La chica de nieve

Uno de los descubrimientos del 2021 fue Javier Castillo, acabé el año leyendo el de Miranda Huff y empecé el año leyendo este. Tenía el hype por las nubes ya que van adaptar este libro al cine.
Desaparece una niña en la cabalgata de acción de gracias. Una estudiante de periodismo, Miren, toma el caso muy apecho e incluso diría que a nivel personal y se lanza a su investigación como trabajo en una de sus asignaturas. En este tipo de novelas no se puede contar mucho más, siempre lo digo y lo diré, se debe ir a ciegas para evitar los spoilers.
La PORTADA es sumamente bonita y preciosa y le va genial a la historia y la representa muy bien. El TÍTULO más de lo mismo que la portada. La combinación de ambos sin duda es perfecta.
La novela está FORMADA por 61 capítulos y 1 epílogo. de extensión han estado muy bien. de los que tanto mr gustan tirando más a cortos que largos.
La historia está CONTADA en primera persona y también en tercera. La historia hace bastantes saltos en el tiempo, al mismo tiempo se cambia de narradores y aunque así contado pueda resultar un lío no lo es. Uno se centra bien en la historia y se entiende a la perfección.
TRANSCURRE en Nueva York allá por 1998, con saltos al 2003 y algún que otro salto más en el tiempo que dejarlo aquí reflejado es hasta lioso pero que una vez te pones a la lectura no lo es, tiene sentido totalmente.
La TRAMA: como buen thriller tenemos una desaparición, una investigación por parte de una alumna de periodismo y muchas incógnitas. Además, sí, una crítica social hacia un tema importante que toca de cerca a la protagonista de la historia.
Los PERSONAJES:
Por un lado tenemos a GRACE y AARON padres de KIERA, que es la desaparecida en la cabalgata de acción de gracias. Por así decirlo, para el desarrollo de esta historia, coge las riendas de la "investigación" MIREN, para mí, la protagonista. Junto a su profesor Schmoer hurgarán por aquí y por allá y la persistencia de ella la llevará a la resolución de este "caso". Ha sido un personaje que me ha gustado mucho, con una carga a sus espaldas y me ha llegado su superación.
La PLUMA del autor me gusta. Me conquistó con la bilogía de la cordura, lo siguió haciendo con Miranda Huff y aquí no ha sido menos. Algo que me gusta del autor es que de las 3 historias que llevo leídas todas me han resultado distintas entre sí.
A modo CONCLUSIÓN: quizás llevaba un hype muy alto, quizás fue un error leer tan seguidas 2 novelas del autor... pero no me ha encantado como sí lo hicieron las anteriores novelas. El hecho de que vaya a ser película (o serie) a mí me hizo suponer un novelón, y puede serlo, pero para mí no lo ha sido. Ha sido una novela que se lee muy bien y que fluye estupendamente, que sí, quieres saber pero que más o menos vas sabiendo el desenlace y no me resultó ser una sorpresa. Lo mejor de todo es que ahora que conozco a Miren y echando una ojeada a la sinopsis del siguiente libro del autor, sé que tendré más de ella y eso me agrada. Javier Castillo fue un descubrimiento, yo fui descubriendo este género y ya sea más o algo menos adoro leer este tipo de novelas y claro, me voy volviendo más exigente. Sé que, ver recreada la novela en la gran pantalla va a ser un momentazo para mí.
Enlace: http://mividapor1libro.blogs..

Lo que es cierto y no se le puede negar es que Javier Castillo monta unas historias muy entretenidas y fácil de leer que atrapan.

El hilo de la historia con sus saltos en el tiempo hacen que la lectura sea muy ágil.

El personaje de Miren, la periodísta que investiga la desaparición de la niña durante un desfile de acción de gracias es el que está mejor trabajado.

Cosas a favor: lo entretenidísimo que es y el personaje de Miren.

Cosas en contra: los demás personajes no están tan bien desarrollados, los padres quizás un poco mas. Los policias paracen tontitos y como q abandonan la investigación demasiado pronto, la investigación policial si no la describiera el autor, no faltaría.
Luego, el empeño de un autor malagueño en localizar sus historias en Estados Unidos, no es que esté mal descrito Nueva York, pero los personajes tienen algunas andaluzadas que no tienen mucho sentido tampoco.
El autor no escribe de una forma pulcra, se nota un poco que no es del todo “profesional”, los signos de puntuación están colocados un poco a lo loco.

