Ren esconde muchos secretos. Jisoo, su amiga, a la que siempre consideró su hermana pequeña, empieza a hacerse un hueco en su corazón. Jisoo es impulsiva, impredecible y su pasión es la fotografía, aunque su madre no esté muy de acuerdo en que pierda el tiempo con eso. ¿Qué pasará entre los dos protagonistas? ¿Darán rienda suelta a lo que sienten? ¿O pesará más las convicciones familiares? ¿Cumplirá Jisoo su sueño de ser fotógrafa? Porque una vez que tocas fondo, el único camino que puedes recorrer siempre es hacia arriba.

Con la pluma dulce, elegante y emotiva de María Martinez, nos encontramos con una historia dura, de amor, amistad, familia y lealtad. Pero también es una historia de salud mental, de saber pedir ayuda cuando ya no puedes más, de maltrato, de luchar por tus sueños y hacer que se cumplan.

Ren es un personaje maravilloso; con más sombras que luces, con un carácter alegre y despreocupado, bajo el que se ocultan traumas muy duros del pasado. Jisoo es buena y leal; está en la universidad, estudiando algo que no le llena, sólo para no defraudar a sus padres. Pero, al final, tendrá que anteponer su felicidad a los deseos familiares.

Un amor a fuego lento, un Friends to lovers precioso, aunque me ha faltado más química entre los protagonistas, costumbres coreanas, París, fotografías y videojuegos. Además, sabremos como les va a Jun y Daniela, los personajes del primer libro.

Os dejo una de las frases que más me han gustado: “Porque somos las cosas que hacemos. Las decisiones que tomamos. Y yo había decidido apostarlo todo por un puñado de quizás”.