"El pueblo era todo igual, de la misma época y el mismo estilo; era como si la gente necesitara la fealdad del pueblo y la alimentara. Parecía que hubieran construido las casas y las tiendas con desdeñosa precipitación para dar refugio a lo insulso y a lo desagradable". Estoy sin palabras. Qué potencia narrativa, la de Shirley Jackson. Qué capacidad de crear ambientes oscuros, sensación de ahogo y meterte el miedo en el cuerpo con apenas unas cuantas descripciones. En un pueblo pequeño vive Mary Katherine Blackwood, Merricat, protagonista y narradora de la historia, junto a su hermana mayor Constance y su tío Julian. Los tres viven en la casa familiar, prácticamente aislados del resto del mundo. Los demás familiares han muerto envenenados, probablemente por algún habitante de la casa. Este hecho hace que el pueblo las odie y las tema a partes iguales. El origen de esta relación tormentosa queda perfectamente explicada en los dos primeros capítulos de la novela, probablemente de las mejores paginas que he leído en mi vida. En el primero (de donde he extraido el párrafo del inicio del post), Merricat, que sólo baja al pueblo dos veces a la semana a por alimentos y libros de la biblioteca, describe las calles, las casas, las gentes de una forma oscura (aunque paradójicamente brillante, con una prosa sugerente e hipnótica), y su turbulenta relación con los personajes del pueblo, que les temen, y la forma en la que les expresan ese temor es mediante el odio, el acoso y la ofensa. En el segundo capítulo, Merricat describe con el mismo estilo la casa Blackwood donde vive, sus terrenos y jardines, caminos y senderos, bosques y maleza, con tal brillantez que el lector no puede evitar imaginarla a la perfección y sentir escalofríos ante un lugar tan lúgubre, tan inhóspito y tan aislado. Bajo mi punto de vista, estos dos primeros capítulos y el resto de la perturbadora novela, con esa atmósfera de misterio y elementos sobrenaturales, podrían clasificarse como gótico moderno (que no sé si existe como concepto, pero lo propongo desde aquí). No sé si estareis de acuerdo quienes hayais leido la novela. Es literatura gótica en estado puro. Qué maravilla, Shirley. Por ultimo, me gustaria destacar el personaje de Merricat, un personaje dulce, oscuro, siniestro, inocente a ratos, a veces no tanto, sádico, infantil, lunático, perverso... es fácil sentir ternura por ella, pero también desconfianza y temor. Es uno de mis personajes literarios favoritos desde ya. 'Siempre hemos vivido en el castillo' está editado en España por Minúscula, con traducción de Paula Kuffer. + Leer más |