Y lo peor de todo el prólogo. No vende por la cara una segunda parte que nada tiene que ver con la historia. Como estrategia de marketing igual le funciona no lo sé, pero a mi me mosqueó.


A pesar de todo lo malo, no puedo decir que no me haya gustado porque me ha tenido atrapada durante toda la lectura y Javier tiene maneras, es innegable.

Tengo sentimientos encontrados con este libro. Es el primer libro de Javier Castillo que leo, tiene muy buenas críticas y entre sus libros decidí comenzar por este. he de decir que lo he terminado en un segundo intento de lectura. La primera lo termine dejando a los pocos capítulos porque no me enganchaba… a los meses decidí darle una nueva oportunidad.

Una vez terminado puedo decir que la trama está bien, demasiados saltos en el tiempo, que aunque son fáciles de seguir hace que tengas que estar muy pendiente de las fechas (ahora 5 años, ahora 12, ahora 5 de nuevo pero una fecha concreta, ahora 3 años y volvemos al primer día pero escenario distinto…).

Y luego Miren, la protagonista, no termino de empatizar con ella… si, su vida ha sido dura, ha sufrido, todos vemos las injusticias y sabemos que el sistema no funciona, pero eso no te da derecho a coger la justicia por tu mano, porque al final te conviertes en lo mismo que tanto odias. Hoy posturas y aspectos de la protagonista que no comparto ni apruebo y eso también hace que lo vea todo más distinto.

En cuanto al final, me parece acelerado. de pronto, corriendo y simplemente con una conversación breve se resuelven 12 años de incógnitas.

La Chica de Nieve es un Thriller lleno de misterio y lo más importante, una simple distracción dejará huella en la vida de la familia Templeton. Un mar de preguntas sin resolver que iras descubriendo a lo largo de la novela: ¿Dónde está Kiera? ¿Quién se la a podido llevar? ¿Conseguirán encontrarla?
Los personajes están muy bien desarrollados y hilados, descritos psicológicamente con toda la trama dentro de los saltos en el tiempo y lo mejor es que deja al lector volar en la imaginación de cada uno en el detalle físico.
Es una historia que engancha, como todas las de este gran autor desde la primera estrofa. Los tiempos son primordiales para no perderte los momentos en los que hacen que conozcas más fondo la historia.
Javier Castillo en este libro a querido plasmar lo real. Es muy diferente a lo que os podáis imaginar sobre los anteriores. Un libro que me ha hecho llegar muy lejos. Mientras leía me hacía poner en la propia piel de unos padres desesperados por encontrar lo más valioso que tienen en su vida. Me ha emocionado, me ha hecho sentir adrenalina en cada latido del corazón y el alma en la mano. Algo cautivador que tiene el autor es la forma de atraparte en cada capítulo, su sencillez, la forma de no soltarte y escribir personajes femeninos con tanto respeto. Me han flipado las frases a principio del capítulo, creo que plasma súper bien en lo que el autor quiere mostrar en cada faceta.
A mi me a tenido súper enganchada, siempre quería saber más y más... con un ritmo trepidante y adictivo.
Los cambios emocionales que vive la familia a lo largo de la trama cuando un familiar desaparece son tan reales, la fuerza en la que lo expresa y la destrucción que supone interna del ser humano tal y como lo muestra es muy auténtica. Miren Triggs me ha dejado sorprendida por su carisma y la capacidad de superación pero lo que esconde este personaje es un verdadero motivo que hace que esta búsqueda sea tan absoluta.

El 27 de noviembre de 1998, durante la Cabalgata de Acción de Gracias en Nueva York, Kiera Templeton, de 3 años, desaparece entre la multitud, dejando a unos padres desolados y a toda una ciudad buscándola. Entre ellas, Miren Triggs, una joven estudiante de periodismo que intentará desentrañar los misterios del caso.

Nos encontramos con un thriller totalmente adictivo que se lee solo. Página tras página te mantiene y vilo y pegado a las noticias sobre la desaparición de Kiera. Se van intercalando distintas líneas temporales y nos va dejando pistas de la investigación. No es una narración lineal en la que se van descubriendo los hechos por orden cronológico, sino que tenemos saltos al pasado y al futuro, dejándonos miguitas y MUCHA intriga.

