Los astronautas

"Los astronautas" es el primer libro que leo de Laura Ferrero y llegué a él por todas las críticas positivas que leí. He de decir que me gusta cómo está escrito y lo que transmite pero yo no conecté con él. No sé si este era el momento de este libro.
Al principio me costó muchísimo y debido a esas buenas reseñas no lo abandoné y es hacia el final cuando consigue atraer mi interés.
Es un libro con muchísimas frases para apuntar y volver a leer cada cierto tiempo.
Laura Ferrero hace un paralelismo entre la historia de Kuki con datos históricos sobre astronautas desde su llegada a la luna y que le sirven a la protagonista para recomponer su historia desde que era un niña hasta la actualidad después de haber encontrado una foto de su familia. Una historia marcada por ausencias importantes.
Me da pena que no haya sido lo que esperaba, venía con unas expectativas muy altas por un lado por las reseñas que leí sobre el libro y por otro lado desde que fui a una entrevista de ella con motivo de Festa dos Libros de Pontevedra .
Lo recomiendo? Sí, no será mi lectura del 2023 porque no lo disfruté pero sé que es una historia para leer por lo que cuenta y cómo lo cuenta.

"Las historias que miran al pasado solo sirven, en realidad, para poder mirar al futuro"

La historia empieza cuando la protagonista descubre una fotografía en la que sus padres, separados desde que tiene uso de razón, aparecen juntos y aparentemente felices sosteniéndola a ella cuando era solamente un bebé y se da cuenta de que su familia inicial estaba compuesto por ella y sus dos padres, sin añadidos.
A partir de ahí, se relata el proceso por el que pasa una niña de padres que han criado sus propias familias, cómo se siente, en qué lugar la dejan, cuál es su verdadero hogar y si realmente no se encuentra en tierra de nadie. Todo esto se entrelaza con hechos históricos y científicos relacionados con los astronautas que yo no entendí mucho hasta el final del libro, donde la autora hace que cuajen las dos historias comparando la soledad de la protagonista con la soledad de los propios astronautas. 👩🏽‍🚀👩🏾‍🚀

La verdad es que me gustó mucho el libro, especialmente la historia familiar de la prota, y me dio bastante rabia haberlo leído en un momento en el que disfrutarlo. Sin duda volveré a leer a Laura Ferrrero en un futuro no muy lejano

Una novela que entremezcla la realidad de una historia con la ficción, la vida cotidiana con historias del espacio. Una novela íntima, que intenta ser emotiva pero con la que no he conseguido emocionarme... Y con un ritmo muy lento... Está claro que este tipo de narrativa no es para mi.

La novela empieza bien, intercalando historias, pero llega un momento donde me parece que la narradora está en una divagación constante.

La protagonista, a sus 35 años de edad, ve por primera vez una foto de su "familia": su madre, su padre y ella. Con este descubrimiento hace un viaje introspectivo, donde busca su historia, la historia de su infancia y la historia de su "familia".

Nos presenta a una madre que está por estar, a un padre que se va y a una tía y a un tío que parece que son los únicos que la apoyan, la ayudan y donde se ve un pequeño hogar. Vamos descubriendo como fue creciendo y evolucionando la narradora, que carencias ha notado en su infancia, y como las intenta arreglar.

La moreleja de esta historia es: antes de traer una vida a este mundo, reflexiona si tienes las aptitudes necesarias y ve a terapia para no dañar a nadie.


¡Mención especial a Laika! El relato de Laika sí que me emocionó...

~ Los astronautas de Laura Ferrero ~

Isabel Coixet escribió sobre esta novela “dan ganas de vivir” y es que no puedo estar más en desacuerdo, para mí fue una patada… y es que según nuestras circunstancias vemos esta obra diferente. Pienso 100% que alguien que no haya vivido una infancia así no la va entender como se merece.

Para Isabel puede que haya pensamientos infantiles que aquí se narran y piense que son ficción, que son peculiares o absurdos o incluso graciosos… pero no, son reales, muy tristes y normalizados así que no dan ganas de vivir, dan ganas de pensar e intentar no cometer tú el mismo error.

> Escrita como ficción biográfica (no sabemos hasta que punto) narra la historia de Laura, que a sus 35 años ve por primera vez una foto de su familia. Ella de niña con sus padres juntos. Apenas tiene recuerdos, no conoce la historia de sus padres. Se le ocurre escribir una novela sobre ello y para eso entrevista a su familia para saber con diferentes puntos de vista todos esos relatos de su infancia.

