La piedra lunar

"Tengo la convicción, o la ilusión, lo mismo da, de que el delito siempre acarrea fatalidad. No solo estoy seguro de la culpabilidad de Herncastle, si no que me atrevo a creer que vivirá para lamentarlo si se empeña en conservar ese diamante; tal como otros vivirán para lamentar el hecho de aceptarlo en sus manos, si es que algún día decide desprenderse de él". Hay regalos, amigas, más envenenados que un cóctel de estramonio.La India, 1799. Están los británicos por allí haciendo de las suyas, cuando el batallón del joven y poco escrupuloso John Herncastle va a parar a un antiguo templo custodiado por tres brahmanes. La Deidad que allí se encuentra lleva encastado un enorme y precioso diamante conocido como La Piedra Lunar. La ocasión la pintan calva para alguien como Herncastle, que se hace con el pedrusco de forma poco ortodoxa y lo conserva como oro en paño toda su vida. Pero ay, el diamante ha sido sustraído de su hábitat natural y su nuevo dueño se consume como Gollum y el anillo único. Así que con todo su cariño (ja) se lo regala a su sobrina Rachel Verinder por su 18 cumpleaños. La fiesta tendrá lugar en la Mansión familiar de los Verinder y Rachel lucirá el pedrusco a modo de broche en su escote, toda contenta ella por tamaño regalo. A la fiesta acuden los típicos personajes de novela de campiña inglesa, a saber: el médico, los primos atractivos en edad casadera, la prima pobre, el administrador de la finca, el pariente algo bohemio y viajero, la madre o padre viudos y la protagonista guapa en apuros. El diamante desaparece esa misma noche, obviamente, y a partir de ahí se desencadena una serie de catastróficas desdichas a cual más trambólica que la anterior: muertes, desengaños, compromisos matrimoniales rotos y un experimento con sustancias ilegales. Todo (casi) comandado por la investigación del Sargento Cuff.Por si no lo saben, La Piedra Lunar está considerada la primera novela policíaca o de investigación de la historia de la literatura y para inaugurar el género, la verdad es que lo hace muy bien. La narración es muy diferente a la habitual en este tipo de género, o por lo menos es la primera que yo leo así. Los distintos personajes relacionados con el caso escriben, de forma cronológica, una serie de cartas o documentos a instancias de otra persona, en la que explican su parte de la historia y la implicación que tuvieron en los hechos. Me pareció súper original. La única pega que le pongo es que hay personajes que me caían francamente mal y leerlos era un suplicio. Odié con la fuerza de los mares a la Señorita Clack y a Betteredge (el administrador) le hubiera dado con su ejemplar de Robinson Crusoe en el cogote más de una vez y más de dos. El Sargento Cuff me pareció un poco cargante a veces, pero muy humano y verosímil, porque se equivoca garrafalmente y lo reconoce. No es infalible, y eso se agradece. En definitiva, cuesta entrar en la historia, pero una vez lo haces, es adictiva."En este mundo, Betteredge, nada parece probable a menos que podamos relacionarlo con nuestra engañosa experiencia, y sólo creemos lo novelesco cuando lo vemos impreso en un periódico".

¡Novelón! Como no podría ser de otra forma, publicada en 1868. Todo lo que ha escrito este autor y que he leído hasta la fecha me ha gustado muchísimo. Sigo quedándome con la mítica “La mujer de blanco (1860)”, simplemente porque la trama de esta es más oscura, y la historia me gusta más. Pero en cuanto a narrativa se refiere y estructura, esta forma tan perfecta de enredar y desenredar el misterio está a la altura en esta novela. Una gozada de lectura, también epistolar, ágil, envolvente y muy, muy enigmática, con la sopresa de ser más satírica, me he encontrado echándome unas risas en algunas partes.

Nos trasladamos a la época victoriana, en Yorkshire, Reino Unido. Se celebra en la mansión de la Sra.Verinder, el decimonoveno cumpleaños de la señorita Rachel Verinder. de entre los invitados a la fiesta, su primo el Sr.Franklin, deleita a su prima como regalo un diamante embriagador, una piedra preciosa jamás vista y de mucho valor. Con tal magnitud se engrandeció su dicha al recibirlo, como su desdicha al comprobar de mañana al día siguiente que había desaparecido de sus aposentos.

Este es el misterio que nos ocupa y del que será, nunca mejor dicho, la piedra angular de la historia, donde conoceremos a muchísimos personajes, todos muy desarrollados y fácilmente imaginables, algunos muy carismáticos. Wilkie Collins en esta ocasión, nos lleva a una ambientación algo más costumbrista y con bastante humor a la resolución del enigma, culminando con esta obra una de las más importantes en su carrera, y referencia como novela detectivesca.