Mi personaje favorito ha sido Miren, que tiene una evolución increíble a lo largo de la narración. Pero en general, el desarrollo de todos los personajes es muy bueno y están muy bien construidos. El autor es capaz de hacerte sentir la pena de unos padres que pierden a su hija.

En mi opinión, el autor se ha superado en esta novela, convirtiéndose en mi favorita hasta el momento. Y con ese final… 🤯 Algo que también me ha gustado mucho es esa crítica a los medios de comunicación, que únicamente buscan el morbo sin importarle los sentimientos de las personas.

⚠ Trata temas sensibles como abuso, violencia de género y alcoholismo.

💡 Actualmente, Netflix está rodando una adaptación de este libro para convertirlo en serie.

Aaron y Grace son los afortunados padres de Kiera, una preciosa de niña de tres años a la que llevan al desfile de Acción de Gracias que se celebra en Nueva York, un evento multitudinario y famoso en la ciudad. Lo que pretendía ser una experiencia especial y un día diferente y divertido termina convirtiéndose en una pesadilla. En un descuido de Aaron, Kiera desaparece entre la gente sin dejar rastro. En ese instante se inicia una búsqueda frenética de la pequeña y lo único que pueden averiguar es que alguien ha secuestrado a la niña. Transcurren ocho años sin que haya ninguna pista ni ningún indicio de qué pudo ocurrir y quién la tiene retenida. En todo ese tiempo, sus padres no han olvidado a su hija y si bien mantienen la esperanza de encontrarla algún día, son muy conscientes de que eso es una utopía. Sin embargo, sus fuerzas se verán renovadas cuando reciban un extraño paquete. En él hay una cinta de VHS donde se ve a una Kiera de ocho años jugando en una habitación. En este punto entrará de nuevo en acción Miren Triggs, una estudiante de periodismo que siente una especial conexión con el caso desde que su profesor les mandó hacer un trabajo sobre el suceso que quisieran. Desde el principio, Miren se involucró en la desaparición y trató de ayudar a Aaron y Grace en todo lo posible, incluso cuando la policía dio el caso por perdido. Ahora, gracias a la cinta VHS, puede que tengan un nuevo cabo del que tirar y ni Miren ni el matrimonio Templeton se rendirán de nuevo en su búsqueda de Kiera.

Como fan de los thriller me apetecía darle una oportunidad a lo patrio, ya que siempre tiendo a leer novelas policiacas escritas por autores extranjeros, y sin duda un nombre que resuena en España dentro del género es Javier Castillo. Nunca había leído nada de él y me apetecía darle una oportunidad a su obra ya que es un autor muy famoso dentro de estos círculos, por eso me decanté con una de sus obras de mayor renombre, La chica de nieve.

En esta novela se nos plantea el misterio que rodea a la desaparición de Kiera Templeton, de tan solo tres años, cuando estaba presenciando el desfile de Acción de Gracias, un pasacalles icónico de Nueva York. Desde el principio, se plantea la posibilidad de que se trate de un secuestro, pero al no encontrar pistas sólidas la investigación pronto se atasca para desesperación de los padres, que tienen que ver cómo el mundo se olvida de su hija cuando el caso deja de ser jugoso para la prensa ante la falta de pruebas. Si hay otra persona que no ceja en su empeño de averiguar la verdad, a parte de los padres, es Miren Triggs, una estudiante de periodismo que desde el principio quedó atrapada por el caso de Kiera y decidió usar todos los medios a su alcance para ayudar a Aaron y Grace y evitar que cayera en el olvido, pese a que la policía hubiera desestimado el supuesto secuestro. Así pues, la narración alterna entre los capítulos protagonizados por el matrimonio Templeton, dos padres destrozados ante la ausencia de su hija cuya estabilidad emocional y sentimental se rompe y terminan haciendo vida por separado, con Kiera como el único eslabón en común, y los capítulos desde la perspectiva de Miren, los cuáles se centran más en ella como personaje, en su vida, sus sueños y ambiciones, que obviamente van más allá de Kiera aunque la pequeña siga siendo un punto central.