Este es un libro sobre borrón de recuerdos, sobre familias desestructuradas, sobre el daño que padres hacen a sus hijos (algunas veces conscientes, otras no), de cómo en nuestra infancia nos volvemos mendigos de cariño, mutando nuestros actos o cualidades, convirtiéndonos en marionetas con el fin de contentar a nuestros progenitores… y de cómo no somos conscientes hasta que somos adultos.

«La memoria es un truco, no existe aquello que no vemos, aún menos existencia posee lo que no queremos ver»



Fue la propuesta lectora para una LC, empezar y decir, no puedo parar, no puedo dejarlo aquí, tengo que saber más. Es una historia tan bien hilvanada, esos capítulos de historia espacial, me han atrapado y ensimismado, no digo nada del perfil familiar que nos hace, magnifica.



«El miedo es lo que da identidad al punto ciego del ojo»



Tras la separación, antes del nacimiento de nuestra protagonista, su identidad se pierde, ¿cómo es posible? Las fotografías siempre guardan un destello de nuestro pasado, cuando este pasado duele, muchas personas optan por borrarlo, como si eso fuese posible, se destruye todo lo que nos recuerda esa vida y se deja de hablar de ello. Pero esa niña irá creciendo, tendrá una madre y un padre, por separado y sin contacto, dos vidas paralelas y distantes, no se rozan, no se cruzan, ¿dónde se sitúa ella?



«La Navidad tiene algo fúnebre, la obligación de ser felices y las ausencias»



Cada uno de sus progenitores formará una familia, ¿qué es una familia? La familia está en los detalles de la convivencia, pero ¿dónde se sitúa ella cuando en una foto de su padre se la excluye? Empezará a reconstruir su vida desde imágenes rotas y silencios incómodos, sobre recuerdos polvorientos y mentiras, cierto, ella misma nos dice, cualquier historia no cuenta la verdad, cuenta una verdad. Y descubre cosas de sus familias, pero también de ella misma, de donde le viene la angustia ante lo repentino, lo inesperado, también que la felicidad calla las preguntas, pero una felicidad impostada, que vivir al margen de la realidad, pasar de puntillas por todo aquello no del todo importante, resta visión, nos ciega. Nos ofrece reflexiones interesantes, el ser humano solo busca el sentido de la vida que va con él; que el lenguaje se devalúa por el sentido que nosotros le damos, que cuesta limpiarlo, es inocente, no tiene experiencias. El efecto halo.

¿Existes si nadie te recuerda?

Muy, muy recomendable.
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Desde la infancia, uno de los primeros conceptos que entendemos es el de “familia”: conocemos a las personas que la forman y cuáles son los lazos afectivos que nos unen a cada uno de sus miembros. Todos quizá excepto la protagonista de esta historia: “Yo tenía una familia, pero nadie me lo contó”, es la frase con la que comienza un camino por conocer su pasado, la historia de una familia que no fue, una familia de la que no hay más pruebas que su propia existencia.

“Los astronautas”, editado por @anagramaeditor, es el relato en primera persona de la ya mujer adulta que trata de reconstruir su historia tras una infancia rota y a la vez dividida tras la separación de sus padres –antes de que ella tuviera memoria­– cuando se legalizó esta práctica en España y los hijos de padres divorciados eran una ‘rara avis' en los colegios de los años 90.

Así, a través de la escritura como terapia, #LauraFerrero reflexiona –y también invita al lector a hacerlo– acerca de qué es y qué no es una familia, y cómo ésta nos define y nos va construyendo. En el caso de la autora, cómo es vivir con dos familias (la paterna y la materna) pero no terminar de sentirse completa en ninguna de ellas. La soledad, por tanto, es un sentimiento que, como los astronautas que viajaron al espacio exterior y que fueron sus héroes de la infancia, también puede experimentar una niña pese a sus escasos años de vida. al igual que esos hombres y mujeres de la segunda mitad del siglo XX, ahora la autora se prepara para viajar a lo desconocido y tratar de desvelar esas incógnitas que siempre estuvieron ahí.