Una novela que ya se encuentra entre mis favoritas del año con toda seguridad. Seguiré leyendo a este autor, qué remedio, y con la suerte de saber que ha dejado un legado enorme de obras escritas, ¡pues son muchas las que no he leído!

Novela recomendada para los que leen con paciencia, saboreando cada frase, para los que pongan mucha importancia no tanto a la trama sino a al desarrollo de personajes y por supuesto, para los amantes de los rompecabezas.

Mi 2do de Wilkie Collins, lo que más me gusta es su narrativa, pero creo que la mayoría de escritores del siglo xix escriben tan bien, hacen tan buen uso de las palabras y las oraciones para expresar ideas, momentos y describir lugares y personajes, qué es una delicia leerlos (aun al ser traducidos); aquí tenemos otra historia de intriga, misterio, detectivesca y de cierto suspenso: ha desaparecido un diamante en extrañas circunstancia durante una celebración de cumpleaños, un diamante de origen hindu qué trae consigo leyendas de maldición y una especie de monjes protectores de la gema qué buscan recuperarla y regresarla a su divinidad. Es una historia muy bien desarrollada, y contada a través de varios personajes, cada uno con su especial manera de expresarse. La historia te mantiene en el interés de saber que pasa, te hace sospechar de todos y tiene giros qué te hacen dudar de las sospechas previas; sin embargo y a pesar que la trama te mantiene con cierto interés, hay momentos que la historia se extiende innecesariamente, creo que sobre todo cuando ya empieza el desenlace, el autor extiende en detalles lo que debería desarrollarse con mayor velocidad. Hubo una parte del desenlace qué me costó creer, un asunto relacionado sobre el opio y un experimento para reafirmar una teoría qué surge casi al final de la narración; otro punto que me generó confusión o más bien cierta incomodidad, fueron ciertas expresiones bastante machistas sobre las mujeres en general, qué no se si sea algo propio de los dos personajes que las expresaron (mayordomo Betteredge, abogado Mr. Bruff) o si es un reflejo de la mentalidad del escritor, y aunque es claro que en la época victoriana, la sociedad aun adolecia de mayor libertad y respeto al género femenino, es también contradictorio para una cultura cuya corona estaba en la cabeza de la reina Victoria; reconozco que son frases escritas de manera muy elegante, pero bastantes contundentes como: "las mujeres carecen de principios", "... un hombre siendo un ser superior, tiene la obligación de contribuir al mejoramiento de la mujer"; a pesar de esto, seguiré leyendo al autor, es bastante entretenido, y tiene historias realmente únicas que mantienen el interés del lector.

Un clásico en novela de detectives e intriga, considerada como primera novela negra de interesante lectura, no sólo por la trama sino por el retrato que hace de la sociedad.
Cuenta la historia de un maravilloso diamante que contiene además de su belleza una leyenda y una maldición, este diamante llega a Inglaterra desde la India y desaparece, lo roban.
La narración del libro está realizada en primera persona a modo de relatos o cartas en las que las personas implicadas de algún modo van contando los echos ocurridos para intentar descifrar y encontrar el diamante desaparecido. Hay relatos que se leen rápido o por su forma de redacción y contenido nos llevan a seguir leyendo, sin embargo a veces se hace insufrible sobre todo con las cartas de alguno de los personajes, aún así sigues leyendo porque de algún modo te ha enganchado la historia.
Hay que tener en cuenta en su lectura la fecha en la que transcurren los acontecimientos y también y no menos importante cuando se escribió la novela, de este modo se entienden ciertos comportamientos, comentarios, la idea de cómo son las mujeres y sus actitudes y aptitudes, lo que los hombres piensan de ellas, etc , que serían imposibles o demasiado desafortunados en el momento actual pero que dicen mucho de esa época no tan lejana y que aunque queramos pensar que todo eso ya es historia aún hay quien querría que fuese así o piensa así.

«La piedra lunar» es una fascinante novela escrita por Wilkie Collins en 1868, con un extenso volumen de 772 páginas. Esta obra es ampliamente reconocida por ser la pionera del género policial y detectivesco en Inglaterra, pues presenta un intrigante crimen con una multitud de sospechosos reunidos en el lugar del delito. La estructura narrativa epistolar, empleada a través de múltiples personajes, enriquece la trama al ofrecer distintos estilos y perspectivas.