La chica de nieve empezó muy bien y prometía mucho, pero conforme más avanzaba más se iba desinflando la historia y más inverosímil me resultaba lo que estaba leyendo. Para empezar, gran parte de la trama es puro relleno, algo que precisamente no debería ocurrir en un thriller ya que lo fundamental es que sea trepidante, vaya directo al grano y sepa crear incógnita en el lector. En cambio, Castillo abre un montón de subtramas y va dejando caer a lo largo de la narración ciertas pistas que indican un camino u otro y que dan que pensar al lector ciertas cosas, pero luego dichas pistas se quedan en agua de borrajas y el propio autor se olvida de ellas y no vuelve a mencionarlas en el resto de la novela (por ejemplo, el profesor le dice a Miren que en la grabación de la llamada a emergencias que hacen los padres hay algo extraño, pero nadie vuelve a acordarse de esa grabación). Da la sensación de que el autor va dando palos de ciego y que intenta confundirte creando una amplia variedad de sospechosos o situaciones que no llevan a ninguna parte y que carecen de sentido, lo que conlleva que en primera instancia no sepas distinguir cuándo un descubrimiento es importante y tienes que fijarte en él para descubrir al culpable o cuándo va a ser una nueva prueba falsa que se queda en el aire. Todo esto ha hecho que dé la impresión de que la historia y el caso de secuestro en sí no están bien construidos.


Por otro lado, el autor ha hecho algo que me ha repateado sobre manera y es utilizar una violación para construir a un personaje. Que se muestren las violaciones en papel no es algo que "me desagrade" en el sentido de que considero muy necesario recalcar, incluso en la ficción, que existen, que son más habituales de lo que parece y que, a raíz de ese hecho traumático, se explore en cómo afecta a la víctima tanto a nivel psicológico como físico. Y reconozco que Castillo empezó con buen pie, ahondó en la mente del personaje que la sufre y explicó desde una manera muy razonable cómo ella se sentía al respecto y cómo ese evento la destrozó por más que no se aprecie desde fuera. Sin embargo, termina retorciéndolo de tal manera que deriva en cómo esta mujer se transforma en una persona cruel, vengativa, fría y despiadada que vive por y para la venganza y que solo piensa en ser más fuerte y más inteligente que su agresor para ponerle las manos encima. Y a ver, no estoy diciendo que no haya mujeres que fantaseen con hacer sufrir a sus violadores o con, como mínimo, verlos en la cárcel, pero me parece horrible utilizar una violación para justificar la repentina crueldad del personaje femenino y su obsesión con tomarse la justicia por su mano, cuando lo normal (aunque insisto, cada mujer es un mundo y revisa estos traumas como puede) es que la víctima no quiera volver a saber nada nunca más del violador, más allá de que está entre rejas.

En el tema de los personajes, me sentí un poco desubicada porque se suponía que la historia versaba sobre Kiera y todo lo que ella significa para los implicados en su búsqueda; sin embargo, el foco de la acción pronto recae sobre Miren y su obsesión con el caso de la pequeña, además de ciertos eventos traumáticos en su vida. Que la protagonista sea Miren se justifica porque esta novela no es autoconclusiva, sino el inicio de una ¿saga? donde ella se convierte en una suerte de investigadora. Además, la relación amorosa que existe entre ella y otro personaje me disgustó bastante porque no solo no hay química entre la pareja, sino que la evolución de su romance es nula y está tratado de tal manera que hubiera sido mucho mejor si simplemente no hubiera trama romántica. Para que esta reseña no sea solo negativa, en este apartado de personajes quiero destacar algo que sí que me gustó mucho y es cómo trata Javier Castillo la psicología de los padres de Kiera en cuánto a cómo les afecta la desaparición de su hija. Creo que el autor hace un muy buen retrato psicológico de ambos, tanto a nivel individual como a nivel de pareja, y explora bastante bien cómo es su vida tras aquel fatídico día y cómo eso les ha trastornado hasta el punto de convertirlos en personas completamente diferentes a cómo eran con su hija. Es verdad que a veces sus reacciones me resultaban un poco exageradas, pero en general estoy satisfecha con su desarrollo.