Las metáforas sobre las historias de astronautas acompañan a la perfección esta historia llena de silencios, secretos y carencias. Me ha parecido una novela muy bella y de gran delicadeza, a ratos agridulce y quizá reiterativa en algunos aspectos pero que nos enseña una valiosa lección: una historia nunca cuenta la verdad, sino una verdad.
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LOS ASTRONAUTAS
Laura decidió un día que tenía que reconstruir su historia, saber de una vez quiénes eran su familia y qué es una familia.
Para ello pretende escribir un libro. Recopilar historias, acontecimientos y anécdotas familiares, fundándolas en entrevistas a sus miembros y a su entorno.
No vais a encontrar en esta novela autobiográfica una línea temporal ya que la narra como contarías tu historia a una persona que tienes frente a tí, con saltos temporales, con aclaraciones y matizaciones a lo contado hace 10 minutos, con interrupciones, con mezcla de temas.
Lo hace como si se lo contara a una amiga, sentadas en una mesa, frente a la cristalera en una cafetería, ante un café y un trozo de tarta, profundizando en los sentimientos, buceando en las cloacas de tu vida, sin pudor ni miedo a ser juzgada por sus actitudes, comportamientos y sentimientos.
Y es que en esta historia no hay ningún personaje perfecto, como la vida misma.

Esta autobiografía -o tal vez sólo retazos de recuerdos, de relato- me dio la impresión primera de estar deslavazada, pero a medida que avanzaba la lectura me dí cuenta de que los recuerdos, la reconstrucción, los descubrimientos no son lineales, no llegan ordenados. Y Laura los va descubriendo según los mira, según se da cuenta de sus propios recuerdos y de las memorias del resto de su familia. Esa es la clave de todo el relato, la familia, esa en la que Laura es la intersección de dos conjuntos, en realidad de dos familias.
El uso de la imagen, de las sensaciones y vivencias, de los astronautas hace que comprendamos a la autora, ese estar flotando lejos, viendo lo que pasa desde un lugar lejano, regresando sin fuerzas, quizás incluso volviendo a hogares inexistentes.
Aún así hay espacio, inmensidad, para el futuro. Siempre hay formas de regresar a la Tierra.
Un relato que no tiene más exigencia que dejarse atrapar por la forma de escribir de Laura Ferrero.

Esta es una novela de autoficción en la que autora partiendo de un hecho biográfico real decide reconstruir la historia de su familia.

Todo ocurre cuando en el transcurso de una comida familiar, descubre por una foto que, durante un breve tiempo, ella tuvo una familia.

A raíz de este descubrimiento nace en ella la inquietud de reescribir y reconstruir su propia historia a partir de los retazos que va descubriendo a través del relatos de los suyos, pero también se encuentra muchos silencios, secretos y medias verdades para esconder culpas.

Porque ella es hija de unos padres que se divorciaron en los años 80 al poco tiempo de nacer ella. Una época en el que el divorcio es algo reciente y aun no se sabía bien lo que era.

Esto tuvo consecuencias en ella, especialmente de carácter emocional, de identidad y de conocer cual era su lugar, especialmente, cuando cada uno de sus padres forman otra familia.

A través de sus reflexiones con un ritmo envolvente, lleno de matices, va reconstruyendo una historia sin rencor, ni reproches, queriendo solo cubrir los huecos que a ella le faltan.

Auto-ficción que enlaza con episodios conocidos y no tanto de la carrera espacial de los astronautas, haciendo paralelismos entre ambas.

Para intercalar con otras lecturas con más acción, agradezco de vez en cuando encontrarme novelas así, con muchos sentimientos y al mismo tiempo emotivas y emocionantes.

La escritura. Es lo que utiliza la narradora para reconstruir la historia de su familia, y así poder hacerlo con la suya propia. Porque su vida, su infancia, su historia, está incompleta, le faltan piezas al puzzle, un poso de silencios, de palabras no dichas, de secretos, pesan sobre ella como una losa.

Una foto familiar inesperada hace detonar lo que siempre ha estado ahí: un sentimiento de desarraigo, de no pertenecer a ningún lugar, de no encontrar nunca su sitio del todo. Y en una mezcla de ficción y realidad, entre hechos históricos espaciales y crónicas de astronautas, va dando forma a su propio relato. Lo ordena y reordena, rellena los huecos vacíos, descubre, interpreta, compara... Vuelve a él una y otra vez, desde diferentes miradas, desde su desbordante imaginación infantil, desde sus recuerdos y los de los demás.

Y en ese intento de comprender y reconstruir crea uno de esos libros que se van metiendo dentro tuyo poco a poco, íntimo e introspectivo, bien construido, en el que no existe una realidad ni una verdad absoluta, de los que me gustan. He subrayado muchísimo, me ha hecho reflexionar, me ha emocionado, he aprendido, he descubierto un montón de curiosidades de la vida en el espacio... me ha parecido muy bueno.
Había visto muy buenas opciones de Laura Ferrero pero aún no había leído nada de ella, y vaya descubrimiento. Voy a leer más de ella seguro.