El núcleo de la historia gira en torno a una joya robada de inestimable valor, conocida como la piedra lunar, sustraída de un santuario hindú. El regalo de cumpleaños a Raquel Verinder se convierte rápidamente en un enigma cuando la preciada gema desaparece en menos de veinticuatro horas. A partir de este punto, se desencadena una trama llena de intriga que se acompaña de un apasionante melodrama, capaz de cautivar al lector desde el principio hasta el desenlace.

Es justo reconocer que la novela presenta momentos en los que la trama puede volverse densa y lenta. No obstante, personalmente, he disfrutado intensamente con esta obra. En ella, encontramos escenas divertidas y graciosas, momentos ágiles que obligan a detenerse para comprender qué acontece. Además, la trama sorprende con giros inesperados, manteniendo al lector en constante suspenso, una característica siempre atractiva en las novelas de misterio. El hecho de que esta obra sea la precursora del género, añade un valor especial y la convierte en lectura imprescindible.

Recomiendo encarecidamente esta obra a todos los amantes de la novela policiaca y a aquellos interesados en sumergirse en las atmósferas vívidas y los misterios de la época victoriana. «La piedra lunar» es una muestra brillante del ingenio literario de Wilkie Collins y una obra que sin duda dejará una huella imborrable en los corazones de sus lectores.

Me ha parecido muy entretenida está lectura ya que te da varios puntos de vista y vas armando todo este rompecabezas de que pudo haber pasado con la piedra lunar. Hubo personajes que me encantaron y uno que otro que si hubiera tenido enfrente la hubiera callado y sobre todo a la señorita Clack y su activismo religioso que rayaba en lo absurdo. Excelente lectura clásica.

Tras haber leído La Dama de Blanco del mismo autor y enamorarme de la manera de escribir de Wilkie Collins me decidí a leer La piedra lunar del mismo autor. Considerada como la primera novela policiaca, la historia, publicada en en 1868, nos cuenta el robo de un diamante con mucha historia detrás en la fiesta de la heredera Raquel Verinder.
El autor utiliza varios narradores, que no son otros que las personas que estaban presentes durante el robo, y los que investigaron posteriormente los hechos.
Este método narrativo ya lo había utilizado en La Dama de Blanco y a mi personalmente me gusta mucho esta manera de narrar una historia. Me ha gustado mucho la historia, no tanto como La Dama de Blanco que la disfruté muchísimo pero sí que os recomiendo leerla y darle una oportunidad.

Para muchos la mejor novela policíaca escrita hasta la fecha, ‘La piedra lunar' cuenta la historia de cómo una valiosa joya, de la que se cuentan terribles leyendas, llega a las manos de su joven heredera en la cena de celebración del cumpleaños de esta. Pero esa misma noche, en la mansión donde se han reunido todos los invitados, el diamante desaparece abriendo el misterio de qué ha pasado y quién lo ha robado.

Con este libro Collins volvió a armar una novela epistolar, como ya había hecho con la brillante ‘La mujer de blanco', y desarrolla una trama que engancha como el pegamento a través de diarios, testimonios y los diferentes puntos de vista de los protagonistas de la historia. Funciona porque más allá de ofrecer un caso misterioso con su correspondiente investigación, profundiza en las costumbres de la sociedad victoriana y construye firmemente a todos los personajes, quedando estos perfectamente delineados. A ello se le suma el indiscutible talento del autor a la hora de narrar y de escribir un texto que sorprende por la originalidad de su argumento, sus giros y por lo entretenido que es.

Wilkie Collins es uno de los autores más queridos de la época victoriana y no es para menos. Es un escritor muy completo que consigue seguir conectando con los lectores después de tantos años; la cantidad de reediciones que siguen apareciendo de sus obras lo demuestran. No me cansaré de recomendarlo.