Regresando a la narración, cuando ya esperaba que no podía encontrar más elementos que me disgustaran, me topo con que, poco más allá de la mitad de la novela, Javier Castillo nos desvela qué pasó con Kiera y empieza a introducir capítulos contados desde el punto de vista de sus captores desde el día del desfile. Confieso que esto me descolocó un poco, pero meses atrás ya había leído un libro donde se usaba la misma técnica que me gustó muchísimo, así que quería ver hasta dónde lo llevaba el autor y cómo lo manejaba. No obstante, me volví a llevar un chasco. En vez de añadir más misterio o de crear más intriga en el lector, descubrir tan pronto a los culpables tuvo para mí el efecto contrario, ya que la poca gracia que podía tener la historia y el único motivo por el cuál seguía leyendo era precisamente descubrir quién secuestró a Kiara y por qué. Sin embargo, una vez sabes el quién, todas las piezas empiezan a encajar poco a poco y sabes perfectamente por dónde va a llevar el autor la trama y cuáles van a ser las motivaciones de los secuestradores. Haber resuelto el misterio cuando todavía me quedaba un buen trecho para llegar al final hizo que mi interés por la historia se desvaneciera por completo porque a partir de ese momento, la lectura no tuvo nada más que ofrecerme. Para más inri, el final fue "una americanada" total, de esos finales de película de Hollywood que tú sabes que nunca jamás van a ocurrir fuera de la ficción porque es demasiado surrealista, lo que le quitó del todo el realismo que se quería traslucir con esta novela.

Lo bueno de esta novela es que el ritmo es rápido y se lee bastante bien. El estilo de escritura del autor es sencillo, directo y no se anda por las ramas (si exceptuamos que le gusta mucho meter relleno como comenté más arriba) y todo eso hizo que me terminara el libro en poco tiempo.

La chica de nieve no ha sido para nada lo que me esperaba. Teniendo en cuenta lo reconocido que es este autor y que la gente suele recomendarlo como escritor de thriller, me esperaba una novela mucho mejor desarrollada y trabajada. En cambio, lo que me he encontrado ha sido una historia con potencial que se ha ido deshinchando conforme más avanzaba. La trama de la segunda parte me llama bastante la atención porque tiene una sinopsis muy peculiar, así que quizá le dé una oportunidad a ver si mejora.
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(suspira profunda y apesadumbradamente, menea la cabeza) 1.5 porque sí, al principio creí que Castillo me iba a tapar la boca con este libro. Elaboró un thriller atrapante, manteniendo el misterio con sus idas y vueltas en el tiempo, las que ya parecen una firma propia del autor. Pero a la mitad del libro aproximadamente comienza otra vez la suspensión de la credibilidad y suceden ciertos eventos para avanzar la trama o explicar situaciones que rayan con lo irreal. ALERTA SPOILER, a partir de este punto voy a detallar los momentos que me resultaron mas chocantes.Las idas y venidas en la línea temporal son un recurso que ayuda a mantener el misterio e hilar el relato, aunque en varias oportunidades me encontre frente a un "cliff hanger" o suspenso que hubiera podido explicarse en el siguiente capítulo y mantener el flujo de la historia de todas formas, en lugar de explicarlo 3 o 4 capítulos más adelante y perder la duda que había generado. Ciertos eventos quedan descolgados y en determinado momento ya dudé del orden cronológico de la historia completa. Incluso hubiera sido preferible presentar a los secuestradores más hacia el final y su historia más continuada en lugar de salpicarla de forma desordenada en medio del resto del relato. Otro punto álgido son el disparo al vecino de los secuestradores y la muerte del abuelo de Miren, así como el arresto ciudadano de Miren a la secuestradora que termina en retención involuntaria de persona. Comencemos por la muerte del vecino a causa de un disparo en una zona urbana, ¿no llamó la atención de ningún otro vecino? ¿El hombre no tenía más familia, amigos ni trabajo que nadie lo reportó desaparecido? ¿Cómo se deshicieron del cadáver sin levantar sospechas ni revuelo? La escena parece un agregado para sumar morbo y suspenso a la historia, absolutamente innecesaria para crear una grieta entre William y Kiera que termina en su muerte posterior (¿podría ser un suicidio para dejarles el seguro de vida? El autor se decanta por el sentimentalismo pudiendo explotar esa veta). Después la muerte del abuelo de Miren, un paciente en estado crítico que no era vigilado por nadie para que a ella le diera tiempo de facilitar su muerte apagando las máquinas (las enfermeras estan atentas a los sonidos diferentes que vienen de los aparatos, no pasaría mucho sin que controlaran esas irregularidades) con el fin de hacerla mas dura o una justiciera, no sé cual era el objetivo de Castillo con esta escena, además del consabido morbo. Por último la intervención de Miren en la huída de Kiera (que en este punto el autor nombra como Mira, después de llamarla Kiera todo el tiempo hasta ese momento) y su secuestradora se convierte en una retención de persona por parte de Miren, quien en lugar de llamar a la policía para hacer un arresto ciudadano toma la excelente decisión de secuestrar dos personas a punta de pistola. Estos tres ejemplos son situaciones que le restan credibilidad y peso a un libro que presentaba inspiraciones de Fitzek y ahondaba en temas complejos, turbios, para terminar convirtiéndose en pueril y simplista.Por otra parte esta la faceta justiciera de Miren, que por sí sola sería entendible, otro tema escabroso para explorar dentro del libro, pero termina siendo más una reivindicación de heroína hueca por el hecho de hacerla dura e implacable. Además que, si bien en Nueva York la criminalidad es alta debido a la condensación de gente que vive allí, Miren parece ser el centro de toda ella. Su historia parece la de Madonna al llegar a trabajar a Nueva York. En realidad la mayoría de las tramas del libro parecen capítulos de CSI Nueva York y Mentes criminales, tanto el de las dos chicas que se unen para vengarse de su violador como la niña secuestrada para cumplir las fantasías de paternidad de sus secuestradores.En conclusión, me gustaría ver a Castillo escribiendo romance ya que su pluma florida y sentimental podría explotarse mejor en ese género y ahondar en la investigación de ciertos temas incluídos en sus libros para dar más credibilidad a sus relatos.

Historia sobre un secuestro infantil que al principio intriga y se acaba diluyendo hasta el peliculero final. No me ha gustado lo suficiente para recomendarla. Demasiadas situaciones inverosímiles y mucha página de relleno con la protagonista aburriendo a las ovejas. Entiendo que la sinopsis puede ser válida, pero la protagonista, no la he entendido como la heroína que resuelve el misterio.
Que de hecho lo resuelve con perseverancia, pero no es una heroína, es una periodista con valores morales discutibles.
El léxico me parece burdo y la representación de situaciones, escenarios, no me han parecido a la altura de un escritor, más bien de un adolescente .
Como nota positiva, es fácil de leer si no quieres nada complicado.

En este nuevo thriller, Javier Castillo ha urdido una trama vertiginosa vista desde los ojos de la joven periodista " Miren Triggs". Utiliza también en la narración un narrador omnisciente que a través de varios flash-backs nos va dando las claves y las motivaciones de los diferentes protagonistas. Todo en una complicada y efectiva trama donde el secuestro de una niña de tres años es el eje central de la novela. Además de la investigación que realiza la policía y la puntillosa reportera.

Se trata de un thriller en el que un suceso dramático, ocurrido en 1998, trastoca la vida de unos padres. La desaparición de Kiera, de tres años, se convierte en un enigma sin precedentes, y la diferencia aquí, es en la fuerza emocional que tiene la historia. Se trata de llegar mucho más allá. A la emotividad de las decisiones, a centrar la vista en ese instante en que las manos de los padres se separan de las de la pequeña Kiera.

En esta lectura encontramos dos saltos temporales, en uno narra la desaparición de la pequeña Kiera, y el el otro la actualidad, donde tantos los padres, la policía y tras el curso de los años siguientes, es la periodista e buscadora por su cuenta, Miren, la encargada de buscar a la pequeña, ya que este es el caso que investiga porque quiere "quitarse esa espinita" que tiene clavada en el corazón.

Esta lectura me pareció difícil de leer porque trata de la desaparición de una niña de 3 años, empatizas con los protagonistas y resulta doloroso ponerse en su piel, en lo que sienten, es su desesperación, en lo complicado que es seguir con "esperanza" cuando van pasando los años y nada...pero para eso está Miren, para al menos devolvernos la esperanza, de que siempre hay personas capaces de hacer incluso lo imposible por ayudar.

Es un libro que tenía muchas ganas de leer desde hace tiempo, sobre todo por que siempre leía buenas reseñas sobre él. Tal vez esa sea la razón por la que me decepcionó un poco, al menos al principio, quizá por que llevaba unas expectativas muy altas. Tampoco puedo decir que no me haya gustado, al contrario me gustó bastante, pero hasta la mitad o así no consiguió que me enganchara, aunque una vez llegado a ese punto no pude dejar de leer, sin embargo con otros libros del autor nunca me había sucedido esto.
Me ha gustado que como siempre mezcle capítulos del presente con otros del pasado, ya que ayuda a conocer y entender mejor a los personajes y que los capítulos sean cortitos, por que no se si a vosotros os pasa lo mismo pero cuando veo que el siguiente capítulo tiene pocas páginas siempre me animo a leer uno más.