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía.
Wilkie Collins ha conseguido algo maravilloso: escribir una de las mejores novelas reconocidas y que a su vez se ha convertido en un ejemplo de la novela negra y de misterio. Este autor es recomendado por los grandes novelistas del mundo. Amigo fiel de Charles Dickens desde 1851, ha sido uno de los impulsores de la novela detectivesca en Inglaterra, mucho antes de aparecer el célebre personaje de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle.
La primera novela de este autor que cayó en mis manos fue 'La Dama de blanco', una novela de misterio e intriga victoriana que me abrió el universo Wilkie Collins, y que leí conjuntamente con Anabel Samani, compañera bloguera y autora de varios libros de terror y misterio. Anabel me instía en que tenía que leer 'La piedra lunar' y gracias a su consejo puedo decir que no se equivocaba. ¡Gracias, Anabel! Por haberme recomendado una novela tan soberbia e impagable en cuestiones narrativas y estéticas.
Sinopsis. Desde el comienzo de los tiempos tres sacerdotes de la India custodian la Piedra Lunar de día y de noche, para siempre y en cualquier lugar del mundo por mandato de Vishnú, dios hindú. Tras el pasar de los siglos, en el reinado de Aurungrebe, en el siglo XVII, un oficial de alto rango, John Herncastle, roba la gema engastada en una espada. Pero, según la leyenda, los tres sacerdotes custodios perseguirán el rastro de la gema allá dónde vaya, por los siglos de los siglos. Tiempo más tarde el diamante es heredado por la sobrina de John Herncastle, Rachel Verinder, pero también hereda la conspiración que hay detrás de la magnífica joya puesto que los hindúes están siguiendo el rastro de la gema desde el momento que fue robada y están esperando el momento adecuado para hacerse de nuevo con ella.
Una narrativa en beneficio del lector en la que la historia se expone desde diversos narradores. El autor sabe seducir al lector, dirigiéndose directamente a él y conduciendo el relato en todo momento. Además, mediante la perspectiva de los distintos narradores, el lector irá sospechando de cada personaje y podrá dejar fuera de sospecha a otros según el relato que se va exponiendo con cada narrador.
Por lo tanto, la trama de los hindúes que van detrás de la Piedra Lunar solo puede ser descubierta leyendo con suma atención el relato de todos los narradores de esta novela. Y os confieso que es difícil llegar a la raíz del caso. Ir tras las pistas no es reto sencillo para el lector puesto que los innumerables giros de trama y los supuestos culpables de haber robado la Piedra Lunar no nos lo pondrán nada fácil.
Además, Wilkie Collins construye una trama compleja y bien elaborada, en la que los personajes sobresalen en un enredo de constantes intrigas, escenas irónicas y diálogos divertidos.
Por otro lado, el diamante amarillo se apodera del centro de la acción. Es el objeto en el que giran todas las escenas, aunque existen tramas secundarias, fabricándose un ambiente de misterio y de sospecha.
Conclusiones finales. En seguida mostré un gran interés por esta novela. Dudo que mi sorpresa hubiera sido mayor de la que ha sido. A pesar de que ya me lo había comentado Anabel Samani la agudeza narrativa de Wilkie Collins se exhibe en esta obra en todo su esplendor.

En fin, este autor se expresa de maravilla siendo admirable la calidad de esta novela que volvería a leer sin pensarlo dos y mil veces.


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Uno de los descubrimientos del año ha sido Wilkie Collins. Lo conocí con La mujer de blanco y ahora he leido La piedra lunar. La piedra lunar fue publicado en 1868 y está enmarcada dentro del género epistolar y la novela de sensación. Lo he leido en esta edición de alianza en la traducción de Miguel Ángel Pérez.

En esta novela, Collins nos da un paseo por Egipto antes de enfrascarnos en este misterioso relato. La historia nace cuando la piedra lunar es robada, una piedra muy valiosa custodiada desde siempre por los indios como uno de sus mas valiosos tesoros. Desde el momento en el que es robada, los guardianes de la piedra perseguirán al propietario hasta el fin de sus días y por azares del destino termina en la propiedad de uno de los personajes protagonistas de la novela. Tras esto, la piedra lunar es sustraída de nuevo y el libro se centrará en la búsqueda del diamante perdido.

Muchos consideran La piedra lunar como el relato estrella de Collins, pero para mi La mujer de blanco está muy por encima. El libro está muy bien y Collins vuelve a demostrar una maestría en el desarrollo de los personajes. Pero mientras en La mujer de blanco todos eran altamente carismáticos, en este relato tienden a ser más insufribles. Pero a pesar de esto, están perfectamente definidos.
La historia tiene un inicio y un final muy potentes, pero hay una parte intermedia que juega en su contra y hace esa parte algo más pesada.
No obstante, con Collins el balance no puede ser negativo y yo lo recomiendo a todo el que le guste la novela de suspense.

En definitiva, se me queda muy lejos de la mujer de blanco y creo que el haberla leído justo detrás de la otra le ha jugado una mala pasada y haga que mi concepción de ella sea peor de lo que hubiese sido si no hubiese leído la otra antes. No obstante, el sabor es bueno. Collins es un maestro del suspense y un maestro en la creación de personajes.